El cine francés ha encontrado en la temática de la educación una vía para crear un buen número de títulos notables como ejemplifican filmes como la multipremiada La clase o, en otros aspectos, el nuevo filme de Jean-Pierre Améris que ya ha llegado a nuestras carteleras y en el que se encuentra una sensible mirada a la enseñanza y al lenguaje.

A un orfanato eclesiástico de sordomudas llega Marie Heurtin, sordomuda y también ciega, criada con amor aunque con un temperamento salvaje se convertirá en la obsesión de una de las monjas del orfanato que otorgará todo su tiempo a mirar de encontrar una forma con la que la chica pueda comunicarse.

Améris crea un sencillo y sensible relato basado en hechos reales sobre la virtud de la enseñanza, y por encima de todo, sobre el lenguaje y la necesidad de comunicación. Aunque el filme requiere un esfuerzo a la sensibilidad del espectador y su sencillez general en la forma puede no del todo jugar a su favor (aunque hay algun momento dignamente sublime), la fuerza de la historia y de las interpretaciones irradian luz al conjunto.

Un bellísimo y digno relato sobre la enseñanaza y el lenguaje en el que cabe destacar la maravillosa interpretación de Ariana Rivoire, que aporta una pasmosa credibilidad sin esfuerzos excesivos melodramáticos al personaje de Marie Heurtin.

Los hermanos Elkabetz llegan por primera vez a las carteleras con este notable, conmovedor y crítico filme sobre la dignidad de libertad de una mujer que busca divorciarse en un sistema patriarcal y fuertemente apegado a las escrituras religiosas.

Un filme minimalista en espacios y forma, fuertemente conmovedor y tenso, no solo por el propio proceso judicial sino también por todo lo que se percibe detrás; una orgullosa y feroz lucha de una mujer digna ante su derecho de libertad de decisión en un mundo construido por ideas paternalistas y en el que la mujer solo sirve de satisfacción y subordinación.

Las entregadas interpretaciones redondean un conjunto sobrio y profundamente conmovedor, destacando la interpretación de la protagonista, pareciendo que rompe la cuarta pared en algunos instantes y volviéndonos testigos y fieles de su digna lucha.

Una mirada a la ruptura del matrimonio digna del Bergman más inspirado, conmovedora, profunda y de una fuerza en su crítica y lucha dignas de elogio; brillando con su sobriedad y realistas interpretaciones.

El director norteamericano David Robert Mitchell nos deja uno de los mejores filmes que el terror contemporáneo nos ha regalado, creando una propuesta atrevida, terrorífica e incluso poética.

Mitchell bebe del John Carpenter de Halloween y de otros títulos del terror de los ochenta para crear una inquietante atmósfera que forma uno de los relatos de terror más estimulantes y eficaces de las últimas décadas; todo ello a partir del principio de no justificar lo desconocido, una regla que muchos filmes no siguen.

Una prodigiosa primera hora, de las más estimulantes que el género nos ha brindado jamás, sublima un por otro lado decepcionante tramo final, gracias al trabajo de Mitchell en crear un planteamiento visual diferente al resto de propuestas contemporáneas y realizando un honesto e inquietante retrato sobre la sexualidad en la época adolescente.

Maika Monroe como la nueva reina del horror (vista ya en la reciente y también ochentera The Guest) y la sugeridora mirada de Mitchell convierten a esta It Follows en una de las propuestas imprescindibles para los verdaderos amantes del cine de terror; llena de estilo y sin necesidad de golpes de efecto, sino incrementando el horror a partir de los planos sostenidos y el fuera de campo. No se la pierdan.

Gerard Johnson y Peter Ferdinando, director y protagonista respectivamente, vuelven a crear un estimulante tándem creativo en este thriller de bajo presupuesto con claro aroma amateur e influencias de cineastas como Winding Refn.

Ferdinando es el protagonista de un grupo de policías corruptos en los barrios bajos de Londres que se verá envuelto en el meollo entre mafias de paquistaníes y albanos con una mujer de por medio. El desarrollo argumental es bastante simple y muy visto en el género, siendo una trama poco profunda a la cual solo le insufla carácter la entrega del contundente Peter Ferdinando.

Un thriiler oscuro, seco y realizado con carácter y buen pulso aunque algunos espectadores puedan rechazar su forma tan amateur en lo visual y un guión, hay que decirlo, poco original en su desarrollo.

La propuesta anual de Disney llega a las pantallas dejándonos una mezcla de los clásicos valores Disney aderezado con una mezcla de amor hacia la modernidad japonesa y también a los superhéroes.

Otro notable título del estudio de animación de Disney, mejor desde mi punto de vista que Rompe Ralph y Frozen, con un gran diseño artístico y con un personaje creado a partir del puro minimalismo y con el que es imposible no encariñarse.

Una divertida aventura llena de acción y personajes secundarios que forman el pintoresco tándem de superhéroes de la cinta y que nos deja los valores que todas las obras contemporáneas de Disney han valorado como la amistad, el creer en uno mismo o, en este caso también, afrontar la pérdida de un familiar amado.

Disney nos brinda otra viva película llena de talento en el diseño y que nos deja a un personaje achuchable difícil de olvidar.