You must be a loged user to know your affinity with yoparam
Críticas ordenadas por utilidad
Movie added to list
Movie removed from list
An error occurred
6
19 de julio de 2020
19 de julio de 2020
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película es un homenaje al antiguo Teatro Apolo, cuna y nido del género chico, ese género grande hoy algo olvidado. Hoy hay allí una oficina de atención al contribuyente, es decir donde nos ayudan a sacarnos los cuartos.
La película es menor pero sirve para apreciar la voz de la soprano de zarzuela María Morales y del gran Jorge Negrete.
Buena reconstrucción del Madrid de finales del XIX. Ocasión de oír de nuevo La Gran Vía, esa maravilla. Y el estreno de La verbena de la Paloma, al de mi Madrid de adopción, que no me canso nunca de oír. O El puñado de rosas, de Chapí. Bretón, Chueca y Chapí los mejores. Sin olvidar a Vives, Serrano, Luna, Jiménez, Sotullo, Vert, Alonso...varias generaciones de grandes músicos.
Rafael Gil, que sabía mucho de cine, dirige con su habitual habilidad.
Típico de Gil. Dentro de la peli esto, de cuando empezaba el cine. “¿Usted entiende algo de cine? -Nada, pero como los demás tampoco entienden me hecho director de cine”.
La película es menor pero sirve para apreciar la voz de la soprano de zarzuela María Morales y del gran Jorge Negrete.
Buena reconstrucción del Madrid de finales del XIX. Ocasión de oír de nuevo La Gran Vía, esa maravilla. Y el estreno de La verbena de la Paloma, al de mi Madrid de adopción, que no me canso nunca de oír. O El puñado de rosas, de Chapí. Bretón, Chueca y Chapí los mejores. Sin olvidar a Vives, Serrano, Luna, Jiménez, Sotullo, Vert, Alonso...varias generaciones de grandes músicos.
Rafael Gil, que sabía mucho de cine, dirige con su habitual habilidad.
Típico de Gil. Dentro de la peli esto, de cuando empezaba el cine. “¿Usted entiende algo de cine? -Nada, pero como los demás tampoco entienden me hecho director de cine”.

6,1
207
8
18 de julio de 2020
18 de julio de 2020
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Interesante película de cine dentro del cine, con inteligente crítica al negocio del espectáculo. Hasta hay una crítica a la censura. Y a la misma película: “¿Cree que es una película dice Vicente Escrivá dirigida por Rafael Gil?”, dice el productor cuando un guionista le propone como final feliz que la muchacha inválida se cure yendo a Lourdes.
Y todos los actores están bien: Rabal, Morán, y sobre todo la suiza Madeleine Fisher, fallecida en 2020, a los 84años. Un rostro lleno de dulzura y de una modestia que ya no está de moda pero que resulta entrañable.
La fotografía es muy buena. La música es del maestro Guridi.
De media casi un seis no está mal para lo que suele cosechar el cine español. Pero se merece más. Es de un acabado técnico muy logrado.
Y todos los actores están bien: Rabal, Morán, y sobre todo la suiza Madeleine Fisher, fallecida en 2020, a los 84años. Un rostro lleno de dulzura y de una modestia que ya no está de moda pero que resulta entrañable.
La fotografía es muy buena. La música es del maestro Guridi.
De media casi un seis no está mal para lo que suele cosechar el cine español. Pero se merece más. Es de un acabado técnico muy logrado.

4,5
89
6
17 de julio de 2020
17 de julio de 2020
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
No me parece de mucho sentido alguna observación de la crítica de Constancio.¿A qué viene mezclar las condiciones históricas con una propuesta de arte? Molière escribía para un rey absoluto, ¿y qué? Ladrón de bicicletas en la Italia de la inmediata posguerra.
Película frívola, de evasión. Pero ¿qué época no lo necesita?
Florián Rey era un director cosmopolita, con mucho conocimiento de lo que se hacía en Europa, desde el expresionismo alemán hasta la comedia francesa o la opereta vienesa. Aquí mezcla un poco de todo.
Y que es una promoción de Sevilla, sí. Lo han hecho muchos después. Woody Allen para Nueva York... y Barcelona.
No es de lo mejor del director, pero sigue siendo interesante, para quienes se interesan en la historia del cine, para conocer su trayectoria y su versatilidad.
La copia, restaurada, es de un blanco y negro radiante.
Y ver Sevilla en los años cuarenta es estupendo. Estaba mejor, en algunas cosas, que hoy mismo.
Y esos trenes ese aquella época y de mucho después, en los que tanto hemos viajado...
Película frívola, de evasión. Pero ¿qué época no lo necesita?
Florián Rey era un director cosmopolita, con mucho conocimiento de lo que se hacía en Europa, desde el expresionismo alemán hasta la comedia francesa o la opereta vienesa. Aquí mezcla un poco de todo.
Y que es una promoción de Sevilla, sí. Lo han hecho muchos después. Woody Allen para Nueva York... y Barcelona.
No es de lo mejor del director, pero sigue siendo interesante, para quienes se interesan en la historia del cine, para conocer su trayectoria y su versatilidad.
La copia, restaurada, es de un blanco y negro radiante.
Y ver Sevilla en los años cuarenta es estupendo. Estaba mejor, en algunas cosas, que hoy mismo.
Y esos trenes ese aquella época y de mucho después, en los que tanto hemos viajado...

6,4
519
7
17 de julio de 2020
17 de julio de 2020
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Impresiona que en 1936 (pronto iba a empezar la guerra) se hiciera esta película que conserva su frescura y su valor. Claro que se apoya en tres pilares: el saber hacer de Florián Rey, con encuadres sugestivos y novedosos para su época; la simpatía y la voz de Imperio Argentina; la buena música andaluza. Algunos cantes auténticos para quienes gusten del flamenco.
Un blanco y negro que, para esa época, sin los medios técnicos que vinieron después, es prodigioso.
Además, los diálogos, directos, referidos a cosas y situaciones no a conceptos o a ideología, como vemos con tanta frecuencia en el cine de hoy. Con abundancia de metáforas, de juegos de palabras, de hipérboles, el diálogo es siempre vivo.
Y la gracia de Miguel Ligero. Y la cara de infinita pena de Manuel Luna.
“Que yo le echaré a la pava, azuquita, canela yclavo”.
Un blanco y negro que, para esa época, sin los medios técnicos que vinieron después, es prodigioso.
Además, los diálogos, directos, referidos a cosas y situaciones no a conceptos o a ideología, como vemos con tanta frecuencia en el cine de hoy. Con abundancia de metáforas, de juegos de palabras, de hipérboles, el diálogo es siempre vivo.
Y la gracia de Miguel Ligero. Y la cara de infinita pena de Manuel Luna.
“Que yo le echaré a la pava, azuquita, canela yclavo”.

5,7
126
7
12 de julio de 2020
12 de julio de 2020
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me gusta la zarzuela y esta película lo parece, aunque le falta más música, que alguna hay. Un diálogo ocurrente, castizo, chispeante, con ese hablar madrileño que ya se ha perdido. “No te atolondres, hija, que me intoxicas”. “Cuidado con las palabras, Carmen, que me denigras”.
Susana Canales está espléndida. Uno de los galanes de la época, José Suárez, cumple. Y vemos las actuaciones memorables de Pepe Isbert y Manolo Morán. Por no hablar de Julia Caba Alba, siempre en su punto.
La vida en una de las corralas que ya no existen, filmada con una cámara que se mueve muy bien. Un documento sobre algo que estaba en vías de desaparecer. Mucha ingenuidad, poca malicia. La chica buena se asusta de un beso de su incipiente novio. Y en no pocas pelis españolas de ahora lo mínimo que sale es la promiscuidad, elevada a nueva “moral”, la apoteosis del folleteo indiscriminado.
Eran los tiempos de la permanente, en el pelo. Ahora se lleva lacio.
Hay una música y coreografía con motivo goyesco que no está mal.
Susana Canales está espléndida. Uno de los galanes de la época, José Suárez, cumple. Y vemos las actuaciones memorables de Pepe Isbert y Manolo Morán. Por no hablar de Julia Caba Alba, siempre en su punto.
La vida en una de las corralas que ya no existen, filmada con una cámara que se mueve muy bien. Un documento sobre algo que estaba en vías de desaparecer. Mucha ingenuidad, poca malicia. La chica buena se asusta de un beso de su incipiente novio. Y en no pocas pelis españolas de ahora lo mínimo que sale es la promiscuidad, elevada a nueva “moral”, la apoteosis del folleteo indiscriminado.
Eran los tiempos de la permanente, en el pelo. Ahora se lleva lacio.
Hay una música y coreografía con motivo goyesco que no está mal.
Más sobre yoparam
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here