Cuarón es ágil, fresco, valiente. Es como si hubiese dejado a un lado el concepto de oficio. Les confieso que sólo esa idea ya me resulta irresistible.

Ver una película de Cuarón, es dejar atrás convencionalismos, esquemas y esmoquines que ahogan la creatividad. Su sistema extrapola la simple sucesión de conceptos preconcebidos, para atacar con una inacabable ebullición de ideas, sin otro timón que la intuición y la valentía. Desde luego, es un reto mastodóntico que este concepto de la narrativa siga intacto en una producción de las pretensiones de "Hijo de los Hombres".

El resultado es brutal. Las sensaciones corren como la espuma. Pero no se trata únicamente de la forma. El tempo es otro grande de Cuarón, no sólo el sincero y visceral que aporta el plano secuencia, también el que, de forma natural, contiene su narrativa; como si cada escena estubiese embuida por un número de acciones fluídas, tan absorventes, que evaporan cualquier sensación de tedio o pausa.

El resultado es, por increíble que parezca, tan natural como el de "Y tu mamá también", pero infinitamente más virtuoso y valiente. Como es evidente, la complegidad técnica y logística se dispara, pero Cuarón no se amedrenta: lucha a capa y espada contra los (estudios) elementos, para ofrecer este interminable derroche de ideas y retos cinematográficos.

Una película imprescindible, tanto por sus logros como por su contenido.

Sam Mendes posa clásico y templado, ante un guión complejo y agresivo. Vive como retrato sincero de la hipocresía. Crece conforme sus gigantescos actores entran en calor.

Es un trabajo delicado... responde a un bien mayor... por eso, y por que es un retrato justo, no merece mirar más allá, donde brillan algunas incongluencias de estilo y un guión que, a veces, camina por la cuerda floja del excentricismo. Emocionante y sentimental.

Enredada en sí misma, Intacto es extraña y absorbente. Está rodada con inteligencia y estilo, sus localizaciones, y algunas de sus escenas se graban a fuego en la memoria. No puedo olvidarlo, algunos personajes suenan sobreactuados; Fresnadillo, sin embargo, nunca pierde el temple, ni el tempo, que se estira con calculada frialdad durante todo el metraje, un metraje extravagante y distinto

Resulta muy oportuno, una película que reflexiona sobre la suerte, firmada por un realizador que rozó el oscar con su primer corto. Tocado o no por la fortuna, Fresnadillo sigue labrándose un futuro dorado, ahora, en Hollywood.

Entretenida y con gran capacidad en la puesta en escena. Una película de aventuras peculiar y muy divertida, que sin duda no deberían perderse.

Nota: 7. Su dirección y ritmo son sus mejores bazas, sin olvidar la fotografía y que resulta bastante entretenida.