Continuo con mi apuesta personal por el cine patrio.
Película interesante, con una elogiable puesta en escena. Desde el comienzo logra engancharte y sabe mantener la tensión, pero, desgraciadamente, la parte final la alargan demasiado y se decantan por recursos facilones; todo muy encajado para llevarnos a un clímax final insustancial.
Sinceramente, creo que podría haber dado mucho más de sí.

Adaptación de la titánica novela "Dune". La tarea no es que sea difícil, si no que se antoja casi imposible dada la complejidad de la historia. Sin embargo, el resultado es más que correcto. Creo que se ha conseguido reproducir la atmósfera que el libro transmite. Menos logro hay en lo que acontece la historia, puesto que se ha recortado, y mucho, el contenido, si bien parece ser, según otras críticas, que el metraje original del film era el triple del que ha sido definitivo; eso sería lógico, y de buen seguro que mejoraría la película.

Considero imprescindible leer el libro antes que ver esta buena película.

Los primeros 20-25 minutos no tienen precio. Te meten en la historia desde el minuto uno y la secuencia del accidente del avión es impagable. Hasta ahí todo bien. Lo malo es la parte intermedia del film. Por lo que respecta al protagonista considero que su historia es de gran interés; no así respecto a su acompañante femenina, con la que la química entre ambos es inexistente y ello lo paga el espectador; ahí el film pierde muchísimo ritmo y, considero, que este personaje no aporta nada a la historia, creo que solamente acentúa el problema del protagonista, un plus innecesario. La parte final de la película recupera el interés del espectador.
Valoro muy positivamente que se presente el tema del alcoholismo desde la perspectiva de un piloto de avión (una profesión cuyas responsabilidades van más allá que un simple oficinista). Y las preguntas que la historia nos propone son de difícil respuesta. Considero que ahí radica la fuerza de este film.

Un retrato de gran parte de la juventud española, esto es, poligoneros catetos con media neurona como centro de mando. Tunning, mujeres objeto, lucha de bailes, gasolineros, infidelidades con la chorba de la banda rival, Jessy, Jonah...desfile de lo que encontramos demasiado a menudo en el panorama nacional, gente cuya máxima aspiración es tunearse el buga o ponerse unas tetas nuevas.
De ahí mis puntos para Biga Luna, ha intentado retratar una pedazo de la juventud nacional, un retrato más común de lo que parece. Igualmente, Verónica Echegui realiza una interpretación que, por momentos, consigue sostener la película, si bien al final es imposible evitar la desidia y el bostezo ante una historia tan vacía. Esto es lo único positivo.
Lo negativo, el realismo extremo, que da qué pensar. Y también nos ayuda a entender porque estamos dónde estamos.
España va bien.

Oda al cine. Película redonda de principio a fin.
Emotividad a raudales. Grandes interpretaciones coronadas por uno de los finales más bellos de las historia del cine.
Difícil no sentir ante esta obra maestra.
Imprescindible.