Un buen amigo me advirtió sobre las películas de Tony Scott y me soltó una frase de esas lapidarias: "No es lo que cuenta, sinó cómo lo cuenta".
A mí me parece perfecto, pero yo me pregunto: ¿son necesarios 146 minutos para contar lo que quiere contar Tony Scott en este film? Porque la trama es más simple que un tostada con mantequilla. ¿¿Y porqué nos marea tanto con los planos cortos y los giros de cámara?? Tuve suerte de no acabar con epilepsia crónica... Vaya, que he podido comprobar el porqué de esa reputación de Scott de director "videoclipero".
Y no digo que las actuaciones sean malas (Washington está creíble y la Fanning es un sol de primavera), ni que la peli no sea entretenida, pero sin duda, con un metraje más adecuado a lo que nos cuentan, la cosa hubiera subido un poco más.

Como todo superhéroe que se precie, Spiderman también debutó en el cine. Y lo hizo de una manera acorde con la época, con mayas ajustadas. Recuerdo haber visto esta película-piloto siendo jovencito pero ya entonces me resultó poco atractiva. No recuerdo gran cosa sobre las actuaciones o la trama (y viendo la trascendencia del pastiche, tampoco serían muy dignas de recordar), pero sí recuerdo detalles sobre el vestuario y los efectos especiales que sí son dignos de recordar. Véase, por ejemplo, la sobaquera con redecilla, los ojos saltones de fieltro, las cuerdas que llevan a Spiderman de un lado a otro, y la peculiar forma de subir paredes (¿habéis visto alguna vez a un perro nadar??).
Como bien decía el compañero en la crítica anterior, hoy en día contamos con unas más que buenas adaptaciones al cine del gran Spiderman, razón por la que tampoco está de más el poder echar un vistazo atrás y recordar los humildes orígenes cinematográficos del héroe con pijama del barça.

Argumento vertiginosamente lineal, con mucha tensión. Hasta aquí bien: sustillos y litros de sangre. La cosa parece que promete... pero entre tanta tensión y argumento lineal, la cosa parece que necesita algo más...
Y entonces, cuando parece que viene lo bueno...llega el guionista y te intenta meter un gol por la escuadra de esos de antología. Y va a ser que no. Una pena.

PD: atención a la escena con el "New Born", de Muse... lo mejor con diferencia.

Para preparar una película de acción basada en un famoso juego de acción que resulte cuanto menos entretenida necesitamos: un poquito de quión (no mucho que nos empachamos), una pizca de actores (alguno famosillo para dar un toque distinguido), unas cuantas escenas de acción (si puede ser, con sentido y buen gusto), efectos especiales potentes, y, finalmente, algún toque característico del juego en el que basamos la receta.
Hay que tener cuidado con las proporciones, porque si no echamos nada de guión, los actores son peor que malos, las escenas de acción se quedan en escenas, los efectos brillan por su ausencia y el toque característico del juego se queda en cinco minutos patéticos de vista en primera persona (bochornoso), el resultado puede parecerse demasiado a "DOOM".

Extraña película de policías y macarrillas y típica historia de venganza en la cual adquieren protagonismo relevante la velocidad (espectaculares comienzo y final de película con sendas persecuciones) y en especial los vehículos, agresivos y violentos, capaces de transformar a cualquier persona en alguien potencialmente mortal.
Destaca un joven Mel Gibson, si bien su interpretación es más bien limitadilla.