Antes de tener en su poder películas de entre 150 y casi 300 millones de dólares en su poder, Christopher Nolan empezó abajo (como casi todo el mundo en esta vida, supongo). Y aún estando sin medios, rodando fines de semana y notándose muy amateur o naive, le salió una pequeña gran película. Puede no verse tan elaborada, ni tan compleja como sus obras actuales. Pero no desmerce para nada su legado. Ojalá muchas cartas cinematográficas de presentación fuesen así.

Spielberg se da a conocer a lo grande gracias a esta estupenda película de suspense puro y duro. Entretenida, con un guión de hierro. Y pese a sus pocos medios, se ve y luce espectacular. Sabe meter la angustia al espectador en el cuerpo y culmina en un muy buen final. Para ser una carta de presentación muy elaborada y directa para televisión salvo su estreno en pantallas en festivales y otros países, es realmente profesional. Muy buena.

Esta película posee uno de los guiones americanos más incómodos de los últimos años. Pero consiguió filmarse, ya sea por eso, por la productora o por el empaque de su gran reparto. Y cómo se lo agradezco. Es un thriller pausado, inteligente, con interpretaciones arrolladoras entre la paranoia y lo calculador. Con un final sencillamente impresionante.

Estamos ante una película muy entretenida. Realmente fácil de ver y dejarse embaucar por ella. Otra cosa es su mensaje turbulento y la forma polémica y tramposa de ponerlo en marcha, llevarlo a cabo y concluirlo. Eso es muy personal, según la personalidad o la mentalidad que lo juzgue. Yo, como película, veo un thriller dramático que recurre al efectismo y a la trampa para sorprender, pero que hace un gran trabajo ahogando las esperanzas del protagonistas y del espectador conforme avanza.

Uno de esos clásicos laureados que realmente merecen su reputación. No es sólo uno de los finales más hermosos jamás concebidos en el cine. Es todo un viaje emocionante y apasionante que nos conduce a ese desenlace. Las interpretaciones y la dirección de Chaplin lo dicen todo sólo con la mirada. Una magistral película imbatible todavía a día de hoy.