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Críticas 1.701
Críticas ordenadas por utilidad
Críticas ordenadas por utilidad
7
9 de junio de 2017 5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si hay un virus que ha asolado el universo del séptimo arte durante los últimos años es el del remake, virus que deja más patente que nunca la tremenda falta de ideas que asola a gran parte de la industria del cine. Cuando supimos que la famosa e imprescindible cinta coreana “Oldboy” (Park Chan-wook, 2003) estaba incubando el virus del remake, muchos nos llevamos las manos a la cabeza, pero por fortuna pusieron en la silla del director a Spike Lee, un tipo que ha actuado como estupendo analgésico para contrarrestar gran parte de los efectos secundarios del virus en cuestión. El resultado final es “Oldboy (2013)”, un remake que si bien nunca podrá alcanzar al original, sí que por lo menos es: contundente, carismática, y ni mucho menos mancilla el honor de la cinta coreana.
“Oldboy (2013)” parte de la misma premisa que el film de Park Chan-wook, poniéndonos en la piel de un ejecutivo que misteriosamente es secuestrado y encerrado en una pequeña estancia durante veinte años (vale, en la original eran algunos menos) sin recibir ninguna explicación de por qué esta ahí. Spike Lee coge esa premisa y la reformula adaptándola a la historia americana de las últimas dos decadas, reflejándose a la perfección en la gran y solida interpretación de Josh Brolin.
“Oldboy (2013)” es de esos thrillers que mantienen al espectador en un continuo mar de dudas, las cuales no se resuelven hasta prácticamente el final. Luego ya, el hecho de que la resolución al misterio satisfaga más o menos a cada espectador, depende ya de cada uno; admito que la trama maneja tantos hilos que es muy complejo llegar al cien por cien de satisfacción, a poco que rebusques entre sus recovecos encuentras tenues agujeros de guion.
Visualmente en todo momento sale a relucir la tremenda personalidad de Spike Lee. La fotografía, los movimientos de cámara, el uso de los planos secuencia, la sobria y perturbadora puesta en escena, la banda sonora de Roque Baños... En definitiva, todo se une para darle cuerpo y consistencia a un producto que de otra manera seguramente no lo habría tenido.
En resumidas cuentas, “Oldboy (2013)” es un carismático y salvable remake que seguramente resulte innecesario, pero por lo menos deja buen sabor de boca y ganas de revisionar la original o bien de verla por primera vez.
20 de abril de 2017 5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Solamente hay una persona en este mundo, de los implicados en la saga automovilistica por excelencia, al que no le beneficia en absoluto el enorme éxito creciente de público y crítica de “A todo gas”, y es a su guionista. Justamente cuando parecía que el bueno de Chris Morgan no podría rizar más el rizo, llega esta octava entrega para taparnos la boca, y sin pasar en ningún momento por el peaje de la ridiculez. En “Fast & Furious 8” la naranja de la franquicia sigue exprimiéndose y, sorprendentemente, sigue dando zumo. Ahora la verdadera cuestión es, ¿hasta cuándo aguantará?...
Tras la alineación de planetas que supuso “Fast & Furious 7” (James Wan, 2015), esta octava entrega seguramente no supere el listón del séptimo capítulo, posiblemente ni siquiera iguale el nivel de la segunda mejor entrega de la saga, pero aun con todo ello “Fast & Furious 8” es una película absolutamente placentera. Argumentalmente la historia sigue manteniendo un excelente nivel, “Fast & Furious 8” no solo no teme asumir riesgos sino que se atreve a explorar caminos nunca antes transitados, y eso el espectador lo agradecerá. Sí que es cierto que en el plano argumental hay determinadas decisiones de guion que ponen bastante en entredicho la credibilidad del: pasado, presente y futuro de la franquicia. Eso hará que el universo creado alrededor de Dominic Toretto y compañía se resienta bastante.
Narrativamente la cinta sufre ciertos altibajos, los momentos entre escena de acción y escena de acción son algo planos, pero “Fast & Furious 8” goza de una retahíla de armas que le permiten morir y resucitar continuamente. La más importante de ellas, su vigoroso reparto. Sin ir más lejos Jason Statham se basta y se sobra para conseguir que el film levante el vuelo en los momentos más débiles sin necesidad de despeinarse, y lo mismo ocurre con el resto del casting.
En la silla de director a F. Gary Gray lo he visto como un mandado más, mostrando muy poca personalidad y osando incluso copiar lo que James Wan se atrevió a introducir en el aspecto técnico. Y en ese apartado las escenas de acción y persecuciones son de las que primero se disfrutan y luego se recuerdan.
En resumidas cuentas “Fast & Furious 8” es una película que satisfará por descontado a los incondicionales de la saga sin demasiados problemas, y al resto les demostrará con creces que la franquicia aún no esta muerta, como muchos de ellos vaticinaban. ¡Agoreros!
17 de enero de 2017 5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Solamente puedo definir “La ciudad de las estrellas (La La Land)” de una forma, es el musical capaz de hacer hincar la rodilla incluso al ser humano que más alejado se encuentre de dicho género. ¡Vamos, mi caso!
“La ciudad de las estrellas (La La Land)” es una absoluta maravilla, me tuvo tan embelesado que hubiese deseado que durase algunos minutos más. Es una obra para entrar a vivir: todo soleada, a cinco minutos del centro y ya amueblada. Unos acudirán a verla por verdadera apetencia, otros por el llamado boca a oreja, y otros por simple despiste; pero lo realmente importante es que, de la forma que sea, merece la pena dejarse llevar por la cinta de Damien Chazelle.
El cineasta es, sin lugar a dudas, uno de los nombres que más reforzado sale de esta osada empresa. Por si no hubiera salido ya bastante reforzado de su anterior película, la gloriosa "Whiplash" (2014). El de Rhode Island es capaz de armar en “La ciudad de las estrellas (La La Land)” una cinta capaz de recuperar la esencia del musical clásico de toda la vida y, al mismo tiempo, darle un novedoso giro de ciento ochenta grados que no dejará indiferente a nadie. Tradición frente a modernidad, curiosamente uno de los temas que sobrevuelan el film.
“La ciudad de las estrellas (La La Land)” se puede dividir en dos partes bien diferenciadas. La primera, y más conservadora, dedicada puramente a lo romántico; y la segunda, y más rompedora, en la que Chazelle refuerza el fondo de la cinta con otros temas que giran entorno a la historia de amor de Mia y Sebastian. Perseguir los sueños, el valor de estos y el desamor, entre otros, entran en liza. Cierto es que hay algunos que funcionan mejor que otros, en mi caso el que hace referencia a la crisis económica no me lo he acabado de creer. ¡Cómo me lo voy a tomar en serio cuando veo que sus protagonistas: viven en Los Ángeles, conducen coches caros, van a fiestas día sí y día también; en definitiva, viven el sueño americano!...
Actoralmente es donde le he encontrado otra raspa a este sabroso plato de pescado. Ryan Gosling está sublime. Es muy claramente el segundo nombre que más reforzado sale de “La ciudad de las estrellas (La La Land)”, es el alma en escena. En cambio, su compañera de reparto esta más intermitente, costándole un poco entrar en la propuesta. Y mira que yo venero a Emma Stone, pero creo que en ningún momento alcanza el soberbio nivel de su partenaire masculino. Aunque es cierto que a medida que avanza la película se va entonando para terminar en una excelente forma.
Visualmente “La ciudad de las estrellas (La La Land)” es preciosa y magnética. Los números musicales están muy bien traídos y funcionan a las mil maravillas. Y evidentemente tengo que destacar el número final del film; emotivo, sorprendente e inesperado. Un final de obra dignísimo y de los que dan altura de miras a la película. Y sonoramente los temas musicales se te suben a la chepa y ya no bajan.
En definitiva, “La ciudad de las estrellas (La La Land)” es romanticismo en estado puro y en todas sus fases. Una carta de amor a una ciudad, a un género y al cine en general. Un musical que volvería a ver una y mil veces más, y para que yo diga eso tienen que alinearse planetas.
12 de abril de 2016 5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Al final resulta que "Llévame a la Luna" no solo no me ha desagradado tanto como comedia romántica, sino que me ha parecido de las más decentes que he visto. Y eso que se juntaban dos de los conceptos que más me cuesta digerir en lo referente al séptimo arte, comedia romántica y cine francés.
Ciertamente, "Llévame a la Luna" se podría definir como una comedia romántica que utiliza dos tipos de humor. En la primera mitad de cinta utiliza el humor suave y facilón, y de mitad hacia delante se decanta por el humor malicioso. Siendo honestos, me hubiera gustado que toda la película hubiera sido más cercana al segundo tipo de comedia. Y es que, es en esa parte cuando la historia me engancho más. Pero bueno, que le vamos a hacer.
Otro de los puntos fuertes del film, respecto a otras comedias románticas, es Diane Kruger. Ella solita se basta y se sobra para llenar la pantalla, cosa que se termina agradeciendo.
Narrativamente hablando, la película deja más lagunas. Esa forma de contar la historia, como si de un episodio de "Los Simpsons" se tratara, de esos en los que ojean un álbum de fotos alrededor del fuego y cuentan la historia a sus hijos, no me ha convencido mucho. De hecho, resulta totalmente innecesario, consiguiendo únicamente frenar el ritmo de la historia principal.
Definitivamente, "Llévame a la luna" es una comedia romántica agradable e interesante, que no es poco. Se ve bien y no irritara a todo aquel que no sea muy afín a este tipo de historias.
25 de febrero de 2016 5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
A la hora de hacer una película de animación hay tres caminos posibles: hacerla solo para los más pequeños de la casa, hacerla tanto para ellos como para esos adultos que los acompañan, o hacerlo única y exclusivamente para los adultos. Todos los caminos llevan a Roma, y son respetables. Lo malo llega cuando se cambia de camino según avanza la película; cosa que, por desgracia, sucede más a menudo de lo que parece. "La abeja Maya, la película" escoge la primera vía, la de focalizar en los más pequeños. Cosa totalmente loable, cada uno juega en la liga que le apetece jugar. Y lo bueno es que la obra mantiene esa senda de principio a fin, sin arrepentimientos. ¿Que podría haber escogido el segundo camino? Pues sí, seguramente hubiera sido lo mejor. Pero el camino elegido por Alexs Stadermann es el que es, y santas pascuas.
"La abeja Maya, la película", nuevo acercamiento al icónico personaje literario aparecido por primera vez en 1912, obra del escritor alemán Waldemar Bonsels, es una cinta destinada a los más pequeños de la casa, y en la que los adultos seguramente encuentren pocos alicientes. Aunque también es de recibo admitir que, aun siendo una película para niños, en ningún momento llega a irritar a los adultos, cosa que sí sucede con demasiadas cintas de animación destinadas a ambos públicos.
Visualmente "La abeja Maya, la película" está bastante bien, y eso teniendo en cuenta dos aspectos importantes: que juega bastante al margen de los grandes estudios, y que casi toda la trama se desarrolla en entornos abiertos bastante exigentes. Y, por supuesto, el film posee su correcto fondo de armario.
En definitiva, "La abeja Maya, la película" es una cinta de animación bastante decente, aunque es cierto que podría haber dado para mucho más. Pero bueno, cada cual usa las armas que tiene como quiere, y ya está.
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