La película es el mapa de la violencia, intenta explicar los orígenes de un odio que llega hasta estos días y no deja de recordar que la masacre ocurrida en esa ciudad contó con la desidia y el desinterés del mundo civilizado. Film que se hace gigante desde la pequeñez.

La madre naturaleza se revela, eso es básicamente lo que nos dice el film. Un thriller que nos muestra lo que sucede o sucederá si seguimos destruyendo nuestro planeta. Pero yendo directamente a la película su único punto fuerte es maquillaje y efectos. No deja de ser chata nunca, centrada en el drama personal de su protagonista.
Puesta en mi balanza, se inclina a lo negativo. 4/10

Si me nombran sectas con body horror, enseguida voy por esa película. Pero esta unión no es fácil de hacer bien, además de que existen muchas así. Por eso en The Heretics se hace hincapié en el body horror para sostener el film. La cuestión es que Chad Archibald, su director, con Bite lo consiguió muy bien pero aquí el fallo está en la historia, en su flojo argumento.
En el aspecto técnico: fotografía y maquillaje son destacables.
Por último, el desarrollo tiene buen ritmo, pero ni así logró satisfacerme. Quizá soy muy exigente.

En esta película vamos viendo el terror desde dos líneas temporales. Si divido el film diria que es lento y cuesta arriba su primera parte, para que a continuación la mezcla de gore, sectas, presencias extrañas, etc. lo hagan mejorar. En conclusión, no vi nada nuevo, resaltando solamente la generosa sangre que es derramada, y casi más nada.

En líneas generales la propuesta de Jaula es buena. El filme avanza con sobriedad, acompañado de un estilo visual acertado, acorde. Incluído su guión, todo encaja muy justito, como el suspenso que va en aumento y un giro interesante. Un thriller muy medido y que puede gustar. No tengo más que agregar y le doy una puntuación de 5 que sería virtualmente 5.5.