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Críticas ordenadas por utilidad
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5,1
300
5
1 de agosto de 2013
1 de agosto de 2013
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Admirable y sorprendente resulta el atrevimiento de un director a llevar a la gran pantalla la magnífica obra de Hesse. Tal temeridad viene provocada, seguramente, por la última parte de la novela, tan gráfica y alucinante, capaz de inspirar a cualquier sagaz, pero claro, las partes por separado no explican una totalidad, y por aquí comienzan los problemas.
Para no irse demasiado por las ramas y evitar entrar en disquisiciones filosóficas, vamos a ceñirnos a lo que aquí interesa.
Para empezar, y de manera rotunda, no se te ocurra ver esta película si no has leído previamente el libro y, como es mi caso, eres ferviente admirador de él. No tendría sentido y te parecería un tostón insoportable a desdeñar antes de los primeros veinte minutos. No entenderías nada, no por falta de capacidad de comprensión, sino por que la película tampoco lo explica y, para cualquier espectador carente del soporte literario, este film no tiene ni pies ni cabeza.
Para los que os habéis leído la novela y os ha sorprendido que exista una adaptación al cine, os encontraréis con un digno intento pero insuficiente y lleno de lagunas. Puede más la curiosidad por ver qué se ha hecho aquí que lo que finalmente se ve.
De las tres partes del libro, claramente definidas si exceptuamos la introducción, se atiende aquí a la última, dejando las dos primeras, aquellas en las que se nos define la personalidad y espiritualidad del protagonista, en veintidos minutos, muy inconexos, donde apenas se nos dibuja la profunda inquietud de Harry Haller y las escenas se suceden de modo difícilmente comprensible, incluído el momento de la animación, buena, por cierto.
Así se entra de lleno en la tercera y última parte de la obra que ocupará la hora y veinticinco de tiempo restante. Claramente, la historia está descompensada, y no estamos hablando de un cuentecito de Disney precisamente, que de cualquier modo se entiende.
Este grueso del film, que como ya he dicho, no es más que el final del libro, se pierde entre la incoherencia, de nuevo, y la falta de presupuesto, me supongo. Y es que, llegados a este punto donde uno ha de conformarse con lo más pintoresco y cinematográfico de la obra escrita, aquí la cosita se ha quedado corta, pobre, muy pobre. Ese baile de máscaras que durante su lectura te traslada a escenarios donde "Eyes wide shut" se quedaba en una fiesta infantil de cumpleaños, aquí se plasma en lo que parece una verbena de provincias, es decepcionante, ni siquiera cuentan con un edificio y salones a la altura. Como consecuencia, la bajada al infierno y el Teatro Mágico permanecen en el rasero provocando la pregunta de qué hubiera hecho Tim Burton con los actuales medios.
Para finalizar con buen sabor de boca, los dos grandes valores de la película. El primero, la valentía de la adaptación de la obra, ya comentada, y el segundo, la elección de Max von Sydow como protagonista, siempre una garantía y un placer.
Para no irse demasiado por las ramas y evitar entrar en disquisiciones filosóficas, vamos a ceñirnos a lo que aquí interesa.
Para empezar, y de manera rotunda, no se te ocurra ver esta película si no has leído previamente el libro y, como es mi caso, eres ferviente admirador de él. No tendría sentido y te parecería un tostón insoportable a desdeñar antes de los primeros veinte minutos. No entenderías nada, no por falta de capacidad de comprensión, sino por que la película tampoco lo explica y, para cualquier espectador carente del soporte literario, este film no tiene ni pies ni cabeza.
Para los que os habéis leído la novela y os ha sorprendido que exista una adaptación al cine, os encontraréis con un digno intento pero insuficiente y lleno de lagunas. Puede más la curiosidad por ver qué se ha hecho aquí que lo que finalmente se ve.
De las tres partes del libro, claramente definidas si exceptuamos la introducción, se atiende aquí a la última, dejando las dos primeras, aquellas en las que se nos define la personalidad y espiritualidad del protagonista, en veintidos minutos, muy inconexos, donde apenas se nos dibuja la profunda inquietud de Harry Haller y las escenas se suceden de modo difícilmente comprensible, incluído el momento de la animación, buena, por cierto.
Así se entra de lleno en la tercera y última parte de la obra que ocupará la hora y veinticinco de tiempo restante. Claramente, la historia está descompensada, y no estamos hablando de un cuentecito de Disney precisamente, que de cualquier modo se entiende.
Este grueso del film, que como ya he dicho, no es más que el final del libro, se pierde entre la incoherencia, de nuevo, y la falta de presupuesto, me supongo. Y es que, llegados a este punto donde uno ha de conformarse con lo más pintoresco y cinematográfico de la obra escrita, aquí la cosita se ha quedado corta, pobre, muy pobre. Ese baile de máscaras que durante su lectura te traslada a escenarios donde "Eyes wide shut" se quedaba en una fiesta infantil de cumpleaños, aquí se plasma en lo que parece una verbena de provincias, es decepcionante, ni siquiera cuentan con un edificio y salones a la altura. Como consecuencia, la bajada al infierno y el Teatro Mágico permanecen en el rasero provocando la pregunta de qué hubiera hecho Tim Burton con los actuales medios.
Para finalizar con buen sabor de boca, los dos grandes valores de la película. El primero, la valentía de la adaptación de la obra, ya comentada, y el segundo, la elección de Max von Sydow como protagonista, siempre una garantía y un placer.

5,9
23.083
5
4 de septiembre de 2012
4 de septiembre de 2012
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ya valoré la primera tildándola de lo que es, una fiesta entre viejos amigos, por todos conocidos.
Esta es lo mismo con la incorporación de cuatro cartones de leyenda como son Schwarzenegger, Van Damme, Jet Li y el impagable Chuck Norris, (Donostia en Euskera). Algunos de ellos se mueven menos que Epi y Blas en una cama de velcro, no están ni para llevar a los nietos en brazos.
Como se entenderá, en estas particulares parties del capo Stallone, poca literatura se exige, pero en esta ocasión ya se han pasado tres cruces. Es que el guión brilla por su ausencia, así de claro, no hay. Todo por el morro y sin preguntas.
Dado que se va a lo que se va, aún así se echa de menos un poquito de historia, de contenido, o al menos de orden lógico entre las secuencias. En fin.
Somos los viejunos del cine de acción y te vas a tragar lo que te echemos. Pues eso.
Esta es lo mismo con la incorporación de cuatro cartones de leyenda como son Schwarzenegger, Van Damme, Jet Li y el impagable Chuck Norris, (Donostia en Euskera). Algunos de ellos se mueven menos que Epi y Blas en una cama de velcro, no están ni para llevar a los nietos en brazos.
Como se entenderá, en estas particulares parties del capo Stallone, poca literatura se exige, pero en esta ocasión ya se han pasado tres cruces. Es que el guión brilla por su ausencia, así de claro, no hay. Todo por el morro y sin preguntas.
Dado que se va a lo que se va, aún así se echa de menos un poquito de historia, de contenido, o al menos de orden lógico entre las secuencias. En fin.
Somos los viejunos del cine de acción y te vas a tragar lo que te echemos. Pues eso.

8,4
130.872
9
25 de noviembre de 2008
25 de noviembre de 2008
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película imprescindible, magnífica, de dificilísima factura y de resultado insuperable. Meirelles estuvo trabajando duro antes y durante el rodaje creando talleres de actuación con toda la tropa de las favelas.
Asistí al estreno en su momento. Hubo gente que se salió del cine, no lo pudo resistir. Niños descalzos que como única posesión en la vida llevan una mugrienta bermuda cubriéndoles el culo y un revólver en la mano. Disparando y aniquilando a diestro y siniestro. Así es la vida por ahí, hay quien no se lo cree.
Muy bien rodada y muy bien contada, como se tienen que contar las cosas. Sin perdón.
Se quedará como clásico. De obligada visión.
Asistí al estreno en su momento. Hubo gente que se salió del cine, no lo pudo resistir. Niños descalzos que como única posesión en la vida llevan una mugrienta bermuda cubriéndoles el culo y un revólver en la mano. Disparando y aniquilando a diestro y siniestro. Así es la vida por ahí, hay quien no se lo cree.
Muy bien rodada y muy bien contada, como se tienen que contar las cosas. Sin perdón.
Se quedará como clásico. De obligada visión.

4,5
4.214
3
14 de octubre de 2009
14 de octubre de 2009
6 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mala por donde se mire. Una excusa para romperlo todo en base a un guión deplorable que raya en la fantasía de un niño y una muy floja interpretación. Es tan poco creíble como la promesa de un político. Para mentes planas. Esperas a que se acabe si no la paras antes.
Bodriete.
Bodriete.

5,1
30.184
4
11 de julio de 2014
11 de julio de 2014
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Casi vale la pena olvidarse que la dirige Aronofsky, director al que yo, al igual que muchos, le rindo pleitesía. Me lo imagino recibiendo el encarguito, superproducción directa desde el lobby judío con el claro objetivo de que el mensaje llegue a las nuevas generaciones. Al entregarle el dossier, más o menos le dirían: "Tú conectas con la gente, mira a ver qué haces con esto". Tras unos cuantos apretones de manos, sonrisas y demás, cuando el bueno de Darren se sentó a meditar el proyecto, su mente se nublaba constantemente con la cifra del cheque. "Aquí hay garbanzos hasta envejecer", pensaba. Al barro.
Para ser honestos y metiéndose en varias pieles, a este tebeo bíblico no hay casi por dónde cogerlo. Si eres católico apostólico romano, no creo que te haga mucha gracia, algún cura pensará - "bueno, si a los jóvenes les gusta..."
Si te va el buen cine, al llegar a los títulos de crédito, desearás cambiar el nombre de Darren Aronofsky por el de Michael Bay.
Y si querías pasar un buen rato de palomitas y efectos especiales, te decepcionará.
El guión transmite la misma espiritualidad que Hello Kitty, por aquello de si eres creyente, y si no lo eres, no pierdas el tiempo y te repasas "Labyrinth" de Jim Henson o "La Historia Interminable" de Petersen, porque por ahí van los tiros.
Producto fallido por donde se quiera mirar y seas del palo que seas, siempre que exijas unos mínimos. Todos, actores y director, han cobrado sus minutas. La gran pregunta es si el objetivo primigenio se cumple, si de verdad se transmite el mensaje bíblico pretendido por el lobby, por mi parte lo dudo mucho. Eso sí, despeja una gran incógnita, y es saber, por fin, por qué la humanidad es tan estúpida en general. Y no es otra que la cosanguinidad, como les pasó a los "Austria". El origen de la especie parte de relaciones incestuosas, tras el diluvio sólo quedó una corta familia. Primos y hermanos, dale que te pego, hasta los nueve mil millones actuales. Lo de las razas ni te lo cuestiones, es obra divina.
Al menos uno se va aclarando. Después de esta, me apetece sentarme a ver "Los Vengadores" de la Marvel.
Para ser honestos y metiéndose en varias pieles, a este tebeo bíblico no hay casi por dónde cogerlo. Si eres católico apostólico romano, no creo que te haga mucha gracia, algún cura pensará - "bueno, si a los jóvenes les gusta..."
Si te va el buen cine, al llegar a los títulos de crédito, desearás cambiar el nombre de Darren Aronofsky por el de Michael Bay.
Y si querías pasar un buen rato de palomitas y efectos especiales, te decepcionará.
El guión transmite la misma espiritualidad que Hello Kitty, por aquello de si eres creyente, y si no lo eres, no pierdas el tiempo y te repasas "Labyrinth" de Jim Henson o "La Historia Interminable" de Petersen, porque por ahí van los tiros.
Producto fallido por donde se quiera mirar y seas del palo que seas, siempre que exijas unos mínimos. Todos, actores y director, han cobrado sus minutas. La gran pregunta es si el objetivo primigenio se cumple, si de verdad se transmite el mensaje bíblico pretendido por el lobby, por mi parte lo dudo mucho. Eso sí, despeja una gran incógnita, y es saber, por fin, por qué la humanidad es tan estúpida en general. Y no es otra que la cosanguinidad, como les pasó a los "Austria". El origen de la especie parte de relaciones incestuosas, tras el diluvio sólo quedó una corta familia. Primos y hermanos, dale que te pego, hasta los nueve mil millones actuales. Lo de las razas ni te lo cuestiones, es obra divina.
Al menos uno se va aclarando. Después de esta, me apetece sentarme a ver "Los Vengadores" de la Marvel.
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