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Críticas ordenadas por utilidad
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6
9 de noviembre de 2017
9 de noviembre de 2017
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Estrenada hace poco el el Sanfic y ahora con la oportunidad de verla en UCM gracias al ciclo de exhibición que desarrolla la agrupación Miradoc, se presenta este 8 de septiembre, “El Príncipe Inca”, un documental intimista que recorre a través del altiplano boliviano la odisea de el artista chileno, Felipe Cusicanqui, que va en búsqueda de su identidad familiar, de esa que le contó su abuelo a lo cual no daba mucho crédito. Ni más ni menos que era parte de un clan encabezado por un príncipe inca y para comprobarlo decide recorrer diferentes poblados y conocer a numerosos personajes en hermosos parajes que solo latinoamérica tiene junto a la cámara de la directora de trabajo Ana María Hurtado.
Para algunos el árbol genealógico es una cosa más pero para otros la historia familiar de una persona es fundamental para entender su presente, sus circunstancias o las problemáticas que lo aquejan. Bajo esta premisa el talentoso artista chileno, que tiene más rasgos más nórdicos que ser descediente de incas, parte rumbo con el equipo de cineastas a recorrer estos hermosos parajes de Bolivia en búsqueda de su familia en el vecino país, recorriendo pueblo de Calacoto donde parte a buscar a sus familiares Cusicanqui que encuentra en masa, La Paz, lugar de origen de los cuentos de su abuelo y el mismísimo lago Titicaca.
Todos esos fragmentos que vienen derivados de un sinnúmero de cuentos, que en su momento ni siquiera fueron creíbles para el, van tomando forma a medida que avanza en su búsqueda, al ver esa huella de su familia que si realmente existe y en forma numerosa, con muchos tíos, primos y abuelos consolida aquella historia que muchas veces se cuentan entre familiares pero que pocos tienen el tiempo y el valor de buscar tus raíces para entender tu presente.
Un viaje colorido, solitario donde la cámara sigue sus pasos durante un mes que duro el rodaje que le sobra intelectualidad mezclando tal como una paleta de acuarelas el mundo de la pintura, con las costumbres de su pueblos transformándolo en un viaje con suficientes contrastes que permiten cimentar una interesante mirada de reconstrucción de la vida de sus ancentros y la suya propia, entrelazándola con su construcción artística.
Al final el viaje y en forma paralela se va armando una de sus obras con un sinnúmero de materiales recogidos por diversos lugares del desierto, logrando plasmar sus sentimientos, los de la gente de los lugares que visito, sus costumbres y por sobre todo recuperar aquella memoria que quiso rescatar desde el fondo de su alma y homenajear a la de su abuelo, El príncipe Inca que fue. Vaya a verla
Para algunos el árbol genealógico es una cosa más pero para otros la historia familiar de una persona es fundamental para entender su presente, sus circunstancias o las problemáticas que lo aquejan. Bajo esta premisa el talentoso artista chileno, que tiene más rasgos más nórdicos que ser descediente de incas, parte rumbo con el equipo de cineastas a recorrer estos hermosos parajes de Bolivia en búsqueda de su familia en el vecino país, recorriendo pueblo de Calacoto donde parte a buscar a sus familiares Cusicanqui que encuentra en masa, La Paz, lugar de origen de los cuentos de su abuelo y el mismísimo lago Titicaca.
Todos esos fragmentos que vienen derivados de un sinnúmero de cuentos, que en su momento ni siquiera fueron creíbles para el, van tomando forma a medida que avanza en su búsqueda, al ver esa huella de su familia que si realmente existe y en forma numerosa, con muchos tíos, primos y abuelos consolida aquella historia que muchas veces se cuentan entre familiares pero que pocos tienen el tiempo y el valor de buscar tus raíces para entender tu presente.
Un viaje colorido, solitario donde la cámara sigue sus pasos durante un mes que duro el rodaje que le sobra intelectualidad mezclando tal como una paleta de acuarelas el mundo de la pintura, con las costumbres de su pueblos transformándolo en un viaje con suficientes contrastes que permiten cimentar una interesante mirada de reconstrucción de la vida de sus ancentros y la suya propia, entrelazándola con su construcción artística.
Al final el viaje y en forma paralela se va armando una de sus obras con un sinnúmero de materiales recogidos por diversos lugares del desierto, logrando plasmar sus sentimientos, los de la gente de los lugares que visito, sus costumbres y por sobre todo recuperar aquella memoria que quiso rescatar desde el fondo de su alma y homenajear a la de su abuelo, El príncipe Inca que fue. Vaya a verla
9 de noviembre de 2017
9 de noviembre de 2017
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El género musical nunca ha sido de mis más preferidos pero la reinversión que hace “La La Land”, la cinta más exitosa y aclamada de la temporada, tiene más que merecido su sitial de la mano de su director Damien Chazelle(Wiplash) que realiza un ejercicio cinematográfico perfecto, utilizando muchos escenarios callejeros de los Angeles como prioridad para el desarrollo de coreografías en lugares comunes, cercanos y otorgándole magia a lugares mundanos con mucho colorido. Esta cinta tiene el record de este año con 14 nominaciones a los premios Oscar, al igual que Titanic, y ha sido la ganadora en el festival de Venecia y los recientes Globos de oro que otorga loa prensa acreditada en Hollywood
La historia se centra en dos jóvenes soñadores que en su presente no están pasando muy bien. El pretende fundar un bar donde el jazz sea el centro y ella una chica que atiende un café que está dentro de los estudios de Hollywood pero que acude a innumerable audiciones sin mayor éxito. Como era de esperar el destino los reúne y no tarda en despertar en ellos mucha empatía y amor que trasunta a lo largo del metraje, otorgándole el hilo conductor donde se entremezcla con la música, los sueños y la fantasía de estar en un mundo mejor y que el camino a lograr un sueño no siempre es idílico como se plantea en muchas películas de romance.
Para asegurar el éxito el realizador reclutó a dos reconocidos actores como el canadiense Ryan Gosling a quien recordamos por su “Diario de una pasión” o “Drive” y a Emma Stone por “Birdman” y “Loco y estúpido amor”, esta última cinta precisamente coincidieron estos actores demostrando una química increíble que se proyecta ahora en este nuevo film.
“La La Land” como su nombre parece un tarareo ligero, es una película que hace querer a los seres humanos con sus imperfecciones , aciertos y su búsqueda contante de la felicidad, añadiéndole algo de magia que a veces perdimos en esta vorágine que nos vemos expuestos en el mundo actual
Las actuaciones del dúo de protagonistas que cantan, bailan y tocan piano realmente son el reflejo de un gran trabajo de preparación que se ve bien expuesto en pantalla y los erige como unos de los favoritos a los premios Oscar al igual que su director que pudo plasmar todos los elementos con total originalidad para articular una buena dosis de canciones con comedia y tintes dramáticos cuando corresponde.
Gosling y Stone son tan ligeros en sus pies que casi creen que esto podría suceder realmente y te dicen en todo momento sueña en grande.
La historia se centra en dos jóvenes soñadores que en su presente no están pasando muy bien. El pretende fundar un bar donde el jazz sea el centro y ella una chica que atiende un café que está dentro de los estudios de Hollywood pero que acude a innumerable audiciones sin mayor éxito. Como era de esperar el destino los reúne y no tarda en despertar en ellos mucha empatía y amor que trasunta a lo largo del metraje, otorgándole el hilo conductor donde se entremezcla con la música, los sueños y la fantasía de estar en un mundo mejor y que el camino a lograr un sueño no siempre es idílico como se plantea en muchas películas de romance.
Para asegurar el éxito el realizador reclutó a dos reconocidos actores como el canadiense Ryan Gosling a quien recordamos por su “Diario de una pasión” o “Drive” y a Emma Stone por “Birdman” y “Loco y estúpido amor”, esta última cinta precisamente coincidieron estos actores demostrando una química increíble que se proyecta ahora en este nuevo film.
“La La Land” como su nombre parece un tarareo ligero, es una película que hace querer a los seres humanos con sus imperfecciones , aciertos y su búsqueda contante de la felicidad, añadiéndole algo de magia que a veces perdimos en esta vorágine que nos vemos expuestos en el mundo actual
Las actuaciones del dúo de protagonistas que cantan, bailan y tocan piano realmente son el reflejo de un gran trabajo de preparación que se ve bien expuesto en pantalla y los erige como unos de los favoritos a los premios Oscar al igual que su director que pudo plasmar todos los elementos con total originalidad para articular una buena dosis de canciones con comedia y tintes dramáticos cuando corresponde.
Gosling y Stone son tan ligeros en sus pies que casi creen que esto podría suceder realmente y te dicen en todo momento sueña en grande.

6,4
16.599
9
9 de noviembre de 2017
9 de noviembre de 2017
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“Silencio” lo nuevo de Martin Scorsese está narrado con una brutalidad para ponernos a prueba la Fe. Situada en el Japón del siglo XVII fija su mirada en los jesuitas y a 300 mil cristianos perseguidos en su intento de profesar su credo.
Hasta el más neófito en cine ha escuchado hablar de Martin Scorsese o algunos de sus grandes films donde destacan “Taxi Driver”, “Toro Salvaje”, “Buenos Muchachos”, “Casino” o “Los Infiltrados”, solo por nombrar algunas.
Pues bien con la cinta “Silencio”, Scorsese vuelve a transitar en esa permanente temática de fe en dios y la oscuridad del ser humano que esta es puesta a prueba una y otra vez lo hizo en otros filmes no menos polémicos en su tiempo como “La última tentación de Cristo” o “Kundum”, que también son de su autoría y podríamos considerar como una trilogía que se cierra correctamente y no puedo ocultar mi admiración y predilección.
La trama de “Silencio” gira en torno a la misión de 1640 de dos sacerdotes jesuitas portugueses, el padre Rodrigues (Andrew Garfield) y el padre Garrpe (Adam Driver), que emprenden rumbo a Japón para propagar la fe ilegítima del cristianismo y buscar al mentor desaparecido, el padre Ferreira (Liam Neeson), de quien se dice habría renunciado a su fe presionados por inquisidores lo que les parece una noticia calumniosa. Rechazando creer semejante cosa, los dos jesuitas van a la tierra de iglesias desmoronadas y suciedad empapada de sangre pero que de entrada descubren que todo anda muy mal y los cristianos son perseguidos y profesan su fé a escondidas en islotes y cuevas,. Pronto estos padres son visto de inmediatos por los fieles como la salvación de una fe trastocada, violentada y que su última oportunidad de reafirmarla.
"Silencio", es una obra adaptada magistralmente por el mismo Scorsese y Jay Cocks de la destacada novela de 1966 de Shūsaku Endō. Derivado de este gran material Scorsese sigue con su cercanía con el catolicismo como un elemento visual y dramático de gran parte de su obra fílmica, acá rodada con angustia y contemplación, la que pasó casi tres décadas persuadiendo a estudios para verla realizada y que se desarrolló en parte al éxito su anterior film “El Lobo de Wall Street” que le dio la espalda para sumergirse en una empresa tan grande y filmada en medio oriente con condiciones adversas tomando todo tipo de riesgos
Esta nueva cinta del realizador norteamericano estuvo nominada al Oscar merecidamente por su hermosa fotografía, ni decir de la dirección de arte y diseño de vestuario que son realmente un deleite visual en cada plano. Scorsese maneja su cámara esta vez con cierto grados de solemnidad para honrar los tristes tormentos soportados por los cristianos japoneses que vemos crucificados en el mar, quemados vivos o colgados sobre un hoyo durante horas pero sin sentido del espectáculo barato. Este choque visual sin duda me perturbo demasiado en varios pasajes y recuerdan el peor de los genocidios perpetrados por el hombre en la historia de la humanidad.
Scorsese concreta un retrato de sufrimiento insoportable totalmente confusa. Los interrogatorios y crueles torturas a los cristianos abren a la duda y la desesperación en los padres donde el silencio se trasforma en una afirmación desgarradora de la fé.
Respecto a los actores para asegurar taquilla que mejor que reclutar al ascendente Andrew Garfield (Spider Man) como el padre Rodrigues y Adam Driver(Star wars) junto al experimentado y solvente Liam Neeson(La lista de Shindler), que nuevamente las oficia de jesuita como en la cinta La Missión que muchos no recuerdan pero que si ven bien descubrirán su participación junto a Jeremy Iroms y Robert de Niro.
A “Silencio” le agradeces que te deje reflexionando horas después de verla y pensando si habrá alguna cinta más potente en torno a la fe. Scorsese se reafirma como unos de los mejores realizadores del cine en la actualidad.
Hasta el más neófito en cine ha escuchado hablar de Martin Scorsese o algunos de sus grandes films donde destacan “Taxi Driver”, “Toro Salvaje”, “Buenos Muchachos”, “Casino” o “Los Infiltrados”, solo por nombrar algunas.
Pues bien con la cinta “Silencio”, Scorsese vuelve a transitar en esa permanente temática de fe en dios y la oscuridad del ser humano que esta es puesta a prueba una y otra vez lo hizo en otros filmes no menos polémicos en su tiempo como “La última tentación de Cristo” o “Kundum”, que también son de su autoría y podríamos considerar como una trilogía que se cierra correctamente y no puedo ocultar mi admiración y predilección.
La trama de “Silencio” gira en torno a la misión de 1640 de dos sacerdotes jesuitas portugueses, el padre Rodrigues (Andrew Garfield) y el padre Garrpe (Adam Driver), que emprenden rumbo a Japón para propagar la fe ilegítima del cristianismo y buscar al mentor desaparecido, el padre Ferreira (Liam Neeson), de quien se dice habría renunciado a su fe presionados por inquisidores lo que les parece una noticia calumniosa. Rechazando creer semejante cosa, los dos jesuitas van a la tierra de iglesias desmoronadas y suciedad empapada de sangre pero que de entrada descubren que todo anda muy mal y los cristianos son perseguidos y profesan su fé a escondidas en islotes y cuevas,. Pronto estos padres son visto de inmediatos por los fieles como la salvación de una fe trastocada, violentada y que su última oportunidad de reafirmarla.
"Silencio", es una obra adaptada magistralmente por el mismo Scorsese y Jay Cocks de la destacada novela de 1966 de Shūsaku Endō. Derivado de este gran material Scorsese sigue con su cercanía con el catolicismo como un elemento visual y dramático de gran parte de su obra fílmica, acá rodada con angustia y contemplación, la que pasó casi tres décadas persuadiendo a estudios para verla realizada y que se desarrolló en parte al éxito su anterior film “El Lobo de Wall Street” que le dio la espalda para sumergirse en una empresa tan grande y filmada en medio oriente con condiciones adversas tomando todo tipo de riesgos
Esta nueva cinta del realizador norteamericano estuvo nominada al Oscar merecidamente por su hermosa fotografía, ni decir de la dirección de arte y diseño de vestuario que son realmente un deleite visual en cada plano. Scorsese maneja su cámara esta vez con cierto grados de solemnidad para honrar los tristes tormentos soportados por los cristianos japoneses que vemos crucificados en el mar, quemados vivos o colgados sobre un hoyo durante horas pero sin sentido del espectáculo barato. Este choque visual sin duda me perturbo demasiado en varios pasajes y recuerdan el peor de los genocidios perpetrados por el hombre en la historia de la humanidad.
Scorsese concreta un retrato de sufrimiento insoportable totalmente confusa. Los interrogatorios y crueles torturas a los cristianos abren a la duda y la desesperación en los padres donde el silencio se trasforma en una afirmación desgarradora de la fé.
Respecto a los actores para asegurar taquilla que mejor que reclutar al ascendente Andrew Garfield (Spider Man) como el padre Rodrigues y Adam Driver(Star wars) junto al experimentado y solvente Liam Neeson(La lista de Shindler), que nuevamente las oficia de jesuita como en la cinta La Missión que muchos no recuerdan pero que si ven bien descubrirán su participación junto a Jeremy Iroms y Robert de Niro.
A “Silencio” le agradeces que te deje reflexionando horas después de verla y pensando si habrá alguna cinta más potente en torno a la fe. Scorsese se reafirma como unos de los mejores realizadores del cine en la actualidad.
Documental

5,9
34
Documental, Intervenciones de: Maria Teresa Larrain, Cristian Larraín Navarro, Celia Navarro de Larraín ...
6
9 de noviembre de 2017
9 de noviembre de 2017
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Documental “Niña sombra” de la cineasta chilena María Teresa Larraín se trasforma el su último trabajo en el complejo camino antes de perder la vista por completo.
Me llegó este documental en un sobre cerrado para verlo cómodamente en la casa, el motivo es poder efectuar el presente comentario de este documental antes que se exhiba a público en el cine UCM en el ciclo de Miradoc. Es el trabajo denominado “Niña sombra” de la directora María Teresa Larraín que se adentra en un mundo de luces y sombras como es el mundo de los no videntes y su constante lucha por seguir viviendo en una sociedad que vive en su mayoría con sus cinco sentidos pero que al parecer no se maravillan o no se detienen a reflexionar mucho en torno a ello.
El film rodado en Canada, Costa Rica y Chile, sigue el camino de esta directora proveniente de una numerosa familia chilena, que poco después del golpe militar se va vivir al país del norte donde desarrolla su carrera como cineasta donde destaca incluso un trabajo acerca del pueblo mapuche.
En “Niña Sombra” la cámara sigue a la directora desde su complejo diagnóstico inicial de la pérdida de la vista progresiva, la relación con sus hermanos e hijos que van recogiendo opiniones y sentires de los que significa para ella y su entorno. Este hecho la trae a Chile a estar más cerca de los suyos, registrar dicho viaje y encuentro con sus familiares. Larraín es de alma inquieta y carente de una sana visión no se echa a morir, dice “estoy privada de la vista pero no de la mente”. En aquellos recorridos por su pasado en diferentes calles de Santiago su historia se cruza con la de los vendedores ambulantes de la Alameda que a diario deben sobrevivir vendiendo productos ya que sus pensiones no les alcanzan para llevar una vida más digna pero tampoco quieren ser cargas para sus familiares y el estado. Sumergida progresivamente con este desconocido mundo establece nexos principalmente con Andrés Albornoz (el Hombre Pájaro) que va narrando su historia y junto con integrantes de radio comunitaria dirigida completamente por no videntes hechos que van cambiando completamente su vida.
El relato del documental está cargado de melancolía y a través de su recorrido de la protagonista y directora nos invita a observar más que a simplemente ver como por todo Santiago y el país hay miles de discapacitados que estoicamente se la pelean a la vida. Es un buena invitación a conocer mejor a las minorías que no tienen la fortuna de no contar con el maravillosos sentido de la vista, el color, disfrutar de una mirada a las personas y a la naturaleza.
Del documental se desprenden de algunas frases y que me parecieron atingentes de rescatar en su intención de registrar este proceso como un acto muy valiente: “La ceguera me afectó la vista no la mente”, “Los rostros de la gente que conocí desaparecen”, “Tengo Miedo a ser una prisionera de la ceguera.”, “Mi mundo se había vuelto gris, los colores se estaban desvaneciendo” y “Ya no puedo leer lo que escribo”, entre otras que marca el tono del relato.
El trabajo de Larraín le ha valido varios reconocimientos y exhibiciones donde destacan Mejor Documental Nacional, Mejor Sonido y Mejor Dirección en DIVA (Festival Internacional de Cine de la Diversidad de Valparaíso); Mejor Documental Nacional, Premio de la Audiencia, Premio El Documental del Mes y Premio Hackathon en DocsBarcelona Valparaíso.; Premio de la Audiencia en Fidocs (el Festival Internacional de Cine Documental de Santiago); Premio a la Mejor Película en Fedochi (el Festival Internacional de Documentales de Chiloé); Premio al Mejor Documental 2016 del Círculo de Críticos de Arte de Chile y Mención Especial del FFD (Festival de Cine Documental de Yogyakarta), en Indonesia.
Me llegó este documental en un sobre cerrado para verlo cómodamente en la casa, el motivo es poder efectuar el presente comentario de este documental antes que se exhiba a público en el cine UCM en el ciclo de Miradoc. Es el trabajo denominado “Niña sombra” de la directora María Teresa Larraín que se adentra en un mundo de luces y sombras como es el mundo de los no videntes y su constante lucha por seguir viviendo en una sociedad que vive en su mayoría con sus cinco sentidos pero que al parecer no se maravillan o no se detienen a reflexionar mucho en torno a ello.
El film rodado en Canada, Costa Rica y Chile, sigue el camino de esta directora proveniente de una numerosa familia chilena, que poco después del golpe militar se va vivir al país del norte donde desarrolla su carrera como cineasta donde destaca incluso un trabajo acerca del pueblo mapuche.
En “Niña Sombra” la cámara sigue a la directora desde su complejo diagnóstico inicial de la pérdida de la vista progresiva, la relación con sus hermanos e hijos que van recogiendo opiniones y sentires de los que significa para ella y su entorno. Este hecho la trae a Chile a estar más cerca de los suyos, registrar dicho viaje y encuentro con sus familiares. Larraín es de alma inquieta y carente de una sana visión no se echa a morir, dice “estoy privada de la vista pero no de la mente”. En aquellos recorridos por su pasado en diferentes calles de Santiago su historia se cruza con la de los vendedores ambulantes de la Alameda que a diario deben sobrevivir vendiendo productos ya que sus pensiones no les alcanzan para llevar una vida más digna pero tampoco quieren ser cargas para sus familiares y el estado. Sumergida progresivamente con este desconocido mundo establece nexos principalmente con Andrés Albornoz (el Hombre Pájaro) que va narrando su historia y junto con integrantes de radio comunitaria dirigida completamente por no videntes hechos que van cambiando completamente su vida.
El relato del documental está cargado de melancolía y a través de su recorrido de la protagonista y directora nos invita a observar más que a simplemente ver como por todo Santiago y el país hay miles de discapacitados que estoicamente se la pelean a la vida. Es un buena invitación a conocer mejor a las minorías que no tienen la fortuna de no contar con el maravillosos sentido de la vista, el color, disfrutar de una mirada a las personas y a la naturaleza.
Del documental se desprenden de algunas frases y que me parecieron atingentes de rescatar en su intención de registrar este proceso como un acto muy valiente: “La ceguera me afectó la vista no la mente”, “Los rostros de la gente que conocí desaparecen”, “Tengo Miedo a ser una prisionera de la ceguera.”, “Mi mundo se había vuelto gris, los colores se estaban desvaneciendo” y “Ya no puedo leer lo que escribo”, entre otras que marca el tono del relato.
El trabajo de Larraín le ha valido varios reconocimientos y exhibiciones donde destacan Mejor Documental Nacional, Mejor Sonido y Mejor Dirección en DIVA (Festival Internacional de Cine de la Diversidad de Valparaíso); Mejor Documental Nacional, Premio de la Audiencia, Premio El Documental del Mes y Premio Hackathon en DocsBarcelona Valparaíso.; Premio de la Audiencia en Fidocs (el Festival Internacional de Cine Documental de Santiago); Premio a la Mejor Película en Fedochi (el Festival Internacional de Documentales de Chiloé); Premio al Mejor Documental 2016 del Círculo de Críticos de Arte de Chile y Mención Especial del FFD (Festival de Cine Documental de Yogyakarta), en Indonesia.
6
9 de noviembre de 2017
9 de noviembre de 2017
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“Guerrero”, documental chileno que ese estrena este jueves en el ciclo de Miradoc en extensión de la UCM, muestra un retrato íntimo del hijo de uno de los fallecidos del caso degollados perpetrado cobardemente en dictadura militar.
No debe ser fácil sobrellevar tanta carga emocional de lo que significa vivir en el exilio, al mismo tiempo ver como se desarma tu familia y como asesinan a tu padre de la manera más cobarde con un corbo y que su cuerpo sea encontrado por un campesino a orillas de un camino. Es ahí donde se sitúa el documental nacional denominado “Guerrero”, que busca rescatar esa memoria de las cosas que no pueden volver a ocurrir en este país presa de una etapa de la guerra fría y una polaridad llevo a caer en el odio, intolerancia, el exilio y muerte de muchos siguiendo sus ideales.
Dirige acertadamente este trabajo el cineasta Sebastián Moreno, que había desarrollado el buen documental, “La ciudad de los fotógrafos”, que contaba la historia de los reporteros gráficos de los ochentas en Chile testigos privilegiados de la historia. Precisamente del desarrollo de ese documental se toco con el material y la vida de Manuel Guerrero hijo, personaje que la cámara sigue diferentes etapas de su vida, en los setentas su vida en el exilio en Budapest y España, su regreso a mediados de los ochentas a Santiago siendo un adolescente, su posterior exilio a Berlin y su vida de concejal e investigador universitario en la actualidad en Europa.
Las etapas que constituyen están muy bien documentadas con material audiovisual de la época tanto en Chile como en el extranjero. Ellas son unidas por el eficiente relato en off del protagonista quien nos va narrando como vive de niño, adolescente y adulto este lamentable y doloroso proceso que se marca a fuego con la muerte de su padre Manuel Guerrero, militante comunista secuestrado de la puerta de su colegio y torturado donde fue esposado, con la vista cubierta, le quemaron ambas orejas y le quebraron la frente de un culatazo para finalmente aparecer en una zanja degollado. Se trataba del mismo recinto en que habían torturado en su primera detención en 1976 antes de irse al exilio, y por parte de las mismas personas.
Una muy buena factura técnica, fotografía y una acertada musicalización estructuran un documental cargado de intimidad y que invita sobre todos a las nuevas generaciones a reflexionar sobre un pasado cargado de mucho dolor que es donde se sitúa este trabajo muy digno de rescatar.
También la invitación desde acá es a buscar en plataformas digitales los otros documentales de este director que son muy interesantes que deben ver como lo es "La ciudad de los fotógrafos", que podría ser parte de esta trilogía junto con "Habeas Corpus", donde también se alude a esta trágica historia, y que completa "Guerrero", como una reflexión sobre los hechos que nadie quiere que se repitan
No debe ser fácil sobrellevar tanta carga emocional de lo que significa vivir en el exilio, al mismo tiempo ver como se desarma tu familia y como asesinan a tu padre de la manera más cobarde con un corbo y que su cuerpo sea encontrado por un campesino a orillas de un camino. Es ahí donde se sitúa el documental nacional denominado “Guerrero”, que busca rescatar esa memoria de las cosas que no pueden volver a ocurrir en este país presa de una etapa de la guerra fría y una polaridad llevo a caer en el odio, intolerancia, el exilio y muerte de muchos siguiendo sus ideales.
Dirige acertadamente este trabajo el cineasta Sebastián Moreno, que había desarrollado el buen documental, “La ciudad de los fotógrafos”, que contaba la historia de los reporteros gráficos de los ochentas en Chile testigos privilegiados de la historia. Precisamente del desarrollo de ese documental se toco con el material y la vida de Manuel Guerrero hijo, personaje que la cámara sigue diferentes etapas de su vida, en los setentas su vida en el exilio en Budapest y España, su regreso a mediados de los ochentas a Santiago siendo un adolescente, su posterior exilio a Berlin y su vida de concejal e investigador universitario en la actualidad en Europa.
Las etapas que constituyen están muy bien documentadas con material audiovisual de la época tanto en Chile como en el extranjero. Ellas son unidas por el eficiente relato en off del protagonista quien nos va narrando como vive de niño, adolescente y adulto este lamentable y doloroso proceso que se marca a fuego con la muerte de su padre Manuel Guerrero, militante comunista secuestrado de la puerta de su colegio y torturado donde fue esposado, con la vista cubierta, le quemaron ambas orejas y le quebraron la frente de un culatazo para finalmente aparecer en una zanja degollado. Se trataba del mismo recinto en que habían torturado en su primera detención en 1976 antes de irse al exilio, y por parte de las mismas personas.
Una muy buena factura técnica, fotografía y una acertada musicalización estructuran un documental cargado de intimidad y que invita sobre todos a las nuevas generaciones a reflexionar sobre un pasado cargado de mucho dolor que es donde se sitúa este trabajo muy digno de rescatar.
También la invitación desde acá es a buscar en plataformas digitales los otros documentales de este director que son muy interesantes que deben ver como lo es "La ciudad de los fotógrafos", que podría ser parte de esta trilogía junto con "Habeas Corpus", donde también se alude a esta trágica historia, y que completa "Guerrero", como una reflexión sobre los hechos que nadie quiere que se repitan
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