Es sorprendente, admirable su técnica, pero jamás podrá sustituir al rodaje con personajes de carne y hueso y paisajes reales.
Es como ver el primer y último cuarto de hora del soldado Ryan tras tomarse un tranquilizante y a través de un filtro que vele el horror físico inevitable.
Está claro que se produjo así por motivos económicos.
Confío en que no traiga secuelas.

... está formado por palurdos cabreados que se pasan las horas diciendo obscenidades, haciendo el bobo y criticando todo.
Los oficiales mas o menos igual ademas de incapaces. Y contemplar durante horas a tal caterva aburre, aparte de resultar poco verosimil.
La clasica peli en la que los norteamericanos se ponen masoquistas y sacan a la luz todo lo peor de ellos, aunque exageren.
Los progres se frotan las manos y disfrutan con estas cosas: USA es lo peor.

La sorpresa agradable de la primera entrega aquí no existe y se convierte en un fatigoso circo de explosiones, chistes pésimos, humor forzado y escenas inverosímiles.
En aquella había un malo de verdad, fantástico Rickman y aqui
hasta Irons y Jackson están mal, descolocados y no digamos el pelma de Willis que procura estar más sudado y sucio que de costumbre.

El único mérito del creador es la cantidad de seres repelentes que se le ocurren y no me refiero solo a los bichos y a los zombies/vampiros sino a los propios humanos. Con todos ellos cocina una sopa que ni la de las brujas de Macbeth.
Da un poco de asco y bastante risa.
Prefiero no imaginar quien puede pasar del segundo capítulo.

De las muchas películas de guerra no es ni mucho menos la mejor ni la segunda, ni la tercera, etc. Puestos a elucubrar hay por lo menos cuarenta mejores, pero... Aaahh! es una peli de Mel Gibson, el actor y director más odiado por toda la izquierda española, pues es patriota y católico!! ahí es nada.
Es vergonzoso que ese yanqui ame a su país y ensalce a su bandera así que, por tanto, la Cuando... es repugnante, pésima, insufrible y todos cuantos la vean y no despotriquen de ella son fascistas que deberían ser despojados de sus derechos civiles.
Que sus películas sean más vistas que las de Almodovar o el otro es señal de la incultura política de la mayor parte de la gente, aunque también sus detractores pasaron por taquilla o la vieron en la tele.
Lo que es la mala sangre y la envidia ratonera.