Quizá uno de los aspectos mejor pensados en 'Strange Darling' esté dado en la elección de contarnos la historia de un modo que escapa a lo lineal, al orden cronológico clásico: la división episódica salteada que J. T. Mollner construye le da un toque creativo al film, lo que produce un grado más de enganche por descubrir cómo se irán uniendo las piezas.

Thriller de planos muy bien escogidos que elevan el score, de pocos personajes y de un trabajo de fotografía que cautiva. El rojo se hace presente de todas las formas posibles en un género en el que este color nos advierte, nos alerta o nos habla de un peligro constante.

Suspenso, violencia, muy buenas actuaciones e interesantes resoluciones constituyen los cimientos de una obra algo (¿o bastante?) retorcida que va al hueso, sin detenerse (no quiere ni lo necesita) en la psicología de los personajes. Una de esas "tapadas" que vienen a dejar sensaciones favorables: sin ser una genialidad, sabe dónde se encasilla y qué rumbo tomar, encarándolo con firmeza, salpicando sangre de aquí para allá y jugando con las vueltas de tuerca. También podría decirse que es de las que se aconseja no adelantar nada sobre su trama. Será mejor debatir luego con spoilers.

8 Alancitos Ensangrentados sobre 10

El director de 'Mandy' nos sumerge en este capítulo de una extrañeza psicodélica e hipnótica particular, en el que casi todo transcurre en la habitación de una mansión, donde los invitados prueban todo tipo de sustancias y filosofan.

'The Viewing' es una experiencia sensorial, un viaje lisérgico que intriga e inquieta. Quizá el último acto pareciera estar algo apresurado.

7 Alancitos Drogones sobre 10