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1
22 de enero de 2011
22 de enero de 2011
20 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuatro rockeros frikis, liderados por un flaipas con más humo que cerebro en la cabeza llamado Julián Lara, se juntaron un sábado por la tarde para grabar una película con la cámara de su móvil. La historia que se filmó es digna de cualquier adolescente adicto al Resident Evil 3, las actuaciones son peores que las de una película porno, la banda sonora son temas punk-hardcoretas a todo volumen, los efectos sonoros están extraídos directamente del Goldeneye 64 y los recursos de vestuario y maquillaje son los mismos que los de un niño de trece años en carnaval.
No os engañéis porque, aún a pesar de todo, esta película NO ES DIVERTIDA. No es de esas obras maestras con las que te meas de la risa de lo malas que son, como Zombie Wars o las producciones del Asylum, que son tan malas que como comedia absurda son buenísimas. Pero en este caso la película es TAN sumamente mala que no sirve ni para reírse de lo mala que es. Será porque los del Asylum, por muy bajo que tengan el listón, al menos tienen un listón, no como esta pandilla de frikis sin vergüenza. No, sin vergüenza no: sin amor propio.
Pero lo que me cabrea de todo esto no es que este aborto audiovisual se haya filmado alguna vez, no. Lo que me ennerva de verdad es que esto esté registrado en filmaffinity como "película" cuando no debería existir ni como vídeo de youtube. Porque claro, ahora tengo que darle un uno por cojones, ya que no puedo escribir críticas sin valorar lo que critico. ¿Y yo ahora qué hago? No puedo dejar a Fisica o Química, a Real Madrid la película, o a las estupideces vanguardistas de Andy Warhol a la altura de este engendro cinematográfico. Estuve pensando en hacerme otra cuenta para escribir esta parrafada y no ensuciar mis valoraciones, pero Pablo Kurt está en todo y yo no quiero que me baneen de filmaffinity, así que tendré que joderme y subir todas las demás votaciones uno o dos puntos para mantener la equidad.
Pues me parece injusto, yo no hice nada malo para merecer esto. Yo sólo busqué las películas peor valoradas para descargarme alguna y echarme las risas con mis amigos. Yo no me esperaba algo así... no me sentía tan indignado desde el final de LOST...
En fin... nunca pensé que escribiría esto en una crítica, pero esto es causa de fuerza mayor y lo siento en el alma, pero la culpa no es mía, la culpa es de Leonardo Dantés:
USUARIO A FAVOR DE PODER PUNTUAR CON UN CERO EN FILMAFFINITY.
(aunque sólo sea a esta bazofia)
Gracias por su atención, ahora me voy a llorar.
Buenas noches.
No os engañéis porque, aún a pesar de todo, esta película NO ES DIVERTIDA. No es de esas obras maestras con las que te meas de la risa de lo malas que son, como Zombie Wars o las producciones del Asylum, que son tan malas que como comedia absurda son buenísimas. Pero en este caso la película es TAN sumamente mala que no sirve ni para reírse de lo mala que es. Será porque los del Asylum, por muy bajo que tengan el listón, al menos tienen un listón, no como esta pandilla de frikis sin vergüenza. No, sin vergüenza no: sin amor propio.
Pero lo que me cabrea de todo esto no es que este aborto audiovisual se haya filmado alguna vez, no. Lo que me ennerva de verdad es que esto esté registrado en filmaffinity como "película" cuando no debería existir ni como vídeo de youtube. Porque claro, ahora tengo que darle un uno por cojones, ya que no puedo escribir críticas sin valorar lo que critico. ¿Y yo ahora qué hago? No puedo dejar a Fisica o Química, a Real Madrid la película, o a las estupideces vanguardistas de Andy Warhol a la altura de este engendro cinematográfico. Estuve pensando en hacerme otra cuenta para escribir esta parrafada y no ensuciar mis valoraciones, pero Pablo Kurt está en todo y yo no quiero que me baneen de filmaffinity, así que tendré que joderme y subir todas las demás votaciones uno o dos puntos para mantener la equidad.
Pues me parece injusto, yo no hice nada malo para merecer esto. Yo sólo busqué las películas peor valoradas para descargarme alguna y echarme las risas con mis amigos. Yo no me esperaba algo así... no me sentía tan indignado desde el final de LOST...
En fin... nunca pensé que escribiría esto en una crítica, pero esto es causa de fuerza mayor y lo siento en el alma, pero la culpa no es mía, la culpa es de Leonardo Dantés:
USUARIO A FAVOR DE PODER PUNTUAR CON UN CERO EN FILMAFFINITY.
(aunque sólo sea a esta bazofia)
Gracias por su atención, ahora me voy a llorar.
Buenas noches.
17 de enero de 2010
17 de enero de 2010
115 de 214 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me encantó esta película.
Un profesor consigue encandilar a una generación yanki de estudiantes elitistas con la personalidad sin desarrollar. Les da lecciones sobre la vida, una vida que hay que exprimir al máximo. Les enseña que hay guiarse por el corazón, que hay que serle fiel a las convicciones de uno, y extraer con valentía todo el meollo a nuestra existencia.
El excéntrico y poco convencional profesor que todo el mundo quiere tener.
Estimado alumno: Rompe los libros, recita poemas a gritos y súbete a la mesa para mirar todo desde otra perspectiva. Seguro que ahora te sientes al margen del sistema y comprendes tu potencial para ser feliz siendo tú mismo y siguiendo tus ideales, restándole importancia a las normas que te dicte la sociedad.
¿Profesor de literatura o coach emocional?
Mejor llamarlo capitán, mi capitán.
¿Carpe Diem? ¡Por supuesto!
Pero Carpe Diem no significa "conviértete en un imbécil".
Un profesor consigue encandilar a una generación yanki de estudiantes elitistas con la personalidad sin desarrollar. Les da lecciones sobre la vida, una vida que hay que exprimir al máximo. Les enseña que hay guiarse por el corazón, que hay que serle fiel a las convicciones de uno, y extraer con valentía todo el meollo a nuestra existencia.
El excéntrico y poco convencional profesor que todo el mundo quiere tener.
Estimado alumno: Rompe los libros, recita poemas a gritos y súbete a la mesa para mirar todo desde otra perspectiva. Seguro que ahora te sientes al margen del sistema y comprendes tu potencial para ser feliz siendo tú mismo y siguiendo tus ideales, restándole importancia a las normas que te dicte la sociedad.
¿Profesor de literatura o coach emocional?
Mejor llamarlo capitán, mi capitán.
¿Carpe Diem? ¡Por supuesto!
Pero Carpe Diem no significa "conviértete en un imbécil".
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Me encantó ver cómo las lecciones del profesor empezaban a surtir su efecto.
Me encantó ver cómo unos niños ricos conformistas se convertían en valientes y transgresores librepensadores:
Uno se hace llamar Nuwanda a sí mismo y se convierte en el líder del grupo: el listillo que todo lo sabe y todo lo entiende, personaje aborrecible en cualquier películ y que inspira más vergüenza ajena que otra cosa. En un alarde de rebeldía se impone contra las normas del instituto... publicando un absurdo anuncio en el periódico escolar.
¿Rebeldía o pataleta infantil?
Otro acosa a la chica más popular de la comarca a base de poemas que dan lástima. Evidentemente, la chica deja a su novio (el capitán del equipo de fútbol) y se va con él.
¿Realidad o ficción?
Otro ignora los deseos de su padre de convertirse en médico para intentar ser actor. Su padre al final no se lo permite. El chico llora y se suicida de la forma más ridícula posible.
¿Coraje o cobardía?
Otro empieza tonto y acaba más tonto aún...
¡Gracias, capitán!
Me encantó ver a un profesor intentando inculcar en sus alumnos valores como la convicción y la valentía simplemente mencionando palabras como "librepensamiento" o "carpe diem". Me encantó ver cómo ellos utilizaban luego esas palabras a modo de justificación para hacer apología de la inmadurez más ridícula y repugnante que imaginar se pueda. Me encantó ver que esos estudiantes (los que se suponían valientes) no apoyaron a su capitán cuando se hundía el barco, sólo para salvar su propio pellejo.
Eso sí, al final se suben a la mesa, para que quede claro lo rebeldes que son y lo mucho que aprendieron.
¡Oh capitán mi capitán!
Me encantó ese cursi final.
Me encantó tanto que lloré de la risa.
Luego fui a hablar con mi coach emocional y le conté lo mucho que disfruté con esta película y lo mucho que me reí con sus ingenuas lecciones sobre la vida, con sus pedantes incoherencias y con sus bobalicones personajes. Él me dijo que en realidad no comprendí el verdadero mensaje de la historia.
No me extraña, mi profesor de literatura sólo me enseñó a ser gilipollas. Lo otro no valía para nada.
Suspendí a la película en filmaffinity por no haberla entendido, le di las gracias a mi coach emocional diciéndole "oh capitán mi capitán", y me bajé de la mesa para volver a ser el pánfilo que era antes.
Me encantó ver cómo unos niños ricos conformistas se convertían en valientes y transgresores librepensadores:
Uno se hace llamar Nuwanda a sí mismo y se convierte en el líder del grupo: el listillo que todo lo sabe y todo lo entiende, personaje aborrecible en cualquier películ y que inspira más vergüenza ajena que otra cosa. En un alarde de rebeldía se impone contra las normas del instituto... publicando un absurdo anuncio en el periódico escolar.
¿Rebeldía o pataleta infantil?
Otro acosa a la chica más popular de la comarca a base de poemas que dan lástima. Evidentemente, la chica deja a su novio (el capitán del equipo de fútbol) y se va con él.
¿Realidad o ficción?
Otro ignora los deseos de su padre de convertirse en médico para intentar ser actor. Su padre al final no se lo permite. El chico llora y se suicida de la forma más ridícula posible.
¿Coraje o cobardía?
Otro empieza tonto y acaba más tonto aún...
¡Gracias, capitán!
Me encantó ver a un profesor intentando inculcar en sus alumnos valores como la convicción y la valentía simplemente mencionando palabras como "librepensamiento" o "carpe diem". Me encantó ver cómo ellos utilizaban luego esas palabras a modo de justificación para hacer apología de la inmadurez más ridícula y repugnante que imaginar se pueda. Me encantó ver que esos estudiantes (los que se suponían valientes) no apoyaron a su capitán cuando se hundía el barco, sólo para salvar su propio pellejo.
Eso sí, al final se suben a la mesa, para que quede claro lo rebeldes que son y lo mucho que aprendieron.
¡Oh capitán mi capitán!
Me encantó ese cursi final.
Me encantó tanto que lloré de la risa.
Luego fui a hablar con mi coach emocional y le conté lo mucho que disfruté con esta película y lo mucho que me reí con sus ingenuas lecciones sobre la vida, con sus pedantes incoherencias y con sus bobalicones personajes. Él me dijo que en realidad no comprendí el verdadero mensaje de la historia.
No me extraña, mi profesor de literatura sólo me enseñó a ser gilipollas. Lo otro no valía para nada.
Suspendí a la película en filmaffinity por no haberla entendido, le di las gracias a mi coach emocional diciéndole "oh capitán mi capitán", y me bajé de la mesa para volver a ser el pánfilo que era antes.

6,4
15.319
5
2 de mayo de 2011
2 de mayo de 2011
38 de 60 usuarios han encontrado esta crítica útil
No me gusta el cine videoclipero en el que la forma domina sobre el fondo y en el que se suele relegar a un segundo plano un sugerente (presuntuoso) y original (ridículo) argumento del que se pretende disimular sus carencias (estupideces) a través de recursos técnicos (molones) que desvíen la atención del espectador (adolescente erecto).
Desde el minuto uno es posible intuir que esta película va por ese camino. El agravante es que no se limita solamente a ser efectista, sino que además se cree inteligente por tratar temas de economía en plan rompedor y por soltar diálogos como éste:
- ¿Profesor, por qué estudiamos a Keynes si era un incompetente?
- Buena pregunta. A la calle todo el mundo y a vivir aventuras, se acabó la clase.
- Pero si falta media hora.
- Pues se come usted un Donut.
Y la cosa no acaba ahí, no, porque hay mucha variedad dónde elegir:
Frases supuestamente filosóficas que no hay por donde cogerlas:
-Mis recuerdos tienen el orden que tiene mi vida, y ese es el orden que sigue un niño al vestirse.
Juegos de palabras que se creen ingeniosos y elegantes:
-Estaré allí como un clavo.
-Como una espina, señor Circo, como una espina.
Chascarrillos que se ven venir de lejos:
-¿Tienes miedo a volar?
-No, tengo miedo a estrellarme.
Y, por supuesto, frases molonas para poner en el Twitter:
-El pobre cree que el dinero da felicidad, el rico lo sabe.
Vamos, que diálogos y frases ridículas hay a patadas, y todas tienen una única pretensión: molar mazo. Y eso a mí me resulta artificial y repugnante a partes iguales.
Lo único positivo que le pude encontrar a la historia era su forma de satirizar la economía actual, al menos en su primera mitad, pero la película no tarda demasiado en creerse demasiado inteligente y molona como para acabar tratándome como si yo fuera estúpido. Y por mucho que Rodrigo Cortés pretenda distraerme utilizando todos los tipos de travellings y panorámicas que existen, congelando y acelerando planos sin parar y mezclando secuencias como si de un videoclip se tratara, yo no voy a tolerar que me tome por estúpido una película que se cree inteligente cuando realmente es ella la que es estúpida.
Porque ahí está el viejo...
El viejo mola: fuma mucho, no contesta al teléfono nunca, y es muy duro. El viejo te habla a susurros: te aguanta la mirada sin pestañear y te da lecciones de economía para tontos aunque tú seas profesor de historia económica. Por eso el viejo mola, porque el viejo te muestra la verdad, te inspira, te alecciona... el viejo te suelta frases como “Cállese. Usted se muere de sed y yo le ofrezco agua, así que cállese y escuche. Ahora comienza su verdadero concurso, señor Circo, concurse, ha llegado su momento, es la hora de concursar de verdad”.
¡Luchemos contra el sistema señores!
Ups...
... perdón...
... me emocioné...
Desde el minuto uno es posible intuir que esta película va por ese camino. El agravante es que no se limita solamente a ser efectista, sino que además se cree inteligente por tratar temas de economía en plan rompedor y por soltar diálogos como éste:
- ¿Profesor, por qué estudiamos a Keynes si era un incompetente?
- Buena pregunta. A la calle todo el mundo y a vivir aventuras, se acabó la clase.
- Pero si falta media hora.
- Pues se come usted un Donut.
Y la cosa no acaba ahí, no, porque hay mucha variedad dónde elegir:
Frases supuestamente filosóficas que no hay por donde cogerlas:
-Mis recuerdos tienen el orden que tiene mi vida, y ese es el orden que sigue un niño al vestirse.
Juegos de palabras que se creen ingeniosos y elegantes:
-Estaré allí como un clavo.
-Como una espina, señor Circo, como una espina.
Chascarrillos que se ven venir de lejos:
-¿Tienes miedo a volar?
-No, tengo miedo a estrellarme.
Y, por supuesto, frases molonas para poner en el Twitter:
-El pobre cree que el dinero da felicidad, el rico lo sabe.
Vamos, que diálogos y frases ridículas hay a patadas, y todas tienen una única pretensión: molar mazo. Y eso a mí me resulta artificial y repugnante a partes iguales.
Lo único positivo que le pude encontrar a la historia era su forma de satirizar la economía actual, al menos en su primera mitad, pero la película no tarda demasiado en creerse demasiado inteligente y molona como para acabar tratándome como si yo fuera estúpido. Y por mucho que Rodrigo Cortés pretenda distraerme utilizando todos los tipos de travellings y panorámicas que existen, congelando y acelerando planos sin parar y mezclando secuencias como si de un videoclip se tratara, yo no voy a tolerar que me tome por estúpido una película que se cree inteligente cuando realmente es ella la que es estúpida.
Porque ahí está el viejo...
El viejo mola: fuma mucho, no contesta al teléfono nunca, y es muy duro. El viejo te habla a susurros: te aguanta la mirada sin pestañear y te da lecciones de economía para tontos aunque tú seas profesor de historia económica. Por eso el viejo mola, porque el viejo te muestra la verdad, te inspira, te alecciona... el viejo te suelta frases como “Cállese. Usted se muere de sed y yo le ofrezco agua, así que cállese y escuche. Ahora comienza su verdadero concurso, señor Circo, concurse, ha llegado su momento, es la hora de concursar de verdad”.
¡Luchemos contra el sistema señores!
Ups...
... perdón...
... me emocioné...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Cinco años de carrera para esto.

7,1
28.450
6
16 de enero de 2011
16 de enero de 2011
26 de 36 usuarios han encontrado esta crítica útil
Para estar hablando de un drama social yo diría que al conflicto del agua en Bolivia se le presta la mínima atención, utilizándolo más bien como un trámite para tocar unos temas de índole más personal que otra cosa. Nótese que se le da más importancia al rodaje de la película que a la crisis social en sí, y el resultado es que nos sentimos más identificados con los cineastas que con los bolivianos, por mucho que pretendan establecer un dualismo entre éstos y los nativos que se encontró Colón al llegar a las Américas.
El caso es que la transición de la grabación de la película al conflicto del agua podría haberse realizado mejor, quitando protagonismo a las escenas del rodaje, y evitando un desarrollo previsible del argumento (sustentado básicamente por una evolución simplista del personaje de Tosar). Por otra parte, algunos personajes están poco dibujados (como el de Gael García Bernal) y otros están desaprovechados por completo (como el de la chica que quiere rodar un documental).
En fin, no me molesta que se retrate una película como drama social cuando estamos hablando más bien de un drama en contexto de crisis social. Lo que no me gusta tanto es que se utilice dicho contexto para añadir carga dramática al conjunto, así como las constantes subidas de volumen y la edulcoración de escenas para que la historia resulte lacrimógena.
El caso es que la transición de la grabación de la película al conflicto del agua podría haberse realizado mejor, quitando protagonismo a las escenas del rodaje, y evitando un desarrollo previsible del argumento (sustentado básicamente por una evolución simplista del personaje de Tosar). Por otra parte, algunos personajes están poco dibujados (como el de Gael García Bernal) y otros están desaprovechados por completo (como el de la chica que quiere rodar un documental).
En fin, no me molesta que se retrate una película como drama social cuando estamos hablando más bien de un drama en contexto de crisis social. Lo que no me gusta tanto es que se utilice dicho contexto para añadir carga dramática al conjunto, así como las constantes subidas de volumen y la edulcoración de escenas para que la historia resulte lacrimógena.
CortometrajeAnimación

6,3
812
Animación
7
5 de diciembre de 2010
5 de diciembre de 2010
18 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Curioso y tierno relato que muestra cómo puede dar sus frutos mantener la ilusión en un mundo en el que uno no encaja entre las demás piezas que le rodean. El tono resulta bastante entrañable y se mantiene así de principio a fin a través de una genial banda sonora y de una animación que no es de mis favoritas pero que encaja a la perfección con el argumento y sirve como base para retratar espléndidamente a los personajes (genial el perro y el pajarito).
Inevitable acordarse del Tetris y de aquellos momentos en los que te llegaba una pieza con forma de 'S' y que sólo podías encajar en la pantalla si había otra 'S' colocada por el medio.
Un roto para un descosido, dicen.
Inevitable acordarse del Tetris y de aquellos momentos en los que te llegaba una pieza con forma de 'S' y que sólo podías encajar en la pantalla si había otra 'S' colocada por el medio.
Un roto para un descosido, dicen.
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