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Críticas ordenadas por utilidad
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9
22 de noviembre de 2010
22 de noviembre de 2010
18 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es simple, sí.
A veces no pasaba nada en los capítulos, verdad.
Es surrealista, sí (joder, son dibujos).
Y yo me pregunto, ¿y qué más da? Si volvías después del colegio con el único objetivo de tomar el bocadillo de nocilla y ponerte a ver los capítulos que te echaran, no había nada mejor que hacer. Era ver a Son Goku, Vegeta y a los demás y evadirse de la realidad para vivir las rivalidades, peleas e historias de esos personajes. Hay que reconocer que Akira Toriyama inventó una historia perfecta. Perfecta y adictiva, no podías perderte un capítulo porque el nivel de frustración al ver el resumen del día que perdiste y ver que pasaron cosas importantes.
¿Y quién no se sabía los movimientos de los personajes? ¿Quién no hizo al menos por una vez la fusión con un amigo? ¿Quién no puso los dedos en la frente haciendo que se teletransportaba como Son Goku? ¿Quién no tenía ganas de transformarse en Super Saiyan? Son cosas que dejan huella, y se agradece que la dejen, pues siempre es bueno que algo te influya positivamente y sientas que has pasado verdaderos buenos momentos. Eso es impagable. Y eso aún se siente ahora, es justo ver una bola de dragón y empezar a sonar la música del principio, y ya te pones a 100. ¡Hasta te pones a cantar!
Aparte no son todo peleas, la serie también tiene sus momentos cómicos, y momentos tristes. Pero está claro que lo que domina son las escenas de acción. Hay gente que dice que los efectos son cutres; señores, la serie ya tiene sus años, además eso no importa, sigue siendo igual de espectacular al principio como al final cuando ya se evidencia una importante mejora en los gráficos.
¡Perfecta!
A veces no pasaba nada en los capítulos, verdad.
Es surrealista, sí (joder, son dibujos).
Y yo me pregunto, ¿y qué más da? Si volvías después del colegio con el único objetivo de tomar el bocadillo de nocilla y ponerte a ver los capítulos que te echaran, no había nada mejor que hacer. Era ver a Son Goku, Vegeta y a los demás y evadirse de la realidad para vivir las rivalidades, peleas e historias de esos personajes. Hay que reconocer que Akira Toriyama inventó una historia perfecta. Perfecta y adictiva, no podías perderte un capítulo porque el nivel de frustración al ver el resumen del día que perdiste y ver que pasaron cosas importantes.
¿Y quién no se sabía los movimientos de los personajes? ¿Quién no hizo al menos por una vez la fusión con un amigo? ¿Quién no puso los dedos en la frente haciendo que se teletransportaba como Son Goku? ¿Quién no tenía ganas de transformarse en Super Saiyan? Son cosas que dejan huella, y se agradece que la dejen, pues siempre es bueno que algo te influya positivamente y sientas que has pasado verdaderos buenos momentos. Eso es impagable. Y eso aún se siente ahora, es justo ver una bola de dragón y empezar a sonar la música del principio, y ya te pones a 100. ¡Hasta te pones a cantar!
Aparte no son todo peleas, la serie también tiene sus momentos cómicos, y momentos tristes. Pero está claro que lo que domina son las escenas de acción. Hay gente que dice que los efectos son cutres; señores, la serie ya tiene sus años, además eso no importa, sigue siendo igual de espectacular al principio como al final cuando ya se evidencia una importante mejora en los gráficos.
¡Perfecta!
6
29 de enero de 2011
29 de enero de 2011
36 de 56 usuarios han encontrado esta crítica útil
Y es que cuando te encuentras con una película de estas características es bastante probable que el guión sea descorazonador, a lo que sumado el tedio haga que malgastes tu tiempo inútilmente. Por lo menos en este caso el entretenimiento está asegurado pese a algunas "cosillas" que chirrían un poco.
5 personas atrapadas en un ascensor y se dice que una es Satanás. Partiendo de esta premisa entramos en el terreno sobrenatural por lo que cualquier cosa es posible así que ya nos podremos olvidar del realismo durante 80 minutos. Esa es una ventaja, para bien o para mal, acabará pronto.
Como dicen otras críticas, la historia es parecida a la obra "Diez negritos" de Agatha Christie. Según va contando la voz narradora al principio, todos acaban muertos lo que ya da que pensar (pensar es lo que hacemos toda la película, quién morirá y quién será Satanás). Es una fórmula que realizada correctamente da mucho jugo. Un ejemplo es "Identidad" de James Mangold.
¿Virtudes? EL ritmo es muy bueno, no hay muchos rodeos y se centra en lo principal, prácticamente toda la acción transcurre en el ascensor y el edificio. Hay escenas bastante bien hechas y a veces incluso sorprendentes. Los actores en general cumplen todos pese a ser la mayoría unos desconocidos.
¿Defectos? Pues los normales en una película de estas características. Hay momentos poco verosímiles y el final podía haber sido mejor, sin duda la peor parte de la película. Además está impregnada por un leve tufillo religioso que puede echar para atrás a alguno aunque al final no es tanto como parecía que iba a ser.
En definitiva, una buena opción para ir al cine. Y la próxima vez que vayáis en un ascensor, si empiezan a parpadear las luces preparaos...
5 personas atrapadas en un ascensor y se dice que una es Satanás. Partiendo de esta premisa entramos en el terreno sobrenatural por lo que cualquier cosa es posible así que ya nos podremos olvidar del realismo durante 80 minutos. Esa es una ventaja, para bien o para mal, acabará pronto.
Como dicen otras críticas, la historia es parecida a la obra "Diez negritos" de Agatha Christie. Según va contando la voz narradora al principio, todos acaban muertos lo que ya da que pensar (pensar es lo que hacemos toda la película, quién morirá y quién será Satanás). Es una fórmula que realizada correctamente da mucho jugo. Un ejemplo es "Identidad" de James Mangold.
¿Virtudes? EL ritmo es muy bueno, no hay muchos rodeos y se centra en lo principal, prácticamente toda la acción transcurre en el ascensor y el edificio. Hay escenas bastante bien hechas y a veces incluso sorprendentes. Los actores en general cumplen todos pese a ser la mayoría unos desconocidos.
¿Defectos? Pues los normales en una película de estas características. Hay momentos poco verosímiles y el final podía haber sido mejor, sin duda la peor parte de la película. Además está impregnada por un leve tufillo religioso que puede echar para atrás a alguno aunque al final no es tanto como parecía que iba a ser.
En definitiva, una buena opción para ir al cine. Y la próxima vez que vayáis en un ascensor, si empiezan a parpadear las luces preparaos...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Desvaríos varios:
Parecía obvio que iba a ser la vieja la que fuese Satanás, más que nada por antecedentes en otras películas. Su muerte me descolocó un poco aunque al final tenía la razón y eso que ya no me esperaba que volviese a andar.
¿A qué venía la bolsa con todas aquellas herramientas?
El suicida hizo que el camión andase bastantes metros. Increíble.
Que al final Tony fuese el que atropelló a la familia del policía ya es rizar el rizo, quedaba mucho mejor si no hubiese sido así.
¿Satanás se fue volando? ¿Se teletransportó? ¿Cavó un túnel? ¿Sigue en el ascensor? Preguntas sin respuesta. Pero la película está bien y yo estoy contento, suficiente.
Parecía obvio que iba a ser la vieja la que fuese Satanás, más que nada por antecedentes en otras películas. Su muerte me descolocó un poco aunque al final tenía la razón y eso que ya no me esperaba que volviese a andar.
¿A qué venía la bolsa con todas aquellas herramientas?
El suicida hizo que el camión andase bastantes metros. Increíble.
Que al final Tony fuese el que atropelló a la familia del policía ya es rizar el rizo, quedaba mucho mejor si no hubiese sido así.
¿Satanás se fue volando? ¿Se teletransportó? ¿Cavó un túnel? ¿Sigue en el ascensor? Preguntas sin respuesta. Pero la película está bien y yo estoy contento, suficiente.
Documental

7,8
12.472
8
10 de abril de 2011
10 de abril de 2011
21 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
Son muchas las cosas que me han hecho disfrutar de este deporte:
He disfrutado de los duelos entre Mclaren y Ferrari de finales de los 90, personificados en Mika Häkkinen y Michael Schumacher, con doble victoria para el mencionado en primer lugar.
He disfrutado del dominio avasallador de Ferrari en la primera mitad de la primera década del siglo XXI, siendo especialmente notorio en 2002 y 2004.
He disfrutado del primer español que conseguía un campeonato del mundo de F1 (por partida doble), Fernando Alonso.
He disfrutado con la resolución de dos títulos mundiales en la última carrera en Brasil en 2007 y 2008, este último resuelto en la última curva en una de las mejores carreras que se recuerdan.
He disfrutado de la irrupción de un joven piloto que parece predestinado a batir todos los registros, Sebastian Vettel (RedBull le da alas).
He disfrutado con muchos pilotos que no han conseguido un título, pero que se han hecho notar de muchas formas, como los adelantamientos imposibles de Juan Pablo Montoya, las locuras de Takuma Sato, las peripecias de Ralf Schumacher y la extravagancia de Yuji Ide.
He disfrutado de todos los adelantamientos, salidas de pista, accidentes (sin ser graves, claro está), incidencias y polémicas que rodean a este gran circo.
Pero me siento apesadumbrado. No disfruté de Ayrton Senna.
El considerado por muchos el mejor piloto de la historia se dejó la vida prematuramente en 1994. En ese año no sabía lo que era la Fórmula 1, y menos quién era Senna. Es por ello que mi ídolo sea Schumacher, y no ese talentoso brasileño que hechizaba a todo el mundo.
Este documental recoge lo más destacado de su carrera deportiva así como algunas curiosidades personales. Es seguro que al tratarse de una figura deportiva, los no aficionados pues no sentirán mucha empatía con él, y no sentirán nada fuera de lo normal. Sin embargo, los seguidores de este deporte agradecemos que se haya podido realizar para conocer más a fondo a Senna así como todo lo que le rodeaba.
Viéndolo, es fácil darse cuenta de la diferencia de la F1 de hace 20-25 años con la de ahora. Cada vez se priman más los avances tecnológicos para construir un coche ganador, siendo en el 95% más determinante que el piloto. Antes era todo mucho más justo, como decía Senna, era un mundial de pilotos, no un mundial de coches.
Además, esas imágenes cámara encima del hombro de Senna, viendo la manera que se conducía de aquella, deja claro que ahora lo tienen mucho más fácil, con todo en el volante. Aquellos sí que eran pilotos...
Termino con una cita suya en la que se entiende ese afán de superación, esas ansias de victoria que es lo más grande para un piloto, la victoria y sólo la victoria, nada de conformismos, rodar siempre al límite, lo que a veces juega malas pasadas, pero bastante veces produce satisfacciones.
"Lo importante es ganar. Todo siempre. Esa historia de que lo importante es competir no pasa de ser demagogia."
Un grande.
He disfrutado de los duelos entre Mclaren y Ferrari de finales de los 90, personificados en Mika Häkkinen y Michael Schumacher, con doble victoria para el mencionado en primer lugar.
He disfrutado del dominio avasallador de Ferrari en la primera mitad de la primera década del siglo XXI, siendo especialmente notorio en 2002 y 2004.
He disfrutado del primer español que conseguía un campeonato del mundo de F1 (por partida doble), Fernando Alonso.
He disfrutado con la resolución de dos títulos mundiales en la última carrera en Brasil en 2007 y 2008, este último resuelto en la última curva en una de las mejores carreras que se recuerdan.
He disfrutado de la irrupción de un joven piloto que parece predestinado a batir todos los registros, Sebastian Vettel (RedBull le da alas).
He disfrutado con muchos pilotos que no han conseguido un título, pero que se han hecho notar de muchas formas, como los adelantamientos imposibles de Juan Pablo Montoya, las locuras de Takuma Sato, las peripecias de Ralf Schumacher y la extravagancia de Yuji Ide.
He disfrutado de todos los adelantamientos, salidas de pista, accidentes (sin ser graves, claro está), incidencias y polémicas que rodean a este gran circo.
Pero me siento apesadumbrado. No disfruté de Ayrton Senna.
El considerado por muchos el mejor piloto de la historia se dejó la vida prematuramente en 1994. En ese año no sabía lo que era la Fórmula 1, y menos quién era Senna. Es por ello que mi ídolo sea Schumacher, y no ese talentoso brasileño que hechizaba a todo el mundo.
Este documental recoge lo más destacado de su carrera deportiva así como algunas curiosidades personales. Es seguro que al tratarse de una figura deportiva, los no aficionados pues no sentirán mucha empatía con él, y no sentirán nada fuera de lo normal. Sin embargo, los seguidores de este deporte agradecemos que se haya podido realizar para conocer más a fondo a Senna así como todo lo que le rodeaba.
Viéndolo, es fácil darse cuenta de la diferencia de la F1 de hace 20-25 años con la de ahora. Cada vez se priman más los avances tecnológicos para construir un coche ganador, siendo en el 95% más determinante que el piloto. Antes era todo mucho más justo, como decía Senna, era un mundial de pilotos, no un mundial de coches.
Además, esas imágenes cámara encima del hombro de Senna, viendo la manera que se conducía de aquella, deja claro que ahora lo tienen mucho más fácil, con todo en el volante. Aquellos sí que eran pilotos...
Termino con una cita suya en la que se entiende ese afán de superación, esas ansias de victoria que es lo más grande para un piloto, la victoria y sólo la victoria, nada de conformismos, rodar siempre al límite, lo que a veces juega malas pasadas, pero bastante veces produce satisfacciones.
"Lo importante es ganar. Todo siempre. Esa historia de que lo importante es competir no pasa de ser demagogia."
Un grande.
8
11 de marzo de 2014
11 de marzo de 2014
17 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un asesinato como punto de partida para una historia de dos detectives, sus vidas personales, sus tribulaciones y sus miserias. No es una serie al uso, nada más lejos de la verdad, consigue innovar incluso en un género tan trillado como es el de detectives, asesinos e investigaciones. Y esto es posible gracias a un guión potente apoyado en una dirección firme, ayudado sin duda por unas magníficas interpretaciones personales y un cuidado diseño de localizaciones exteriores. Esos pantanos...
Sin duda alguna estos 8 capítulos se convierten ipso facto en capítulos de culto. Serie corta pero intensa, muy rica en detalles y de degustación pausada. No, aquí no hay tiroteos a la mínima pero los que hay son estupendos, es obligado decirlo. Lo que más abunda es el desarrollo paulatino de los personajes, que a algunos les cuesta asimilar al principio pero que potencia el resultado final. Especial juego da la oposición y choque de personalidades y actitudes de los dos protagonistas, Marty y Rust, que tendrán más de un encontronazo durante la investigación. Y más de dos.
El mérito de esta serie es hacer que una conversación aparentemente trivial en un coche entre dos detectives acabe sobresaliendo sobre el conjunto general. Cuando se sabe hacer buen uso del diálogo se convierte en un arma muy poderosa. Sin efectismos ni artificios, puro y llano diálogo. Del bueno, del que se va extinguiendo poco a poco, desgraciadamente. Suerte que se dispone de "True Detective"...
Sin duda alguna estos 8 capítulos se convierten ipso facto en capítulos de culto. Serie corta pero intensa, muy rica en detalles y de degustación pausada. No, aquí no hay tiroteos a la mínima pero los que hay son estupendos, es obligado decirlo. Lo que más abunda es el desarrollo paulatino de los personajes, que a algunos les cuesta asimilar al principio pero que potencia el resultado final. Especial juego da la oposición y choque de personalidades y actitudes de los dos protagonistas, Marty y Rust, que tendrán más de un encontronazo durante la investigación. Y más de dos.
El mérito de esta serie es hacer que una conversación aparentemente trivial en un coche entre dos detectives acabe sobresaliendo sobre el conjunto general. Cuando se sabe hacer buen uso del diálogo se convierte en un arma muy poderosa. Sin efectismos ni artificios, puro y llano diálogo. Del bueno, del que se va extinguiendo poco a poco, desgraciadamente. Suerte que se dispone de "True Detective"...
7
13 de abril de 2013
13 de abril de 2013
17 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cómo ha cambiado "Spartacus" desde aquel lejano ludus de Capua en donde los gladiadores se entrenaban duramente para abrazar la muerte en cada combate sobre la arena, a sabiendas de que cualquier día podría ser el último de sus vidas. En donde obedecían las órdenes de Batiatus como meros esclavos acostumbras a servir día sí y día también a sus amos. Estaban las batallas, los piques y finalmente, la rebelión, componiendo así una muy buena primera temporada.
La triste enfermedad del anterior protagonista, Whitfield, hizo que se rodara una precuela con la misma esencia que aquella temporada, rayando a gran nivel también y presentando a un personaje capital en la serie como es el dios de la arena Gannicus.
Retomando la serie tras el fallecimiento de Whitfield con un actor sustituto, a la misma le costó asentarse al tener que sacar la acción del ludus y de la arena a las batallas a campo abierto, lo que redundó en un descenso de nivel. Descenso leve, eso sí, puesto que tuvo momentos grandiosos.
Finalmente se llegó a esta su última temporada en donde se recupera el alto nivel de la primera entrega gracias sin duda a dos "villanos" carismáticos y poderosos comos Marcus Crassus y Julio César, que logran superar fácilmente la labor del cariacontecido Glaber. Muchas batallas, muchas sorpresas y diálogos sin desperdicio ya sea en la parte rebelde o la romana. Hay menos conspiraciones que en la primera temporada y la precuela, en donde Batiatus era el número uno. Pero no hay queja...
Qué dulce ironía ser un esclavo capítulo tras capítulo de esta serie y al acabarla poder decir, finalmente:
"Ya soy un hombre libre".
La triste enfermedad del anterior protagonista, Whitfield, hizo que se rodara una precuela con la misma esencia que aquella temporada, rayando a gran nivel también y presentando a un personaje capital en la serie como es el dios de la arena Gannicus.
Retomando la serie tras el fallecimiento de Whitfield con un actor sustituto, a la misma le costó asentarse al tener que sacar la acción del ludus y de la arena a las batallas a campo abierto, lo que redundó en un descenso de nivel. Descenso leve, eso sí, puesto que tuvo momentos grandiosos.
Finalmente se llegó a esta su última temporada en donde se recupera el alto nivel de la primera entrega gracias sin duda a dos "villanos" carismáticos y poderosos comos Marcus Crassus y Julio César, que logran superar fácilmente la labor del cariacontecido Glaber. Muchas batallas, muchas sorpresas y diálogos sin desperdicio ya sea en la parte rebelde o la romana. Hay menos conspiraciones que en la primera temporada y la precuela, en donde Batiatus era el número uno. Pero no hay queja...
Qué dulce ironía ser un esclavo capítulo tras capítulo de esta serie y al acabarla poder decir, finalmente:
"Ya soy un hombre libre".
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