Denota un amplio dinamismo a través de un mensaje sutil y profundo, que se desarrolla en escenas cotidianas de hogar. Logra magistralmente complejizar y cuestionar los roles de la familia, justo a partir del instituido pilar: la madre, esposa y maestra.

El documental maneja los ritmos y tiempos precisos para que el relato biográfico no se plantee linealmente desde un presente - diferente, y quizás hasta nostálgico y decadente -, que idealiza un pasado; sino que a través de un completo trabajo de documentación, investigación y empatía en las entrevistas, logra una historia de más de 50 años, sin que el o la espectadora necesite conocer aquel fenómeno cultural de las vedettes en los 70´s. Un documento que logra captar la intimidad en un punto que no da cabida al morbo, aprehende la belleza de la vida sin prejuicios, no apela a narrativas de lástima para mostrar la lucha de cada una; enalteciendo sus voces al brindarles la oportunidad de enunciarse - después de tanto tiempo -, en su digna cotidianidad.

Un drama con un formato documental, que despliega una gran cantidad de matices con los que se cuestiona el canon de "normalidad" que las sociedades construyen. A partir de cada uno de los personajes de la obra es factible entender las dificultades de entrar o salir, pertenecer o no a la sociedad, sentir corpóreamente cómo se la puede interpelar y cómo ésta otras veces nos aplasta: Se es cuerpo, no simplemente se tiene uno. La incomodidad que muchos de sus personajes manifiestan a través de sus dramas es la misma que esta obra suele transmitir al o la espectadora, lo que habla de su gran trabajo de argumentación y las excelentes puestas en escena. Una obra para pensar, pues pocos trabajos construyen su desenlace recurriendo a la apertura que abre la posibilidad de cuestionar la vida y el cuerpo desde la presumible "anormalidad".

Parece que la película apuesta por condensar unos hechos que apelan a perturbar al espectador; sin embargo es apenas un intento limitado y centrado en aspectos que no logran una plena conexión con el argumento y las actuaciones: una escenografía detallada, cuidada que sobre pasa en trabajo y detalle a un guion simple y sin creatividad; unas actuaciones que no salen de eternos clichés del suspenso y el terror que involucran truculentas historias familiares... Su mismo título deja ver una precaria creatividad, pues las tinieblas se reducen a un cúmulo misterioso de niebla, que engaña al espectador ávido de encontrar una propuesta más elaborada, unos recursos metafóricos que vivifiquen el suspenso.

Una mujer que ha marcado algunos cursos preponderantes para algunas mujeres en EE.UU. es plasmada en este ligero documental a la manera en que una golondrina no puede hacer verano. Resulta inaudito, pero creíble para la decadente sociedad estadounidense enajenada por los formatos fílmicos de cine y TV donde prima el show ramplón de la lágrima y la alcoba, cómo los discursos hegemónicos culturales hacen de la historia estadounidense una cuestión de héroes-heroínas, erigiendo modelos sin su contexto. Sin darse cuenta - lo más patético del asunto -, el documental formula una verdad que resulta autocrítica, derivada de la insularidad de la jueza RBG en sus últimos años en la suprema corte: una cosa es la realidad y otra las leyes sobre el papel. Una cosa es el argumento de CNN Films en procura de querer encumbrar un modelo políticamente correcto a los altares patrios, y otra, el tratamiento en esta historia de las mujeres, que a pesar de aquella golondrina y la corte, necesitan más que leyes y abogados de Harvard para aspirar a una igualdad.