Una película que deja ver que no todo es divertimento en la vida y que con el amor no se juega.
En el 2003, la película tuvo un "remake" protagonizado por Jude Law, bastante descafeinado y sin sentido.

La he visto hoy en el Festival de Cine de Málaga y la verdad es que me ha gustado bastante. No sabía muy bien de que iba y me ha sorprendido con creces. Tanto las interpretaciones como el guión son fabulosos. Historias como estas son las que merece ir al cine a ver, porque sales con una satisfacción inigualable.

Bajo mi punto de vista creo que la interpretación de Helen Mirren alcanza cotas realmente altas. En algunos momentos del filme, te parece que en realidad estas viendo a la autentica Isabel II, pero es una lástima que una película se base al cien por cien en una simple actuación obviando el resto de interpretaciones, el guión y un apartado técnico más bien decepcionante. Por momentos me parece estar viendo un telefilme de las cuatro dela tarde o un Docudrama de esos que tanto se rodaban antes.

Es admirable el hecho de que en una película se pueda aunar la maravillosa y portentosa interpretación de Helen Mirren y el descarado tropezón de Stephen Frears a la hora de dirigir la película.

Decir que vi esta película anunciada hace ya más de dos meses y que al leer el argumento no pude esperar a que llegara a nuestros cines, por lo que un amigo me la dejo en versión original y decidí vérmela.

La historia comienza con fuerza, tratada para ser una película de monstruos de una forma diferente a la norma. El humor negro, la acción y el drama se mezclan en una macedonia que al principio tiene cierto sentido pero que poco a poco va perdiendo su sabor al entremezclarse demasiado los diferentes géneros de los que bebe la cinta.

Visualmente está bastante bien, pero no es suficiente, al menos para mí, cuando la historia comienza con tanta energía y se apaga de una forma tan exagerada y de forma tan progresiva en la segunda mitad de la cinta.

De todas formas, hay que verla.