Esta película es terriblemente mala, pero hay una razón por la que merecería verla si estás realmente aburrido (aparte de la documentación sobre la vida de los McGraw): los rarísimos puntos de vista de la cámara.
El guionista-director es Scott Spiegel, co-guionista de la genial “Evil Dead II” (en España “Terroríficamente Muertos”), notable entre otras cosas por aquellos planos en los que la cámara está situada en lugares extraños; aquí ese tipo de planos son constantes: dentro de una calavera, en el cable de un auricular, metiéndose por una cerradura, etc.

Sobre el argumento: Si consideramos que tanto “Planet Terror” como “Abierto hasta el amanecer” son parte del canon particular de Tarantino y Rodriguez, a estas alturas el planeta Tierra tiene un grave problema de zombies y vampiros.

Por suerte, tenemos a Dakota Block protegiendo la mitad del mundo que está asediada por los zombies (fuera de plano), y a Edgar McGraw encargándose de la mitad infestada de vampiros.

Machete es una película divertidísima. Por supuesto, no hay que tomársela en serio, no está pensada para eso, pero lo que te propone desde un principio es que desconectes y que te lo pases bien con el ritmo trepidante, la violencia sin sentido, y los efectos especiales que son de película de serie B adrede.

Y eso que después de la divertida secuencia de casquería inicial, de pronto matan a la mujer y a la hija del protagonista (Como en Desperado… Y como en Once upon a time in Mexico… ¿Soy yo, o Robert Rodríguez está haciendo siempre la misma película?). Así que esto debería ser una historia trágica de venganza, pero no, después de eso la película sigue queriendo que te lo pases bien con las escenas de acción, y los desnudos gratuitos, y etcétera, etcétera.

Los personajes son uno de los puntos más interesantes de la película, porque están muy bien caracterizados. Vemos a dos estrellas de la inimitable Lost (Perdidos): Jeff Fahey (Lapidus, pero en malo) y Michelle Rdriguez, que interpreta el mismo personaje de siempre (tía dura con corazoncito) pero que sigue estando tan increíble como en la mencionada serie, y como en Avatar y Resident Evil. También está Lindslay Lohan, esa estrella del cine infantil americano que se echó a perder, y que en esta película podemos verla más o menos tal y como es en la vida real. Robert de Niro, Steven Seagal, Cheech Marin, un sheriff que no está interpretado por Michael Parks pero como que sí, un Tom Savini que de pronto desaparece pero que seguramente estará en Machete 2 (si la hay) y, por supuesto, el camarero del Titty Twister en el papel protagonista.

Esta película es todo lo que podíamos esperar de ella cuando vimos su tráiler falso en Grindhouse hace tres años. Y me encanta.

Sabemos que Ambrose Bierce es un antepasado de Earl McGraw (que hace su primera aparición cronológica en Kill Bill) porque está interpretado por el mismo actor, Michael Parks.

Claro que Bierce, como personaje histórico que es, también ha aparecido interpretado por distintos actores en otras obras “conocidísimas” como pueden ser: “Old Gringo”, “¡Ah, Silenciosa!”, “The Paper Dinasty”, “Civil War Stories” y “An Ocurrence in Chihuahua City”.

Pero vamos a centrarnos (de momento) sólo en la mitología creada por Robert Rodríguez y Quentin Tarantino, el personaje que yo sigo asumiendo que es un antepasado de Earl McGraw. Lamentablemente, a pesar de creerse el protagonista, aquí a Bierce no le vemos hacer mucho… (quizá sí que habría que echarle un vistazo a la lista del párrafo 2 un día de estos)

Esta peli también cuenta la vida y obra de Satanico Pandemonium, antes de su icónico baile en “Abierto Hasta el Amanecer 1”.

Lo malo de esta película es que no hay sorpresa… ya sabes lo que va a ocurrir… ya sabes que en algún momento va a dejar de ser un western y aparecerán vampiros… Pero lo peor es que no dejan de recordártelo con constantes flashforwards y foreshadowings. Lo que molaba de la primera era la sorpresa inesperada.

Mola mucho más la fan-edición que monté por mi cuenta. La titulé simplemente “La hija del verdugo”, se la pongo a mis amigos sin revelarles a priori su relación con “Abierto hasta el amanecer”, y además la insoportable forajida desdentada muere ahorcada a los 35 minutos, en lugar de sobrevivir sin sentido hasta casi el final.

(Extracto de mi artículo del 16/10/2008)

El Mundo Perdido (The Lost World) es una historia de aventuras que se ha contado varias veces por varias personas distintas, quizá inconscientes, o quizá no, de que ya se había contado anteriormente.

La historia básicamente gira en torno a unas personas que se se encuentran sin previo aviso en una zona en la que han estado co-existiendo criaturas del pasado, principalmente dinosaurios. Los personajes quedan maravillados en un principio pero después sólo desean escapar, y no todos consiguen hacerlo con vida.

Principalmente, hay tres autores que han contado una historia así, con el mismo título. Esas personas son, en orden cronológico, Arthur Conan Doyle, Osamu Tezuka y Michael Crichton. Y sus medios han sido la literatura y el manga, y varios guionistas y directores han adaptado la visión de dos de estas personas al cine.

A mí me gustan bastante todas esas historias, no sólo por las aventuras y el hecho de que muera gente en ellas (juas), sino también por mi afán coleccionista, y mi empecinamiento de ver series de cosas donde no las hay. Pero allá vamos.

Lost World de Arthur Conan Doyle (la novela de 1912)

Probablemente, sir Arthur Conan Doyle, el creador de Sherlock Holmes, fue el primero en contar esta historia, por medio de su popular novela.

Un periodista llamado Edward Malone investiga al excéntrico profesor Edward Challenger, hasta que es arrastrado por éste a una expedición a lo más profundo del Amazonas, junto a un científico llamado Summerlee, que quiere refutar las teorías de Challenger, y un aguerrido explorador llamado Jhon Roxton. Eventualmente llegan a lo alto de una aislada meseta y tienen que lidiar con unos dinosaurios que no han evolucionado hasta el día de hoy, así como una población humana antediluviana.

Arthur Conan Doyle usó a los personajes del Profesor Challenger, el periodista Malone y el explorador Roxton en cuatro novelas más(1) aunque no les hizo volver a su mundo perdido.

Su novela, aparte de probablemente inspirar a los otros dos casos que comentaré a continuación, fue adaptada al cine en repetidas ocasiones. La primera, en 1925, es una interesante película muda en blanco y negro, con unos efectos especiales pioneros en el stop-motion (el mismo responsable se encargaría en el futuro de los de King Kong). Introducía un personaje femenino (si de algo carecía la novela era de romance) y cambiaba completamente el final: En el filme, los aventureros se traen un diplodocus a la ciudad para exhibirlo y ganar dinero con él, pero el dinosaurio se escapa y empieza a matar gente. Esta estructura argumental también fue reutilizada en King Kong, así como en muchas otras películas. También se hicieron al menos tres adaptaciones cinematográficas más, alguna de ellas con su secuela, y algún que otro telefilme.

Diría que esta es la primera aparición cronológica de Earl McGraw, porque no me suena que sus hijos aparecieran en la escena que protagoniza el sheriff (Bueno, está el hijo Edgar, pero la hija no aparece hasta “Death Proof”). Es el encargado de investigar el asesinato de “La Novia”, que… resulta no estar tan muerta como parecía, así que, ¡asunto resuelto! ¡Que ella misma resuelva sus diferencias con aquellos que han intentado matarla!

Y La Novia, Uma Thurman, se hace una lista con las cinco personas a las que más odia, y en esta película la vemos cargarse a las dos primeras. (Primero a la segunda en un flashforward, y después, de manera mucho más elaborada, a la primera.)

Las dos de Kill Bill son obras maestras. La primera repleta de acción estilizada, la segunda cargada de diálogo tarantinesco. ¿Cuál prefiero? ¡Da igual! ¡Ambas son bienvenidísimas!