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Críticas ordenadas por utilidad
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6,5
425
5
26 de abril de 2019
26 de abril de 2019
15 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
El cine portugués no es sencillo, y probablemente es el más cercano al cine de autor, por diferentes aspectos como su estética, ritmo narrativo, temática y por ser en muchos casos demasiado poética y teatral. A nivel personal conecto con algunas de sus películas, pero en oros casos me cuesta entrar en las historias que plantean sus directores o directoras. En esta ocasión nos llega el nuevo proyecto de una de las cineastas de mayor talento de su país, Rita Azevedo Gomes, y cuyos proyectos se estrenan aunque sea de manera limitada en los cines españoles. La película se presentó en el Festival de Mar del Pata de 2018 y hace unos meses en la pasada edición del Festival de cine de Berlín en la sección Forum. En Portugal se estrenó hace dos meses, y nos llega afortunadamente con menos retraso de lo habitual, y se desarrolla en la Edad Media tomando como referencia el cuento "Die Portugiesin", escrito por Robert Musil en 1923, con diálogos de Agustina Bessa-Luís.
La historia tiene pocos diálogos y son bastante poéticos, y cuenta una historia en donde las luchas por el poder, las batallas y las diferencias de clase son temas importantes, y para ello nos presenta a Lord von Ketten y a su esposa junto a la comitiva de siervos y criados que se trasladan desde Coímbra hasta Trento en Italia, para que la mujer del protagonista, que al comienzo de la película está embarazada, se aloje en un castillo junto a su séquito, mientras que él acude al campo de batalla, para enfrentarse con el Obispo. En ese lugar de recogimiento pasa el tiempo, y los que habitan allí se aburren, mientras que von Ketten se encuentra fuera ocupado en asuntos que prioriza frente a su familia. Me costó mucho entrar en la película, con esos largos planos, ya sean fijos o en movimiento, y no termino de sacar conclusiones interesantes, pareciéndome tediosos esos diálogos tan poéticos y filosóficos, pero con el paso de los minutos me empezaron a interesar algunos asuntos secundarios, ya sean sentimentales, políticos o en esa diferencia de clases entre la pareja protagonista y su séquito de sirvientes. Las interpretaciones son correctas, y destacan las actrices, sobre todo Clara Riedenstein.
Es innegable que la película tiene una buena dirección de fotografía, y sobre todo tiene una diseño de vestuario de calidad con unos trajes de época con unos colores variados, y recrea bastante bien ese castillo en la Edad Media, pero el problema es el guion y los diálogos que no son sencillos, y que repiten bastante los temas a debate.
Hay unos planos secuencia muy bien filmados, como la escena con el Obispo y la que tiene lugar en el interior del Castillo con la pareja protagonista bañándose en unos barriles mientras debaten sobre temas interesantes.
Hay una crítica a las guerras, las monarquías, la iglesia y los poderosos, y aunque no es fácil de recomendar tendrá su público, sobre todo los aficionados a los trabajos anteriores de la directora, y a los que les gusta el cine portugués de época.
LO MEJOR: El diseño de vestuario y el tercio final.
LO PEOR: Cuesta entrar en la película. Su excesiva duración.
Pueden leer esta crítica con imágenes y contenidos adicionales en: http://www.filmdreams.net
La historia tiene pocos diálogos y son bastante poéticos, y cuenta una historia en donde las luchas por el poder, las batallas y las diferencias de clase son temas importantes, y para ello nos presenta a Lord von Ketten y a su esposa junto a la comitiva de siervos y criados que se trasladan desde Coímbra hasta Trento en Italia, para que la mujer del protagonista, que al comienzo de la película está embarazada, se aloje en un castillo junto a su séquito, mientras que él acude al campo de batalla, para enfrentarse con el Obispo. En ese lugar de recogimiento pasa el tiempo, y los que habitan allí se aburren, mientras que von Ketten se encuentra fuera ocupado en asuntos que prioriza frente a su familia. Me costó mucho entrar en la película, con esos largos planos, ya sean fijos o en movimiento, y no termino de sacar conclusiones interesantes, pareciéndome tediosos esos diálogos tan poéticos y filosóficos, pero con el paso de los minutos me empezaron a interesar algunos asuntos secundarios, ya sean sentimentales, políticos o en esa diferencia de clases entre la pareja protagonista y su séquito de sirvientes. Las interpretaciones son correctas, y destacan las actrices, sobre todo Clara Riedenstein.
Es innegable que la película tiene una buena dirección de fotografía, y sobre todo tiene una diseño de vestuario de calidad con unos trajes de época con unos colores variados, y recrea bastante bien ese castillo en la Edad Media, pero el problema es el guion y los diálogos que no son sencillos, y que repiten bastante los temas a debate.
Hay unos planos secuencia muy bien filmados, como la escena con el Obispo y la que tiene lugar en el interior del Castillo con la pareja protagonista bañándose en unos barriles mientras debaten sobre temas interesantes.
Hay una crítica a las guerras, las monarquías, la iglesia y los poderosos, y aunque no es fácil de recomendar tendrá su público, sobre todo los aficionados a los trabajos anteriores de la directora, y a los que les gusta el cine portugués de época.
LO MEJOR: El diseño de vestuario y el tercio final.
LO PEOR: Cuesta entrar en la película. Su excesiva duración.
Pueden leer esta crítica con imágenes y contenidos adicionales en: http://www.filmdreams.net
5
5 de septiembre de 2021
5 de septiembre de 2021
12 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
El segundo largometraje dirigido por Lara Izagirre, la responsable de la interesante "Un otoño sin Berlín (2015)", es una road movie en donde la protagonista (que da título a la película) inicia un viaje por el País Vasco para llevar las cenizas de su abuelo junto a las de su abuela, y al mismo tiempo dar un giro a su vida para olvidarse de su vida diaria rutinaria. La película se presentó en la pasada edición del festival de cine de San Sebastián, inaugurando la sección Zinemira, y se mueve entre la comedia y el drama, pero no termina de funcionar en ninguno de los dos géneros, en el que es uno de los problemas del largometraje.
El punto de partida es el de una joven de 30 años que vive con su abuelo Nicolás, que está enfermo, y no tiene suerte en sus relaciones sentimentales ni en su vida laboral (en la parte inicial la vemos presentarse a un trabajo en una revista de viajes, pero no es la escogida para ese puesto de trabajo).
Me gusta toda esa parte inicial con la presentación del personaje central, no tanto de los secundarios, ya que con un par de pinceladas nos pone en perspectiva de lo que es la vida diaria de Nora. Pero cuando la joven inicia su recorrido en la Dyane 6 de su abuelo por diferentes localidades del País Vasco la película se vuelve confusa, sin abordar bien ese viaje de Nora, sin una conexión entre unas escenas y otros (igual se recortaron algunas escenas importantes en la sala de montaje para reducir el metraje) y con un guion que podía haber dado algo más de sí, teniendo en cuenta el interesante punto de partida.
Tampoco se aprovecha para mostrar la belleza del paisaje natural de Euskadi, salvo alguna escena aislada en la zona costera. Por contra, me convence la dirección de Izagirre, y creo que el problema del proyecto es el guion escrito por la propia cineasta más que su labor como directora, y demuestra que sabe sacar el máximo partido a sus intérpretes, al igual que hiciera con Irene Escolar en su ópera prima "Un otoño sin Berlín" por la que ganó el Goya en la categoría de actriz revelación. Ane Pikaza, que tiene un pequeño papel en "Ane", está magnífica interpretando a la protagonista, en una actuación natural y sencilla, pese a que el guion no ayuda mucho al lucimiento de sus intérpretes.
Entre los secundarios destacan el nonagenario Héctor Alterio, en un pequeño papel en la parte inicial como Nicolás, el abuelo de Nora, y de otras dos breves apariciones como las de Klara Badiola y Ramón Barea como los padres de la protagonista. La película tiene una escena final desconcertante, y está hablada principalmente en euskera, pero también en castellano (sobre todo en la parte inicial cuando está presente el abuelo argentino), en inglés (durante la entrevista de trabajo y otra escena en la parte final) y en francés.
Una película que puede gustar a los aficionados al cine independiente vasco actual, en especial a los que viven en esas localidades que recorre el largometraje dirigido por Lara Izagirre.
LO MEJOR: La actuación de Ane Pikaza.
LO PEOR: El montaje. No funciona bien esa mezcla de géneros.
Pueden leer esta crítica con imágenes y contenidos adicionales en: http://www.filmdreams.net, http://habladecine.com y https://www.estrenosdecine.online/
El punto de partida es el de una joven de 30 años que vive con su abuelo Nicolás, que está enfermo, y no tiene suerte en sus relaciones sentimentales ni en su vida laboral (en la parte inicial la vemos presentarse a un trabajo en una revista de viajes, pero no es la escogida para ese puesto de trabajo).
Me gusta toda esa parte inicial con la presentación del personaje central, no tanto de los secundarios, ya que con un par de pinceladas nos pone en perspectiva de lo que es la vida diaria de Nora. Pero cuando la joven inicia su recorrido en la Dyane 6 de su abuelo por diferentes localidades del País Vasco la película se vuelve confusa, sin abordar bien ese viaje de Nora, sin una conexión entre unas escenas y otros (igual se recortaron algunas escenas importantes en la sala de montaje para reducir el metraje) y con un guion que podía haber dado algo más de sí, teniendo en cuenta el interesante punto de partida.
Tampoco se aprovecha para mostrar la belleza del paisaje natural de Euskadi, salvo alguna escena aislada en la zona costera. Por contra, me convence la dirección de Izagirre, y creo que el problema del proyecto es el guion escrito por la propia cineasta más que su labor como directora, y demuestra que sabe sacar el máximo partido a sus intérpretes, al igual que hiciera con Irene Escolar en su ópera prima "Un otoño sin Berlín" por la que ganó el Goya en la categoría de actriz revelación. Ane Pikaza, que tiene un pequeño papel en "Ane", está magnífica interpretando a la protagonista, en una actuación natural y sencilla, pese a que el guion no ayuda mucho al lucimiento de sus intérpretes.
Entre los secundarios destacan el nonagenario Héctor Alterio, en un pequeño papel en la parte inicial como Nicolás, el abuelo de Nora, y de otras dos breves apariciones como las de Klara Badiola y Ramón Barea como los padres de la protagonista. La película tiene una escena final desconcertante, y está hablada principalmente en euskera, pero también en castellano (sobre todo en la parte inicial cuando está presente el abuelo argentino), en inglés (durante la entrevista de trabajo y otra escena en la parte final) y en francés.
Una película que puede gustar a los aficionados al cine independiente vasco actual, en especial a los que viven en esas localidades que recorre el largometraje dirigido por Lara Izagirre.
LO MEJOR: La actuación de Ane Pikaza.
LO PEOR: El montaje. No funciona bien esa mezcla de géneros.
Pueden leer esta crítica con imágenes y contenidos adicionales en: http://www.filmdreams.net, http://habladecine.com y https://www.estrenosdecine.online/

6,2
2.369
7
21 de septiembre de 2023
21 de septiembre de 2023
15 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
El nuevo proyecto de Pablo Larraín, el director chileno actual más conocido internacionalmente, es una propuesta curiosa, con una crítica de fondo al dictador Augusto Pinochet, que cuenta con la participación de Netflix (ya se puede ver en su plataforma).
La película, que se presentó en Venecia en donde ganó el premio al mejor guion, utiliza elementos de terror como los vampiros para ridiculizar al personaje de Pinochet, y lo hace en una mezcla de géneros que funciona bastante bien, hasta la parte final, en donde la cinta pierde el norte con la introducción de algunos nuevos personajes, perdiendo la originalidad de la primera mitad.
Larraín vuelve a demostrar su talento a la hora de contarnos de manera diferente una parte de la vida de personajes conocidos, como Pablo Neruda, Jackie Kennedy, Diana de Gales, y en esta película Augusto Pinochet.
El inicio es un prólogo bastante largo, pero necesario, en donde nos cuentan el recorrido histórico de más de 200 años del personaje protagonista que da título a la película, a lo largo de los siglos, pasando por diferentes países y periodos históricos, con una voz en off femenina que es la que nos narra el pasado de ese joven Pinochet.
Ese elemento narrativo se mantiene durante toda la película, y lo que me parece un acierto en esa parte inicial, me parece un desacierto con el paso de los minutos, ya que me parece innecesaria y empleada más veces de lo que se debería.
El guion está bastante bien desarrollado, y con el paso de los minutos van apareciendo en escena personajes tan peculiares, a los que se intenta ridiculizar, como los del Lucía, la mujer del dictador, Fyodor, el mayordomo, Carmencita, la monja que realiza exorcismos, o los progenitores de Augusto y Lucía, a cada cual más ridículo y que pretenden hacerse con la herencia de su padre, una vez que el protagonista quiere morir.
En la parte final aparece en escena Margaret Thatcher, en modo de crítica a su figura, y de intentar mofarse de ella, lo que creo que es excesivo, en consonancia con ese tercio final en donde se pierde ese ingenio inicial.
A nivel interpretativo destacan las actuaciones de Jaime Vadell y Alfredo Castro. El primero interpretando al protagonista, y el segundo, un habitual en el cine de Larraín, como Fyodor, el mayordomo con un pasado oscuro.
Pero si hay unos aspectos que destacan en la película son los técnicos y artísticos, con una magnífica fotografía en blanco y negro del veterano Edward Lachman.
La dirección artística y la recreación de escenarios son de gran nivel, sin necesidad de ser espectaculares. A nivel visual muchas escenas recuerdan al expresionismo alemán de hace un siglo, con un referente como el "Nosferatu (1922)" de Murnau. El mundo de los vampiros, el blanco y negro y la estética son elementos en común de estas dos películas.
Una película que no es fácil de recomendar, y no creo que guste mucho al gran público que esté suscrito a esa plataforma. Por contra, puede ser atractiva para los que quieren ver un cine diferente con crítica a la dictadura chilena.
LO MEJOR: La fotografía. La dirección artística.
LO PEOR: La voz en off. La parte final.
Pueden leer esta crítica con imágenes y contenidos adicionales en http://www.filmdreams.net
La película, que se presentó en Venecia en donde ganó el premio al mejor guion, utiliza elementos de terror como los vampiros para ridiculizar al personaje de Pinochet, y lo hace en una mezcla de géneros que funciona bastante bien, hasta la parte final, en donde la cinta pierde el norte con la introducción de algunos nuevos personajes, perdiendo la originalidad de la primera mitad.
Larraín vuelve a demostrar su talento a la hora de contarnos de manera diferente una parte de la vida de personajes conocidos, como Pablo Neruda, Jackie Kennedy, Diana de Gales, y en esta película Augusto Pinochet.
El inicio es un prólogo bastante largo, pero necesario, en donde nos cuentan el recorrido histórico de más de 200 años del personaje protagonista que da título a la película, a lo largo de los siglos, pasando por diferentes países y periodos históricos, con una voz en off femenina que es la que nos narra el pasado de ese joven Pinochet.
Ese elemento narrativo se mantiene durante toda la película, y lo que me parece un acierto en esa parte inicial, me parece un desacierto con el paso de los minutos, ya que me parece innecesaria y empleada más veces de lo que se debería.
El guion está bastante bien desarrollado, y con el paso de los minutos van apareciendo en escena personajes tan peculiares, a los que se intenta ridiculizar, como los del Lucía, la mujer del dictador, Fyodor, el mayordomo, Carmencita, la monja que realiza exorcismos, o los progenitores de Augusto y Lucía, a cada cual más ridículo y que pretenden hacerse con la herencia de su padre, una vez que el protagonista quiere morir.
En la parte final aparece en escena Margaret Thatcher, en modo de crítica a su figura, y de intentar mofarse de ella, lo que creo que es excesivo, en consonancia con ese tercio final en donde se pierde ese ingenio inicial.
A nivel interpretativo destacan las actuaciones de Jaime Vadell y Alfredo Castro. El primero interpretando al protagonista, y el segundo, un habitual en el cine de Larraín, como Fyodor, el mayordomo con un pasado oscuro.
Pero si hay unos aspectos que destacan en la película son los técnicos y artísticos, con una magnífica fotografía en blanco y negro del veterano Edward Lachman.
La dirección artística y la recreación de escenarios son de gran nivel, sin necesidad de ser espectaculares. A nivel visual muchas escenas recuerdan al expresionismo alemán de hace un siglo, con un referente como el "Nosferatu (1922)" de Murnau. El mundo de los vampiros, el blanco y negro y la estética son elementos en común de estas dos películas.
Una película que no es fácil de recomendar, y no creo que guste mucho al gran público que esté suscrito a esa plataforma. Por contra, puede ser atractiva para los que quieren ver un cine diferente con crítica a la dictadura chilena.
LO MEJOR: La fotografía. La dirección artística.
LO PEOR: La voz en off. La parte final.
Pueden leer esta crítica con imágenes y contenidos adicionales en http://www.filmdreams.net

5,0
14.942
6
7 de junio de 2019
7 de junio de 2019
15 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
No soy un fan del cine de superhéroes, pero no sucede lo mismo con la saga " X-Men ", ya que he disfrutado con casi todas las entregas anteriores, y las tramas de las diferentes películas me parecen más atractivas que las de otras propuestas de Marvel o de gran parte del cine de DC.
Por otro lado hay dos detalles importantes a destacar antes de iniciar la crítica, y me refiero a que la protagonista de esta nueva entrega, Sophie Turner, está de moda, por su presencia en la serie "Juego de tronos", que no he visto, además de tener una mayor o menor importancia en películas anteriores de esta saga de superhéroes, y lo segundo es que la compra de Twentieth Century Fox por los estudios Disney hacen que esta sea una de las últimas películas de esta productora en España, y además hace posible que dentro de unos años los personajes de esta saga, que también son de Marvel, formen parte de ese universo que en la actualidad pertenece a la productora Disney.
La película está dirigida por un inexperto en esa faceta, ya que debuta al frente de un largometraje, teniendo en cuenta que es un experto guionista, y que en esta ocasión ha sido puesto al frente del proyecto, lo que se pone de manifiesto a en las escenas de acción e incluso al no sacar el máximo partido a ese excelente reparto.
La historia comienza con un prólogo que se desarrolla en 1975, para contarnos la infancia del personaje de Jean Grey, para posteriormente avanzar 17 años y desarrollar una nueva historia con el personaje interpretado por Sophie Turner como eje de la trama.
La película sigue manteniendo la calidad de los efectos visuales, pero tiene una historia con falta de alma y emoción, y que es fácil de seguir y al menos entretiene en sus casi 2 horas de metraje, pero se echa en falta algunos giros impactantes como en las anteriores películas de la saga, y además hay otro elemento que me distancia en muchos momentos y me refiero a la banda sonora, compuesta por Hans Zimmer, uno de los compositores más apreciados de las últimas décadas, y que no estaba en las anteriores películas de los " X-Men ", y que sin saber que la música había sido compuesta por el alemán me molestó esa repetición de tonos ruidosos, sobre todo en una escena en un tren. Me quedo con el trabajo de John Ottman en otras películas de la saga, cuya música es mucho más clásica.
El otro aspecto negativo es que en las escenas de más acción hay demasiado movimiento de cámara y no se disfruta tanto de las batallas en las escenas claves de la película.
El reparto está bien, destacando a Sophie Turner, que logra transmitir en las escenas más dramáticas y en las de mayor acción. James McAvoy vuelve a estar magnífico como Charles Xavier, y la otra sorpresa es la presencia de Jessica Chastain en un papel bastante importante, sobre todo en la segunda parte de la película. El resto cumplen en sus apariciones formando un conjunto muy solvente, que es uno de los aspectos positivos de la película.
Según las declaraciones de McAvoy hace unos meses el final de la película es diferente al de los cómics, para diferenciarla de otras propuestas de superhéroes estrenadas en los últimos años, y sin haber leído la novela gráfica me convence el desenlace de la película.
La película ha sido rodada gran parte en Canadá, algunas escenas en estudios y otra en lugares como Mount Robson Provincial Park, y tiene algunas escenas con una fotografía espectacular, destacando una en el espacio que recuerda a "Gravity ( 2013 )" gracias a la labor del italiano Mauro Fiore. Tambien cuenta con un buen montaje de Lee Smith, el habitual de las películas de Christopher Nolan, y que junto a los efectos visuales es lo más llamativo de las escenas de acción.
Una película que puede gustar al público joven, a los aficionados al cine de superhéroes, y aunque no es la mejor propuesta de la saga es una historia decente y entretenida.
LO MEJOR: Sus efectos visuales. Funciona como película de entretenimiento.
LO PEOR: La música. La historia es bastante floja y faltan algunos giros que sorprendan al espectador.
Pueden leer esta crítica con imágenes y contenidos adicionales en: http://www.filmdreams.net
Por otro lado hay dos detalles importantes a destacar antes de iniciar la crítica, y me refiero a que la protagonista de esta nueva entrega, Sophie Turner, está de moda, por su presencia en la serie "Juego de tronos", que no he visto, además de tener una mayor o menor importancia en películas anteriores de esta saga de superhéroes, y lo segundo es que la compra de Twentieth Century Fox por los estudios Disney hacen que esta sea una de las últimas películas de esta productora en España, y además hace posible que dentro de unos años los personajes de esta saga, que también son de Marvel, formen parte de ese universo que en la actualidad pertenece a la productora Disney.
La película está dirigida por un inexperto en esa faceta, ya que debuta al frente de un largometraje, teniendo en cuenta que es un experto guionista, y que en esta ocasión ha sido puesto al frente del proyecto, lo que se pone de manifiesto a en las escenas de acción e incluso al no sacar el máximo partido a ese excelente reparto.
La historia comienza con un prólogo que se desarrolla en 1975, para contarnos la infancia del personaje de Jean Grey, para posteriormente avanzar 17 años y desarrollar una nueva historia con el personaje interpretado por Sophie Turner como eje de la trama.
La película sigue manteniendo la calidad de los efectos visuales, pero tiene una historia con falta de alma y emoción, y que es fácil de seguir y al menos entretiene en sus casi 2 horas de metraje, pero se echa en falta algunos giros impactantes como en las anteriores películas de la saga, y además hay otro elemento que me distancia en muchos momentos y me refiero a la banda sonora, compuesta por Hans Zimmer, uno de los compositores más apreciados de las últimas décadas, y que no estaba en las anteriores películas de los " X-Men ", y que sin saber que la música había sido compuesta por el alemán me molestó esa repetición de tonos ruidosos, sobre todo en una escena en un tren. Me quedo con el trabajo de John Ottman en otras películas de la saga, cuya música es mucho más clásica.
El otro aspecto negativo es que en las escenas de más acción hay demasiado movimiento de cámara y no se disfruta tanto de las batallas en las escenas claves de la película.
El reparto está bien, destacando a Sophie Turner, que logra transmitir en las escenas más dramáticas y en las de mayor acción. James McAvoy vuelve a estar magnífico como Charles Xavier, y la otra sorpresa es la presencia de Jessica Chastain en un papel bastante importante, sobre todo en la segunda parte de la película. El resto cumplen en sus apariciones formando un conjunto muy solvente, que es uno de los aspectos positivos de la película.
Según las declaraciones de McAvoy hace unos meses el final de la película es diferente al de los cómics, para diferenciarla de otras propuestas de superhéroes estrenadas en los últimos años, y sin haber leído la novela gráfica me convence el desenlace de la película.
La película ha sido rodada gran parte en Canadá, algunas escenas en estudios y otra en lugares como Mount Robson Provincial Park, y tiene algunas escenas con una fotografía espectacular, destacando una en el espacio que recuerda a "Gravity ( 2013 )" gracias a la labor del italiano Mauro Fiore. Tambien cuenta con un buen montaje de Lee Smith, el habitual de las películas de Christopher Nolan, y que junto a los efectos visuales es lo más llamativo de las escenas de acción.
Una película que puede gustar al público joven, a los aficionados al cine de superhéroes, y aunque no es la mejor propuesta de la saga es una historia decente y entretenida.
LO MEJOR: Sus efectos visuales. Funciona como película de entretenimiento.
LO PEOR: La música. La historia es bastante floja y faltan algunos giros que sorprendan al espectador.
Pueden leer esta crítica con imágenes y contenidos adicionales en: http://www.filmdreams.net
6
3 de agosto de 2019
3 de agosto de 2019
14 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Jean-François Richet es el encargado de dirigir una de las producciones francesas más ambiciosas a nivel técnico y artístico, en la recreación de una etapa en la vida de Vidocq, un personaje real que también inspiró una película protagonizada por Gerard Depardieu en el personaje principal. El director francés alcanzó la fama por las dos películas biográficas sobre el gángster Jacques Mesrine, un trabajo por el que fue premiado en el apartado de mejor director en los César de hace 10 años.
En esta ocasión, y después de un prólogo con bastante ritmo y alguna pelea, presenta al personaje de François Vidocq como un preso y posteriormente conoceremos otras etapas de su vida a modo de pinceladas, ya que la película no profundiza en exceso sobre aspectos importantes de las diferentes actividades del protagonista, ya que el guion es esquemático y la propuesta funciona mejor por sus aspectos técnicos y artísticos, y por el magnífico reparto, que por contar una historia interesante, ya que hubiera sido necesario una mayor duración para explicar mejor la vida de Vidocq o bien en una serie de 3 o 4 capítulos.
La película funciona a impulsos, con algunas situaciones aisladas interesantes, y que recrea la época de la Revolución francesa en el París de principios del siglo XIX, con el protagonismo absoluto del que fuera prófugo de la justicia, policía e investigador privado, y que tenia una gran habilidad para escapar de la justicia y los posibles problemas y para engañar a los que intentaban hacerle frente. En la pasada edición de los premios César logró la nominación en los apartados de diseño de producción y vestuario, dos de los aspectos más destacados de la película.
La música compuesta por Marco Beltrami y Marcus Trumpp ayuda a disfrutar en las escenas de mayor acción, aunque en algunos momentos me resultó monótona y repetitiva.
A nivel interpretativo la película cuenta con lo mejor del panorama francés actual, en un reparto encabezado por Vincent Cassel en el papel de Vidocq, que borda su personaje, con unos cambios de registro interesantes. Entre los secundarios de lujo destacan Fabrice Luchini en una breve aparición como el político Fouché, Denis Ménochet en el de un hombre de la cultura de la época, Denis Lavant en el de Maillard. Los tres tienen muy poca presencia en pantalla, pero están magníficos, demostrando el nivel interpretativo del cine francés.
Completan el reparto Olga Kurylenko, Patrick Chesnais y August Diehl, en unos personajes más importantes y bien interpretados.
Una película diferente a lo que estamos acostumbrados a ver en la cinematografía francesa actual, y que si nos olvidamos de su guion, la propuesta tiene bastantes aspectos positivos, entre los que también destaco la dirección de Richet, ya que está muy bien filmada, que además tiene ritmo, y es fácil de recomendar tanto a los más jóvenes como al público medio, siempre que quieran pasar un rato con un cine de entretenimiento, con independencia de que la historia esté bien contada.
LO MEJOR: El diseño de producción y el reparto.
LO PEOR: El guion y que no cuenta bien la vida del personaje protagonista.
Pueden leer esta crítica con imágenes y contenidos adicionales en: http://www.filmdreams.net
En esta ocasión, y después de un prólogo con bastante ritmo y alguna pelea, presenta al personaje de François Vidocq como un preso y posteriormente conoceremos otras etapas de su vida a modo de pinceladas, ya que la película no profundiza en exceso sobre aspectos importantes de las diferentes actividades del protagonista, ya que el guion es esquemático y la propuesta funciona mejor por sus aspectos técnicos y artísticos, y por el magnífico reparto, que por contar una historia interesante, ya que hubiera sido necesario una mayor duración para explicar mejor la vida de Vidocq o bien en una serie de 3 o 4 capítulos.
La película funciona a impulsos, con algunas situaciones aisladas interesantes, y que recrea la época de la Revolución francesa en el París de principios del siglo XIX, con el protagonismo absoluto del que fuera prófugo de la justicia, policía e investigador privado, y que tenia una gran habilidad para escapar de la justicia y los posibles problemas y para engañar a los que intentaban hacerle frente. En la pasada edición de los premios César logró la nominación en los apartados de diseño de producción y vestuario, dos de los aspectos más destacados de la película.
La música compuesta por Marco Beltrami y Marcus Trumpp ayuda a disfrutar en las escenas de mayor acción, aunque en algunos momentos me resultó monótona y repetitiva.
A nivel interpretativo la película cuenta con lo mejor del panorama francés actual, en un reparto encabezado por Vincent Cassel en el papel de Vidocq, que borda su personaje, con unos cambios de registro interesantes. Entre los secundarios de lujo destacan Fabrice Luchini en una breve aparición como el político Fouché, Denis Ménochet en el de un hombre de la cultura de la época, Denis Lavant en el de Maillard. Los tres tienen muy poca presencia en pantalla, pero están magníficos, demostrando el nivel interpretativo del cine francés.
Completan el reparto Olga Kurylenko, Patrick Chesnais y August Diehl, en unos personajes más importantes y bien interpretados.
Una película diferente a lo que estamos acostumbrados a ver en la cinematografía francesa actual, y que si nos olvidamos de su guion, la propuesta tiene bastantes aspectos positivos, entre los que también destaco la dirección de Richet, ya que está muy bien filmada, que además tiene ritmo, y es fácil de recomendar tanto a los más jóvenes como al público medio, siempre que quieran pasar un rato con un cine de entretenimiento, con independencia de que la historia esté bien contada.
LO MEJOR: El diseño de producción y el reparto.
LO PEOR: El guion y que no cuenta bien la vida del personaje protagonista.
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