En 2008, los superhéroes de Marvel no pasaban por su mejor momento. Aunque las franquicias de “X-Men” y “Spider-Man” habían sido grandes éxitos de taquilla y tuvieron gran aceptación por parte de la audiencia, ninguna de las dos gozó de una tercera parte que resultase satisfactoria para crítica y audiencia.

Sin embargo, ambas terminaron convirtiéndose en grandes éxitos de taquilla, especialmente “Spider-Man 3”, cuya recaudación logró alcanzar casi los 900 millones de dólares a nivel mundial. Aunque además de ésta última, en 2007 vieron la luz películas tan poco satisfactorias como “Ghost Rider” o “Los Cuatro Fantásticos y Silver Surfer”.
Por ello, podría decirse que Marvel tenía el terreno despejado para comenzar a sembrar su propio Universo; éste comenzó a llevarse a cabo en 2008 con las películas “Iron Man” de Paramount y “El increíble Hulk” de Universal.
Aunque hay que decir que en aquel momento no existía una idea de Universo compartido tan sólida como la que tenemos en la actualidad; lo que permitía un mayor grado de experimentación por parte de los creadores.

Las películas formarían parte de un todo, pero ofrecerían un ambiente heterogéneo y variopinto.
El héroe afortunado que se encargaría de dar comienzo a esta gran aventura iba a ser Iron Man. Todo se podía ir al traste si los encargados de casting no daban con el intérprete adecuado. Y en ese sentido, Robert Downey Jr fue probablemente la elección más sabia que pudieron tomar.

Acompañándole en el reparto, se eligió a Gwyneth Paltrow para interpretar a Pepper Potts, a Terrence Howard en el del coronel Rhodes (Fue sustituido a partir de la inmediata secuela por Don Cheadle) y a Jeff Bridges para encarnar al villano Obadiah Stane.
El director de “Iron Man” es Jon Favreau; un cineasta que aunque contaba en aquel momento con pocas películas en su haber, tenía mucho talento que ofrecer. Es especialmente encomiable resaltar que tanto en ésta película como en su secuela, Favreau hizo de actor a la par que director interpretando un pequeño papel que repetiría en sucesivas entregas de lo que ahora denominamos Universo Cinematográfico de Marvel.
Al margen de lo que fue la franquicia, “Iron Man” nos ofrece una aventura que funciona a modo de viaje del héroe en la que nuestro protagonista Tony Stark pasa de ser un multimillonario cínico, alcohólico y sin escrúpulos que se dedica a la venta de armas, a comprender que debe cambiar el empleo de su tecnología para proteger a los inocentes.
Para completar su arco redentor, Stark construye una armadura de metal con alta tecnología y lo empleará para desmantelar armamento de su empresa y combatir la injusticia que reina en distintos lugares del mundo gracias a éste.

Ésta película presenta un pequeño elenco de personajes que han permanecido más de diez años a nuestro lado. Me sorprende que ésta cinta contara con cuatro guionistas dada la simplicidad de la trama.
Es el apartado de efectos visuales el encargado de captar nuestra atención con todas las innovaciones que éste nos plantea.
Es especialmente destacable la actuación de Robert Downey Jr, así como la agradable Banda Sonora de Ramin Djawadi.

Por último, me gustaría resaltar el ambiente sombrío pre-Disney de la cinta, ya que ésta no se aleja de los parámetros de lo que debe ser una película con calificación PG-13; contiene violencia y oscuridad y su índice de humor es bastante más contenido que en otras obras de éste Universo.
En general, “Iron Man” es una decente película a la que puedo calificar con una puntuación de 7 sobre 10.

Pd: La nominación al Óscar a los Mejores Efectos Visuales me parece muy merecida.

En un mundo en el que el “Universo Extendido de DC Cómics” es tan caótico y dispar, el público defiende a veces hasta lo indefendible, mientras que la crítica avanza como un AVE saliendo de Madrid en hora punta hacia Barcelona y machaca las películas sin contemplaciones.

Yo, sinceramente y con todo el dolor de mi corazón, porque adoro a Superman y me encanta Batman, si no llega a ser por Gal Gadot y su magnífica ejecución de Wonder Woman, me abría bajado del carro de éste universo inmediatamente después de ver “Batman v. Superman”.
Sin embargo, cuando vi “Wonder Woman” en 2017, salí absolutamente entusiasmado del cine. Me pareció una película muy bonita, con un mensaje muy positivo y una historia de superación muy interesante, dato especialmente relevante si tenemos en cuenta que Diana Prince es una metahumana poderosísima, probablemente sólo Superman y otros kriptonianos pueden hacerles frente.

Pero más allá de su poder, Diana es pura bondad y corazón, razón por la cual es imposible no enamorarse de ella.
Eso es algo que queda muy patente tanto en “Wonder Woman” como en “Wonder Woman 1984”.

Y si bien la primera película era un drama sobre lo horrible que es la guerra, la segunda nos lleva a un tiempo optimista en el que toda la sociedad sucumbe ante sus propios deseos.
Básicamente nos cuenta un relato sobre los peligros de no aceptar la verdad, y querer vivir en un mundo de ensueño.
Y aunque hable de los peligros de no aceptar nuestras propias limitaciones, también nos presenta distintas formas de ejercer el poder.
Es una película más bonita y colorida, pero también con actuaciones más desenfadadas, destacando especialmente las de Pedro Pascal y Kristen Wigg.
Y si bien tengo que decir que la duración del film puede ser un tanto excesiva, no se me hace larga en ningún momento.
Por lo tanto, gracias a esta cinta, ya tenemos dos magnificas películas de Wonder Woman, que para mi gusto, están por encima del resto de películas de este inestable Universo.

Puntuación: 7/10

Puede que la película tenga agujeros de guión, pero es tan llevadera que no me molestan. Sobre todo, no es una cinta pretenciosa, por eso no veo razón para enfadarme con ellos.

Mi top del DCEU es el siguiente a día de hoy:

-Wonder Woman (2017)
-Aquaman (2018)
-Wonder Woman 1984 (2020)
- S.H.A.Z.A.M! (2019)
-La liga de la justicia de Zack Snyder (2021)
-El hombre de acero (2013)
-Liga de la justicia (2017)
-Escuadrón Suicida (2016)
-Batman v. Superman: el amanecer de la justicia (2016)
-El Escuadrón Suicida (2021)
-Aves de presa (2020)

Así como “Campamento Sangriento” me parece una loca y exagerada versión de “Viernes 13”, ésta secuela me parece una versión horrible y ridícula de la primera. Sobre todo hay que recordar que en ésta había una razón para que el asesino atacase a los jóvenes, mientras que en la secuela únicamente parece hacerlo por mantener la continuidad.
Lo más interesante es que el personaje de Angela que vimos en la primera está interpretada por Pamela Springsteen en ésta secuela. Por lo demás es una obra totalmente olvidable. Le doy un 3 en una escala de 10, porque aunque la primera no sea buena, al menos era entretenida, y en ésta he mirado el reloj varias veces.

Pd: la referencia a “La matanza de Texas”, “Viernes 13” y “Pesadilla en Elm Street” es ampliamente decepcionante.

La idea básica de la premisa que presenta “Juegos de palabras” está más o menos bien, lo que es lamentable es su planteamiento.
No pido que todas las películas te dejen boquiabierto y salgas siendo una persona totalmente nueva. Lo que sí exijo es que si el personaje que se nos presenta es malo, pase por una serie de circunstancias que le conviertan en una mejor persona o que sufra las consecuencias de sus malos actos. En este caso, el personaje de Jason Bateman tiene un arco, pero no es un arco consistente. Y al final el personaje no deja de demostrar cuán inmaduro es.
Por lo demás, estamos ante un comedia decentilla, pero muy, muy olvidable. Además, si no hablas inglés, te costará mucho comprender de que demonios están hablando en los concursos de deletreo. Ya que aunque en los países de habla inglesa sean muy populares, a los espectadores de habla hispana nos cuesta entender la lógica de estos eventos, porque en la lengua española, la mayoría de las palabras se escriben como suenan.
Conclusión: Pasad de esta película.

Después del éxito presentado por Sean S. Cunningham en 1980, Paramount Pictures contrató al director Steve Miner, y en cuanto el estudio se cansó de contar el dineral que habían ganado con “Viernes 13” prepararon un nuevo equipo y se pusieron manos a la obra con la inmediata secuela, y ésta llegó al cine al año de estrenarse su predecesora.

“Viernes 13: Parte II” llegó a los cines en 1981 de la mano de Steve Miner, con guión de Ron Kurz y de nuevo una inquietante banda sonora de Harry Manfredini.
Lo más interesante es resaltar la excusa que hallaron los guionistas para traer a la vida a un personaje que estaba muerto de entrada, y ésto no es spoiler; ya se decía en la primera película. Aquí se especifica que Jason está vivo y viene más que predispuesto a atacar muy agresiva y violentamente a todo aquel que se atreva a acercarse a Crystal Lake.
La estructura de la trama es muy similar a la de “Viernes 13”, salvo por el hecho de que los personajes son más planos, vacíos y genéricos. Hay un par de cameos de Adrianne King y Betsy Palmer (De las cuáles me habría encantado poder disfrutar más a lo largo de la cinta) y a falta de Adrianne interpretando a Alice, Amy Steel en el papel de Ginny resulta un buen reemplazo para cumplir con el rol protagónico.
Hay un par de momentos que recuerdan bastante a “La matanza de Texas”, incluso el propio aspecto de Jason Voorhees recuerda mucho a Leatherface.
Ante todo, lo más interesante para un fan del slasher es la posibilidad de ver por primera vez a Jason ya convertido en el asesino de Crystal Lake, aún así no esperéis verlo con su icónica máscara de hockey ni con machetes, todo eso no llegaría hasta la tercera entrega, que no vería la luz hasta 1982...