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Críticas 152
Críticas ordenadas por utilidad
Críticas ordenadas por utilidad
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28 de marzo de 2015 4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Jubilee es el segundo largometraje del director inglés de culto Derek Jarman. Aprovechando el jubileo de plata de la reina Isabel II en 1977 muestra el Londres de la generación del punk (los Sex Pistols surgen este mismo año) o también llamada la generación “no future”.

La generación “no future” reacciona contra la generación hippie de una década anterior. Los valores de paz y amor quedan relegados y surge una generación amante de la destrucción (cultural, política, institucional y también destrucción literal). Derek Jarman muestra a esta generación con unos actores de gran personalidad, dos de ellos salían en The Rocky Horror Picture Show, Richard O´Brien y “Little Nell” Campbell, iconos de la música como Adam & the Ants cantando “Plastic surgery” y Wayne County & the Electric Chairs con “Paranoia paradise”, las actrices principales Jenny Runacre y Toyah Willcox como Bod y Mad, y sobre todo Orlando como un magnate que se enriquece a causa del talento de jóvenes rebeldes.

Jubilee busca provocar, recuerda a la trilogía trash de John Waters. Plasma las contradicciones de estos personajes, tan inmorales como la sociedad que detestan aunque de diferente forma. Un elogio a la diversidad y al exceso. La puesta en escena muestra constantemente obras de arte iconoclastas, pintar de negro a los grandes compositores clásicos, reescribir la Historia, atacar a los grandes emblemas del jubileo (reina, religión, comunidad) en definitiva poner en duda todo lo establecido y adoptar una nueva forma de crear, que se asemeja a destruir. O por lo menos como hace Derek Jarman modificar lo clásico y convertirlo en pop art, así en su historia tiene cabida Ariel, personaje de Shakespeare o el ocultista y consultor de la reina Isabel I, John Dee.

Me parece un film irregular pero a la vez fascinante sobre todo por ser tan inclasificable pero también por mostrar a una generación en el mismo momento en que se esta formando.
7 de febrero de 2014 4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Según el director Bruno Dumont, en su opinión este film debería mostrarse en museos antes que en salas de cine. Para algún espectador este comentario puede ser pretencioso, pero Dumont esta lejos de serlo, no ofrece una teoría o solución única a las preguntas que plantean sus películas, admitiendo con humildad no saber el factor decisivo pero contemplando con la mayor veracidad lo que ocurre en la humanidad. Respecto al comentario de verse en un museo, en mi opinión reside en el hecho de encontrar al público que disfrute las películas y el miedo a ser tratado de arrogante, vacío y con intenciones de engañar al espectador, ejemplos que en ocasiones comentan cierto público.

A pesar de tener elementos en común con el cine sórdido del Nuevo Extremismo Francés y en particular con la excepcional Irreversible de Gaspar Noé. La película de Dumont sería mas pictórica que teatral (que no cinematográfica). Pierden importancia los diálogos y en ocasiones el argumento en pos de la abstracción. Las emociones que pueden desembocar el desierto, las rocas, el polvo o el viento o mejor aún las corrientes psíquicas subterráneas de la pareja protagonista, representados en esos largos primeros planos que desembocan en risotadas, ataques de ira, llantos, orgasmo, etc.

Los dos mayores logros de Twentynine palms son a mi juicio. Por un lado la repercusión que tienen todas las conversaciones por muy anodinas que puedan parecer o escenas como la de la presa en la piscina que reflejan la Amenaza, y que cobran mayor transcendencia después del final. Por otro lado, el uso del terror y el sexo, fuera de la estética de los géneros. Resaltando la importancia de los instintos animales que adquieren una veracidad que impacta y desconcierta al espectador. Michael Haneke podría ser un ejemplo de este uso de la violencia. Al que Dumont añadirá el sexo para materializar ese amor/odio abstracto.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El final es la clave de twentynine palms, y es tan inesperado y extremo, que puede ser el punto culminante para detestar la película o consagrarla.

Por último un apunte de Nando Salvá en Paisaje abstracto con hombre al fondo. Goya no pintó el horror del hijo devorado por su padre, Goya pintó el horror del padre que, dominado por el miedo a sí mismo, devora a su propio hijo(...). Las pinturas negras de Goya hablan de la mísera naturaleza humana esclava de sus miedos y de su horripilante condición. Como el cine de Bruno Dumont.
21 de septiembre de 2013 4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tusk es una fábula pánica. Es un film infantil y de aventuras con moraleja respecto a la libertad e inscrito en la simbología y psicología jodorowskiana. Tusk es el nombre del elefante protagonista, un elefante que quiere ser libre y no vivir esclavizado como los otros elefantes con los que vive, empleados como fuerza de carga. Establece una conexión psíquica con una chica llamada Elise, rebelde a las convenciones burguesas y a la imposición británica en la India a un nivel político pero sobre todo cultural.

La ironía del asunto es que Alejandro Jodorowsky no tuvo libertad para hacer un film que habla sobre eso mismo. Jodorowsky necesitaba el dinero y aceptó el proyecto por su pasión por la cultura india y los elefantes. Terminó con desavenencias con el productor y sin estar de acuerdo en el montaje final del film. Así Tusk no fue querido ni por la crítica, ni por el público, ni siquiera por su propio director.

Tusk tiene errores, sobre todo narrativos. Las aventuras del elefante se alargan en la última media hora de forma repetitiva, sin añadir conceptos nuevos. Algunos personajes demasiado infantilizados caen en tópicos. Tan marginal es el film que la copia que existe es de calidad pésima y En Dvd se han editado todos los films de Jodorowsky menos Tusk.

Pero Tusk tiene grandes aciertos. Los movimientos de la cámara con grúa en picado, la cámara como visión del elefante. La escena del doble travelling, en la fiesta de bienvenida de Elise, primero con el himno británico y luego con la música india. El montaje paralelo del nacimiento de Tusk y de Elise. La empatía que genera el elefante Tusk con el espectador poco conseguida en otros films infantiles o de aventuras. Las ganas de transformación para ser mejor que transmiten los films de Jodorowsky.

Mi conclusión es que Tusk es un film amable y agradable. Se nota que es de Jodorowsky a pesar que sea su film mas fallido. Y la pena es la sensación de que podría haber sido un film mejor.
7 de febrero de 2013 4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
La década de 1960 a 1970 fue una de las más prolijas en el cine de Brasil. Por un lado surgió el cinema novo brasileño inspirado en la nouvelle vague cuyo máximo exponente fue Glauber Rocha. Pero por otro lado también surgió la cara B el cinema marginal, un cine que trata sobre los sectores más marginales de una sociedad, muchas veces sobre asesinos de crónicas sociales negras, y también el cine udigrudi (quiere decir underground) y la pornochanchada, que son comedias sexuales. (Paralelismo con la historia del cine española, mientras Carlos Saura influenciado por la nouvelle vague utilizaba alegorías para ser crítico con la dictadura, surgió un género como el fantaterror, cine de género de poco presupuesto, creativo y con altas dosis de libertad).

El extraño mundo de Zé do Caixao es un film es un film inscrito en ese cine udigrudi con elementos de pornochanchada, estímulante para los sentidos. Saca a relucir los deseos más bajos del ser humano, así a lo largo de los tres relatos cortos que componen el film aparecen violaciones, necrofilia y canibalismo. Todo presentado por esa figura icónica del cine de terror brasileño Zé do Caixao, alter ego del director José Mojica Marins. Que aunque no salga en ninguna de las tres historias, impregna los relatos con su ideología existencialista y escéptica que sobre todo se manifiesta en el profesor del tercer relato.

Sin mucho presupuesto, la creatividad aflora en este film, que te hace sentir miedo, asco, deseo, etc. con imágenes icónicas e historias alejadas de toda censura. Y eso que la había en Brasil pero parece ser que solo se centraba en la política.
12 de abril de 2012 4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Les hautes solitudes es un film experimental, y por tanto no es para todos los públicos. Es un film mudo y sin banda sonora, tampoco tiene una narrativa convencional. Garrel quiere experimentar sobre si la cara es el espejo del alma, para ello cuenta con la excelente interpretación de Jean Seberg.

Les hautes solitudes nos recuerda a La pasión de Juana de Arco de Dreyer. Pero al contrario del misticismo y redención de Juana de Arco, Jean Seberg no consigue trascender, se repite su historia constantemente, solo logra alguna leve sonrisa ante tanto sufrimiento y melancolía.

La interpretación de Seberg y la cámara de Garrel hipnotizan al espectador, le llevan al ritmo impuesto. Las miradas hacia los espectadores de Seberg nos invita a que le ayudemos, a que empatizemos con ella, pero no podemos, su cara nos conmueve pero no podemos descifrar su dolor, su sufrimiento es un misterio, "una corriente submarina". Esta sola al igual que el resto de personajes del film.

Dos alicientes para ver les hautes solitudes, por un lado ver el cine mas underground de Garrel y por otro observar de primera mano el sufrimiento real que padecía Jean Seberg. Se suicidó en 1979 debido a no poder soportar mas sus nervios.
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