No consigue levantar el vuelo, tiene algún buen momento pero no despega, al final llegamos deprisa y con ganas de terminar. Ricardo Darín aporta su saber estar y su sobriedad pero el sólo no puede llevar el peso de toda la película porque no termina de estar a gusto, Belén Rueda está justita, sin terminar de saber bien lo que tiene que hacer, el resto siendo benévolos están bastante mal. Con todo ésto tenemos una película pequeña, sosa, que no contagia pero que se puede ver y luego olvidar.

Deliciosa comedia inclasificable por la que desfilan un montón de variopintos personajes a cada cual más increíble. Los actores están estupendos y Clooney sencillamente espectacular, la música hará que visites corriendo la tienda de discos para comprar la banda sonora, la ambientación te sumerge en el profundo sur y acabas bailando country como si fueran jotas. Lo dicho, una pequeña joya injustamente infravalorada que mereció mucha mejor suerte.

Son relatos, son salvajes, son espectaculares. Es una película magnífica, increíble, que derroche de talento, desde las historias que con algún altibajo son estupendas, brutales, sacan los instintos más bajos del ser humano, pasando por un reparto donde todos están magníficos, mención especial para Darín que es uno de los mejores actores del mundo actualmente sin ninguna duda, hasta el director que crea una obra inclasificable, de difícil digestión, te hará pensar, no querrás que se acabe nunca, querrás otro relato, de estar en un concierto pedirías, ooootra, ooootra, ooootra.
No se te ocurra perdértela

Cine dentro del cine, ya se había hecho antes, pero nunca como en esta película. Los actores se desnudan como nunca antes lo habían hecho, se quitan todas las capas de protección, se desnudan hasta quedar totalmente al descubierto, totalmente vulnerables, se nos muestran en carne viva, la terrible esquizofrenia en la que viven, los continuos sube y baja en el que andan metidos, la noria en que se convierten sus vidas. También nos descubre las miserias de la crítica, lo fácil y sencillo que es arruinar carreras y vidas sin arriesgar nada, ésto se puede extrapolar a todos los ámbitos de la vida. Un filme complejo, cargado con dinamita pero con cierto sentido del humor, lleno de aristas, nadie se escapa, nadie está libre, nadie es culpable ni tampoco inocente, en definitiva, una cinta que nos habla de la vida, de lo difícil que es vivir, de lo difícil que es ser uno mismo sin traicionarnos.
A destacar la interpretación de todo el elenco, increíble el duelo que mantienen todos los actores, realmente espectacular, y por encima de todos Michael Keaton, se arranca la piel y nos muestra toda la fibra sin escondernos nada.
Realmente destacable, merece la pena verla.

Un hombre, su coche, la carretera y una larga noche, estos son los ingredientes que maneja el director para hacer una película, un poco justo, sí, pero aprueba este difícil examen, no saca mucha nota pero saca lo justo para llenar los casi 90 minutos que dura el film. También podía haberse titulado,"jo que noche (after hours)" o "tribulaciones", es un drama psicológico donde poco a poco te vas metiendo en la piel del protagonista, un estupendo Tom Hardy , aunque a veces resulte la trama un poco banal y deje de interesarte pero nunca te deja ir del todo y por eso aguantas hasta el final.
Interesante experimento.