La falta de lealtad provoca una venganza tan efímera y anticlimática que nunca encumbra al film por su violencia, donde la catarsis va dando forma a una lapidaria locura que encuentra en un suceso su propia agonía matrimonial.
A fuego lento se deconstruye un matrimonio por la inercia del convencionalismo de una pareja que se hunde por los secretos.
La furia se concentra en un momento y es incapaz de soportar el ataque con un solo instante de rabia.
Su estridente música nos recuerda su insufrible climax cargado de sentimentalismo.

Una película de misterio sin misterio. Una torpe historia que intenta pasarse de lista con giros de guión incoherentes y una austera puesta en escena. Se ausenta de la vergüenza para avanzar constantemente en crear una sorpresa que nunca llega, al igual que el miedo.
Esta aventura es una pérdida de tiempo que ni está ni se la espera en ningún momento.

Se hace insostenible ver el film sin tener que ir a planchar o fregar los platos, escuchándola de fondo. Es aburrida, básica y demasiado pesada para prestarle atención. No es que no decaiga en interés es que no lo tiene. Absolutamente desastrosa en su contexto e incomprensible en su pretexto. Un desaguisado sin ningún momento de lucidez. Es como el mundial de globos de Piqué e Ibai Llanos, puedes verlo pero tampoco hacia falta.

Hay que admitir que llevar al séptimo arte una historia de estas características parecía difícil y realmente las expectativas que ya estaban por mi parte muy bajas no han hecho más que acrecentar mi razón. Un western distopico donde lo caótico se antepone a sus pretensiones. Confusa, aburrida, sin dejar rastro de poder crear un buen blockbuster. Cuando la película intenta crear una conexión entre los actores protagonistas, la poca química que desprenden juntos desentona en toda la función.

América el país de las oportunidades, que se lo digan a los protagonistas de esta historia. Jarhead Earl (Jamie Bell) en uno de sus papeles más intensos, es un veterano de guerra con dos hijos y una mujer drogadicta. Por otra parte estan los hermanos/as Angus del que sobresale por su sádico papel (Frank Grillo) un vendedor de drogas sin escrupulos. Ellos 2 quieren llegar al Donnybrook un torneo violento que el ganador se embolsa 100000 dólares. El film siempre va acompañado de los parajes más desoladores de la América profunda, con unos personajes decadentes, excluidos socialmente. La pobreza la sacian con violencia. La cinta tiene una de las muertes más crueles y depravadas que este Señor haya visto en un televisor.