Guy Ritchie sabe bastante de acción y descojone, no es ningún experimento ni nada novedoso, es una serie de un director contrastado y definido que es muy bueno en lo suyo, que bebe de todo el universo Ritchie, como si cogieras un puñado de cada una de las películas de Guy y las esparcieras por la campiña inglesa, y por eso es divertida y funciona, tiene la mala hostia y el nervio que le falta a muchas series de temática similar que pecan de blandas. Los Soprano inyectados con las mierdas Ritchie. Y si no te gusta Rictchie pues escapa, no la mires, pero como cualquier director que se precie tiene que vivir y vender sus mierdas a neflis etc. para hacer caja, aunque sea cogiendo una de sus películas y alargándolas 9 horas.

Criaturas sobrenaturales, una escapada hacia ningún lado, infancias truncadas y salvajismo rural, en una Andalucía devastada y sucia donde el hombre y su indecencia son el mayor de los monstruos. Romancero abarca desde el fantaterror al realismo social. Serie arriesgada y nada convencional, no es habitual estas producciones que seguramente pasarán sin pena ni gloria por los catálogos cosificados (ojalá me equivoque y surjan muchos romanceros). Si te gusta el cine de genero sin alardes y grandes presupuestos, si no haces comparaciones odiosas con 30 monedas o Dark, y quieres ver sin prejuicios una serie patria distinta al folletín de actualidad no te defraudará. El metraje se lleva bien, las actuaciones son decentes y carece de relleno banal. Folk horror sin ambages.

Cuesta creer que un policía pueda llevar la vida que lleva el protagonista de esta serie, ya no solo la corrupción, dos
familias desestructuradas a las que mantener, el cegado vicio por el juego, que le den hostias como panes cada dos por tres, o que su madre y hermano sean los lideres de una hermandad aria de la que el protagonista también formo parte. Si logras despojarte de los prejuicios y te gustan las tramas enrevesadas, sucias y traumáticas la serie puede gustar y entretener. No esperéis una serie policiaca al uso, aquí los dramas se muestran crudos y se van acumulando en una atmosfera agobiante entre mafias locales y extranjeras que luchan por dominar las apuestas deportivas y el trafico de drogas de un Berlín oscuro y aberrante. Se utiliza el futbol como base argumental para entrelazar corruptelas pero va mucho más allá y acierta arrojando mierda sobre la sociedad enferma en la que nos ha tocado vivir. Series así en Netflix no se encuentran todos los días.

Es una serie recomendable como ejercicio psicológico a matrimonios-parejas aburridas o familias tradicionales y sobretodo para los que gusten de la escatología. Se puede sufrirla por que solo son siete capítulos de treinta minutos, seria insoportable e innecesario ampliar la zafiedad y el mal gusto de la malvada protagonista Emma. Risa lo que es risa, hay que esforzarse en buscarla, tiene situaciones cómicas pero de pura pena, lo que se conoce vulgarmente como "reír por no llorar" o por aquello del "humor ingles". Naufraga como comedia pero puede tener sus adeptos por el tema de relaciones humanas y el enfoque de tratarlas: a veces es delirante y osada, estrambótica y sucia, depravada e ingenua. Si te gusta probarlo todo....atrévete.

Una villa en un acantilado de Acapulco sirve de residencia de personas que intentaron suicidarse. Un escritor biografía la vida del terapeuta, dueño de este particular lugar, el escritor pone en duda la veracidad de lo que cuenta este señor, al llegar una chica nueva, las dudas se cruzan con el pasado del gurú y su esposa.
La historia puede engancharte, pero se hace monótona, ni la cámara ni las interpretaciones ayudan demasiado, juega a ser cine "indi" pero se pierde en un misterio que no lleva a ningún lado, no inquieta.
Es corta y se puede ver sin muchas pretensiones, media hora más no la hubiera aguantado.