Poca cosa más tiene esta película.
Los tres personajes principales son planos, sin matices ni valores universales que te permitan empatizar con ninguno de ellos, ya que van y vienen por la ciudad dependiendo de hacia qué lado vaya soplando el viento.

La taiwanesa es plana, un poquito ninfómana (ya que se acuesta con lo primero que suele pillar) y que no duda en invitar a que una desconocida la reemplace a la hora de visitar a su propia abuela a cambio de unos euros de descuento.

El profesor es bastante plano también, luciendo la misma cara mal afeitada durante toda la película, acostándose con la taiwanesa cuando él tiene ganas, pero también con su compañera de trabajo cuando ella lo desea, y también con su propia empleada de la inmobiliaria, aprovechándose de su posición de jefe, lo cual demuestra la falta absoluta de criterio y de valores de todo un "profesor" universitario que debería de controlar justamente esos ejemplos.

A partir de allí, toda una serie de despropósitos, mostrándonos el bulling a la que es sometida la parisina, tan solo por "parecerse" a la famosa porn-star Amber Sweet" : demasiada poca cosa para justificar semejante presión . . .
Bastante absurdo motivo para que ella tenga que abandonar derecho y trabajar de pinche en una inmobiliaria.

Lo dicho : Una peli que no es ni chicha ni limonada. Que no deja ni un solo valor añadido, ni de historia ni de personajes.
Para rizar el rizo, el director decidió castigarnos con una filmación en blanco y negro, sin ninguna causa que lo justifique y que lo único que logra es que el espectador lamente haber pagado tanto dinero por ver un film que estoy seguro que ninguna cadena de TV estaría dispuesta a programarla en su prime-time.

Os puedo asegurar que si la viésemos en la tele, cambiaríamos de canal de inmediato . . .

Ahí os lo dejo.