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6,5
48.713
9
29 de diciembre de 2015
29 de diciembre de 2015
4 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Contemplo con estupefacción como buena parte de la audiencia adulta ha sido incapaz de comprender una película dirigida, principalmente, a un público infantil. Algo que se desprende de algunas críticas aquí expuestas y del hecho de que Frozen tenga una puntuación inferior a Tangled (Enredados) y similares.
Tangled no es más que la misma historia de siempre, que Disney lleva contando desde el año 1937. Esa en la que una adolescente acaba convirtiéndose en princesa o lo es de nacimiento pero no lo descubre hasta el final (caso de Tangled); y aparece una malvada bruja o madrastra (en Tangled es ambas cosas a la vez) para ponerle las cosas difíciles y un guaperas encantador, generalmente unos años mayor, que está ahí para salvarla. Frozen, afortunadamente, es otra historia.
Inspirada por La Reina de las Nieves de Hans Christian Andersen, aunque del cuento original queda muy poco (apenas un par de guiños), y dirigida por Chis Buck y Jennifer Lee, quien además firma el guión, Frozen es una película que plantea a priori una historia bastante convencional, pero sabe darle un par de giros muy interesantes. Así conforma una vuelta drástica respecto al clásico relato de princesas, al que vapulea sutilmente pero sin piedad, construyendo por primera vez una crítica no humorística (a diferencia de Shrek y otras parodias); y estableciendo, por fin, una actualización real del cuento de hadas (a diferencia de Tangled).
Efectivamente no se da una explicación a los poderes de Elsa. Es fantasía, un cuento, y aparece la magia. No es necesario profundizar más en el asunto (aunque todo apunta a que lo harán en la secuela). O alguien se pregunta de dónde obtuvieron sus poderes cada bruja y mago de cada cuento y película. Y además es preferible a las absurdas explicaciones pseudocientíficas de las historias de superhéroes que no tienen cabida en un cuento.
Pero en este caso es que es aún más irrelevante, porque el poder de Elsa no es sólo la creación de hielo y nieve. Sus gélidas habilidades no son sino una característica que la diferencia de los demás y que lleva a sus padres a actuar de la peor manera posible, pese a sus buenas intenciones. Plasmado con acierto en el mantra que el rey le repite a su hija: "No les dejes entrar, no les dejes ver. Sé la chica buena que siempre tienes que ser. Ocúltalo. No sientas". Convirtiendo a Elsa en una persona incapaz de aceptarse, que se esconde tras una fachada de seguridad y elegancia, y que exhibe una actitud altiva, casi arrogante, de cara a los demás; mostrándose siempre distante incluso con su familia más cercana.
Hasta que el secreto de Elsa queda al descubierto y ella, presa del miedo, huye dejando todo y a todos atrás, despojándose de los símbolos de su anterior y opresiva vida (los guantes, la capa y la corona), en esa magnífica escena en la que entona la conocidísima y oscarizada canción "Let It Go" (espectacular Idina Menzel). De esa forma, Elsa concluye que no debe importarle lo que opinen los demás. Ella se acepta a sí misma, dejando de esconderse, pero aislándose más si cabe, por lo que necesitará ayuda para librarse por completo de los miedos que la persiguen desde niña.
Por todo esto no es extraño que haya quien crea ver en la película, y más concretamente en Elsa, una alegoría de la homosexualidad (rumor acrecentado por las declaraciones de varios miembros del equipo, incluyendo al propio codirector), aunque existen otras interpretaciones posibles. En cualquier caso, Elsa es ya un símbolo que representa lo diferente: una diversidad que a menudo es silenciada e incluso reprimida.
Centrándonos en el argumento en sí, ya he dicho que se trata de una aventura musical Disney. La película arranca con una primera media hora brillante que culmina en el gran número musical de la cinta "Let It Go", tras el que el ritmo decae estrepitosamente, debido a que se centra en el viaje de Anna, la parte más anodina de la cinta: la típica aventura con algún apuro adicional que se supera sin excesivos contratiempos. Olaf, además, lastra el avance de la trama, especialmente con su número "In Summer", completamente prescindible. Afortunadamente, hacia el tercer acto, la película recupera el ritmo y la emoción; y, como colofón, culmina un desenlace precioso y poderoso, que rompe conscientemente con el cliché típico del cuento de hadas Disney que hemos visto ya demasiadas veces.
Así que, superficialmente, nos encontramos ante otra aventura simpática, adornada con varias canciones, algunas muy pegadizas. Aunque en realidad es una crítica y revisión del cuento clásico, atreviéndose a innovar en un género tan encorsetado al sobreponer el amor fraternal al amor romántico. Y en el fondo subyace una historia de autoaceptación y superación de los miedos, más compleja de lo que parece a simple vista.
Como heroína tenemos a Anna, quien se acerca más al estereotipo de princesa Disney, ingenua y obsesionada con la búsqueda del amor verdadero; aunque afortunadamente su carácter espontáneo y enérgico hacen que se desmarque de la gran mayoría de sus predecesoras, más sosas y estiradas. Aún así sigue siendo un personaje más convencional y menos interesante que su hermana. Cierran el grupo Kristoff, un vendedor de hielo con serios problemas de higiene, y los típicos alivios cómicos Sven el reno y el muñeco de nieve Olaf.
En cuanto a los villanos, afortunadamente se abandona la fórmula de madrastra/hechicera malvada y en su lugar tenemos varios antagonistas, siendo el principal la propia Elsa, que lo es sin pretenderlo. También tenemos al Duque de Weaselton, un señor codicioso y amargado (como el resto de villanos Disney que no son madrastras ni brujas) cuya función es la de distraer la atención de un último antagonista: ese personaje que nos revela de pasada sus aviesas intenciones muy al principio, pero no mostrará hasta dónde está dispuesto a llegar para lograr su objetivo hasta casi el final del filme.
(Sigue en el "spoiler" por falta de espacio, sin spoilers)
Tangled no es más que la misma historia de siempre, que Disney lleva contando desde el año 1937. Esa en la que una adolescente acaba convirtiéndose en princesa o lo es de nacimiento pero no lo descubre hasta el final (caso de Tangled); y aparece una malvada bruja o madrastra (en Tangled es ambas cosas a la vez) para ponerle las cosas difíciles y un guaperas encantador, generalmente unos años mayor, que está ahí para salvarla. Frozen, afortunadamente, es otra historia.
Inspirada por La Reina de las Nieves de Hans Christian Andersen, aunque del cuento original queda muy poco (apenas un par de guiños), y dirigida por Chis Buck y Jennifer Lee, quien además firma el guión, Frozen es una película que plantea a priori una historia bastante convencional, pero sabe darle un par de giros muy interesantes. Así conforma una vuelta drástica respecto al clásico relato de princesas, al que vapulea sutilmente pero sin piedad, construyendo por primera vez una crítica no humorística (a diferencia de Shrek y otras parodias); y estableciendo, por fin, una actualización real del cuento de hadas (a diferencia de Tangled).
Efectivamente no se da una explicación a los poderes de Elsa. Es fantasía, un cuento, y aparece la magia. No es necesario profundizar más en el asunto (aunque todo apunta a que lo harán en la secuela). O alguien se pregunta de dónde obtuvieron sus poderes cada bruja y mago de cada cuento y película. Y además es preferible a las absurdas explicaciones pseudocientíficas de las historias de superhéroes que no tienen cabida en un cuento.
Pero en este caso es que es aún más irrelevante, porque el poder de Elsa no es sólo la creación de hielo y nieve. Sus gélidas habilidades no son sino una característica que la diferencia de los demás y que lleva a sus padres a actuar de la peor manera posible, pese a sus buenas intenciones. Plasmado con acierto en el mantra que el rey le repite a su hija: "No les dejes entrar, no les dejes ver. Sé la chica buena que siempre tienes que ser. Ocúltalo. No sientas". Convirtiendo a Elsa en una persona incapaz de aceptarse, que se esconde tras una fachada de seguridad y elegancia, y que exhibe una actitud altiva, casi arrogante, de cara a los demás; mostrándose siempre distante incluso con su familia más cercana.
Hasta que el secreto de Elsa queda al descubierto y ella, presa del miedo, huye dejando todo y a todos atrás, despojándose de los símbolos de su anterior y opresiva vida (los guantes, la capa y la corona), en esa magnífica escena en la que entona la conocidísima y oscarizada canción "Let It Go" (espectacular Idina Menzel). De esa forma, Elsa concluye que no debe importarle lo que opinen los demás. Ella se acepta a sí misma, dejando de esconderse, pero aislándose más si cabe, por lo que necesitará ayuda para librarse por completo de los miedos que la persiguen desde niña.
Por todo esto no es extraño que haya quien crea ver en la película, y más concretamente en Elsa, una alegoría de la homosexualidad (rumor acrecentado por las declaraciones de varios miembros del equipo, incluyendo al propio codirector), aunque existen otras interpretaciones posibles. En cualquier caso, Elsa es ya un símbolo que representa lo diferente: una diversidad que a menudo es silenciada e incluso reprimida.
Centrándonos en el argumento en sí, ya he dicho que se trata de una aventura musical Disney. La película arranca con una primera media hora brillante que culmina en el gran número musical de la cinta "Let It Go", tras el que el ritmo decae estrepitosamente, debido a que se centra en el viaje de Anna, la parte más anodina de la cinta: la típica aventura con algún apuro adicional que se supera sin excesivos contratiempos. Olaf, además, lastra el avance de la trama, especialmente con su número "In Summer", completamente prescindible. Afortunadamente, hacia el tercer acto, la película recupera el ritmo y la emoción; y, como colofón, culmina un desenlace precioso y poderoso, que rompe conscientemente con el cliché típico del cuento de hadas Disney que hemos visto ya demasiadas veces.
Así que, superficialmente, nos encontramos ante otra aventura simpática, adornada con varias canciones, algunas muy pegadizas. Aunque en realidad es una crítica y revisión del cuento clásico, atreviéndose a innovar en un género tan encorsetado al sobreponer el amor fraternal al amor romántico. Y en el fondo subyace una historia de autoaceptación y superación de los miedos, más compleja de lo que parece a simple vista.
Como heroína tenemos a Anna, quien se acerca más al estereotipo de princesa Disney, ingenua y obsesionada con la búsqueda del amor verdadero; aunque afortunadamente su carácter espontáneo y enérgico hacen que se desmarque de la gran mayoría de sus predecesoras, más sosas y estiradas. Aún así sigue siendo un personaje más convencional y menos interesante que su hermana. Cierran el grupo Kristoff, un vendedor de hielo con serios problemas de higiene, y los típicos alivios cómicos Sven el reno y el muñeco de nieve Olaf.
En cuanto a los villanos, afortunadamente se abandona la fórmula de madrastra/hechicera malvada y en su lugar tenemos varios antagonistas, siendo el principal la propia Elsa, que lo es sin pretenderlo. También tenemos al Duque de Weaselton, un señor codicioso y amargado (como el resto de villanos Disney que no son madrastras ni brujas) cuya función es la de distraer la atención de un último antagonista: ese personaje que nos revela de pasada sus aviesas intenciones muy al principio, pero no mostrará hasta dónde está dispuesto a llegar para lograr su objetivo hasta casi el final del filme.
(Sigue en el "spoiler" por falta de espacio, sin spoilers)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Por otro lado, en un musical es imprescindible hacer alguna mención a las canciones y Frozen anda bien surtida. La película cuenta con nueve números musicales, ideados por los compositores de Broadway Kristen Anderson-Lopez y Robert Lopez, más la canción de los créditos (la versión de "Let It Go" de Demi Lovato); aunque no todos son igual de espectaculares. Sin embrago, cuatro de estas secuencias, por un motivo u otro, logran destacar. Me refiero a "Do You Want to Build a Snowman?", las dos "For the First Time in Forever" y "Let It Go"; sin duda, de lo mejor de Disney. Desafortunadamente, debido a la anómala estructura de la cinta, cinco de las canciones se concentran en los primeros 35 minutos, incluyendo tres de las cuatro más destacadas, y en el resto de la película encontramos los temas menos inspirados: la insulsa canción de Kristoff (que al menos es breve) o la innecesaria escena musical de Olaf.
Merece la pena recordar que no tiene mucho sentido ver un musical doblado, pues a los problemas habituales que existen a la hora de traducir algo, hay que tener en cuenta otros aspectos que aparecen a la hora de adaptar una canción: métrica y rima. Es imposible mantener las frases originales, perdiéndose parte del significado; algo evidente en el caso de "Let It Go" en castellano y, aunque versión en catalán está bastante más lograda, en ningún caso se iguala al original, interpretado además por una voz tan potente como la de Idina Menzel, también llegada de Broadway. Además, en VO nos ahorramos los molestos cambios de voces que ocurren cuando tenemos a dos personas diferentes doblando a un mismo personaje.
En cuanto a la música incidental, hay que recalcar que, si bien la partitura de Chistophe Beck proporciona una buena ambientación musical para cada escena, en ningún momento llega a sobresalir, con una única excepción: el precioso tema "Vuelie" compuesto junto a Frode Fjellheim e interpretado por el coro femenino Cantus, que suena al principio del filme y, puntualmente, hacia el final; y está fuertemente influenciado por los joik tradicionales del pueblo Sami.
Tampoco hay que olvidar el trabajo de diseñadores y animadores. En un tiempo en el que la animación por ordenador se ha impuesto en el cine, no faltan quienes la infravaloran e incluso desprecian frente a la animación tradicional. Un tanto injusto puesto que las imágenes generadas por ordenador llevan tanto trabajo como espectaculares pueden ser los resultados, más aún en este caso en el que tenemos tanta nieve y hielo, nada sencillos de reproducir. Y en este sentido, Frozen está a la altura de lo que se espera, consiguiendo unos escenarios muy ricos, con un gran empleo del color y la luz, y unos personajes más expresivos que algunos actores de carne y hueso.
Por último, me gustaría comentar la fuerte influencia de las tradiciones y folklore noruego. Ambientada en un lugar ficticio de la península escandinava, en la década de 1840, esta es una de las películas de animación más trabajadas en este aspecto. Así, además del joik de la BSO, algunos personajes visten bunader y otros llevan las ropas tradicionales de los Sami, las casas de Arendelle recuerdan a las de Balestrand así como la capilla, casi idéntica; además del castillo que está fuertemente inspirado en las iglesias de madera, como la de Borgund, y cuyo interior está decorado con patrones rosemaling; y no falta la obligada mención al luterfisk.
Así que podemos seguir perdiéndonos en detalles menores o podemos disfrutar de una película que logra al fin desprenderse de los estereotipos sexistas y anacrónicos del género, actualizando el cuento clásico conservando su magia, y que en definitiva es una película encantadora y preciosa.
Aspectos positivos: Historia, personajes, canciones, diseños, animación... y sobre todo ese mensaje tan positivo que transmite.
Aspectos negativos: El ritmo tan irregular, especialmente durante el segundo acto. El excesivo protagonismo de Olaf.
Puntuación: 9
Merece la pena recordar que no tiene mucho sentido ver un musical doblado, pues a los problemas habituales que existen a la hora de traducir algo, hay que tener en cuenta otros aspectos que aparecen a la hora de adaptar una canción: métrica y rima. Es imposible mantener las frases originales, perdiéndose parte del significado; algo evidente en el caso de "Let It Go" en castellano y, aunque versión en catalán está bastante más lograda, en ningún caso se iguala al original, interpretado además por una voz tan potente como la de Idina Menzel, también llegada de Broadway. Además, en VO nos ahorramos los molestos cambios de voces que ocurren cuando tenemos a dos personas diferentes doblando a un mismo personaje.
En cuanto a la música incidental, hay que recalcar que, si bien la partitura de Chistophe Beck proporciona una buena ambientación musical para cada escena, en ningún momento llega a sobresalir, con una única excepción: el precioso tema "Vuelie" compuesto junto a Frode Fjellheim e interpretado por el coro femenino Cantus, que suena al principio del filme y, puntualmente, hacia el final; y está fuertemente influenciado por los joik tradicionales del pueblo Sami.
Tampoco hay que olvidar el trabajo de diseñadores y animadores. En un tiempo en el que la animación por ordenador se ha impuesto en el cine, no faltan quienes la infravaloran e incluso desprecian frente a la animación tradicional. Un tanto injusto puesto que las imágenes generadas por ordenador llevan tanto trabajo como espectaculares pueden ser los resultados, más aún en este caso en el que tenemos tanta nieve y hielo, nada sencillos de reproducir. Y en este sentido, Frozen está a la altura de lo que se espera, consiguiendo unos escenarios muy ricos, con un gran empleo del color y la luz, y unos personajes más expresivos que algunos actores de carne y hueso.
Por último, me gustaría comentar la fuerte influencia de las tradiciones y folklore noruego. Ambientada en un lugar ficticio de la península escandinava, en la década de 1840, esta es una de las películas de animación más trabajadas en este aspecto. Así, además del joik de la BSO, algunos personajes visten bunader y otros llevan las ropas tradicionales de los Sami, las casas de Arendelle recuerdan a las de Balestrand así como la capilla, casi idéntica; además del castillo que está fuertemente inspirado en las iglesias de madera, como la de Borgund, y cuyo interior está decorado con patrones rosemaling; y no falta la obligada mención al luterfisk.
Así que podemos seguir perdiéndonos en detalles menores o podemos disfrutar de una película que logra al fin desprenderse de los estereotipos sexistas y anacrónicos del género, actualizando el cuento clásico conservando su magia, y que en definitiva es una película encantadora y preciosa.
Aspectos positivos: Historia, personajes, canciones, diseños, animación... y sobre todo ese mensaje tan positivo que transmite.
Aspectos negativos: El ritmo tan irregular, especialmente durante el segundo acto. El excesivo protagonismo de Olaf.
Puntuación: 9
Magia Record: Puella Magi Madoka Magica Side Story
Magia Record: Puella Magi Madoka Magica Side Story
SerieAnimación

5,3
57
Animación
6
1 de mayo de 2020
1 de mayo de 2020
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Quizá sea porque ya han adaptado casi todas las novelas de Monogatari, pero parece que Shaft pretende convertir la franquicia de Puella Magi Madoka Magica en su nuevo buque insignia y gallina de los huevos de oro. Raro es que hayan tardado tanto, pues aunque la serie original de Madoka no fue el primer anime mahō shōjo adulto y con un giro oscuro, la combinación de chicas mágicas con una historia que mezcla Fausto y 2001: Una odisea del espacio le valió un éxito mucho mayor que el que el estudio había imaginado y se convirtió de inmediato en una serie de culto, un punto de inflexión en su género y una de las obras de referencia del anime de todos los tiempos.
Por supuesto, no tardaron en aparecer producciones que imitaban su temática y tono, tanto mahō shōjo como de otros géneros (WIXOSS), pero, sorprendentemente, el estudio responsable, Shaft, no se lanzó a sacar secuelas, pese a que muchas de las series surgidas a raíz de su fama no tardaron en contar con varias temporadas e incluso películas, aunque tuvieron un éxito más moderado. Y es que mucha gente se llevó cierta decepción porque esperaban que todo estos anime estuvieran a la altura de Madoka Magica, si no por encima. Irónicamente lo mismo le ha ocurrido a esta serie.
La continuación de Madoka llegó, no obstante, 2 años después y en forma de película, Rebellion, una secuela estrafalaria y genial que presumiblemente tendrá continuación (dado su desenlace), aunque no sea nada fácil de continuar. Quizá por eso, para aprovechar el rendimiento comercial de Madoka, han optado por los spin-offs, ya que, debido a las características de la obra, se presta mucho a ello. Durante años se han publicado algunos en forma de manga que, en los mejores casos, no pasan de ser entretenidos thrillers con chicas mágicas (los más destacables serían The Different Story, que profundiza en los personajes con menos tiempo en pantalla en la serie original, y la intercuela Wraith Arc).
Pero no es hasta 2020 cuando, tras una exitosa incursión en el mundo de los videojuegos, la franquicia estrena su primer spin-off animado, Magia Record: Puella Magi Madoka Magica Gaiden/Side Story, basado en el videojuego del mismo nombre y desarrollado por un equipo secundario: Akiyuki Shinbō cede la dirección a su codirector en las películas de Madoka, Yukihiro Miyamoto, y a Gekidan Inu Curry (o lo que es lo mismo, Ayumi Shiraishi y Yōsuke Anai), responsables de los laberintos y las Brujas en Madoka Magica y Rebellion, y aquí también se encargan del guion; es decir, el escritor de Madoka Magica, Gen Urobuchi, ni está ni se le espera, y eso no es una buena noticia.
Como el factor sorpresa ya se perdió en Madoka Magica, esta serie se muestra como un thriller de fantasía oscura desde el principio: Iroha es una Chica Mágica que sospecha que alguna vez tuvo una hermana pequeña a la que nadie recuerda. Un día, en la pelea contra una Bruja encuentra lo que parece un pequeño Incubator (como una versión de Kyubey chibi ridículamente más kawaii) que le devuelve algunos recuerdos sobre su hermana Ui. Por si fuera poco, otras Chicas Mágicas han tenido un mismo sueño en el que una niña les dice que si van a la ciudad de Kamihama, pueden ser salvadas (es decir, dejar de ser Chica Mágica); pero en seguida aparece Yachiyo asegurando que todo eso es falso y que allí hay más Brujas que en las ciudades vecinas y son más poderosas.
Aquí empieza un tramo sobre leyendas urbanas (algunas bastante absurdas) en Kamihama que prueban ser ciertas. Por supuesto, todo esto parece estar relacionado con la proliferación de esas Brujas (que no son tal) en esa ciudad y, seguramente, con la desaparición de Ui. Sin embargo, durante bastantes episodios, Iroha no hace ningún progreso (ni parece intentarlo) y Magia Record sólo nos ofrece capítulos en los que las Chicas Mágicas investigan esos rumores que terminan revelándose como algún enemigo random (los Uwasa), mientras de fondo se conforma el hilo argumental de las Alas de Magius y los Doppels, dejando de lado el conflicto inicial y dedicando poco tiempo a los personajes, que son demasiados (muchos irrelevantes) y son introducidos de golpe e incluso en grupos. Por lo menos no son tan estereotipos flanderizados como parecen en un principio, pero, en general, prueban ser más simples y menos interesantes que los de la serie original de Madoka Magica. Por ejemplo, desde un principio, la dinámica entre Iroha y Yachiyo recuerda demasiado a la existente entre Madoka y Homura, en parte por sus personalidades y en gran parte por los diseños (todos obra de la mangaka Ume Aoki), pero está mucho peor desarrollada.
Sin embargo, si hay un error realmente grave, no es otro que las niñas que dicen haber creado una máquina de movimiento perpetuo (además animada en un CGI espantoso). Es un detalle pequeño y no tiene ninguna repercusión en la trama, pero de ser cierto se cargaría la lógica interna de todo su mundo, porque si unas niñas pueden saltarse así las leyes de la termodinámica, ¿por qué demonios una especie de aliens avanzadísima tiene que montar todo el sistema de las Chicas Mágicas para frenar el aumento de la entropía del universo?
En parte debido a su extensión (sólo la primera temporada de Magia Record ya tiene una mayor duración que la serie original completa), es también un anime más lento. Si Madoka tenía su primer punto de inflexión en el tercer episodio, aquí todo es más gradual. En su día me quejé de que a Madoka le habría venido bien un par más de episodios para desarrollarlo todo con más calma, pero esto es pasarse, sobre todo porque no hay tanto que contar. Magia Record sencillamente relata una historia sobre una serie de intrigas interrelacionadas, más centrada en el misterio que en la psicología de los personajes, irregular, estirada y que resulta más liosa de lo que debería. Y no es un problema tanto del argumento como de la forma en la que está contado, porque... bueno, con Shaft hemos topado.
(Sigue sin spoilers)
Por supuesto, no tardaron en aparecer producciones que imitaban su temática y tono, tanto mahō shōjo como de otros géneros (WIXOSS), pero, sorprendentemente, el estudio responsable, Shaft, no se lanzó a sacar secuelas, pese a que muchas de las series surgidas a raíz de su fama no tardaron en contar con varias temporadas e incluso películas, aunque tuvieron un éxito más moderado. Y es que mucha gente se llevó cierta decepción porque esperaban que todo estos anime estuvieran a la altura de Madoka Magica, si no por encima. Irónicamente lo mismo le ha ocurrido a esta serie.
La continuación de Madoka llegó, no obstante, 2 años después y en forma de película, Rebellion, una secuela estrafalaria y genial que presumiblemente tendrá continuación (dado su desenlace), aunque no sea nada fácil de continuar. Quizá por eso, para aprovechar el rendimiento comercial de Madoka, han optado por los spin-offs, ya que, debido a las características de la obra, se presta mucho a ello. Durante años se han publicado algunos en forma de manga que, en los mejores casos, no pasan de ser entretenidos thrillers con chicas mágicas (los más destacables serían The Different Story, que profundiza en los personajes con menos tiempo en pantalla en la serie original, y la intercuela Wraith Arc).
Pero no es hasta 2020 cuando, tras una exitosa incursión en el mundo de los videojuegos, la franquicia estrena su primer spin-off animado, Magia Record: Puella Magi Madoka Magica Gaiden/Side Story, basado en el videojuego del mismo nombre y desarrollado por un equipo secundario: Akiyuki Shinbō cede la dirección a su codirector en las películas de Madoka, Yukihiro Miyamoto, y a Gekidan Inu Curry (o lo que es lo mismo, Ayumi Shiraishi y Yōsuke Anai), responsables de los laberintos y las Brujas en Madoka Magica y Rebellion, y aquí también se encargan del guion; es decir, el escritor de Madoka Magica, Gen Urobuchi, ni está ni se le espera, y eso no es una buena noticia.
Como el factor sorpresa ya se perdió en Madoka Magica, esta serie se muestra como un thriller de fantasía oscura desde el principio: Iroha es una Chica Mágica que sospecha que alguna vez tuvo una hermana pequeña a la que nadie recuerda. Un día, en la pelea contra una Bruja encuentra lo que parece un pequeño Incubator (como una versión de Kyubey chibi ridículamente más kawaii) que le devuelve algunos recuerdos sobre su hermana Ui. Por si fuera poco, otras Chicas Mágicas han tenido un mismo sueño en el que una niña les dice que si van a la ciudad de Kamihama, pueden ser salvadas (es decir, dejar de ser Chica Mágica); pero en seguida aparece Yachiyo asegurando que todo eso es falso y que allí hay más Brujas que en las ciudades vecinas y son más poderosas.
Aquí empieza un tramo sobre leyendas urbanas (algunas bastante absurdas) en Kamihama que prueban ser ciertas. Por supuesto, todo esto parece estar relacionado con la proliferación de esas Brujas (que no son tal) en esa ciudad y, seguramente, con la desaparición de Ui. Sin embargo, durante bastantes episodios, Iroha no hace ningún progreso (ni parece intentarlo) y Magia Record sólo nos ofrece capítulos en los que las Chicas Mágicas investigan esos rumores que terminan revelándose como algún enemigo random (los Uwasa), mientras de fondo se conforma el hilo argumental de las Alas de Magius y los Doppels, dejando de lado el conflicto inicial y dedicando poco tiempo a los personajes, que son demasiados (muchos irrelevantes) y son introducidos de golpe e incluso en grupos. Por lo menos no son tan estereotipos flanderizados como parecen en un principio, pero, en general, prueban ser más simples y menos interesantes que los de la serie original de Madoka Magica. Por ejemplo, desde un principio, la dinámica entre Iroha y Yachiyo recuerda demasiado a la existente entre Madoka y Homura, en parte por sus personalidades y en gran parte por los diseños (todos obra de la mangaka Ume Aoki), pero está mucho peor desarrollada.
Sin embargo, si hay un error realmente grave, no es otro que las niñas que dicen haber creado una máquina de movimiento perpetuo (además animada en un CGI espantoso). Es un detalle pequeño y no tiene ninguna repercusión en la trama, pero de ser cierto se cargaría la lógica interna de todo su mundo, porque si unas niñas pueden saltarse así las leyes de la termodinámica, ¿por qué demonios una especie de aliens avanzadísima tiene que montar todo el sistema de las Chicas Mágicas para frenar el aumento de la entropía del universo?
En parte debido a su extensión (sólo la primera temporada de Magia Record ya tiene una mayor duración que la serie original completa), es también un anime más lento. Si Madoka tenía su primer punto de inflexión en el tercer episodio, aquí todo es más gradual. En su día me quejé de que a Madoka le habría venido bien un par más de episodios para desarrollarlo todo con más calma, pero esto es pasarse, sobre todo porque no hay tanto que contar. Magia Record sencillamente relata una historia sobre una serie de intrigas interrelacionadas, más centrada en el misterio que en la psicología de los personajes, irregular, estirada y que resulta más liosa de lo que debería. Y no es un problema tanto del argumento como de la forma en la que está contado, porque... bueno, con Shaft hemos topado.
(Sigue sin spoilers)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Akiyuki Shinbō y, por extensión, el estudio Shaft suelen tener un estilo visual y narrativo muy extraño caracterizado por planos desconcertantes y elementos estéticos disonantes; ocasionalmente empleado de forma completamente innecesaria (por ejemplo en Hidamari Sketch, que es un sencillo slice of life sobre unas estudiantes de arte). Un estilo sólo comparable al de Kunihiko Ikuhara, lo que tiene sentido porque ambos son deudores de la obra de Osamu Dezaki. Precisamente en Madoka se mantuvieron bastante contenidos (comparado a lo que suelen hacer), limitando las excentricidades a contadas situaciones (todo ello justificado y bien implementado). Una decisión que seguramente ayudó a que la gente pudiera implicarse más en la historia y conectar más con los personajes, y que le valió a Shinbō elogios por su dirección, además de algunos galardones (como el Tokyo Anime Award al mejor director). Aquí, en cambio, vuelve un Shaft más experimental (curiosamente, porque Shinbō no dirige), deviniendo en unas escenas que sólo pueden definirse como caos porque sí.
La única mejora evidente respecto a la serie original de Madoka la encontramos en el dibujo y la animación. También es verdad que para su emisión por TV, Madoka contó con unos fondos bastante simples y con algunos errores de producción que fueron corregidos para la edición Blu-ray, con escenas enteras redibujadas (y nuevamente para las películas compilatorias). Salvo por un CG conspicuo puntual, Magia Record supera ya en su versión para TV al Blu-ray de Madoka, con unas escenas de acción más espectaculares y un dibujo cercano en detalle a lo visto en Rebellion.
Por último, la banda sonora, también pierde en comparación a la original, lo que no es incompatible con que sea bastante buena. Takumi Ozawa sale bien parado con la nueva música incidental que compone imitando el estilo de Madoka (como "La gis sulva za Celow", reminiscente de "Venari Strigas"), pero no consigue que olvidemos del todo a Kajiura. Quizá por ello (y por coherencia) se reutilizan algunas de sus piezas ("Sis Puella Magica!", entre otras), desafortunadamente sin variación alguna. Además, El opening (muy parecido al de Madoka) está interpretado por las seiyū, mientras que ClariS se encarga del (primer) ending; ambos correctos.
Simplificando, Mientras Shinbō y Urobuchi trabajan una continuación de Rebellion (se están tomando un tiempo, lo que resulta comprensible), Gekidan Inu Curry nos deja este spin-off para que a nosotros, el fandom, siempre ávidos de nuevas historias, no perdamos el interés (cosa que difícilmente iba a pasar) y, de paso, sacarle más beneficio a la franquicia. El resultado es un anime decente pero decepcionante: no sólo palidece en comparación a la serie original de Madoka, sino que como anime en general destaca más bien poco, ni para bien ni para mal. Una serie que está más cerca del nivel de Yūki Yūna que del de Madoka. Por lo menos Magia Record nunca pierde el rumbo y no hay un capítulo de playa/piscina/baños/aguas termales para meter fanservice gratuito (algo es algo). En fin, esperemos que en Shaft aprendan algo de este pequeño tropezón antes de continuar con la historia de Rebellion.
Aspectos positivos: En general, el dibujo y la animación son mejores que en Madoka, e incluso a pesar de las excentricidades visualmente resulta un anime hermoso. El planteamiento es bueno, y el tema de las posibilidades y limitaciones de los deseos parece interesante (veremos si se explora con más profundidad en la siguiente temporada). La música cumple con creces y, vista en retrospectiva, hay temas nuevos muy buenos.
Aspectos negativos: Salvo en el apartado visual, es inferior a Madoka en todo, especialmente en una historia que, sin ser complicada, resulta demasiado confusa tanto por los innecesarios adornos en forma de subtramas que no conducen a nada y personajes secundarios (muchos irrelevantes y nada interesantes), como por el peculiar estilo del Shaft más exagerado.
Puntuación: 5.75
La única mejora evidente respecto a la serie original de Madoka la encontramos en el dibujo y la animación. También es verdad que para su emisión por TV, Madoka contó con unos fondos bastante simples y con algunos errores de producción que fueron corregidos para la edición Blu-ray, con escenas enteras redibujadas (y nuevamente para las películas compilatorias). Salvo por un CG conspicuo puntual, Magia Record supera ya en su versión para TV al Blu-ray de Madoka, con unas escenas de acción más espectaculares y un dibujo cercano en detalle a lo visto en Rebellion.
Por último, la banda sonora, también pierde en comparación a la original, lo que no es incompatible con que sea bastante buena. Takumi Ozawa sale bien parado con la nueva música incidental que compone imitando el estilo de Madoka (como "La gis sulva za Celow", reminiscente de "Venari Strigas"), pero no consigue que olvidemos del todo a Kajiura. Quizá por ello (y por coherencia) se reutilizan algunas de sus piezas ("Sis Puella Magica!", entre otras), desafortunadamente sin variación alguna. Además, El opening (muy parecido al de Madoka) está interpretado por las seiyū, mientras que ClariS se encarga del (primer) ending; ambos correctos.
Simplificando, Mientras Shinbō y Urobuchi trabajan una continuación de Rebellion (se están tomando un tiempo, lo que resulta comprensible), Gekidan Inu Curry nos deja este spin-off para que a nosotros, el fandom, siempre ávidos de nuevas historias, no perdamos el interés (cosa que difícilmente iba a pasar) y, de paso, sacarle más beneficio a la franquicia. El resultado es un anime decente pero decepcionante: no sólo palidece en comparación a la serie original de Madoka, sino que como anime en general destaca más bien poco, ni para bien ni para mal. Una serie que está más cerca del nivel de Yūki Yūna que del de Madoka. Por lo menos Magia Record nunca pierde el rumbo y no hay un capítulo de playa/piscina/baños/aguas termales para meter fanservice gratuito (algo es algo). En fin, esperemos que en Shaft aprendan algo de este pequeño tropezón antes de continuar con la historia de Rebellion.
Aspectos positivos: En general, el dibujo y la animación son mejores que en Madoka, e incluso a pesar de las excentricidades visualmente resulta un anime hermoso. El planteamiento es bueno, y el tema de las posibilidades y limitaciones de los deseos parece interesante (veremos si se explora con más profundidad en la siguiente temporada). La música cumple con creces y, vista en retrospectiva, hay temas nuevos muy buenos.
Aspectos negativos: Salvo en el apartado visual, es inferior a Madoka en todo, especialmente en una historia que, sin ser complicada, resulta demasiado confusa tanto por los innecesarios adornos en forma de subtramas que no conducen a nada y personajes secundarios (muchos irrelevantes y nada interesantes), como por el peculiar estilo del Shaft más exagerado.
Puntuación: 5.75
26 de diciembre de 2015
26 de diciembre de 2015
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estamos ante la secuela de un anuncio de loterías, lo que es más que suficiente como para no querer saber nada más del asunto. Aun así, por algún motivo absurdo, acabé viéndola.
Quien conozca el dichoso anuncio ya sabe de qué va todo esto: un perro, Pancho, al que le ha tocado la lotería y ahora le sobra el dinero. Nada más. El resto es una sucesión de sketches horrendos y sin gracia (la conversación respecto a la expresión "blanco y en botella..." conforma un diálogo tan malo que ya está en el bochornoso podio de la comedia fallida); y un buen número de escenas poco inspiradas o directamente copiadas, también sin gracia. Se supone que sigue el "argumento" del citado spot, con el perro ya millonario (Cook, el mismo del anuncio y que también apareció en la comedia televisiva Aquí no hay quien viva, donde encarnaba al perro de Vicenta). Hay un malo malísimo sin más propósito en la vida que el de hacerse con el perro para no sé qué jugada comercial; y, cómo no, cuenta con un par de esbirros patéticos que llevarán a cabo la misión, por supuesto, sin demasiada destreza. Pero Pancho acaba en una especie de campo de adiestramiento de perros (no falta el estricto instructor) en el que tratarán de encontrarle una familia, mientras su abogado/mayordomo lo anda buscando. Y también hay mucha (pero mucha) publicidad de una conocida marca de piensos, lo que no debería sorprender en la continuación de un anuncio.
A Iván Massagué lo considero un buen actor, con talento para la comedia. Lo mismo puedo decir de Secun de la Rosa. No entiendo qué demonios hacen en este despropósito. Patricia Conde también anda por ahí haciendo de florero (ni siquiera falta la escena en la que se va probando vestidos, estilo Pretty Woman), pero, aquí al menos, parece que actuar no es lo suyo.
Sintetizando, no recomiendo esta cosa absolutamente a nadie. Es una hora y media, que se hace eterna, completamente perdida; colmada de humor rancio y desfasado. Habrá quien diga que lo que ocurre es que la "película" va dirigida a un público infantil. Si eso es cierto es que los responsables creen que los niños y niñas no merecen algo con un mínimo de calidad (lo que no es la primera vez que ocurre, ni será la última). De todas formas, infantil o no, nada excusa que Pancho, el perro millonario sea tan increíblemente estúpida.
Aspectos positivos: El perro es mono.
Aspectos negativos: La publicidad no muy encubierta, la pésima interpretación (por llamarlo de alguna manera) de Patricia Conde, los gags copiados y sin gracia, los chistes con aún menos gracia y, en fin, todo lo demás.
Puntuación: 1
Quien conozca el dichoso anuncio ya sabe de qué va todo esto: un perro, Pancho, al que le ha tocado la lotería y ahora le sobra el dinero. Nada más. El resto es una sucesión de sketches horrendos y sin gracia (la conversación respecto a la expresión "blanco y en botella..." conforma un diálogo tan malo que ya está en el bochornoso podio de la comedia fallida); y un buen número de escenas poco inspiradas o directamente copiadas, también sin gracia. Se supone que sigue el "argumento" del citado spot, con el perro ya millonario (Cook, el mismo del anuncio y que también apareció en la comedia televisiva Aquí no hay quien viva, donde encarnaba al perro de Vicenta). Hay un malo malísimo sin más propósito en la vida que el de hacerse con el perro para no sé qué jugada comercial; y, cómo no, cuenta con un par de esbirros patéticos que llevarán a cabo la misión, por supuesto, sin demasiada destreza. Pero Pancho acaba en una especie de campo de adiestramiento de perros (no falta el estricto instructor) en el que tratarán de encontrarle una familia, mientras su abogado/mayordomo lo anda buscando. Y también hay mucha (pero mucha) publicidad de una conocida marca de piensos, lo que no debería sorprender en la continuación de un anuncio.
A Iván Massagué lo considero un buen actor, con talento para la comedia. Lo mismo puedo decir de Secun de la Rosa. No entiendo qué demonios hacen en este despropósito. Patricia Conde también anda por ahí haciendo de florero (ni siquiera falta la escena en la que se va probando vestidos, estilo Pretty Woman), pero, aquí al menos, parece que actuar no es lo suyo.
Sintetizando, no recomiendo esta cosa absolutamente a nadie. Es una hora y media, que se hace eterna, completamente perdida; colmada de humor rancio y desfasado. Habrá quien diga que lo que ocurre es que la "película" va dirigida a un público infantil. Si eso es cierto es que los responsables creen que los niños y niñas no merecen algo con un mínimo de calidad (lo que no es la primera vez que ocurre, ni será la última). De todas formas, infantil o no, nada excusa que Pancho, el perro millonario sea tan increíblemente estúpida.
Aspectos positivos: El perro es mono.
Aspectos negativos: La publicidad no muy encubierta, la pésima interpretación (por llamarlo de alguna manera) de Patricia Conde, los gags copiados y sin gracia, los chistes con aún menos gracia y, en fin, todo lo demás.
Puntuación: 1
Jurassic World: Campamento Cretácico - Aventura misteriosa
Jurassic World: Campamento Cretácico - Aventura misteriosa
Interactivo

5,7
59
Animación
5
22 de diciembre de 2022
22 de diciembre de 2022
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Este es un episodio interactivo a la usanza de aquellos libros de elige tu propia aventura, es decir, de vez en cuando nos toca elegir de entre varias opciones y dependiendo de nuestra decisión la historia irá por un camino u otro hasta llegar a diferentes desenlaces, normalmente, unos mejores que otros (en el sentido de unos más felices que otros). Aunque poco frecuente, no es algo que se haya inventado ahora, sino que hay unas cuantas obras del estilo, normalmente relacionadas con franquicias populares como Indiana Jones y Blade Runner.
O sea, que estamos ante algo a medio camino entre un episodio especial y un videojuego; y la verdad es que habría preferido cualquiera de esos dos productos, el primero porque la serie Camp Cretaceous/Campamento Cretácico es bastante entretenida incluso con lo random que resulta todo lo de las instalaciones de Mantha Corp, así que un episodio adicional o una película podría haber estado bien, y el segundo porque un juego de mundo abierto en plan survival por Isla Nublar llevando a uno, varios o todos los campistas podría ser una pasada.
Pero esto es lo que hay: un episodio extra intercuela ambientado entre las temporadas 2 y 3 de la serie en el que debemos tomar decisiones en varios momentos para que la historia progrese en un sentido u otro. Argumentalmente, no puede decirse que aporte mucho ni a la franquicia ni siquiera a la serie de Camp Cretaceous en particular, pues todo se resume a que los campistas andan por ahí buscando comida para sobrevivir cuando descubren un mensaje que los conduce hasta la Aventura Secreta, un conjunto de atracciones programadas para el décimo aniversario de Jurassic World que nunca llegaron a abrir, donde los campistas sospechan que un trabajador dejó un alijo de comida en previsión de que el parque se fuera a pique (como acabó sucediendo). El argumento es simplón, sí, pero no es más que la excusa para que los campistas se muevan por la isla y nosotros podamos influir en por dónde van. Adicionalmente, hay muchas referencias a las películas de la saga, principalmente a la original, y como ha sido costumbre en Camp Cretaceous acostumbran a estar muy bien integradas.
Los momentos en los que nos toca escoger lo hacemos a través de Darius, es decir, Darius o la totalidad del grupo deben elegir entre dos opciones que aparecen en pantalla y seguirán la que marquemos. Hay un tiempo límite para decidirse en el que si no marcamos ninguna se elige una automáticamente que no tiene por qué ser la mejor. Algunas de estas decisiones resultan bastante intrascendentes (como decir una cosa u otra, lo que cambia una frase o un diálogo breve), mientras que otras son auténticos dilemas a vida o muerte y lo peor es que es difícil prever qué decisión es peor (en según qué momentos, ambas opciones parecen terribles ideas, o bien, alguna vez, la más absurda es la correcta). Cuando una elección nos conduzca inmediatamente a la muerte, un Mr. ADN ex machina nos devuelve al punto en el que tomamos la funesta decisión y reconduce la trama por el otro camino (en otros casos también está la opción de deshacer decisión). Y la verdad es que es un detalle bueno el haber usado a Mr. ADN.
En fin, que nuestras decisiones llevarán a los campistas por diferentes caminos (siempre que sigan con vida) que consisten básicamente sucesiones de escenas con los campistas huyendo de algún dinosaurio, aunque todos conducen a la Aventura Secreta que da nombre a este episodio interactivo. Eso sí, esa parte puede ser diferente según la ruta seguida y puede desembocar en diferentes finales, no un único desenlace o muerte; pero todos ellos serían posibles dentro del canon de la serie. Esto evidencia un problema de este especial: al transcurrir en medio de la serie, presenta ciertas limitaciones en lo que puede ocurrir y en cómo puede concluir (obviando cuando matamos a los campistas). Y cuando termina reaparece Mr. ADN dirigiéndose al público para que volvamos a algún punto en el que nos perdimos ciertas escenas por no haber seguido esa ruta, porque, obviamente, en una única visualización no vamos a ver todo el metraje posible, así que hay que andar volviendo atrás y repitiendo escenas si se quiere ver todo lo que hay.
También hay que advertir que los cortes entre escenas a veces se notan demasiado (especialmente por los cambios abruptos de música y sonido).
Y ahora toca hablar de los dinosaurios (y demás paleofauna), que por algo son las estrellas de la franquicia y lo que la gente quiere ver (no las langostas gigantes, ¿lo entiendes, Trevorrow?). En Aventura Secreta aparecen algunas de las especies típicas de la saga, como Brachiosaurus, Velociraptor, Gallimimus y un par más. También hay otras pocas más que aparecen solo en algunas de las posibles rutas, como Toro el Carnotaurus o Rexy, por lo que nunca llegan a cruzarse. Y, por último, desde el principio (además de que fue desvelado en el tráiler) comienza a seguirlos un Tarbosaurus, un dinosaurio terópodo de gran tamaño que aparece aquí por vez primera en la franquicia y que hace de principal antagonista de este especial.
Por aportar algunos datos sobre este bicho, Tarbosaurus bataar fue un tiranosáurido que vivió en Asia hacia finales del cretácico, hace 70-68 millones de años, justo antes de la aparición de su pariente más famoso, el Tyrannosaurus rex. Y, sí, Tarbosaurus y Tyrannosaurus estaban tan estrechamente emparentados que durante mucho tiempo se consideró el meter a Tarbosaurus bataar en el género Tyrannosaurus con el nombre Tyrannosaurus bataar. Sin embargo, Tarbosaurus era más pequeño, menos robusto y, por ello, considerablemente menos masivo (unos 10-11 metros de largo y 4-5 toneladas frente a los 12-13 metros y las 8-9 toneladas del T. rex).
(Continúa abajo con más divagaciones sobre el Tarbosaurus y con las conclusiones finales, sin spoilers sobre las posibles historias ni, por supuesto, sus desenlaces)
O sea, que estamos ante algo a medio camino entre un episodio especial y un videojuego; y la verdad es que habría preferido cualquiera de esos dos productos, el primero porque la serie Camp Cretaceous/Campamento Cretácico es bastante entretenida incluso con lo random que resulta todo lo de las instalaciones de Mantha Corp, así que un episodio adicional o una película podría haber estado bien, y el segundo porque un juego de mundo abierto en plan survival por Isla Nublar llevando a uno, varios o todos los campistas podría ser una pasada.
Pero esto es lo que hay: un episodio extra intercuela ambientado entre las temporadas 2 y 3 de la serie en el que debemos tomar decisiones en varios momentos para que la historia progrese en un sentido u otro. Argumentalmente, no puede decirse que aporte mucho ni a la franquicia ni siquiera a la serie de Camp Cretaceous en particular, pues todo se resume a que los campistas andan por ahí buscando comida para sobrevivir cuando descubren un mensaje que los conduce hasta la Aventura Secreta, un conjunto de atracciones programadas para el décimo aniversario de Jurassic World que nunca llegaron a abrir, donde los campistas sospechan que un trabajador dejó un alijo de comida en previsión de que el parque se fuera a pique (como acabó sucediendo). El argumento es simplón, sí, pero no es más que la excusa para que los campistas se muevan por la isla y nosotros podamos influir en por dónde van. Adicionalmente, hay muchas referencias a las películas de la saga, principalmente a la original, y como ha sido costumbre en Camp Cretaceous acostumbran a estar muy bien integradas.
Los momentos en los que nos toca escoger lo hacemos a través de Darius, es decir, Darius o la totalidad del grupo deben elegir entre dos opciones que aparecen en pantalla y seguirán la que marquemos. Hay un tiempo límite para decidirse en el que si no marcamos ninguna se elige una automáticamente que no tiene por qué ser la mejor. Algunas de estas decisiones resultan bastante intrascendentes (como decir una cosa u otra, lo que cambia una frase o un diálogo breve), mientras que otras son auténticos dilemas a vida o muerte y lo peor es que es difícil prever qué decisión es peor (en según qué momentos, ambas opciones parecen terribles ideas, o bien, alguna vez, la más absurda es la correcta). Cuando una elección nos conduzca inmediatamente a la muerte, un Mr. ADN ex machina nos devuelve al punto en el que tomamos la funesta decisión y reconduce la trama por el otro camino (en otros casos también está la opción de deshacer decisión). Y la verdad es que es un detalle bueno el haber usado a Mr. ADN.
En fin, que nuestras decisiones llevarán a los campistas por diferentes caminos (siempre que sigan con vida) que consisten básicamente sucesiones de escenas con los campistas huyendo de algún dinosaurio, aunque todos conducen a la Aventura Secreta que da nombre a este episodio interactivo. Eso sí, esa parte puede ser diferente según la ruta seguida y puede desembocar en diferentes finales, no un único desenlace o muerte; pero todos ellos serían posibles dentro del canon de la serie. Esto evidencia un problema de este especial: al transcurrir en medio de la serie, presenta ciertas limitaciones en lo que puede ocurrir y en cómo puede concluir (obviando cuando matamos a los campistas). Y cuando termina reaparece Mr. ADN dirigiéndose al público para que volvamos a algún punto en el que nos perdimos ciertas escenas por no haber seguido esa ruta, porque, obviamente, en una única visualización no vamos a ver todo el metraje posible, así que hay que andar volviendo atrás y repitiendo escenas si se quiere ver todo lo que hay.
También hay que advertir que los cortes entre escenas a veces se notan demasiado (especialmente por los cambios abruptos de música y sonido).
Y ahora toca hablar de los dinosaurios (y demás paleofauna), que por algo son las estrellas de la franquicia y lo que la gente quiere ver (no las langostas gigantes, ¿lo entiendes, Trevorrow?). En Aventura Secreta aparecen algunas de las especies típicas de la saga, como Brachiosaurus, Velociraptor, Gallimimus y un par más. También hay otras pocas más que aparecen solo en algunas de las posibles rutas, como Toro el Carnotaurus o Rexy, por lo que nunca llegan a cruzarse. Y, por último, desde el principio (además de que fue desvelado en el tráiler) comienza a seguirlos un Tarbosaurus, un dinosaurio terópodo de gran tamaño que aparece aquí por vez primera en la franquicia y que hace de principal antagonista de este especial.
Por aportar algunos datos sobre este bicho, Tarbosaurus bataar fue un tiranosáurido que vivió en Asia hacia finales del cretácico, hace 70-68 millones de años, justo antes de la aparición de su pariente más famoso, el Tyrannosaurus rex. Y, sí, Tarbosaurus y Tyrannosaurus estaban tan estrechamente emparentados que durante mucho tiempo se consideró el meter a Tarbosaurus bataar en el género Tyrannosaurus con el nombre Tyrannosaurus bataar. Sin embargo, Tarbosaurus era más pequeño, menos robusto y, por ello, considerablemente menos masivo (unos 10-11 metros de largo y 4-5 toneladas frente a los 12-13 metros y las 8-9 toneladas del T. rex).
(Continúa abajo con más divagaciones sobre el Tarbosaurus y con las conclusiones finales, sin spoilers sobre las posibles historias ni, por supuesto, sus desenlaces)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Sin embargo, el Tarbosaurus de Camp Cretaceous es tan grande como Rexy, que ya es grande incluso para su especie (curiosamente, Darius comenta que los Tarbosaurus no son tan grandes como los Tyrannosaurus, aunque eso no es lo que se muestra), y exhibe un diseño algo exagerado y fantasioso en algunos aspectos que hizo que mucha gente creyera que se trata de un híbrido inventado para la ocasión y no un dinosaurio real: aparte del gran tamaño, el modelo está basado en el de Tyrannosaurus, lo que tiene sentido, con algunas modificaciones; el color es llamativo aunque no imposible (al no haber pruebas, cualquier coloración sería pura especulación), pero lo más llamativo y ficticio es la hilera de púas que recorre su cuerpo, basado en la figura de Tarbosaurus lanzada por Mattel en 2020 bajo la licencia de Jurassic World (no es la primera vez que pasa algo así en la franquicia, por ejemplo, el Ceratosaurus de Jurassic Park III, que reaparece precisamente en Camp Cretaceous, heredó la coloración de una pequeña figura de Jurassic Park hecha en 1993). Así que, por si alguien se lo preguntaba, la continua adición de nuevas especies es más un fanservice tolerable (incluso agradable) que una treta para vender juguetes (es decir, no solo se dan casos en los que el juguete de un dinosaurio precede por años a su aparición en una serie o película, sino que, al tratarse de animales reales, existen dinosaurios de sobra como para hacer juguetes durante décadas y siempre se descubren nuevas especies; además de la fauna contemporánea a estos como pterosaurios, sauropterigios, crurotarsos, mosasaurios...) Y, por cierto, eso de cubrir las espaldas de los grandes dinosaurios carnívoros con escamas y osteodermos (huesecillos cutáneos) como de cocodrilo es algo frecuente en la franquicia incluso en géneros en los que no hay pruebas de que fuera así (incluso es improbable) como Allosaurus y Giganotosaurus.
Eso sí, aunque el Tarbosaurus no luzca un diseño del todo exacto, siempre es mejor a que se hubieran sacado de la manga otro bicho falso (aka híbrido); y aquí por lo menos el público más joven que sienta interés puede buscar información sobre el animal real pues, aunque la finalidad de estos productos no es la de hacer divulgación científica, de alguna forma lo hacen, aunque sea indirectamente.
Resumiendo, esta Aventura Secreta es un curioso añadido a la serie. Sin duda, habrá quien le encuentre la gracia y seguramente puede resultar divertido para niños y niñas de primaria a quienes les guste la serie, pero para un buen porcentaje del público potencial (o sea, fans de más edad) será frustrante andar repitiendo y rectificando para ver todos los posibles caminos y desenlaces. Cierto es que siempre puede repetirse la aventura otro día para que no sature, pero, eso sí, hay que recordar las decisiones tomadas para no repetirlas.
Aspectos positivos: Aunque no es del todo científicamente correcto, el Tarbosaurus tiene un diseño llamativo y se parece más al animal real que muchos dinosaurios de las películas, incluyendo el Giganotosaurus de Dominion. Hay algunos guiños a las películas bien integrados. Terminada la serie se agradece una aventura más con los campistas en Isla Nublar.
Aspectos negativos: Que todo gire en torno a una atracción solo para justificar el título resulta un tanto peregrino. ¿Por qué hay un tour con dinosaurios animatrónicos en un parque de dinosaurios reales? Las decisiones sacan bastante de la historia y para llegar a las escenas más espectaculares hay que tomar decisiones absurdas y para verlo todo hay que andar repitiendo partes del episodio, además de que anda algo limitado por ser una intercuela, así que, como dije al principio, tanto un sencillo episodio/película extra como un videojuego en sí habrían funcionado mejor que este híbrido.
Puntuación: 5.25
Eso sí, aunque el Tarbosaurus no luzca un diseño del todo exacto, siempre es mejor a que se hubieran sacado de la manga otro bicho falso (aka híbrido); y aquí por lo menos el público más joven que sienta interés puede buscar información sobre el animal real pues, aunque la finalidad de estos productos no es la de hacer divulgación científica, de alguna forma lo hacen, aunque sea indirectamente.
Resumiendo, esta Aventura Secreta es un curioso añadido a la serie. Sin duda, habrá quien le encuentre la gracia y seguramente puede resultar divertido para niños y niñas de primaria a quienes les guste la serie, pero para un buen porcentaje del público potencial (o sea, fans de más edad) será frustrante andar repitiendo y rectificando para ver todos los posibles caminos y desenlaces. Cierto es que siempre puede repetirse la aventura otro día para que no sature, pero, eso sí, hay que recordar las decisiones tomadas para no repetirlas.
Aspectos positivos: Aunque no es del todo científicamente correcto, el Tarbosaurus tiene un diseño llamativo y se parece más al animal real que muchos dinosaurios de las películas, incluyendo el Giganotosaurus de Dominion. Hay algunos guiños a las películas bien integrados. Terminada la serie se agradece una aventura más con los campistas en Isla Nublar.
Aspectos negativos: Que todo gire en torno a una atracción solo para justificar el título resulta un tanto peregrino. ¿Por qué hay un tour con dinosaurios animatrónicos en un parque de dinosaurios reales? Las decisiones sacan bastante de la historia y para llegar a las escenas más espectaculares hay que tomar decisiones absurdas y para verlo todo hay que andar repitiendo partes del episodio, además de que anda algo limitado por ser una intercuela, así que, como dije al principio, tanto un sencillo episodio/película extra como un videojuego en sí habrían funcionado mejor que este híbrido.
Puntuación: 5.25
CortometrajeAnimación

3,8
2.200
6
24 de diciembre de 2019
24 de diciembre de 2019
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Iba a titular la crítica con un palabro tipo "sobrecomercialización" o algo así, pero no quería perder la tradición (ya que este corto va de eso) de poner un pomposo título en inglés que no es sino una cita extraída de la entrega de Frozen en cuestión, dejando así constancia de mi descontento con las más que mejorables adaptaciones al castellano que se han hecho con esta saga.
Por otra parte y como rara avis que soy, no he venido aquí a desahogarme porque me obligaran a ver algo en lo que no tuviera el más mínimo interés, como le ocurrió a mucha gente que acudió al cine para ver Coco (gran película, por cierto), sino que voy a intentar escribir una reseña intemporal que pueda ser de alguna utilidad a quien la lea ahora, pues como "the past is in the past" y el de aquel incidente han pasado años, este corto no tan corto es lo que queda y supondré que quien busque una crítica del mismo quiere leer algo más que una simple queja desfasada.
Pues eso, como era de esperar, estamos ante otro obvio ejemplo de explotación de una franquicia bastante popular, y particularmente de Olaf, un alivio cómico (también elemento simbólico) ascendido aquí a protagonista cuyos gags y chistecillos ya sobraban en algunos momentos de Frozen, y volverán a estar de más en un par de escenas de Frozen II (aunque en general su papel cómico está más pulido en esta secuela). Y el hecho de que ni los directores ni los compositores de Frozen formaran parte de este proyecto tampoco presagiaba nada bueno.
Olaf's Frozen Adventure fue concebido y producido como un corto para TV siguiendo la un tanto hortera tradición de los especiales de Navidad para televisión derivados de películas y series exitosas, porque en Disney pensaron que si Star Wars lo tuvo, ¿por qué no Frozen? Además, alguien en Disney pensaría que la temática encaja perfectamente (Navidad, invierno, nieve, Olaf, familia... así a priori ciertamente lo parece), aunque esa sea sólo una apreciación muy superficial y Frozen en realidad no tenga nada que ver con esa fiesta, por mucha nieve que salga.
La historia transcurre durante la primera Navidad/Yule en Arendelle después de los eventos de la primera película y de la reconciliación de Elsa y Anna, por lo que cronológicamente este corto se sitúa entre Frozen y el corto Frozen Fever (sí, es una cronología innecesariamente retorcida), cuando Olaf se propone encontrar una tradición navideña adecuada para las dos hermanas. Contrariamente a lo que se intuye, la trama no se centra exclusivamente en la Navidad ni profundiza en ella como tal (ni moderna ni mucho menos tradicional), sino que pasea superficialmente por una amplia variedad de fiestas que ocurren en torno al solsticio de invierno, lo que incluye la Navidad, Hanuká y celebraciones paganas como el Yule (o Júl), con todas las aleatorias tradiciones asociadas a cada una de ellas que pudieron meter, creando una extraña mezcla que pretende mostrar la variedad de fiestas que coinciden por esas fechas siempre con la familia como elemento común a todas ellas.
Sin embargo, la forma de exponerlas es un tour de Olaf y Sven casa por casa que se hace algo pesado, lo que puede sonar exagerado siendo esto un cortometraje, pero ese tramo sería largo incluso para una película (unos 6 minutos), incluyendo un número musical algo bobo (salvo un curioso segmento) y una escena de acción copiada de la película original, y en el que lo único rescatable es la aparición de Oaken. Tras una secuencia en el castillo, tenemos una breve escena de acción con lobos, de nuevo, algo visto en la primera película.
Irónicamente, durante todo el corto, Olaf busca solucionar algo para Elsa y Anna aunque ellas encuentran una respuesta por sí mismas, así que todo lo que hace Olaf queda en prácticamente nada (es decir, comedia floja y minutos de relleno). Sin embargo, dicho muñeco de nieve sigue teniendo cierto valor simbólico en lo que a la relación entre las dos hermanas se refiere, pero lo que en las películas (ambas) es sutil, aquí te lo tiran a la cara (Anna prácticamente lo verbaliza).
Aún con todo, Olaf's Frozen Adventure es una aventurilla simpática que resultará cuanto menos curiosa para cualquier fan de Frozen (en especial los de menos edad, al ser más sencilla y carecer de la fuerza y las lecturas adicionales de los largometrajes) cuyo principal defecto es un metraje que excede los 20 minutos (comparable a un capítulo de cualquier serie anime o al de una sitcom promedio), lo que resulta algo excesivo para lo que cuenta (aún no puedo creer que alguien pensara que iba a funcionar en una sala de cine acompañando a una película sin relación alguna). En comparación, Frozen Fever, dura unos 7 minutos y por ello cumple bien como un añadido, casi un apéndice, de la película original, cuyo final dejaba con ganas de unos minutillos más (y, quizá, otro número musical de Elsa y Anna).
Por lo demás, reaparecen el resto de personajes principales de Frozen, Elsa y Anna con menos protagonismo y Kristoff que queda reducido a personaje cómico (otro más), lo que no es una gran noticia cuando el humor es, en general, bastante infantil. Como he adelantado, también vemos a Oaken, el secundario más carismático de Frozen y el único personaje fuera del grupo principal que ha aparecido en todos los cortos y películas, que deja uno de los gags que mejor funciona.
Obviamente, como cualquier producción audiovisual de la franquicia, Olaf's Frozen Adventure es un musical. Sin Robert Lopez y Kristen Anderson-Lopez (compositores habituales que, afortunadamente, andaban creando joyas como "Show Yourself" para la secuela), en esta ocasión Elyssa Samsel y Kate Anderson fueron las encargadas de componer las canciones, cuatro en total y dos reprises, que a decir verdad son tan poco memorables como el resto del corto. La más destacable es " When We're Together", con su aire de villancico, aunque está bastante lejos del nivel de los grandes temas de las películas.
(Sigue sin spoilers)
Por otra parte y como rara avis que soy, no he venido aquí a desahogarme porque me obligaran a ver algo en lo que no tuviera el más mínimo interés, como le ocurrió a mucha gente que acudió al cine para ver Coco (gran película, por cierto), sino que voy a intentar escribir una reseña intemporal que pueda ser de alguna utilidad a quien la lea ahora, pues como "the past is in the past" y el de aquel incidente han pasado años, este corto no tan corto es lo que queda y supondré que quien busque una crítica del mismo quiere leer algo más que una simple queja desfasada.
Pues eso, como era de esperar, estamos ante otro obvio ejemplo de explotación de una franquicia bastante popular, y particularmente de Olaf, un alivio cómico (también elemento simbólico) ascendido aquí a protagonista cuyos gags y chistecillos ya sobraban en algunos momentos de Frozen, y volverán a estar de más en un par de escenas de Frozen II (aunque en general su papel cómico está más pulido en esta secuela). Y el hecho de que ni los directores ni los compositores de Frozen formaran parte de este proyecto tampoco presagiaba nada bueno.
Olaf's Frozen Adventure fue concebido y producido como un corto para TV siguiendo la un tanto hortera tradición de los especiales de Navidad para televisión derivados de películas y series exitosas, porque en Disney pensaron que si Star Wars lo tuvo, ¿por qué no Frozen? Además, alguien en Disney pensaría que la temática encaja perfectamente (Navidad, invierno, nieve, Olaf, familia... así a priori ciertamente lo parece), aunque esa sea sólo una apreciación muy superficial y Frozen en realidad no tenga nada que ver con esa fiesta, por mucha nieve que salga.
La historia transcurre durante la primera Navidad/Yule en Arendelle después de los eventos de la primera película y de la reconciliación de Elsa y Anna, por lo que cronológicamente este corto se sitúa entre Frozen y el corto Frozen Fever (sí, es una cronología innecesariamente retorcida), cuando Olaf se propone encontrar una tradición navideña adecuada para las dos hermanas. Contrariamente a lo que se intuye, la trama no se centra exclusivamente en la Navidad ni profundiza en ella como tal (ni moderna ni mucho menos tradicional), sino que pasea superficialmente por una amplia variedad de fiestas que ocurren en torno al solsticio de invierno, lo que incluye la Navidad, Hanuká y celebraciones paganas como el Yule (o Júl), con todas las aleatorias tradiciones asociadas a cada una de ellas que pudieron meter, creando una extraña mezcla que pretende mostrar la variedad de fiestas que coinciden por esas fechas siempre con la familia como elemento común a todas ellas.
Sin embargo, la forma de exponerlas es un tour de Olaf y Sven casa por casa que se hace algo pesado, lo que puede sonar exagerado siendo esto un cortometraje, pero ese tramo sería largo incluso para una película (unos 6 minutos), incluyendo un número musical algo bobo (salvo un curioso segmento) y una escena de acción copiada de la película original, y en el que lo único rescatable es la aparición de Oaken. Tras una secuencia en el castillo, tenemos una breve escena de acción con lobos, de nuevo, algo visto en la primera película.
Irónicamente, durante todo el corto, Olaf busca solucionar algo para Elsa y Anna aunque ellas encuentran una respuesta por sí mismas, así que todo lo que hace Olaf queda en prácticamente nada (es decir, comedia floja y minutos de relleno). Sin embargo, dicho muñeco de nieve sigue teniendo cierto valor simbólico en lo que a la relación entre las dos hermanas se refiere, pero lo que en las películas (ambas) es sutil, aquí te lo tiran a la cara (Anna prácticamente lo verbaliza).
Aún con todo, Olaf's Frozen Adventure es una aventurilla simpática que resultará cuanto menos curiosa para cualquier fan de Frozen (en especial los de menos edad, al ser más sencilla y carecer de la fuerza y las lecturas adicionales de los largometrajes) cuyo principal defecto es un metraje que excede los 20 minutos (comparable a un capítulo de cualquier serie anime o al de una sitcom promedio), lo que resulta algo excesivo para lo que cuenta (aún no puedo creer que alguien pensara que iba a funcionar en una sala de cine acompañando a una película sin relación alguna). En comparación, Frozen Fever, dura unos 7 minutos y por ello cumple bien como un añadido, casi un apéndice, de la película original, cuyo final dejaba con ganas de unos minutillos más (y, quizá, otro número musical de Elsa y Anna).
Por lo demás, reaparecen el resto de personajes principales de Frozen, Elsa y Anna con menos protagonismo y Kristoff que queda reducido a personaje cómico (otro más), lo que no es una gran noticia cuando el humor es, en general, bastante infantil. Como he adelantado, también vemos a Oaken, el secundario más carismático de Frozen y el único personaje fuera del grupo principal que ha aparecido en todos los cortos y películas, que deja uno de los gags que mejor funciona.
Obviamente, como cualquier producción audiovisual de la franquicia, Olaf's Frozen Adventure es un musical. Sin Robert Lopez y Kristen Anderson-Lopez (compositores habituales que, afortunadamente, andaban creando joyas como "Show Yourself" para la secuela), en esta ocasión Elyssa Samsel y Kate Anderson fueron las encargadas de componer las canciones, cuatro en total y dos reprises, que a decir verdad son tan poco memorables como el resto del corto. La más destacable es " When We're Together", con su aire de villancico, aunque está bastante lejos del nivel de los grandes temas de las películas.
(Sigue sin spoilers)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
También resulta curiosa una secuencia musical que muestra a los personajes tejidos en lana (sigue siendo CGI, pero está muy bien hecho), aunque apenas dura unos 20 segundos y es mérito de la animación, no de la música.
En fin, Frozen fue en su momento una película terriblemente necesaria. Si bien su mensaje principal puede parecer obvio, era algo que se oponía a la tradición del Disney clásico (y no tan clásico, que lo de meter un romantic plot tumor como parte central de la trama incluso cuando adaptan obras o historias reales en las que esto no ocurre, como Pocahontas, es algo que Disney ha mantenido hasta hace apenas unos años). No se puede decir que Olaf's Frozen Adventure sea necesario. Simplemente estamos ante uno de los cortos (en plural) que Jennifer Lee y Christophe Beck prometieron que llegarían antes del largometraje secuela para aligerar la espera al fandom y mantener vivo el fenómeno, aunque precisamente ellos no están detrás ni del guion ni de la dirección (y algo se nota), puesto que también estaban ocupados con Frozen II.
Obviamente, esta es una obra inferior y, para el gran público, altamente prescindible. Para incidir en la relación fraternal entre Elsa y Anna después de los eventos de Frozen ya está Frozen Fever. Olaf's Frozen Adventure, en cambio, vive un poco de estirar el inicio del número "Do You Want to Build a Snowman?" y del papel de Olaf, como personaje inventado por Elsa, durante la infancia de las hermanas. Añade a ello un par de escenas de acción ya vistas en la película original, una sobredosis de Olaf (y no del mejor Olaf, que ese lo encontramos en Frozen II), mete una temática navideña porque parece que no va a desentonar y deja un mensaje que, si bien es bonito, también resulta redundante y decididamente ñoño.
Pero tampoco es como para defenestrar a los responsables: Olaf's Frozen Adventure en ningún momento resulta insoportable, hay un par de detalles que serán apreciados por la fanbase y sigue siendo un poco mejor que el horripilante especial navideño medio. Y, sin duda, habría funcionado mejor como especial de TV o como extra de una edición doméstica de Frozen (como los cortos de Monstruos, S.A. o Brave que venían con su respectiva película en Blu-ray) y habría recibido mucho menos hate. Es un producto descaradamente comercial, sí; sin embargo, en los 6 años que separan Frozen y Frozen II, Disney sacó sólo un par de cortos de esta franquicia (incluyendo este) que juntos apenas suman media hora, mientras que en el mismo periodo hizo una trilogía de secuelas, dos spin-offs, una serie live action y otra de animación de Star Wars; y 15 películas del Marvel Cinematic Universe, una docena de series para Netflix y ABC y un par de cortos. Al final eso de acusar a Disney de explotar a Frozen va a ser injusto y todo (por lo menos al lado de lo que hace con sus otras licencias).
Resumiendo, actualmente nadie va a tener que pasar por esto por accidente. Quien vea este corto es porque es fan de la saga (tal es mi caso) y yo me limito a advertirle de que no está al mismo nivel que Frozen Fever ni muchísimo menos de las películas, pero puede que le entretenga un rato y, como Olaf es un personaje bastante querido en el fandom (cosa que no me explico del todo,) quizá hasta le divierta.
Aspectos positivos: Presenta una gran calidad técnica y artística para ser un producto dirigido directamente a TV, en particular, el CGI es bastante bueno. Tiene un par de momentos rescatables, las referencias y conexiones con la película original son agradables y siempre es un placer regresar a Arendelle, aunque sea para una aventura menor.
Aspectos negativos: Es muy largo para lo que cuenta, y lo que cuenta no es especialmente interesante. El humor es simplón y las canciones son poco memorables. Olaf demuestra en Frozen II que puede ser un buen alivio cómico e incluso servir muy bien de elemento dramático, pero el papel de protagonista le queda grande.
Puntuación: 5.5
En fin, Frozen fue en su momento una película terriblemente necesaria. Si bien su mensaje principal puede parecer obvio, era algo que se oponía a la tradición del Disney clásico (y no tan clásico, que lo de meter un romantic plot tumor como parte central de la trama incluso cuando adaptan obras o historias reales en las que esto no ocurre, como Pocahontas, es algo que Disney ha mantenido hasta hace apenas unos años). No se puede decir que Olaf's Frozen Adventure sea necesario. Simplemente estamos ante uno de los cortos (en plural) que Jennifer Lee y Christophe Beck prometieron que llegarían antes del largometraje secuela para aligerar la espera al fandom y mantener vivo el fenómeno, aunque precisamente ellos no están detrás ni del guion ni de la dirección (y algo se nota), puesto que también estaban ocupados con Frozen II.
Obviamente, esta es una obra inferior y, para el gran público, altamente prescindible. Para incidir en la relación fraternal entre Elsa y Anna después de los eventos de Frozen ya está Frozen Fever. Olaf's Frozen Adventure, en cambio, vive un poco de estirar el inicio del número "Do You Want to Build a Snowman?" y del papel de Olaf, como personaje inventado por Elsa, durante la infancia de las hermanas. Añade a ello un par de escenas de acción ya vistas en la película original, una sobredosis de Olaf (y no del mejor Olaf, que ese lo encontramos en Frozen II), mete una temática navideña porque parece que no va a desentonar y deja un mensaje que, si bien es bonito, también resulta redundante y decididamente ñoño.
Pero tampoco es como para defenestrar a los responsables: Olaf's Frozen Adventure en ningún momento resulta insoportable, hay un par de detalles que serán apreciados por la fanbase y sigue siendo un poco mejor que el horripilante especial navideño medio. Y, sin duda, habría funcionado mejor como especial de TV o como extra de una edición doméstica de Frozen (como los cortos de Monstruos, S.A. o Brave que venían con su respectiva película en Blu-ray) y habría recibido mucho menos hate. Es un producto descaradamente comercial, sí; sin embargo, en los 6 años que separan Frozen y Frozen II, Disney sacó sólo un par de cortos de esta franquicia (incluyendo este) que juntos apenas suman media hora, mientras que en el mismo periodo hizo una trilogía de secuelas, dos spin-offs, una serie live action y otra de animación de Star Wars; y 15 películas del Marvel Cinematic Universe, una docena de series para Netflix y ABC y un par de cortos. Al final eso de acusar a Disney de explotar a Frozen va a ser injusto y todo (por lo menos al lado de lo que hace con sus otras licencias).
Resumiendo, actualmente nadie va a tener que pasar por esto por accidente. Quien vea este corto es porque es fan de la saga (tal es mi caso) y yo me limito a advertirle de que no está al mismo nivel que Frozen Fever ni muchísimo menos de las películas, pero puede que le entretenga un rato y, como Olaf es un personaje bastante querido en el fandom (cosa que no me explico del todo,) quizá hasta le divierta.
Aspectos positivos: Presenta una gran calidad técnica y artística para ser un producto dirigido directamente a TV, en particular, el CGI es bastante bueno. Tiene un par de momentos rescatables, las referencias y conexiones con la película original son agradables y siempre es un placer regresar a Arendelle, aunque sea para una aventura menor.
Aspectos negativos: Es muy largo para lo que cuenta, y lo que cuenta no es especialmente interesante. El humor es simplón y las canciones son poco memorables. Olaf demuestra en Frozen II que puede ser un buen alivio cómico e incluso servir muy bien de elemento dramático, pero el papel de protagonista le queda grande.
Puntuación: 5.5
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