Pues eso, que la música barroca de Corelli es maravillosa. Pero si la animación que acompaña es tan falta de contenido y de continente, no basta para hacer un corto decente. Con El monje y el pez sí aprovechó bien el autor a Corelli, ahora no.

La entrega que empezó a hacer realmente de oro la saga, taquillazo y acaparación de portadas con la chica de oro incluidos. Un villano obsesionado con amasar montañas de oro le pone las cosas difíciles a mi agente secreto favorito. Como siempre, gana y se queda con la mejor chica, dándoles para el pelo a todos los malos. No por predecible es menos divertida esta tercera entrega con un Connery encantador y magnético. ¿Inverosimil? Hasta el absurdo. Pero ¿a quién le importa? Es un comiquero 5.

No con cualquier estado de ánimo recomendaría yo esta película. Cuidado, mejor que lo tengas alto porque las miserias humanas y familiares están expuestas con toda la crudeza. Es gracias a un guión preciso y detallista con diálogos creíbles.
Lo más interesante son las interpretaciones de todos los actores. Mención especial para Streep por supuesto. Me sorprendió Cumberlanch con un papel difícil que aprueba. Es un milimétrico 6.

La primera película sobre el racismo hecha por un negro. Ahí queda el dato.
Ya sé que suena muy mal si digo que me ha decepcionado su dureza. Pero es que todo el mundo decía que lo era tanto, que luego me paso de largo temiendo lo peor, y no, no era para tanto. Lo mismo me pasó con su calidad, tampoco me parece para tanto, aunque como un retrato y denuncia más de la esclavitud en EEUU se deja ver; pero vamos que la peli del año ni de coña para mí gusto. Me explico: me pesa mucho la reiteración de las penurias y como se detiene demasiado en ellas, hace que casi me distancie emocionalmente. Cosa que seguro no pretendía McQueen. También hace que me despegue la ausencia de música en situaciones clave, ya sabemos cuanto ayuda la música a empatizar con las imágenes. Es un 6.

La peli que ha arrasado en Francia tampoco me parece para tanto. Estas tragicomedias corales sobre la vida misma gustan mucho por allí, sobre todo si son de su cosecha claro. Fuí a verla con muchas ganas porque a mí también me gustan. Y bueno, se pasa un buen rato y al final son todos como de tu familia. Porque en lo que destaca Pequeñas mentiras... es en sus actores y en sus personajes, magníficamente retratados los segundos e inolvidablemente interpretados por los primeros. Una delicia de realismo de los de estar viendo la vida por un agujerito, la vida de personas privilegiadas claro. Le quitaría algo de metraje y algunas lágrimas pero desde luego es suficiente para interesarme por las otras dos películas de este director que no conocía. Es un (no tan sin importancia) 6.