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5,6
5.534
7
12 de mayo de 2022
12 de mayo de 2022
12 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sonic 1 sorprendió creo que a todo el mundo, y me incluyo, con su buen hacer tras las cámaras. De una película en que sus primeros spots y algunas imágenes del Erizo azul hacían presagiar lo peor, nos encontramos una cinta tremendamente entretenida, divertida y (obviamente) muy enfocada a los más pequeños.
En esta ocasión, desde Paramount vuelven a repetir la fórmula que ya les funcionó en la anterior (tanto con las opiniones generales del público como en la taquilla) y consiguen unos resultados, incluso, aún algo mejores.
La película obviamente es continuista. Tanto argumentalmente (empieza justo donde acabó su predecesora) como en el estilo de humor, ritmo y tono general. Pero, en esta ocasión, tengo la sensación de que van un poco más allá. Las referencias tanto al videojuego como a otras películas están presentes todo el rato (y a la cultura pop, en general, también) y la trama, sin ser nada del otro mundo, consigue ser un vehículo más que solvente sobre el que ir encadenando las escenas de acción y los numerosos momentos cómicos. El giro hacía esa aventura en busca de pistas está muy bien logrado y yo, particularmente, lo he pasado fenomenal con toda esa parte de la historia.
El CGI está francamente bien logrado, con momentos muy top y las nuevas adquisiciones en forma de personajes (Especialmente la de Knuckles al que pone la voz Idris Elba) funcionan a la perfección. A esto debemos sumar un Jim Carrey que está más desatado que nunca y que se nota que se encuentra en su salsa. Es posible que, a veces, se pase un poco de vueltas pero como fan del actor yo lo celebro. Me gusta volver a tenerle en pantalla en este tipo de papeles tan histriónicos y donde siempre se ha movido tan bien.
No hay mucho más que añadir sobre la cinta, sinceramente. Sonic es eso que esperas que sea si viste la anterior. Si disfrutaste y reíste con Sonic 1, lo más probable y lógico es que hagas lo mismo con Sonic 2. No, no es una película que busque reinventar nada en el séptimo arte (que viendo algunos críticos profesionales, alucino con qué esperaban encontrar en Sonic 2), pero desde luego lo que sí consigue es ser un entretenimiento de primerísimo nivel. Muy recomendable, especialmente para los más pequeños de la casa.
En esta ocasión, desde Paramount vuelven a repetir la fórmula que ya les funcionó en la anterior (tanto con las opiniones generales del público como en la taquilla) y consiguen unos resultados, incluso, aún algo mejores.
La película obviamente es continuista. Tanto argumentalmente (empieza justo donde acabó su predecesora) como en el estilo de humor, ritmo y tono general. Pero, en esta ocasión, tengo la sensación de que van un poco más allá. Las referencias tanto al videojuego como a otras películas están presentes todo el rato (y a la cultura pop, en general, también) y la trama, sin ser nada del otro mundo, consigue ser un vehículo más que solvente sobre el que ir encadenando las escenas de acción y los numerosos momentos cómicos. El giro hacía esa aventura en busca de pistas está muy bien logrado y yo, particularmente, lo he pasado fenomenal con toda esa parte de la historia.
El CGI está francamente bien logrado, con momentos muy top y las nuevas adquisiciones en forma de personajes (Especialmente la de Knuckles al que pone la voz Idris Elba) funcionan a la perfección. A esto debemos sumar un Jim Carrey que está más desatado que nunca y que se nota que se encuentra en su salsa. Es posible que, a veces, se pase un poco de vueltas pero como fan del actor yo lo celebro. Me gusta volver a tenerle en pantalla en este tipo de papeles tan histriónicos y donde siempre se ha movido tan bien.
No hay mucho más que añadir sobre la cinta, sinceramente. Sonic es eso que esperas que sea si viste la anterior. Si disfrutaste y reíste con Sonic 1, lo más probable y lógico es que hagas lo mismo con Sonic 2. No, no es una película que busque reinventar nada en el séptimo arte (que viendo algunos críticos profesionales, alucino con qué esperaban encontrar en Sonic 2), pero desde luego lo que sí consigue es ser un entretenimiento de primerísimo nivel. Muy recomendable, especialmente para los más pequeños de la casa.

5,5
3.886
7
22 de septiembre de 2022
22 de septiembre de 2022
19 de 27 usuarios han encontrado esta crítica útil
Últimamente parece que hay una cierta tendencia a que lleguen con más asiduidad de lo habitual a nuestros cines películas denominadas en el mundo anglosajón como “Feel Good movies”. Cintas que, casi desde el inicio, sabes que estructura van a seguir más o menos y que suplen la falta de sorpresas en la trama y en la carencia de giros argumentales con poner muchísimo sentimiento y corazón a las historias que nos cuentan. Moviéndose, con gracilidad si se hace bien o con torpeza si está mal hecho, entre la comedía más distendida y el drama ligerito pero efectivo que busca que el espectador se emocione.
En esta ocasión, llega a los cines de toda España el dieciséis de septiembre “La vida padre”, película que cumple al pie de la letra lo anteriormente citado (dentro del grupo de las que lo hacen bien) pero que, además, aporta un extra gracias a sus fantásticos actores.
La cinta arranca con un flashback donde vemos una broma por parte de dos críos en el restaurante de su padre, con el rey de España por medio, que sale francamente mal y que acaba con la depresión y posterior muerte/desaparición del cabeza de familia. Al que da vida el enormísimo Karra Elejalde que está absolutamente fantástico. Posteriormente, la película nos traslada al presente, lugar en que se produce toda la narración y donde nos cuentan que, después de muchos años, los hijos han seguido con el restaurante del padre y que han dado a este por muerto tras caer a la ría. Obviamente la reaparición de su padre, que además no recuerda quienes son y sigue “viviendo” en 1990, va a dar un giro de ciento ochenta grados a las vidas de todos.
Siguiendo desde este arranque, la película nos lleva a transitar por una historia plagada de bromas de cocina (muchísimos gags desternillantes sobre la alta cocina y el esnobismo que, en ocasiones, la acompaña), algunos chistes meta cinematográficos con la procedencia del actor protagonista real y su distinta procedencia en la cinta y muchas situaciones hilarantes sobre cómo sería para alguien que “vive” en 1990 aterrizar de golpe en pleno 2022 con el auge de las tecnologías y los múltiples avances que hemos tenido durante estos treinta años.
Toda esta parte cómica, que funciona francamente bien, la equilibra el guion con una parte más emotiva donde la cinta explora esa relación de un padre que ha estado ausente durante tantísimos años, que no recuerda a sus propios hijos (o, mejor dicho, no los reconoce porque para él tienen 7 y 8 años) y como toda esa familia ha asumido esa ausencia y ahora tiene que aceptar este cambio completo de paradigma dentro del núcleo familiar. Las idas y venidas, la búsqueda por volver a conectar con un padre muy gruñón y muy distinto del que recuerdan de la infancia y otros temas que no explicaré por no entrar en spoilers importantes de la cinta son el corazón de esta pequeña pero tierna historia contada por Joaquín Mazón.
Obviamente, la cinta en ocasiones tira de tópicos. Y, debo decir, que creo que desaprovecha a los dos personajes femeninos (tanto a la madre como a la doctora del padre). Y es algo que yo, particularmente, he echado en falta. Esa falta de desarrollo en unos personajes que podían poner el contrapunto más terrenal a la locura en la que se ven envueltos padre e hijo. Pero, en cualquier caso, creo que nos encontramos ante una película que funciona muy bien en sus pretensiones y que, gracias a los dos actores protagonistas, se erige como una buena y divertida comedia. No tendrá la profundidad de otras propuestas mucho más sesudas y repletas de humor inteligente. Pero tampoco lo necesita. Si queréis pasar un buen rato riendo y emocionándoos, os recomiendo pasaros por el cine.
Twitter: @QuiqueMartin27, colaborador de Mundoplustv
En esta ocasión, llega a los cines de toda España el dieciséis de septiembre “La vida padre”, película que cumple al pie de la letra lo anteriormente citado (dentro del grupo de las que lo hacen bien) pero que, además, aporta un extra gracias a sus fantásticos actores.
La cinta arranca con un flashback donde vemos una broma por parte de dos críos en el restaurante de su padre, con el rey de España por medio, que sale francamente mal y que acaba con la depresión y posterior muerte/desaparición del cabeza de familia. Al que da vida el enormísimo Karra Elejalde que está absolutamente fantástico. Posteriormente, la película nos traslada al presente, lugar en que se produce toda la narración y donde nos cuentan que, después de muchos años, los hijos han seguido con el restaurante del padre y que han dado a este por muerto tras caer a la ría. Obviamente la reaparición de su padre, que además no recuerda quienes son y sigue “viviendo” en 1990, va a dar un giro de ciento ochenta grados a las vidas de todos.
Siguiendo desde este arranque, la película nos lleva a transitar por una historia plagada de bromas de cocina (muchísimos gags desternillantes sobre la alta cocina y el esnobismo que, en ocasiones, la acompaña), algunos chistes meta cinematográficos con la procedencia del actor protagonista real y su distinta procedencia en la cinta y muchas situaciones hilarantes sobre cómo sería para alguien que “vive” en 1990 aterrizar de golpe en pleno 2022 con el auge de las tecnologías y los múltiples avances que hemos tenido durante estos treinta años.
Toda esta parte cómica, que funciona francamente bien, la equilibra el guion con una parte más emotiva donde la cinta explora esa relación de un padre que ha estado ausente durante tantísimos años, que no recuerda a sus propios hijos (o, mejor dicho, no los reconoce porque para él tienen 7 y 8 años) y como toda esa familia ha asumido esa ausencia y ahora tiene que aceptar este cambio completo de paradigma dentro del núcleo familiar. Las idas y venidas, la búsqueda por volver a conectar con un padre muy gruñón y muy distinto del que recuerdan de la infancia y otros temas que no explicaré por no entrar en spoilers importantes de la cinta son el corazón de esta pequeña pero tierna historia contada por Joaquín Mazón.
Obviamente, la cinta en ocasiones tira de tópicos. Y, debo decir, que creo que desaprovecha a los dos personajes femeninos (tanto a la madre como a la doctora del padre). Y es algo que yo, particularmente, he echado en falta. Esa falta de desarrollo en unos personajes que podían poner el contrapunto más terrenal a la locura en la que se ven envueltos padre e hijo. Pero, en cualquier caso, creo que nos encontramos ante una película que funciona muy bien en sus pretensiones y que, gracias a los dos actores protagonistas, se erige como una buena y divertida comedia. No tendrá la profundidad de otras propuestas mucho más sesudas y repletas de humor inteligente. Pero tampoco lo necesita. Si queréis pasar un buen rato riendo y emocionándoos, os recomiendo pasaros por el cine.
Twitter: @QuiqueMartin27, colaborador de Mundoplustv

3,7
4.393
5
26 de febrero de 2024
26 de febrero de 2024
15 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Llevamos ya unas cuantas películas de este universo compartido que está creando Sony a partir de los villanos de Spider-man pero sin que el hombre araña aparezca en ningún momento. Y uno, que aunque es fan del género se empieza a hacer muchas preguntas, comienza a pensar que ese universo compartido quizá no es tal y que no hay un plan específico para llegar a ningún lugar en el medio y largo plazo.
Durante los últimos años hemos tenido películas con más o menos acierto como son Venom y su secuela, la inexplicable Morbius y ahora nos llega a nuestra cartelera Madame Web. Y después de cuatro películas -y las que faltan por venir- creo que alguien debería empezar a plantearse tomar las riendas de todo el asunto y hacer una de las siguientes dos cosas: O se le da una coherencia como universo y se cuenta de nuevo con Spider-man o, dejamos eso de lado y omitimos las referencias, y hacemos películas completamente independientes, que no hagan esfuerzos por parecer mínimamente conectadas, y naveguen a su aire.
Digo todo lo anterior porque después de ver Madame Web, y aunque sé que mi opinión no es la mayoritaria, creo que no estamos ante una película terrible. Creo que estamos ante una cinta que se defiende bien gracias a su buen inicio y a sus actrices, que hacen lo que pueden con lo que les dan, pero que tiene sus problemas en el mismo lugar donde ya los tuvo Morbius y Venom 2. Y que no es otro sitio que en su segunda mitad de película.
Madame Web arranca bien. Tenemos a Dakota Johnson que cumple y una trama que, aunque típica y tópica, te funciona lo suficiente como para generar interés en el espectador. Hay secuencias, como la del tren y los distintos futuros, que están muy bien planteadas y que, sinceramente, destacan bastante por encima del resto del metraje. El principal problema es que luego la película va avanzando y te das cuenta que el guion no sabe hacía donde quiere ir. A ello no le ayuda ni el villano, que es genérico al máximo, ni tampoco esa necesidad que detecto en todas estas cintas, y que comentaba anteriormente, de ir tirando referencias al espectador para que este las identifique y que no aportan nada a la trama más allá de para decir “Hey, esto es por Spider-man” y este personaje es tal personaje.
Sinceramente creo que hay que parar y reflexionar. Por mucho que “Madame Web” a mí me parezca una peli pasable, que entretiene en algunos momentos, y que se deja ver sin mayores problemas, -para mí está lejos del desastre que fue Morbius en su día- no es de recibo que cintas con tanto potencial, y con tanto dinero dentro, se vean una y otra, y otra vez lastradas por los mismos problemas. Y menos aún cuando dichos problemas llevan siendo evidentes desde que iniciaron este universo compartido para cualquiera que haya visto estas cintas.
No sé de quién es la culpa, y tampoco sé por qué se sigue sin solucionar. Pero lo que sí sé es que el público empieza a estar cansado, la crítica también y esto no beneficia a nadie. Quizá es momento de poner un stand-by y ver si puedes unirte al UCM y, bajo su paraguas, crear de cero. O quizá es el momento de cederle los personajes a Marvel y simplemente limitarte a cobrar los cheques por los derechos, como ya ocurre con el hombre araña. En cualquier caso, creo que cintas como “Madame Web”, aunque para mí puedan ser entretenidas, no deben ser el camino más. Veremos qué ocurre con las siguientes que están por venir.
PD: No hace falta que os quedéis hasta el final de los créditos, no tiene ninguna escena extra.
Twitter: @QuiqueMartin27, colaborador de Mundoplustv
Durante los últimos años hemos tenido películas con más o menos acierto como son Venom y su secuela, la inexplicable Morbius y ahora nos llega a nuestra cartelera Madame Web. Y después de cuatro películas -y las que faltan por venir- creo que alguien debería empezar a plantearse tomar las riendas de todo el asunto y hacer una de las siguientes dos cosas: O se le da una coherencia como universo y se cuenta de nuevo con Spider-man o, dejamos eso de lado y omitimos las referencias, y hacemos películas completamente independientes, que no hagan esfuerzos por parecer mínimamente conectadas, y naveguen a su aire.
Digo todo lo anterior porque después de ver Madame Web, y aunque sé que mi opinión no es la mayoritaria, creo que no estamos ante una película terrible. Creo que estamos ante una cinta que se defiende bien gracias a su buen inicio y a sus actrices, que hacen lo que pueden con lo que les dan, pero que tiene sus problemas en el mismo lugar donde ya los tuvo Morbius y Venom 2. Y que no es otro sitio que en su segunda mitad de película.
Madame Web arranca bien. Tenemos a Dakota Johnson que cumple y una trama que, aunque típica y tópica, te funciona lo suficiente como para generar interés en el espectador. Hay secuencias, como la del tren y los distintos futuros, que están muy bien planteadas y que, sinceramente, destacan bastante por encima del resto del metraje. El principal problema es que luego la película va avanzando y te das cuenta que el guion no sabe hacía donde quiere ir. A ello no le ayuda ni el villano, que es genérico al máximo, ni tampoco esa necesidad que detecto en todas estas cintas, y que comentaba anteriormente, de ir tirando referencias al espectador para que este las identifique y que no aportan nada a la trama más allá de para decir “Hey, esto es por Spider-man” y este personaje es tal personaje.
Sinceramente creo que hay que parar y reflexionar. Por mucho que “Madame Web” a mí me parezca una peli pasable, que entretiene en algunos momentos, y que se deja ver sin mayores problemas, -para mí está lejos del desastre que fue Morbius en su día- no es de recibo que cintas con tanto potencial, y con tanto dinero dentro, se vean una y otra, y otra vez lastradas por los mismos problemas. Y menos aún cuando dichos problemas llevan siendo evidentes desde que iniciaron este universo compartido para cualquiera que haya visto estas cintas.
No sé de quién es la culpa, y tampoco sé por qué se sigue sin solucionar. Pero lo que sí sé es que el público empieza a estar cansado, la crítica también y esto no beneficia a nadie. Quizá es momento de poner un stand-by y ver si puedes unirte al UCM y, bajo su paraguas, crear de cero. O quizá es el momento de cederle los personajes a Marvel y simplemente limitarte a cobrar los cheques por los derechos, como ya ocurre con el hombre araña. En cualquier caso, creo que cintas como “Madame Web”, aunque para mí puedan ser entretenidas, no deben ser el camino más. Veremos qué ocurre con las siguientes que están por venir.
PD: No hace falta que os quedéis hasta el final de los créditos, no tiene ninguna escena extra.
Twitter: @QuiqueMartin27, colaborador de Mundoplustv

5,9
6.713
8
17 de marzo de 2023
17 de marzo de 2023
14 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
La franquicia de Rocky lleva, con esta última película, un total de nueve proyectos a sus espaldas. Que se dice pronto. A los seis bajo la marca Rocky Balboa, propiamente dicha, hemos tenido que sumar estos tres del “spin-off” llamado Creed. Digo esto porque, a estas alturas de la película, creo que todos podemos asumir que no van a inventar la rueda. Las claves donde se han movido las dos sagas -épica, levantarse después de una derrota, entrenamientos con momentos “videocliperos” de fondo, el “eye of the tiger”- están muy marcadas y “Creed III” no es la excepción que confirma la regla.
Huelga decir, eso sí, que esta es la primera de las nueve entregas donde la figura de Rocky desaparece y Creed pasa a volar en solitario y sin red. Tener a Stallone en las dos anteriores entregas le daba a esta nueva franquicia cierta sensación de seguridad -además de venir apadrinada por el propio Sylvester- ya que el público tenía un elemento claro y reconocible al que recurrir -y admirar- y los fans estaban encantados de seguir viendo a su ídolo, aunque fuese en un rol de entrenador y ya no de púgil. Pero, en “Creed III” esto ha cambiado.
La película -en cines desde el día 3 de marzo- que, además, pasa a ser la opera prima de Michael B Jordan -grata sorpresa en la dirección, dicho sea de paso, con algunos recursos visuales francamente potentes y bien trazados, aunque no están a la altura de lo logrado por Coogler en la primera entrega- ha optado por hablarnos por fin de la figura de Adonis Creed y abandonar esa sombra de Balboa donde se sentía cómoda pero no acababa de tener toda la personalidad propia que podría haber tenido.
Ahora el que importa es Adonis y el conflicto de esta película nos lo demuestra. Utilizando a un amigo del pasado del protagonista que viene a destapar algunas miserias que el tiempo había enterrado profundamente y que Adonis deberá solucionar si quiere seguir adelante con su vida sintiéndose bien y en paz con él mismo y con su pasado.
Jonathan Mayors, que da vida a este amigo de la infancia de Creed, es uno de los grandísimos aciertos de la película. No solo porque físicamente está perfecto e impone gracias a su imponente físico en todas las escenas de combate, sino porque el actor norteamericano consigue darle muchos registros a su personaje y no se tambalea en las partes dramáticas. Además, en el duelo actoral con Jordan creo que se alza ganador y demuestra la importancia de tener un buen antagonista en este tipo de sagas.
Este duelo entre ambos es la pieza clave de esta secuela y así debía ser. Con un “villano” a la altura del protagonista y que tuviese el suficiente desarrollo dramático para que nos importase lo que pueda ocurrir o no con él. Y no solo fuese una “persona a la que vencer” sin más importancia posterior. Obviamente, el hecho de que tú entiendas las motivaciones del personaje de Mayors te ayuda mucho a empatizar con su drama y a que, aunque la película este contada desde la perspectiva de Creed, tu puedas entender también a Damian. Hecho que, en entregas pasadas, como con el mítico Drago de la cuarta entrega, no ocurría tanto.
Creo que, si deciden seguir haciendo películas -que a juzgar por lo que se oye de la taquilla, es más que probable- este camino que han iniciado aquí es el correcto para avanzar. Con esa dosis de épica mezclada con el drama más familiar que te da contexto y más importancia para los combates y te aporta ese plus extra de conexión emocional que hace que el final pueda ser más satisfactorio.
Más allá de esto, la cinta es exactamente eso que esperas. Peleas épicas donde las haya, momentazos de entrenamiento yendo al límite y una pelea prácticamente fratricida donde todos ponen toda la carne en el asador. Incluido el joven director que recurre a algunos trucos visuales como el “traslado de ring” -cuando lo veáis sabréis a que me refiero- o la introducción de música más urbana para darle su “toque Creed”, que le sientan francamente bien a todo el conjunto de la película. Quizá, eso sí, la trama con la hija de Adonis y su desarrollo se alarga en exceso quitando momentos de lo que “hemos venido a ver”.
En cualquier caso, creo que estamos ante una película que cumple con creces las expectativas y que va a gustar a los fans, como ya gustaron en líneas generales las dos anteriores. Es curioso que, a pesar de llevar nueve entregas y de no innovar en exceso, esta saga se las apaña para seguir resultando refrescante.
Twitter: @QuiqueMartin27, colaborador de Mundoplustv
Huelga decir, eso sí, que esta es la primera de las nueve entregas donde la figura de Rocky desaparece y Creed pasa a volar en solitario y sin red. Tener a Stallone en las dos anteriores entregas le daba a esta nueva franquicia cierta sensación de seguridad -además de venir apadrinada por el propio Sylvester- ya que el público tenía un elemento claro y reconocible al que recurrir -y admirar- y los fans estaban encantados de seguir viendo a su ídolo, aunque fuese en un rol de entrenador y ya no de púgil. Pero, en “Creed III” esto ha cambiado.
La película -en cines desde el día 3 de marzo- que, además, pasa a ser la opera prima de Michael B Jordan -grata sorpresa en la dirección, dicho sea de paso, con algunos recursos visuales francamente potentes y bien trazados, aunque no están a la altura de lo logrado por Coogler en la primera entrega- ha optado por hablarnos por fin de la figura de Adonis Creed y abandonar esa sombra de Balboa donde se sentía cómoda pero no acababa de tener toda la personalidad propia que podría haber tenido.
Ahora el que importa es Adonis y el conflicto de esta película nos lo demuestra. Utilizando a un amigo del pasado del protagonista que viene a destapar algunas miserias que el tiempo había enterrado profundamente y que Adonis deberá solucionar si quiere seguir adelante con su vida sintiéndose bien y en paz con él mismo y con su pasado.
Jonathan Mayors, que da vida a este amigo de la infancia de Creed, es uno de los grandísimos aciertos de la película. No solo porque físicamente está perfecto e impone gracias a su imponente físico en todas las escenas de combate, sino porque el actor norteamericano consigue darle muchos registros a su personaje y no se tambalea en las partes dramáticas. Además, en el duelo actoral con Jordan creo que se alza ganador y demuestra la importancia de tener un buen antagonista en este tipo de sagas.
Este duelo entre ambos es la pieza clave de esta secuela y así debía ser. Con un “villano” a la altura del protagonista y que tuviese el suficiente desarrollo dramático para que nos importase lo que pueda ocurrir o no con él. Y no solo fuese una “persona a la que vencer” sin más importancia posterior. Obviamente, el hecho de que tú entiendas las motivaciones del personaje de Mayors te ayuda mucho a empatizar con su drama y a que, aunque la película este contada desde la perspectiva de Creed, tu puedas entender también a Damian. Hecho que, en entregas pasadas, como con el mítico Drago de la cuarta entrega, no ocurría tanto.
Creo que, si deciden seguir haciendo películas -que a juzgar por lo que se oye de la taquilla, es más que probable- este camino que han iniciado aquí es el correcto para avanzar. Con esa dosis de épica mezclada con el drama más familiar que te da contexto y más importancia para los combates y te aporta ese plus extra de conexión emocional que hace que el final pueda ser más satisfactorio.
Más allá de esto, la cinta es exactamente eso que esperas. Peleas épicas donde las haya, momentazos de entrenamiento yendo al límite y una pelea prácticamente fratricida donde todos ponen toda la carne en el asador. Incluido el joven director que recurre a algunos trucos visuales como el “traslado de ring” -cuando lo veáis sabréis a que me refiero- o la introducción de música más urbana para darle su “toque Creed”, que le sientan francamente bien a todo el conjunto de la película. Quizá, eso sí, la trama con la hija de Adonis y su desarrollo se alarga en exceso quitando momentos de lo que “hemos venido a ver”.
En cualquier caso, creo que estamos ante una película que cumple con creces las expectativas y que va a gustar a los fans, como ya gustaron en líneas generales las dos anteriores. Es curioso que, a pesar de llevar nueve entregas y de no innovar en exceso, esta saga se las apaña para seguir resultando refrescante.
Twitter: @QuiqueMartin27, colaborador de Mundoplustv
7
14 de noviembre de 2021
14 de noviembre de 2021
9 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es bastante impresionante la capacidad que tienen los de Pixar para aprovechar el tiempo de una forma tan eficiente. Sinceramente, me parece digno de admirar lo que hace muchas veces esta compañía con sus cortometrajes animados.
En los apenas cinco minutos escasos que dura este cortometraje, situado cronológicamente después del final de la película Luca (Con lo cual, contiene spoilers de cómo quedaron las cosas al final de la cinta), los de la compañía tienen tiempo suficiente para construirnos una historia tierna (especialidad de la casa), con gags bastante divertidos (que a mí particularmente, me han sacado alguna carcajada) y volver a darle ese trasfondo más profundo que atañe a las relaciones familiares y a cómo, a veces, encontramos la familia "fuera" de la propia familia.
El corto se centra completamente en Alberto y en su relación con Massimo. Y usando esto como punto de anclaje vuelven a hacer lo que mejor saben, emocionarnos un poquito a todos.
Sinceramente, no hay mucho más que añadir. Creo que es un buen aporte extra para los fans de Luca y que este corto sigue manteniendo esa frescura y ese trato de las emociones tan característico en la gran mayoría de productos de esta compañía. Recomendable su visionado.
En los apenas cinco minutos escasos que dura este cortometraje, situado cronológicamente después del final de la película Luca (Con lo cual, contiene spoilers de cómo quedaron las cosas al final de la cinta), los de la compañía tienen tiempo suficiente para construirnos una historia tierna (especialidad de la casa), con gags bastante divertidos (que a mí particularmente, me han sacado alguna carcajada) y volver a darle ese trasfondo más profundo que atañe a las relaciones familiares y a cómo, a veces, encontramos la familia "fuera" de la propia familia.
El corto se centra completamente en Alberto y en su relación con Massimo. Y usando esto como punto de anclaje vuelven a hacer lo que mejor saben, emocionarnos un poquito a todos.
Sinceramente, no hay mucho más que añadir. Creo que es un buen aporte extra para los fans de Luca y que este corto sigue manteniendo esa frescura y ese trato de las emociones tan característico en la gran mayoría de productos de esta compañía. Recomendable su visionado.
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