Con un excelente reparto, David O. Rusell, logra introducir al espectador en una comedia agridulce, que presenta una aproximación "amable" al mundo de la salud mental. La trama gira entorno a las relaciones familiares y personales que van forjando los protagonistas y a los obstáculos que han de enfrentar. Los brillantes registros de Bradley Cooper, Jennifer Lawrence y Robert De Niro imprimen cercanía y realidad a los personajes y Jaki Weaver, en su papel de madre y esposa, borda la tendencia al equilibrio propia de estas dinámicas familiares.

En este film Montxo Armendáriz aborda una realidad difícil de narrar. Acompañado de una excelente banda sonora transita el dolor y el silencio que atrapa a las víctimas de abusos en la infancia desde una aproximación completamente realista y respetuosa. Armendáiz rompe algunos mitos sobre este tema y aborda las consecuencias que del mismo se derivan, realizando una importante aportación social y terapéutica, gracias a los testimonios que incluye. Con una brillantemente interpretación nos presenta una compleja dinámica familiar y la evolución de Silva, interpretada por Michelle Jenner, desde su infancia a su juventud. A lo largo del film puede conectarse con la experiencia emocional de Silvia y con los retos a los que debe enfrentarse. Esta historia refleja a una sociedad que, en ocasiones, evita la mirada ante una realidad difícil de digerir con el impacto que ello implica en su sector más vulnerable, la infancia. Contada de forma sencilla y plagada de detalles cotidianos, destaca el realismo aportado por las interpretaciones de Jenner, Belén Rueda y Lluís Homar. Sin duda un film muy recomendable.

Cine de denuncia social enmarcado en el activismo político de Martin Luther King. El film recuerda lo ocurrido en la localidad norteamericana de Selma durante los años 60 cuando un grupo de miembros de la comunidad organizó una marcha pacífica a favor de los derechos civiles y raciales. Ava DuVernay conmueve y atrapa desde el primer momento, provocando sentimientos de indignación y vergüenza ante tales episodios de la historia.

Una bella historia de amor desgastado, llena de sueños e intenciones nobles que se desgastan acumulando numerosos desencuentros. Con una presentación simultánea de presente y pasado, Derek Cianfrance nos presenta un film intimista, con un reparto excelente y unos protagonistas a quienes empiezas a querer desde el comienzo.

Sin resultar tan rompedora como su predecesora, Danny Boyle se atreve a enfrentar a sus personajes adolescentes con la etapa adulta. Nada resultó ser como esperaban, reencuentros, traiciones, ... Lo mejor del film la interpretación manteniendo el reparto original, con toques de humor negro y una estupenda banda sonora que nos transporta veinte años atrás.