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Críticas ordenadas por utilidad
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4,8
385
5
6 de diciembre de 2009
6 de diciembre de 2009
21 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
No es fácil encontrar mucha gente que sepa la importancia y significado que tuvo la batalla de Poltava, hecho que supuso para la Europa del Este y del Norte casi tanto como la Revolución francesa para el occidente. Como los norteamericanos suelen ocuparse de sus “grandes cosas”, tipo la biografía de un socorrista de piscina o de acontecimientos que cambiaron el mundo como la invasión caribeña de Granada, era de esperar que fueran los rusos los que tarde o temprano metieran mano al asunto.
Mucho tiempo antes de que Napoleón y Hitler quisieran invadir Rusia, otra potencia lo intentó con el mismo resultado: El desastre. Se trataba de la Suecia de Carlos XII que por aquel entonces era una de los países más fuertes del viejo continente.
Un hombre al que nadie quería, incluidos sus propios ciudadanos, de nombre Pedro el Grande, fue el encargado de derrotar a los suecos en la batalla final de Poltava, dando por finiquitado el Imperio Sueco que jamás se repondría ya y naciendo uno todavía mayor: El Imperio Ruso.
¿Y de todo esto trata “La espada del rey”? Ojalá, pero me temo que de forma colateral.
Al director le debió de gustar “El pacto de los lobos” y viste a su protagonista igual y la coreografía de las peleas parecen sacadas de un Manga. Otra influencia evidente es “Los duelistas” de Ridley Scott, aunque en la intención, no en el resultado.
Lo peor con diferencia de toda la cinta son los actores (ojo también al montaje) lo que hace que no te creas absolutamente nada, por eso las mejores escenas son las de la batalla final, donde no hablan ni hay primeros planos de sus infumables caras.
Aprueba por el interés que pueda despertar en algunos espectadores el tema en cuestión, aunque viendo los votos que tiene me parece que pocas tesis saldrán en España del asunto.
Då svidaniya
Mucho tiempo antes de que Napoleón y Hitler quisieran invadir Rusia, otra potencia lo intentó con el mismo resultado: El desastre. Se trataba de la Suecia de Carlos XII que por aquel entonces era una de los países más fuertes del viejo continente.
Un hombre al que nadie quería, incluidos sus propios ciudadanos, de nombre Pedro el Grande, fue el encargado de derrotar a los suecos en la batalla final de Poltava, dando por finiquitado el Imperio Sueco que jamás se repondría ya y naciendo uno todavía mayor: El Imperio Ruso.
¿Y de todo esto trata “La espada del rey”? Ojalá, pero me temo que de forma colateral.
Al director le debió de gustar “El pacto de los lobos” y viste a su protagonista igual y la coreografía de las peleas parecen sacadas de un Manga. Otra influencia evidente es “Los duelistas” de Ridley Scott, aunque en la intención, no en el resultado.
Lo peor con diferencia de toda la cinta son los actores (ojo también al montaje) lo que hace que no te creas absolutamente nada, por eso las mejores escenas son las de la batalla final, donde no hablan ni hay primeros planos de sus infumables caras.
Aprueba por el interés que pueda despertar en algunos espectadores el tema en cuestión, aunque viendo los votos que tiene me parece que pocas tesis saldrán en España del asunto.
Då svidaniya

6,6
998
6
18 de mayo de 2009
18 de mayo de 2009
21 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ya he comentado en varias ocasiones la cierta debilidad, más bien obsesión, que se vivió en el cine norteamericano a finales de los años treinta y la década de los cuarenta por el tema del psicoanálisis, que de una u otra forma inundó el cine negro y policiaco del momento.
El redescubrimiento del estudio del cerebro y del funcionamiento de la mente, y por supuesto las teorías de Freud publicadas años antes, hicieron que sobre todo los directores de origen europeo incorporasen esos elementos a sus películas de una u otra forma, tomándolos muy en serio. Eso sí, los directores más norteamericanos no lo dieron tanta importancia y lo obviaron los más, los que sí lo abordaron lo trataron de forma jocosa como Howard Hawks en “Luna nueva”.
Otto Preminger como buen judío austríaco no pudo pasar el tema de largo, y se acercó al tema en varias ocasiones, una de ellas en “Vorágine”, película menor en su extraordinaria carrera, pero con elementos de interés.
La cleptomanía, la hipnosis, el control de la voluntad o del dolor... son algunos de los temas que aborda esta interesante película que aunque va derivando a medida que avanza el metraje en una narración demasiado inverosímil, al menos confirma que el buen cine necesita de pocos medios para lograrse.
La belleza y buen hacer de la estupenda Gene Tierney ponen el resto para que se disfrute aún a sabiendas que su historia está más cercana a la fantasía de un cómic de superhéroes que al cine negro de verdadera alcurnia.
Nota: 6,2.
El redescubrimiento del estudio del cerebro y del funcionamiento de la mente, y por supuesto las teorías de Freud publicadas años antes, hicieron que sobre todo los directores de origen europeo incorporasen esos elementos a sus películas de una u otra forma, tomándolos muy en serio. Eso sí, los directores más norteamericanos no lo dieron tanta importancia y lo obviaron los más, los que sí lo abordaron lo trataron de forma jocosa como Howard Hawks en “Luna nueva”.
Otto Preminger como buen judío austríaco no pudo pasar el tema de largo, y se acercó al tema en varias ocasiones, una de ellas en “Vorágine”, película menor en su extraordinaria carrera, pero con elementos de interés.
La cleptomanía, la hipnosis, el control de la voluntad o del dolor... son algunos de los temas que aborda esta interesante película que aunque va derivando a medida que avanza el metraje en una narración demasiado inverosímil, al menos confirma que el buen cine necesita de pocos medios para lograrse.
La belleza y buen hacer de la estupenda Gene Tierney ponen el resto para que se disfrute aún a sabiendas que su historia está más cercana a la fantasía de un cómic de superhéroes que al cine negro de verdadera alcurnia.
Nota: 6,2.

4,8
633
5
14 de julio de 2008
14 de julio de 2008
21 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
Excesivamente maltratada por crítica y público se encuentra una de las últimas películas de uno de mis directores norteamericanos favoritos, Franklin J. Schaffner, el mérito de la cinta recae en tres elementos, el primero y más importante su importancia como documento geográfico y turístico de Egipto, en muy pocas películas se ofrece tanto y tan variado sobre el país del Nilo, para los fans de la Egiptología como yo de obligado visionado.
Otro punto fuerte es que a pesar de su modesto presupuesto el resultado es meritorio, no se nota en absoluto la escasez de medios y aprovecha de maravilla todos los escenarios naturales.
Y por último su intencionalidad, se nota que es una adaptación de uno de los expertos en los best-sellers anglosajones como el médico y escritor Robin Cook –autor de “Coma” entre otras- que busca ante todo una historia de intriga en la tierra de los faraones para pasar un rato agradable.
Lo consigue a medias, cierto es, la verosimilitud de algunas secuencias de la egiptóloga Lesley-Anne Down son muy discutibles, ya que pasa de turista a experta de una secuencia a otra, aunque el mayor pecado es que la cortasen el pelo, cuando siempre tuvo una de las melenas más bellas de todo Hollywood.
Si vas hacer un viaje a Egipto te vendrá bastante bien para entrar en ambiente, y si no lo has hecho te motivará a realizarlo.
Nota: 5,3
Otro punto fuerte es que a pesar de su modesto presupuesto el resultado es meritorio, no se nota en absoluto la escasez de medios y aprovecha de maravilla todos los escenarios naturales.
Y por último su intencionalidad, se nota que es una adaptación de uno de los expertos en los best-sellers anglosajones como el médico y escritor Robin Cook –autor de “Coma” entre otras- que busca ante todo una historia de intriga en la tierra de los faraones para pasar un rato agradable.
Lo consigue a medias, cierto es, la verosimilitud de algunas secuencias de la egiptóloga Lesley-Anne Down son muy discutibles, ya que pasa de turista a experta de una secuencia a otra, aunque el mayor pecado es que la cortasen el pelo, cuando siempre tuvo una de las melenas más bellas de todo Hollywood.
Si vas hacer un viaje a Egipto te vendrá bastante bien para entrar en ambiente, y si no lo has hecho te motivará a realizarlo.
Nota: 5,3

7,0
75.960
3
21 de septiembre de 2006
21 de septiembre de 2006
62 de 105 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con este bodrío llamado "Cube" tenemos uno de los mejores ejemplos de como está el panorama cinematográfico y cultural en el mundo. Ya se sabe que la gente de la ciencia-ficción no es muy dada a la razón y que les gusta crear mitos cada dos o tres años pero mientras hay algunos que son pasables y no molestan mucho, otros claman al cielo como es esta pequeña mierda llamada "Cube".
Esta especie de demanda de cutreces cinematográficas que muchos piden debe ser producto de una carencia de formación intelectual que les ha privado de cualquier gusto estético. El Relativismo y posmodernismo ha hecho el resto.
Lo peor de todo no son las películas bazofias que se preentan como tal sino aquellas que pretenden vendernos otra cosa. Me produce sonrojo (y por qué no decirlo risas) leer a mucha gente hablar de Metafísica, Einstein, Filosofía, Matemáticas...etc con el argumento de semejante aberración. Quizá si leyesen a Zubiri, Marías y Ortega ("Lecciones de Metafísica" por ejemplo) se les iluminaría más sus cerebros.
Pero es que al margen del guión que es pobre como el exámen de un tripitidor en septiembre, todos los elemetos escénicos son de serie C. Desde una partitura cochambrosa a una fotografía de primero de FP de imagen y sonido.
Las interpretaciones, son estereotipadas por guión pero además sobreactuadas y subrayadas al máximo buscando el efectismo permanentemente.
Lo mejor sin duda es la pericia con la cámara de Vicenzo Natali que se nota que ha visto cine por un "tubo" y copia planos de decenas de películas. Un tres por su cinefilia al menos y por haber abandonado la saga. Un tipo listo.
Una muy floja película que demuestra el aturullamiento mental en el que vive nuestra sociedad. Que esto productillo tenga secuelas y precuelas hace pensar más que el argumento de dicha pantomima. Claro que es canadiense y tiene premios en Toronto..!!buf qué pasada!!
Lo que más me fascina es que algunos dicen que les gusta la "no explicación". La mediocridad en estado puro. Seguro que están haciendo el doctorado...Pequeños roedadores.
Un dato más, según varios estudios realizados "Cube" es la película favorita de muchos publicistas. No comment.
Esta especie de demanda de cutreces cinematográficas que muchos piden debe ser producto de una carencia de formación intelectual que les ha privado de cualquier gusto estético. El Relativismo y posmodernismo ha hecho el resto.
Lo peor de todo no son las películas bazofias que se preentan como tal sino aquellas que pretenden vendernos otra cosa. Me produce sonrojo (y por qué no decirlo risas) leer a mucha gente hablar de Metafísica, Einstein, Filosofía, Matemáticas...etc con el argumento de semejante aberración. Quizá si leyesen a Zubiri, Marías y Ortega ("Lecciones de Metafísica" por ejemplo) se les iluminaría más sus cerebros.
Pero es que al margen del guión que es pobre como el exámen de un tripitidor en septiembre, todos los elemetos escénicos son de serie C. Desde una partitura cochambrosa a una fotografía de primero de FP de imagen y sonido.
Las interpretaciones, son estereotipadas por guión pero además sobreactuadas y subrayadas al máximo buscando el efectismo permanentemente.
Lo mejor sin duda es la pericia con la cámara de Vicenzo Natali que se nota que ha visto cine por un "tubo" y copia planos de decenas de películas. Un tres por su cinefilia al menos y por haber abandonado la saga. Un tipo listo.
Una muy floja película que demuestra el aturullamiento mental en el que vive nuestra sociedad. Que esto productillo tenga secuelas y precuelas hace pensar más que el argumento de dicha pantomima. Claro que es canadiense y tiene premios en Toronto..!!buf qué pasada!!
Lo que más me fascina es que algunos dicen que les gusta la "no explicación". La mediocridad en estado puro. Seguro que están haciendo el doctorado...Pequeños roedadores.
Un dato más, según varios estudios realizados "Cube" es la película favorita de muchos publicistas. No comment.
6
14 de diciembre de 2007
14 de diciembre de 2007
47 de 75 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pretencioso film de espionaje que ofrece pasajes de indudable calidad pero que a la par nos trae otros excesivamente farragosos y de torpe desarrollo narrativo.
Robert Redford que volvía por tercera vez consecutiva a trabajar con Pollack, después de “Las aventuras de Jeremiah Johnson” y “Tal como éramos” da vida a un “librero” de la C.I.A. que con el paso de los minutos irá pareciéndose cada vez más a McGyver.
Su compañera de reparto, la guapísima Faye Dunaway, esta vez se limita a estar como un mero objeto decorativo sin aportar nada a la historia, en un papel ya clásico del cine para con las mujeres.
La historia se sustenta en una discreta novela del escritor de medio pelo James Grady, que por cierto se titula “Los seis días del Cóndor” y no los tres. Pero la película iba perdiendo piezas desde un principio.
Normalmente este tipo de películas suele fallar casi siempre en lo mismo, tienen un planteamiento barroco para por último, terminar por alguna simpleza como es el petróleo. Nada más lejos de la realidad, precisamente son los procesos lo más sencillo y en cambio son las causas lo resulta en muchos casos verdaderamente incognoscible.
De todas formas no hay que hacer una lectura equivocada de la película, al contrario, en realidad el espléndido diálogo final -lo mejor del film- muestra que todos aquellos que critican a las agencias o servicios de inteligencia no dudarían en apoyarlas si les faltase comida, energía o seguridad. Todo el mundo firmaría tener un Guantánamo a cuatro horas de casa si eso le garantizase su supervivencia, y el que diga lo contrario es porque no es capaz de desprenderse de hipocresía. El día que las cosas se pongan feas, muchos pacifistas de pacotilla cogerán el rifle y el cuchillo y degollarán al prójimo.
En otro orden de cosas, me parece que la marcada estética setentera -sin lugar a dudas la década con mayores modos y modas a la hora de rodar de la historia del cine- le perjudica notablemente con años de perspectiva. Se nota la mano del fotógrafo Owen Roizman (“Frech Conection”), uno de los personajes más snob y obsesionado con la tendencia de esa década.
De los setenta me parece una de las películas más flojas de Pollack sin lugar a dudas, aunque un visionado –no más- tampoco hará daño a nadie. A la gente puesta un poco en estos temas le defraudará, eso sí, a los que están locos con las conspiraciones, con la Trilateral o el monstruo del lago Ness, seguro que les encanta. Hay gente para todo.
Nota: 5,8.
Robert Redford que volvía por tercera vez consecutiva a trabajar con Pollack, después de “Las aventuras de Jeremiah Johnson” y “Tal como éramos” da vida a un “librero” de la C.I.A. que con el paso de los minutos irá pareciéndose cada vez más a McGyver.
Su compañera de reparto, la guapísima Faye Dunaway, esta vez se limita a estar como un mero objeto decorativo sin aportar nada a la historia, en un papel ya clásico del cine para con las mujeres.
La historia se sustenta en una discreta novela del escritor de medio pelo James Grady, que por cierto se titula “Los seis días del Cóndor” y no los tres. Pero la película iba perdiendo piezas desde un principio.
Normalmente este tipo de películas suele fallar casi siempre en lo mismo, tienen un planteamiento barroco para por último, terminar por alguna simpleza como es el petróleo. Nada más lejos de la realidad, precisamente son los procesos lo más sencillo y en cambio son las causas lo resulta en muchos casos verdaderamente incognoscible.
De todas formas no hay que hacer una lectura equivocada de la película, al contrario, en realidad el espléndido diálogo final -lo mejor del film- muestra que todos aquellos que critican a las agencias o servicios de inteligencia no dudarían en apoyarlas si les faltase comida, energía o seguridad. Todo el mundo firmaría tener un Guantánamo a cuatro horas de casa si eso le garantizase su supervivencia, y el que diga lo contrario es porque no es capaz de desprenderse de hipocresía. El día que las cosas se pongan feas, muchos pacifistas de pacotilla cogerán el rifle y el cuchillo y degollarán al prójimo.
En otro orden de cosas, me parece que la marcada estética setentera -sin lugar a dudas la década con mayores modos y modas a la hora de rodar de la historia del cine- le perjudica notablemente con años de perspectiva. Se nota la mano del fotógrafo Owen Roizman (“Frech Conection”), uno de los personajes más snob y obsesionado con la tendencia de esa década.
De los setenta me parece una de las películas más flojas de Pollack sin lugar a dudas, aunque un visionado –no más- tampoco hará daño a nadie. A la gente puesta un poco en estos temas le defraudará, eso sí, a los que están locos con las conspiraciones, con la Trilateral o el monstruo del lago Ness, seguro que les encanta. Hay gente para todo.
Nota: 5,8.
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