Solo por la idea original, ya merece mis respetos. Es como un videojuego, y toda la narrativa y estética está construida para que resulte como tal. La acción es trepidante, tiene momentos de humor que le pegan, los personajes no son gran cosa, pero la historia tampoco pide mucho, por lo que al final te queda un producto bastante divertido, ameno y ligero. No busca revolucionar la industria del cine, solamente que pases un buen rato. Y lo consigue.

Aparte de los muchísimos errores históricos que tiene, que algunos son muy graves, la película es mala. Durante todo el metraje se notan demasiado los cortes en montaje. Joaquin Phoenix no está bien. El personaje de Napoleón se limita a echar un mal polvo con Josefina, ir a una batalla, taparse los oídos y volver a empezar. No tiene ningún recorrido narrativo bien construido, con lo que hubiera podido dar. Totalmente plano. Como la mayoría de personajes que aparecen en escena, vuelven a desaparecer y ya. El guion se nota descuidado, los diálogos son lamentables y la fotografía adolece de una oscuridad que duele a los ojos. Yo creo que un personaje can rico como Napoleón merecía mucho más. Lamentable.

Yo creo que esta película ha estado siempre menospreciada. Es una historia realmente buena. Es como si fuera un videojuego; el protagonista va superando fases hasta que llega al jefe final. Pero no es solo eso. Hay distintas capas, como buena película. Tiene una crítica feroz a la sociedad norteamericana, un humor negro en su justa medida y una historia que, al fin y al cabo, es dramática. Michael Douglas nunca ha sido un gran actor, pero aquí el papel le va perfecto. Robert Duvall siempre ha sido un monstruo de la interpretación y aquí no decepciona. La historia está excelentemente bien contada y los personajes perfectamente escritos. La cinta tiene escenas memorables, para el recuerdo. Recomiendo verla varias veces.

Antes de nada, tengo que decir que la anterior película de esta directora, Crudo, me encantó. Esta es otro cantar. Vamos a ver. Partiendo que la premisa es un auténtico disparate sin sentido, su desarrollo es ilógico y el final es una demencia... puedes esperar cualquier cosa. El mensaje sobre el género fluido y el no binarismo en esta cinta está tan salido de madre que se hace esperpéntico. Incluso la temática trans humanista está tratada de forma demencial. Y es que esta directora se esfuerza constantemente para sacarte de la historia. A la que intentas entrar, porque lo he intentado varias veces, a los cinco minutos recibes una bofetada y vuelves a estar fuera. Y así durante todo el metraje. Es una película que provoca por provocar, no tiene ninguna base, motivo, sustancia, ... Es todo artilugio woke extremo. Va de transgresora, pero no tiene nada que transgredir. Y esto ganó la palma de Oro en el festival de Cannes. Casi nada.

La primera película de Chabrol que veo y me he llevado una sorpresa. Historia sencilla pero rodada con buen pulso y creando un suspense interesante. La actriz Audran es justita, pero el director sabe sacarle mucho juego a esos ojos maravillosos. La música acompaña con una banda sonora inquietante. La cinta no tiene mucho más, pero cumple. Recomendable.