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2
20 de septiembre de 2020
20 de septiembre de 2020
27 de 49 usuarios han encontrado esta crítica útil
Supongo que esta es una serie hecha para los fans, que más o menos saben de qué va la cosa. Para alguien como yo, al que nunca le han interesado los comics, esta cosa le deja a uno con el culo torcido. Tiene defectos y virtudes:
-Virtudes (pocas): pues que es un poco distinto a lo habitual, y la cantidad de disparates por episodio le mantienen a uno entretenido. No sé quiénes son los que más se drogan, si los creadores del comic, o los de la serie, porque vaya tela... Algo de gore para animar el asunto, que uno ya está harto de las mierdas para todos los públicos. Y bueno, tiene unos toques de humor que resultan refrescantes.
-Defectos: pues que nada tiene sentido, es todo una enorme chorrada a la que apenas se le puede seguir el ritmo. Son una colección de disparates, uno tras otro, que más parecen un sueño que hechos reales. La mayoría de los personajes son en extremo molestos, antipáticos, y cargantes, como la de la personalidad múltiple; 64 identidades, y todas son unas gilipollas a las que de verdad dan ganas de aplaudirles la cara hasta que te sangre la mano. El robot se pasa toda la serie diciendo "¡¡¿Peeeero qué cojones?!!", a pesar de llevar 30 años con esa vida. Cyborg es un niñato repelente. Pero el peor de todos es la insoportable voz en off del narrador, que es otro personaje más que en el capítulo 5 aún no sé qué pinta ahí, y que abusa de romper la cuarta pared hasta extremos insoportables, porque el chiste ya no es efectivo cuando lo haces en cada frase que te toca decir. Aunque sin duda alguna, su peor defecto es la propaganda:
Como no podía ser de otra forma en estos tiempos de retraso mental, mucho mensajito de justiciero social, para arruinarlo todo, incluído lo poco de curioso que puede tener este producto. Hasta la que hace de actriz de los 50 le suelta al robot no sé qué de "masculinidad tóxica" solo porque se defendió de una horda de (adivinen) nazis. No de brigadas rojas o jemeres rojos, no no no, nazis, por supuesto. Y ella está anclada en los 50 en todo, pero oiga usted, que conoce conceptos subnormales y falaces como el invento este de la "masculinidad tóxica", y lo tiene que soltar para que todos nos eduquemos. El pobre robot se defiende, y esta va y le suelta que padece de "masculinidad tóxica", en una escena que no pretende ser un chiste. Te cagas... Aunque la mejor es la feminista del manicomio que protesta por el "elevado uso de pronombres masculinos", y se supone que están en los 80, oiga (o algo así porque ese capítulo es un puto desastre de guión y no hay por dónde cogerlo). Supongo que hay que cubrir el cupo de mensajitos para apaciguar a la horda twittera.
Pero ahora viene la mejor: hay un capítulo entero, el 8, dedicado a esta propaganda. Es tan burdo que da hasta vergüenza ajena. Va de una supuesta calle, o pueblo, que es una entidad, y, al loro, "gender fluid", que es otra de tantas chorradas salidas de las teorías de género. En dicho pueblo o entidad, residen drag queens, que hablan en inclusivo para añadir más retraso mental y vergüenza ajena al conjunto. Y dicho pueblo o entidad en forma de pueblo, está siendo perseguida por una fuerza paramilitar que van de negro, y son todos hombres blancos y rubios y muy malos, menos el protagonista del capítulo, que es un miembro de esa agencia, que se queda en el pueblo a vivir porque descubre su verdadero yo, que es ser parguela perdido, y adivinen, es negro. POR SUPUESTO. Ah, y esa agencia de nazis sin escrúpulos se llama "agencia de la normalidad". Es que hasta pintan la crisis de los misiles de Cuba como una especie de invento americano, fruto de la paranoia. No es que el puto loco asesino de Fidel Castro estuviera a punto de liarla de no ser por Rusia, no no; es que los americanos son muy tontos y muy malos y muy fascistas, y torturan a la gente por diversión con el pretexto de supuestas crisis bélicas... Así es como lo pintan.
Ya sabe usted, la anormalidad es bien, la normalidad es mal. Literalmente, es el mal. Qué bien que las teorías de género y las políticas identitarias hayan convertido los trastornos en derechos, oiga usted. Ahora, que yo me plantearía las cosas, sabiendo que esta historia ha salido de la mente de un tipo como Michael de Foucault, pederasta empedernido que no solo presumía de ello, sino que decía era bueno para los niños, porque quién mejor que un adulto para enseñarles, como si a los niños hubiera que enseñarles las mierdas degeneradas de los adultos.
Ah, y la segunda trama de este capítulo consiste en que el robot persigue por medio país a la loca de personalidad múltiple para pedirle perdón por decirle "soy el único que te soporta de aquí", como respuesta a lo que ella le dijo cuando él solo trataba de ayudarla: "Nunca serás padre porque no eres un hombre", llena de rabia y espumarajos. Y por supuesto, todos se ponen de parte de la loca, y le dicen al pobre e idiota robot que se ha pasado. Porque es muchísimo peor decirle que es el único que la soporta, a lo que ella le ha dicho, sabiendo que su mujer murió por su culpa en un accidente de coche, a él le dieron por muerto, y 30 años después descubrió que su hija estaba viva y no puede hacer nada porque es un monstruo. "Whiteknighting" a cholón oiga. A tope con el ginocentrismo.
Yo es que flipo.
Hasta este octavo capítulo se dejaba ver a pesar del sinsentido de todo. Pero después de este capítulo, que parece salido de La Tuerka, paso. Es absolutamente lamentable.
No sé ni por qué me sorprendo. Si es que ahora todo es así, a pesar del fracaso de estas cosas, por los motivos mencionados. Se empeñan y se empeñan con la ingeniería social. Sobre todo DC y Marvel, cavando su propia tumba.
Hará las delicias en Twitter, eso seguro.
-Virtudes (pocas): pues que es un poco distinto a lo habitual, y la cantidad de disparates por episodio le mantienen a uno entretenido. No sé quiénes son los que más se drogan, si los creadores del comic, o los de la serie, porque vaya tela... Algo de gore para animar el asunto, que uno ya está harto de las mierdas para todos los públicos. Y bueno, tiene unos toques de humor que resultan refrescantes.
-Defectos: pues que nada tiene sentido, es todo una enorme chorrada a la que apenas se le puede seguir el ritmo. Son una colección de disparates, uno tras otro, que más parecen un sueño que hechos reales. La mayoría de los personajes son en extremo molestos, antipáticos, y cargantes, como la de la personalidad múltiple; 64 identidades, y todas son unas gilipollas a las que de verdad dan ganas de aplaudirles la cara hasta que te sangre la mano. El robot se pasa toda la serie diciendo "¡¡¿Peeeero qué cojones?!!", a pesar de llevar 30 años con esa vida. Cyborg es un niñato repelente. Pero el peor de todos es la insoportable voz en off del narrador, que es otro personaje más que en el capítulo 5 aún no sé qué pinta ahí, y que abusa de romper la cuarta pared hasta extremos insoportables, porque el chiste ya no es efectivo cuando lo haces en cada frase que te toca decir. Aunque sin duda alguna, su peor defecto es la propaganda:
Como no podía ser de otra forma en estos tiempos de retraso mental, mucho mensajito de justiciero social, para arruinarlo todo, incluído lo poco de curioso que puede tener este producto. Hasta la que hace de actriz de los 50 le suelta al robot no sé qué de "masculinidad tóxica" solo porque se defendió de una horda de (adivinen) nazis. No de brigadas rojas o jemeres rojos, no no no, nazis, por supuesto. Y ella está anclada en los 50 en todo, pero oiga usted, que conoce conceptos subnormales y falaces como el invento este de la "masculinidad tóxica", y lo tiene que soltar para que todos nos eduquemos. El pobre robot se defiende, y esta va y le suelta que padece de "masculinidad tóxica", en una escena que no pretende ser un chiste. Te cagas... Aunque la mejor es la feminista del manicomio que protesta por el "elevado uso de pronombres masculinos", y se supone que están en los 80, oiga (o algo así porque ese capítulo es un puto desastre de guión y no hay por dónde cogerlo). Supongo que hay que cubrir el cupo de mensajitos para apaciguar a la horda twittera.
Pero ahora viene la mejor: hay un capítulo entero, el 8, dedicado a esta propaganda. Es tan burdo que da hasta vergüenza ajena. Va de una supuesta calle, o pueblo, que es una entidad, y, al loro, "gender fluid", que es otra de tantas chorradas salidas de las teorías de género. En dicho pueblo o entidad, residen drag queens, que hablan en inclusivo para añadir más retraso mental y vergüenza ajena al conjunto. Y dicho pueblo o entidad en forma de pueblo, está siendo perseguida por una fuerza paramilitar que van de negro, y son todos hombres blancos y rubios y muy malos, menos el protagonista del capítulo, que es un miembro de esa agencia, que se queda en el pueblo a vivir porque descubre su verdadero yo, que es ser parguela perdido, y adivinen, es negro. POR SUPUESTO. Ah, y esa agencia de nazis sin escrúpulos se llama "agencia de la normalidad". Es que hasta pintan la crisis de los misiles de Cuba como una especie de invento americano, fruto de la paranoia. No es que el puto loco asesino de Fidel Castro estuviera a punto de liarla de no ser por Rusia, no no; es que los americanos son muy tontos y muy malos y muy fascistas, y torturan a la gente por diversión con el pretexto de supuestas crisis bélicas... Así es como lo pintan.
Ya sabe usted, la anormalidad es bien, la normalidad es mal. Literalmente, es el mal. Qué bien que las teorías de género y las políticas identitarias hayan convertido los trastornos en derechos, oiga usted. Ahora, que yo me plantearía las cosas, sabiendo que esta historia ha salido de la mente de un tipo como Michael de Foucault, pederasta empedernido que no solo presumía de ello, sino que decía era bueno para los niños, porque quién mejor que un adulto para enseñarles, como si a los niños hubiera que enseñarles las mierdas degeneradas de los adultos.
Ah, y la segunda trama de este capítulo consiste en que el robot persigue por medio país a la loca de personalidad múltiple para pedirle perdón por decirle "soy el único que te soporta de aquí", como respuesta a lo que ella le dijo cuando él solo trataba de ayudarla: "Nunca serás padre porque no eres un hombre", llena de rabia y espumarajos. Y por supuesto, todos se ponen de parte de la loca, y le dicen al pobre e idiota robot que se ha pasado. Porque es muchísimo peor decirle que es el único que la soporta, a lo que ella le ha dicho, sabiendo que su mujer murió por su culpa en un accidente de coche, a él le dieron por muerto, y 30 años después descubrió que su hija estaba viva y no puede hacer nada porque es un monstruo. "Whiteknighting" a cholón oiga. A tope con el ginocentrismo.
Yo es que flipo.
Hasta este octavo capítulo se dejaba ver a pesar del sinsentido de todo. Pero después de este capítulo, que parece salido de La Tuerka, paso. Es absolutamente lamentable.
No sé ni por qué me sorprendo. Si es que ahora todo es así, a pesar del fracaso de estas cosas, por los motivos mencionados. Se empeñan y se empeñan con la ingeniería social. Sobre todo DC y Marvel, cavando su propia tumba.
Hará las delicias en Twitter, eso seguro.

5,3
3.650
5
8 de septiembre de 2019
8 de septiembre de 2019
14 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
Más que una crítica a esta película, voy a lloriquear un poco, porque me sale del botijo:
Lo he dicho una y mil veces y lo seguiré diciendo: las películas de viajes en el tiempo y de invasiones alienígenas, son fallidas desde la premisa; y tremendamente aburridas. Las del los viajes en el tiempo por las paradojas (menos Regreso al Futuro, esa que no me la toquen por favor, aunque mucho me temo que Disney ya planea una versión feminista LGTB del grandioso film), y las de invasiones alienígenas, porque es una chorrada. Vamos a ver, unos alienígenas que invaden la Tierra por sus recursos, es imposible que tengan naves espaciales para cruzar el universo porque directamente son gilipollas. Es mucho más barato y sin molestia alguna irte a una estrella, cinturón de asteroides, planetas inhabitados, o nebulosa, y sacar todos los recursos que te dé la gana sin esperar ningún tipo de resistencia. No necesitas ni ejército, ni armada, ni espías, ni armas, ni tendrás bajas de ningún tipo.
La falta de originalidad en la ciencia ficción es lamentable, ¡con la cantidad de historias increíbles que ya hay escritas! Solo con Ilión y Olimpo de Dan Simmons tendrían una serie de 15 capítulos de hora y media cada uno que se te va la olla. Por no hablar de Hyperion, del mismo autor. Qué decir de Pórtico, de Frederik Pohl, o de Estación de Tránsito de Simak, o toda la saga de La Cultura de Ian M. Banks, antologías como Relaciones Extrañas, y un larguísimo etcétera que no acabaría nunca. Pero no, todo ha de ser invasión de aliens por los recursos. Es absurdo. Y claro, la resistencia. Si algo nos dejó claro Falling Skies es que hay que dejar de hacer estas mierdas de invasión de aliens+resistencia de guerrilla que no hay por donde cogerlas.
La única invasión (que es más bien exterminio) que no resulta idiota, hasta la fecha, y en mi opinión, es curiosamente la de uno de los mejores videojuegos de la historia: Mass Effect. Aquí, cada 50 mil años, cuando las civilizaciones de una galaxia han alcanzado un pico de tecnología, aparecen del espacio profundo unas entidades que son inteligencias artificiales que no se sabe por quién fueron construídas, para exterminar a dichas civilizaciones. Esas mismas entidades son las que ponen las semillas para que dentro de otros 50 mil años vuelva a pasar lo mismo. Está tan bien contado en el juego, y los motivos según las entidades, están más allá de nuestra comprensión, que resulta fascinante, y no me explico cómo es posible que no se haya hecho ninguna serie o película. Siempre es un falling skies, un culebrón infumable como Colony, siempre con niñatos adolescentes estúpidos y salidos, o esta película. Es todo lamentable.
En cuanto a la película, caos narrativo, por momento soporífera, buenos efectos especiales, pero más de lo mismo: bichos humanoides con un toque de exotraje erizo del infierno, y girito final que la verdad te lo vas esperando antes de que llegue. Lo peor, que parece un episodio de cualquier otra serie de Netflix. De hecho, a la mitad he tenido que pararla para ver si era parte de una serie, pero no. Toda la peli es el plan de unos pollos para poner una bombaca en el culo de un alien. Y ya.
Lo he dicho una y mil veces y lo seguiré diciendo: las películas de viajes en el tiempo y de invasiones alienígenas, son fallidas desde la premisa; y tremendamente aburridas. Las del los viajes en el tiempo por las paradojas (menos Regreso al Futuro, esa que no me la toquen por favor, aunque mucho me temo que Disney ya planea una versión feminista LGTB del grandioso film), y las de invasiones alienígenas, porque es una chorrada. Vamos a ver, unos alienígenas que invaden la Tierra por sus recursos, es imposible que tengan naves espaciales para cruzar el universo porque directamente son gilipollas. Es mucho más barato y sin molestia alguna irte a una estrella, cinturón de asteroides, planetas inhabitados, o nebulosa, y sacar todos los recursos que te dé la gana sin esperar ningún tipo de resistencia. No necesitas ni ejército, ni armada, ni espías, ni armas, ni tendrás bajas de ningún tipo.
La falta de originalidad en la ciencia ficción es lamentable, ¡con la cantidad de historias increíbles que ya hay escritas! Solo con Ilión y Olimpo de Dan Simmons tendrían una serie de 15 capítulos de hora y media cada uno que se te va la olla. Por no hablar de Hyperion, del mismo autor. Qué decir de Pórtico, de Frederik Pohl, o de Estación de Tránsito de Simak, o toda la saga de La Cultura de Ian M. Banks, antologías como Relaciones Extrañas, y un larguísimo etcétera que no acabaría nunca. Pero no, todo ha de ser invasión de aliens por los recursos. Es absurdo. Y claro, la resistencia. Si algo nos dejó claro Falling Skies es que hay que dejar de hacer estas mierdas de invasión de aliens+resistencia de guerrilla que no hay por donde cogerlas.
La única invasión (que es más bien exterminio) que no resulta idiota, hasta la fecha, y en mi opinión, es curiosamente la de uno de los mejores videojuegos de la historia: Mass Effect. Aquí, cada 50 mil años, cuando las civilizaciones de una galaxia han alcanzado un pico de tecnología, aparecen del espacio profundo unas entidades que son inteligencias artificiales que no se sabe por quién fueron construídas, para exterminar a dichas civilizaciones. Esas mismas entidades son las que ponen las semillas para que dentro de otros 50 mil años vuelva a pasar lo mismo. Está tan bien contado en el juego, y los motivos según las entidades, están más allá de nuestra comprensión, que resulta fascinante, y no me explico cómo es posible que no se haya hecho ninguna serie o película. Siempre es un falling skies, un culebrón infumable como Colony, siempre con niñatos adolescentes estúpidos y salidos, o esta película. Es todo lamentable.
En cuanto a la película, caos narrativo, por momento soporífera, buenos efectos especiales, pero más de lo mismo: bichos humanoides con un toque de exotraje erizo del infierno, y girito final que la verdad te lo vas esperando antes de que llegue. Lo peor, que parece un episodio de cualquier otra serie de Netflix. De hecho, a la mitad he tenido que pararla para ver si era parte de una serie, pero no. Toda la peli es el plan de unos pollos para poner una bombaca en el culo de un alien. Y ya.
1
18 de marzo de 2019
18 de marzo de 2019
10 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película habla a las claras de dos sociópatas funcionales, en especial la fea, con agresión sexual incluída. Pero como es de una chica a un chico, pues eso no existe según la sociedad moderna de hoy tan feminista, y es todo muy bonito y tal.
No es una perdedora, es una loca del coño acosadora de primer orden, y lo peor son todos los payasos que ven un mensaje positivo o bonito en esta cinta, empezando por los creadores de semejante truño. Esta sección de críticas es un buen termómetro para ver lo jodidos que andamos en cuanto a valores y dobles raseros.
Hacéroslo mirar.
No es una perdedora, es una loca del coño acosadora de primer orden, y lo peor son todos los payasos que ven un mensaje positivo o bonito en esta cinta, empezando por los creadores de semejante truño. Esta sección de críticas es un buen termómetro para ver lo jodidos que andamos en cuanto a valores y dobles raseros.
Hacéroslo mirar.
5 de mayo de 2017
5 de mayo de 2017
9 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película gusta mucho a la gente a la que le gusta Avatar. Con eso está todo dicho. A los que nos gusta Star Wars, nos están jodiendo la vida desde los 90. Y eso que lo que han hecho es una REcuela, como con Tron Legacy. Vamos, se supone que es una continuación pero en realidad es un calco de la primera.
Es todo un despropósito decepcionante. Te pasas la película crispado e indignado, sin entender cómo es posible cagarla tanto y tantas veces con un universo tan rico y tan explotable.
No voy a extenderme mucho porque en las otras críticas ya se ha dicho todo, y con total acierto. Pero hay algo que no puedo dejar pasar que me llamó mucho la atención, y es extrapolable a todo en esta película.
¡ATENCIÓN SPOILER! (no sigas leyendo si no la has visto):
Matan a Han Solo, y vemos cómo Leia, desolada, corre buscando consuelo en los brazos de... ¿Chewacca? NO, va a la chavala nueva que nadie conoce y que la está liando parda. Es más, Chewacca, el hermano de Han, el fiel amigo y compañero de mi batallas, parece como que se la suda un poco el tema. Después de más de 40 años juntos (que sepamos), siendo una de las parejas míticas del cine de todos los tiempos, no solo se nos cargan a Han Solo, sino que además a Chewacca no parece importarle mucho.
Pues esta es la mierda que se han sacado de la manga. Y mientras, pasan las décadas, y todo lo van jodiendo más y más, y más, y más y más y más.
Es todo un despropósito decepcionante. Te pasas la película crispado e indignado, sin entender cómo es posible cagarla tanto y tantas veces con un universo tan rico y tan explotable.
No voy a extenderme mucho porque en las otras críticas ya se ha dicho todo, y con total acierto. Pero hay algo que no puedo dejar pasar que me llamó mucho la atención, y es extrapolable a todo en esta película.
¡ATENCIÓN SPOILER! (no sigas leyendo si no la has visto):
Matan a Han Solo, y vemos cómo Leia, desolada, corre buscando consuelo en los brazos de... ¿Chewacca? NO, va a la chavala nueva que nadie conoce y que la está liando parda. Es más, Chewacca, el hermano de Han, el fiel amigo y compañero de mi batallas, parece como que se la suda un poco el tema. Después de más de 40 años juntos (que sepamos), siendo una de las parejas míticas del cine de todos los tiempos, no solo se nos cargan a Han Solo, sino que además a Chewacca no parece importarle mucho.
Pues esta es la mierda que se han sacado de la manga. Y mientras, pasan las décadas, y todo lo van jodiendo más y más, y más, y más y más y más.
13 de junio de 2015
13 de junio de 2015
8 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Como digo en el título, y después de haber visto la magnífica cuarta entrega, esta es la más floja de la saga. Y es que, aunque los 80 me parecen una década maravillosa, esta película es quizá víctima de aquellos 80.
Lo más destacable y de lo que muchos claramente nos quejamos, es de ese cambio en cuanto a la atmósfera con respecto a sus dos predecesoras. La ambientación sigue siendo genial, y la puesta en escena espectacular, manteniendo el mismo tono que Mad Max 2, pero la atmósfera... eso ya es otra cosa. El (para muchos) error ha sido despojar a esta ambientación de la brutalidad y desesperanza que transmitía Mad Max 2 mediante gags de humor incluso en las escenas en las que no debería haberlos, y cómo no, la inclusión de niños como eje principal de esta historia. Todo acompañado de una horrible banda sonora, que parecerá una tontería, pero hace mucho. Ese pop ochentero con solos de saxo me crispa y no me cuadra nada con lo que estoy viendo. ¿Por qué no siguieron con el leit motiv de Bryan May y su buen trabajo en las dos primeras entregas? Esa lugubrez, esos golpes de cuerda totalmente siniestros y dramáticos, esas notas justas pero efectivas que acompañan perfectamente la austeridad de unos paisajes y morales pervertidas. No, aquí pop con saxo. Cagada máxima.
En cuanto a la parte de los niños, bien, fue una apuesta arriesgada, por ahí les aplaudo. Se trataba de cambiar un poco el chip, de contar una historia distinta, de hacer algo más épico y trascendental. Pero el caso es que no termina de encajar como debiera, y francamente, no sé por qué, porque como digo, la idea me parece buena. Y no sé por qué por más motivos, porque los niños a mí no me resultan molestos, o repelentes (como en la nefasta Hook, que dan ganas de quemar vivos a todos esos niños mientras te ríes como el Señor Burns). Me caen simpáticos. Es más, me quito el sombrero ante los personajes, y estoy convencido de que para este tema debieron de asesorarles algunos sociólogos, porque creo que el planteamiento de los personajes es magistral desde un punto de vista sociológico. Resulta casi creíble todo ese comportamiento tribal, mezclando magia con tecnología perdida, y usando un lenguaje fragmentado por el paso del tiempo y el desuso, por no tener alguien que les guíe como es debido, creando una especie de dialecto basado en los pocos recuerdos que les quedan. Y parece obra de Miller, ya que en la cuarta entrega podemos ver algo similar en la forma de hablar de unas chicas. Al verlas automáticamente recordé a estos niños de Mad Max 3. Y esa es la grandeza de Miller, que ha sabido construír un mundo coherente a lo largo de su saga. Aún así, como digo, esta parte de los niños, por alguna razón no termina de encajar bien. Y eso que, repito, me gusta la idea. Pero creo que ninguna Mad Max debería ser una película de aventuras para todos los públicos.
En cuanto a Gibson, yo sinceramente creo que siempre ha cumplido bastante bien como Max, al contrario de lo que dice el resto de críticas casi unánimemente. A lo mejor es porque no conocemos a otro Max (salvo Tom Hardy ahora), pero a mí me gusta su manera de dar vida al personaje, y sí me parece un tío duro; aunque en esta entrega desde luego se le ha suavizado bastante.
Tina Turner creo que da la talla para lo que da de sí su personaje. Seré raro por opinar distinto de otras críticas... pero es que a mí no me chirría. Y eso que Lena Headey ha puesto el listón por las nubes con su Mama en la estupenda Dredd en lo que a mafiosas caciquiles se refiere. Comparando, Turner ni a la suela del zapato por supuesto, pero tampoco está tan mal. A lo mejor una Grace Jones totalmente psicópata habría estado mejor.
En fin, la película en sí está entretenida, tiene ritmo, y está bien hecha. Sí, es la más floja de las cuatro porque abandona un poco la filosofía asfixiante y pesimista del resto de cintas de la saga y se adentra en otros filones algo más taquilleros (por desgracia); pero me sigue gustando porque sigue siendo coherente con las otras, sobre todo en los detalles. Y sigue siendo un estilo y una manera de hacer cine que es personal y genial, y que se ha perdido.
Y Max (salvo en la primera de la saga) sigue siendo un catalizador de una gesta que da vida a la historia principal, a la vez personaje protagonista y secundario porque al final se da a los demás. Tiene un código: es buena persona a pesar de todo, y no lo puede evitar, es su naturaleza a pesar del mundo que le rodea.
PS: Mención especial a dos cosas de las que nunca se habla. La primera, el doblaje, que me parece buenísimo (lo siento por los que aborrecéis de los doblajes). Y la segunda pero más importante debido a que hablamos de Mad Max: los especialistas. Aquí se lucen menos que en las otras entregas en donde vemos escenas en las que gritas ¡se ha matao, ESE SE HA MATAO! Pero igualmente hacen un trabajo brutal cuando se meten en harina de la buena con las persecuciones, sello inconfundible de Miller y su niña bonita.
Lo más destacable y de lo que muchos claramente nos quejamos, es de ese cambio en cuanto a la atmósfera con respecto a sus dos predecesoras. La ambientación sigue siendo genial, y la puesta en escena espectacular, manteniendo el mismo tono que Mad Max 2, pero la atmósfera... eso ya es otra cosa. El (para muchos) error ha sido despojar a esta ambientación de la brutalidad y desesperanza que transmitía Mad Max 2 mediante gags de humor incluso en las escenas en las que no debería haberlos, y cómo no, la inclusión de niños como eje principal de esta historia. Todo acompañado de una horrible banda sonora, que parecerá una tontería, pero hace mucho. Ese pop ochentero con solos de saxo me crispa y no me cuadra nada con lo que estoy viendo. ¿Por qué no siguieron con el leit motiv de Bryan May y su buen trabajo en las dos primeras entregas? Esa lugubrez, esos golpes de cuerda totalmente siniestros y dramáticos, esas notas justas pero efectivas que acompañan perfectamente la austeridad de unos paisajes y morales pervertidas. No, aquí pop con saxo. Cagada máxima.
En cuanto a la parte de los niños, bien, fue una apuesta arriesgada, por ahí les aplaudo. Se trataba de cambiar un poco el chip, de contar una historia distinta, de hacer algo más épico y trascendental. Pero el caso es que no termina de encajar como debiera, y francamente, no sé por qué, porque como digo, la idea me parece buena. Y no sé por qué por más motivos, porque los niños a mí no me resultan molestos, o repelentes (como en la nefasta Hook, que dan ganas de quemar vivos a todos esos niños mientras te ríes como el Señor Burns). Me caen simpáticos. Es más, me quito el sombrero ante los personajes, y estoy convencido de que para este tema debieron de asesorarles algunos sociólogos, porque creo que el planteamiento de los personajes es magistral desde un punto de vista sociológico. Resulta casi creíble todo ese comportamiento tribal, mezclando magia con tecnología perdida, y usando un lenguaje fragmentado por el paso del tiempo y el desuso, por no tener alguien que les guíe como es debido, creando una especie de dialecto basado en los pocos recuerdos que les quedan. Y parece obra de Miller, ya que en la cuarta entrega podemos ver algo similar en la forma de hablar de unas chicas. Al verlas automáticamente recordé a estos niños de Mad Max 3. Y esa es la grandeza de Miller, que ha sabido construír un mundo coherente a lo largo de su saga. Aún así, como digo, esta parte de los niños, por alguna razón no termina de encajar bien. Y eso que, repito, me gusta la idea. Pero creo que ninguna Mad Max debería ser una película de aventuras para todos los públicos.
En cuanto a Gibson, yo sinceramente creo que siempre ha cumplido bastante bien como Max, al contrario de lo que dice el resto de críticas casi unánimemente. A lo mejor es porque no conocemos a otro Max (salvo Tom Hardy ahora), pero a mí me gusta su manera de dar vida al personaje, y sí me parece un tío duro; aunque en esta entrega desde luego se le ha suavizado bastante.
Tina Turner creo que da la talla para lo que da de sí su personaje. Seré raro por opinar distinto de otras críticas... pero es que a mí no me chirría. Y eso que Lena Headey ha puesto el listón por las nubes con su Mama en la estupenda Dredd en lo que a mafiosas caciquiles se refiere. Comparando, Turner ni a la suela del zapato por supuesto, pero tampoco está tan mal. A lo mejor una Grace Jones totalmente psicópata habría estado mejor.
En fin, la película en sí está entretenida, tiene ritmo, y está bien hecha. Sí, es la más floja de las cuatro porque abandona un poco la filosofía asfixiante y pesimista del resto de cintas de la saga y se adentra en otros filones algo más taquilleros (por desgracia); pero me sigue gustando porque sigue siendo coherente con las otras, sobre todo en los detalles. Y sigue siendo un estilo y una manera de hacer cine que es personal y genial, y que se ha perdido.
Y Max (salvo en la primera de la saga) sigue siendo un catalizador de una gesta que da vida a la historia principal, a la vez personaje protagonista y secundario porque al final se da a los demás. Tiene un código: es buena persona a pesar de todo, y no lo puede evitar, es su naturaleza a pesar del mundo que le rodea.
PS: Mención especial a dos cosas de las que nunca se habla. La primera, el doblaje, que me parece buenísimo (lo siento por los que aborrecéis de los doblajes). Y la segunda pero más importante debido a que hablamos de Mad Max: los especialistas. Aquí se lucen menos que en las otras entregas en donde vemos escenas en las que gritas ¡se ha matao, ESE SE HA MATAO! Pero igualmente hacen un trabajo brutal cuando se meten en harina de la buena con las persecuciones, sello inconfundible de Miller y su niña bonita.
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