Cualquiera que haya estado en el carnaval de Venecia se sentirá profundamente atraído por los fascinantes personajes carnavalescos recreados por Álex de la iglesia y los entornos en los que se desarrolla la historia. Aunque en general el público ha considerado que se trata de una de las películas peor valoradas de Álex de la Iglesia, discrepo de la opinión mayoritaria y creo que la película es muy interesante, con actores como Cosimo Fusco, Enrico Lo Verso e Ingrid García realizando grandes interpretaciones.

Excéntrica. Sus protagonistas son un claro ejemplo de los valores que aún hoy gobiernan nuestra economía: especulación, ambición, exceso y obscenidad. Los diálogos cuentan con un buen montón de escenas que pueden ser analizados en centros educativos que enseñen técnicas de venta. Interpretaciones excelentes y una dirección muy al estilo de Gangs of New York.

La adaptación musical de esta obra de Victor Hugo es espléndida, y nos evoca a un tiempo lejano en el que una mayoría está abocada a la miseria y la barbarie y unos pocos disfrutan de los privilegios del poder y las riquezas (a lo mejor no es un tiempo tan lejano). En esa situación, las ideas de cambio y revolución romántica de unos pocos, sin una organización y ejército bien fuertes que les respalde, está abocada a la destrucción. Actual como la vida misma. Inconmensurable plantel de buenos actores a las órdenes de una dirección genial que nos hacen sentir, sufrir, llorar y reir durante todo el metraje.

Correcta película sobre los últimos años de Butch Cassidy. Buenas interpretaciones, y fenomenales paisajes y fotografía. Sin embargo, creo que Mateo Gil puede dirigir cosas mejores. El mejor calificativo para esta película es digna y honesta, pero rápidamente olvidable. Lo mejor: la fotografía; lo peor, un guión irregular y que a ratos resulta aburrido.

Interesante muestra de cine de género, en el que sobresale la interpretación de un Gosling en el papel de un conductor multifacético. Por otro lado, la película está falta de ritmo, que la hace entretenida en una primera visión, y profundamente aburrida en siguientes visionados. Lo mejor, la atmósfera setentera. Lo peor: la sensación de un argumento ya visto.