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Críticas ordenadas por utilidad
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6
6 de junio de 2023
6 de junio de 2023
10 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una obra llena de magníficas ideas que queda deslucida por una trama farragosa, confusa y por momentos tediosa que muestra la poderosa influencia que el noir supuso para Fassbinder. Evidentemente esto no es Matrix, incluso niega el movimiento reivindicando a Parménides con la paradoja de la tortuga de Zenón cuando uno de los personajes deja pistas para que entiendan que cuando llegaba a un nivel de "realidad", a algún descubrimiento, la tortuga se había movido. Matrix era una película de acción y movimiento por excelencia, negaba a Zenón por el cálculo infinitesimal diría algún pedante fanático de la película , que encantaba a todos los informáticos, por lo menos a los que yo conocía cuando se estrenó, pero no era una película filosófica, aunque trataba el mismo tema que El mundo conectado. Simulaciones, holografías, avatares, virtualidad. Las implicaciones de Fassbinder son mucho más intelectuales pero la narración es lo que falla.
"Si el café es marrón es porque hay una Idea de marrón en el mundo real", afirman las conscientes representaciones virtuales de ceros y unos. Aunque más que Platón es Aristóteles el perfecto hacedor/diseñador de ese mundo simulado donde "la no sustancia se convierte en "real" por el pensamiento", por la creación científica ya que todo científico es un artista, afirma la mano negra del proyecto, el malo de la película. Por lo tanto, es el problema de la "realidad" y la identidad lo que interesa al intelectual Fassbinder. También es el tema de la gran, la mejor película del s XXI, Mulholland drive, la fragilidad en la construcción de una identidad, pero la forma de abordarlo es completamente distinta. En verdad son los grandes temas que aborda el cine casi desde el principio por la propia naturaleza del cinematógrafo, de ese tren de sombras.
Hay otro tema muy interesante y visionario que no desarrolla la película como debiera: el análisis del comportamiento humano como simple sujeto de consumo. Es para lo que está hecho el simulador del mundo conectado. Se apunta pero no se desarrolla y sabemos hoy en día que esos procesos están automatizados, ya no se necesita preguntar al personal, están las cookies y ese control remoto sobre lo único que en realidad importa: cómo, qué, cuándo y dónde consumimos. La única "realidad" humana es la del consumidor, existes en tanto en cuanto consumes, y eso también tiene implicaciones políticas en cuanto a qué se vota en unas elecciones, qué consumes políticamente, que es un tema muy Fassbinder y me extraña que no le hubiera hincado más el diente.
La puesta en escena es en algunos momentos magistral, con ese juego de espejos y esa estética setentera de película de ciencia ficción, me recordó a Solaris aunque ésta aprovecha mucho mejor su discurso epistemológico. Algunos planos "irreales" son muy buenos, como el primero de todos, ese plano artesano donde es el fuego, el calor el que dota ese efecto de inestabilidad al conjunto, aunque los alterna con una realización más televisiva, el medio al que está destinada, con unos bruscos zooms que inserta de vez en cuando. En cuanto a la música, mete en las conversaciones de los personajes piezas de música clásica de Wagner, Strauss o Bach más por capricho melómano de su director que por aportar narrativamente algo a la obra.
Por lo tanto, teniendo todos esos puntos a favor, que no son pocos, la película de dos capítulos de hora y media es interesante, pero no haber explotado del todo sus posibilidades y ese argumento que no acaba de funcionar y que repite situaciones de traiciones etc. que hace que no avance la trama, hace que se quede por debajo de lo que pudo haber sido. Una lástima aunque yo de vosotros la vería.
"Si el café es marrón es porque hay una Idea de marrón en el mundo real", afirman las conscientes representaciones virtuales de ceros y unos. Aunque más que Platón es Aristóteles el perfecto hacedor/diseñador de ese mundo simulado donde "la no sustancia se convierte en "real" por el pensamiento", por la creación científica ya que todo científico es un artista, afirma la mano negra del proyecto, el malo de la película. Por lo tanto, es el problema de la "realidad" y la identidad lo que interesa al intelectual Fassbinder. También es el tema de la gran, la mejor película del s XXI, Mulholland drive, la fragilidad en la construcción de una identidad, pero la forma de abordarlo es completamente distinta. En verdad son los grandes temas que aborda el cine casi desde el principio por la propia naturaleza del cinematógrafo, de ese tren de sombras.
Hay otro tema muy interesante y visionario que no desarrolla la película como debiera: el análisis del comportamiento humano como simple sujeto de consumo. Es para lo que está hecho el simulador del mundo conectado. Se apunta pero no se desarrolla y sabemos hoy en día que esos procesos están automatizados, ya no se necesita preguntar al personal, están las cookies y ese control remoto sobre lo único que en realidad importa: cómo, qué, cuándo y dónde consumimos. La única "realidad" humana es la del consumidor, existes en tanto en cuanto consumes, y eso también tiene implicaciones políticas en cuanto a qué se vota en unas elecciones, qué consumes políticamente, que es un tema muy Fassbinder y me extraña que no le hubiera hincado más el diente.
La puesta en escena es en algunos momentos magistral, con ese juego de espejos y esa estética setentera de película de ciencia ficción, me recordó a Solaris aunque ésta aprovecha mucho mejor su discurso epistemológico. Algunos planos "irreales" son muy buenos, como el primero de todos, ese plano artesano donde es el fuego, el calor el que dota ese efecto de inestabilidad al conjunto, aunque los alterna con una realización más televisiva, el medio al que está destinada, con unos bruscos zooms que inserta de vez en cuando. En cuanto a la música, mete en las conversaciones de los personajes piezas de música clásica de Wagner, Strauss o Bach más por capricho melómano de su director que por aportar narrativamente algo a la obra.
Por lo tanto, teniendo todos esos puntos a favor, que no son pocos, la película de dos capítulos de hora y media es interesante, pero no haber explotado del todo sus posibilidades y ese argumento que no acaba de funcionar y que repite situaciones de traiciones etc. que hace que no avance la trama, hace que se quede por debajo de lo que pudo haber sido. Una lástima aunque yo de vosotros la vería.
30 de junio de 2020
30 de junio de 2020
10 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estamos ante la verdadera película proto-punk de la historia del cine, si bien "Pink Flamingos", que vimos todos en las sesiones golfas de los cines en vose pasados de vueltas y esperando ver la escena de la caca d perro (¿Habrá truco? No, es un jodido plano secuencia, ¡¡¡de puta madre!!!, decíamos infantiles y desesperados), es una de las mejores películas ¿malas? (ese granulado super 8 era inspirador, como una bolsa llena de "pirulas")que se hayan hecho. Los problemas del amateurismo y cierta candidez, (sí candidez, en spoiler), del cine de Waters se ven recompensadas con una inmediatez y por una composición de los personajes más compleja de lo que en un principio está en la superficie, una especie de caricaturas grotescas que vienen muy bien para rodar una comedia disparatada. Se trata de no tener pelos en la lengua, de decir lo que se te ocurra sin pensar en las consecuencias, de hacer lo que te salga de los mismísimos. Eso pensábamos entonces con mucha mala leche y con muchísima tierna candidez y es que si en tu adolescencia, cuando descubres tu mortalidad, después de atiborrarse con los existencialistas franceses, con el teatro del absurdo, con Camus, Hesse...., y después de echar una ojeada a la repugnante naturaleza humana, no eres así, un insoportable y asocial individuo, es que estás muerto. Todo eso está en esta película que, evidentemente, tiene un poso de educación sentimental ajena a la obra en sí. Su representación musical, algo en lo que Waters flojeaba, está en el grupo de punk rock capitaneado por una maravillosa drag queen, Wayne county (indispensables "If you don´t wanna fuck me baby, fuck off, especialmente en un vídeo casero cuando ya era mayor y borracha, y la versión eléctrica e imprescindible de "Night time").
Y estos son los maravillosos momentos estelares underground de la humanidad que he encontrado en la película , con permiso de Zweig:
Y estos son los maravillosos momentos estelares underground de la humanidad que he encontrado en la película , con permiso de Zweig:
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
- Polvo de Divine con Divine de la que nace su espantosa hija. El momento calzoncillos con lamparones y zurraspillas es impagable. Es la más filthy megalomanía que haya visto. Cómo te ganaste el título, cabrona. Recordad el filthy tour de los Pistols, todo un homenaje del talentoso Lydon a su diva punk.
- Hija de Divine : odia a los happy flowers como Germán Coppini y algunas maravillosas groupies del punk americano ( leer " Por favor, mátame"), voyeurismo pajillero: descubre a sus papis follando, sexo con herramientas como unos alicates, violencia de género del marido al descubrir la traición de Divine que hace que le despidan, violencia contra menores y , además, con el agravante de ser retrasada mental y de ser prescrito por un psiquiatra freudiano o lacaniano, quién sabe, que aconsejó a Divine que maltratase sin parar a su hija mongo hare krishna. Para rematar, la visita a su padre biológico, recordemos que es el mismo Divine, con maltrato infantil e intento de violación con su sucio micropene.
-El clasismo de los peluqueros: " Aquí (proletariado) la mentira y la porquería son belleza"
- Divine posando: todo por un headline. Droga eyeliner que es como la heroína pero al cubo, cualquier zurullo te parecerá lo más. En pleno colocón corta la mano de tía Ida y el modelito y peinado punk que luce en su perorata contra su hija por ser hare krishna son espectaculares. Luce la primera cresta hardcore punk durante el juicio.
- Tía Ida. Edith Massey es la verdadera reina punk, la diva de las divas. Sus modelitos basurientos "háztelo tú mismo" son insuperables en esta película. Sólo eché de menos el odorama, la técnica que inventó Waters en "Polyester". El olor a mierda pura hubiera mejorado si cabe aún más las escenas de esta musa.
- El momento de la ejecución es el más "serio". Ahí está la declaración de intenciones ética y estética del artista: la crueldad terrorífica y nauseabunda del redneck americano , como del español (ver la estúpida, divertida y musicalmente ínfima canción de Almodóvar y del único punk gay español Mcnamara "Voy a ser mamá", voy a tener un bebé/ lo incrustaré en la pared/...Le llamaré Lucifer/ le enseñaré a vivir de la prostitución... toda una reivindicación de la adopción por parejas gays y hoy sería un escándalo). Es decir, todo es una tierna provocación muy ingenua dirigida a paletos que dan miedo por su estupidez. "Sin vosotros no sería nada" vomita jocosamente Divine antes de morir en la silla (otra vez "Por favor, mátame"). El jodidamente más efectivo ataque a la pena de muerte que haya visto. El "ojo por ojo" y la mentalidad provinciana son tan contraproducentes que generan personajes como Divine. Quizás no esté tan mal.
- Hija de Divine : odia a los happy flowers como Germán Coppini y algunas maravillosas groupies del punk americano ( leer " Por favor, mátame"), voyeurismo pajillero: descubre a sus papis follando, sexo con herramientas como unos alicates, violencia de género del marido al descubrir la traición de Divine que hace que le despidan, violencia contra menores y , además, con el agravante de ser retrasada mental y de ser prescrito por un psiquiatra freudiano o lacaniano, quién sabe, que aconsejó a Divine que maltratase sin parar a su hija mongo hare krishna. Para rematar, la visita a su padre biológico, recordemos que es el mismo Divine, con maltrato infantil e intento de violación con su sucio micropene.
-El clasismo de los peluqueros: " Aquí (proletariado) la mentira y la porquería son belleza"
- Divine posando: todo por un headline. Droga eyeliner que es como la heroína pero al cubo, cualquier zurullo te parecerá lo más. En pleno colocón corta la mano de tía Ida y el modelito y peinado punk que luce en su perorata contra su hija por ser hare krishna son espectaculares. Luce la primera cresta hardcore punk durante el juicio.
- Tía Ida. Edith Massey es la verdadera reina punk, la diva de las divas. Sus modelitos basurientos "háztelo tú mismo" son insuperables en esta película. Sólo eché de menos el odorama, la técnica que inventó Waters en "Polyester". El olor a mierda pura hubiera mejorado si cabe aún más las escenas de esta musa.
- El momento de la ejecución es el más "serio". Ahí está la declaración de intenciones ética y estética del artista: la crueldad terrorífica y nauseabunda del redneck americano , como del español (ver la estúpida, divertida y musicalmente ínfima canción de Almodóvar y del único punk gay español Mcnamara "Voy a ser mamá", voy a tener un bebé/ lo incrustaré en la pared/...Le llamaré Lucifer/ le enseñaré a vivir de la prostitución... toda una reivindicación de la adopción por parejas gays y hoy sería un escándalo). Es decir, todo es una tierna provocación muy ingenua dirigida a paletos que dan miedo por su estupidez. "Sin vosotros no sería nada" vomita jocosamente Divine antes de morir en la silla (otra vez "Por favor, mátame"). El jodidamente más efectivo ataque a la pena de muerte que haya visto. El "ojo por ojo" y la mentalidad provinciana son tan contraproducentes que generan personajes como Divine. Quizás no esté tan mal.
21 de febrero de 2016
21 de febrero de 2016
10 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una coproducción ZDF-ARTE con la Fundación F.W. Murnau que fue estrenada en 2013 con motivo del bicentenario del nacimiento del gran compositor y máximo representante del espíritu romántico alemán, porque los alemanes no son unos cabezas cubos, por el contrario son extremadamente románticos y así lo demuestra la historia de su cultura.
Lejos de ser un panegírico acartonado y aburrido, la película destaca por ser extraordinariamente amena y no exenta de sentido del humor ( Wagner como un bribón burlesco, con sus continuos quiebros a sus acreedores que le obligaron a marcharse de su país, las caras de los espectadores en algunos de sus desastrosos estrenos..), por el extraordinario parecido físico entre el actor y su personaje, por los arreglos (Rossini, Mozart, el propio Wagner...) y la música de la que también es autor Giuseppe Becce y por la restauración. En este sentido, merece mención aparte la inmejorable labor que ha hecho y sigue haciendo la Fundación Murnau, que se ha convertido en uno de los mejores embajadores del pueblo alemán. Sus ediciones de las películas de Murnau, Lang, Wegener, Pabst o Wiene son , más que una labor de restauración y conservación, un auténtico "renacimiento" y ésta no se queda atrás con los tintados originales de 1913 ( cuando se celebraba el centenario de Wagner). Donde más destaca la película, visualmente hablando, es en las escenas del "Holandés errante" (con esas sobreimpresiones del buque fantasma sobre el cielo amarillo), el "Nibelungo" y las finales de "Parsifal".
Es obvio que no veréis aspectos turbios de la personalidad de Wagner porque se trata de una celebración. No es como el documental / libro de Gardiner sobre Bach, en el que especulaba de una manera discutible sobre aspectos del carácter de Bach: lo que para él puede ser manía persecutoria con rasgos esquizoides, bien puede tratarse tan solo de mal humor e incapacidad de hacer autocrítica y aceptar la de los demás.
Se centra en los años difíciles con Minna, su relación con Bakunin (identificando libertad creativa con libertad política), la equívoca con Luis II de Baviera en Múnich y los últimos años con Cosima y como se arrastró a la cruz (según dijo Nietzsche) con "Parsifal" y el Santo Grial, que después buscó o, por lo menos, no descartó su existencia, el propio führer en otro rasgo más de locura megalómana. De hecho su ascenso y caída a los infiernos es otro ejemplo más de ese espíritu romántico y nada práctico del pueblo alemán, alejado del utilitarismo anglosajón.
En este caso, no hay nada sobre la personalidad "trepa" del homenajeado y cómo usaba a todo el mundo en su propio interés sin la menor empatía, como un psicópata de libro. Aunque esto también es discutible e interpretable. Y nada sobre su antisemitismo explícito, probablemente porque en 1913 no era un tema importante y mucho menos tabú. Tampoco debiera serlo hoy, por lo menos no parece importarle en absoluto a Daniel Barenboim , el judío argentino que se ha convertido en uno de los mejores intérpretes wagnerianos de todos los tiempos, con permiso de Otto Klemperer y Wilhelm Furtwängler.
La producción es impecable y uno hubiera deseado haber estado allí "in situ" con la orquesta en directo. Eleva a los altares a Wagner sin ser casposo ni pedante, sino siendo ameno y divertido. Todo un descubrimiento. La tenéis en YouTube con los rótulos originales en alemán pero subtitulados al inglés. A todo wagneriano y/o cinéfilo le gustará.
Lejos de ser un panegírico acartonado y aburrido, la película destaca por ser extraordinariamente amena y no exenta de sentido del humor ( Wagner como un bribón burlesco, con sus continuos quiebros a sus acreedores que le obligaron a marcharse de su país, las caras de los espectadores en algunos de sus desastrosos estrenos..), por el extraordinario parecido físico entre el actor y su personaje, por los arreglos (Rossini, Mozart, el propio Wagner...) y la música de la que también es autor Giuseppe Becce y por la restauración. En este sentido, merece mención aparte la inmejorable labor que ha hecho y sigue haciendo la Fundación Murnau, que se ha convertido en uno de los mejores embajadores del pueblo alemán. Sus ediciones de las películas de Murnau, Lang, Wegener, Pabst o Wiene son , más que una labor de restauración y conservación, un auténtico "renacimiento" y ésta no se queda atrás con los tintados originales de 1913 ( cuando se celebraba el centenario de Wagner). Donde más destaca la película, visualmente hablando, es en las escenas del "Holandés errante" (con esas sobreimpresiones del buque fantasma sobre el cielo amarillo), el "Nibelungo" y las finales de "Parsifal".
Es obvio que no veréis aspectos turbios de la personalidad de Wagner porque se trata de una celebración. No es como el documental / libro de Gardiner sobre Bach, en el que especulaba de una manera discutible sobre aspectos del carácter de Bach: lo que para él puede ser manía persecutoria con rasgos esquizoides, bien puede tratarse tan solo de mal humor e incapacidad de hacer autocrítica y aceptar la de los demás.
Se centra en los años difíciles con Minna, su relación con Bakunin (identificando libertad creativa con libertad política), la equívoca con Luis II de Baviera en Múnich y los últimos años con Cosima y como se arrastró a la cruz (según dijo Nietzsche) con "Parsifal" y el Santo Grial, que después buscó o, por lo menos, no descartó su existencia, el propio führer en otro rasgo más de locura megalómana. De hecho su ascenso y caída a los infiernos es otro ejemplo más de ese espíritu romántico y nada práctico del pueblo alemán, alejado del utilitarismo anglosajón.
En este caso, no hay nada sobre la personalidad "trepa" del homenajeado y cómo usaba a todo el mundo en su propio interés sin la menor empatía, como un psicópata de libro. Aunque esto también es discutible e interpretable. Y nada sobre su antisemitismo explícito, probablemente porque en 1913 no era un tema importante y mucho menos tabú. Tampoco debiera serlo hoy, por lo menos no parece importarle en absoluto a Daniel Barenboim , el judío argentino que se ha convertido en uno de los mejores intérpretes wagnerianos de todos los tiempos, con permiso de Otto Klemperer y Wilhelm Furtwängler.
La producción es impecable y uno hubiera deseado haber estado allí "in situ" con la orquesta en directo. Eleva a los altares a Wagner sin ser casposo ni pedante, sino siendo ameno y divertido. Todo un descubrimiento. La tenéis en YouTube con los rótulos originales en alemán pero subtitulados al inglés. A todo wagneriano y/o cinéfilo le gustará.
14 de agosto de 2024
14 de agosto de 2024
17 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
Debajo de todo ese maquillaje, ahí debe estar, desdibujado y satánico. Cage es lo mejor de la película, al menos los fans podemos decir eso.
Elusiva, alargada y, finalmente, decepcionante película. Todo se reduce a un gran MacGuffin, toda la investigación, que no funciona porque alarga las respuestas hasta los minutos finales en una resolución muy muy mediocre. La investigación policial está mal desarrollada, va planteando cada vez más preguntas y no va dando nunca ninguna respuesta, lo que hace que la película se resienta. Es su gran error, ya que, su gran logro es que iba consiguiendo, poco a poco, eso sí, la atmósfera adecuada, una especie de advenimiento satánico ominoso, de llegada inminente del infierno, del mal en su estado más puro, que es lo que representa Longlegs en sus escasas apariciones.
Todo se cuece a fuego demasiado lento, tanto que la película se para, que tienes la sensación de que se atasca y no avanza. Y es que no lo hace. No avanza, despista y engaña, y además la resolución del misterio es muy vulgar, es muy típico y tópico en las películas de terror.
Elusiva, alargada y, finalmente, decepcionante película. Todo se reduce a un gran MacGuffin, toda la investigación, que no funciona porque alarga las respuestas hasta los minutos finales en una resolución muy muy mediocre. La investigación policial está mal desarrollada, va planteando cada vez más preguntas y no va dando nunca ninguna respuesta, lo que hace que la película se resienta. Es su gran error, ya que, su gran logro es que iba consiguiendo, poco a poco, eso sí, la atmósfera adecuada, una especie de advenimiento satánico ominoso, de llegada inminente del infierno, del mal en su estado más puro, que es lo que representa Longlegs en sus escasas apariciones.
Todo se cuece a fuego demasiado lento, tanto que la película se para, que tienes la sensación de que se atasca y no avanza. Y es que no lo hace. No avanza, despista y engaña, y además la resolución del misterio es muy vulgar, es muy típico y tópico en las películas de terror.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Errores (de bulto):
-Resulta que las cartas y las extrañas letras, ese jeroglífico egipcio un tanto desmejorado, el análisis de los triángulos, la geometría detrás de los crímenes, todo ello, es una trama de lo más manida e irrelevante, un MacGuffin por definición. Nos mantiene atentos en lo que parece un continuo coitus interruptus, no produce la satisfacción esperada ni deseada.
-La muñeca se ve mucho mejor en la serie de películas de Expediente Warren. Para ese viaje no hacían falta esas alforjas ni esas críticas tan exageradas y pomposas.
-La protagonisa, Maika Monroe, no tiene ni una pizquita de carisma y tampoco resulta atractiva ni adecuada al papel, no es precisamente Jodie Foster en El silencio de los corderos. ¿Qué vio en ella el hijo de Anthony Perkins?. Preguntadle a Longlegs.
- La única escena que muestra los asesinatos de las familias parece un inserto, como p.ej. esas serpientes en filtro rojo, que no da mal rollo alguno. La ejecución del asesinato múltiple es extraña, parece como ortopédica, como realizada por un asesino torpe. Me sacó del tono general de a película por ese aire ridículo y desmañado.
- La única secuencia que no me gustó del personaje de Longlegs es esa en la que, sentado en su cama y apoyado en la pared, la cámara se va alejando y vemos un póster de T. Rex en la pared. ¿T. Rex era un grupo satánico o de unos tipos a los que llamaban maricones, de eso que se llamó Glam Rock?. ¿No eran muy satánicos, p ej., Black Sabbath?. ¿Get It On es una canción diabólica?. No sé, lo mismo si la escucho del revés..... Ese Get It On final es un Sympathy For The Devil que ni funciona ni encaja.
- El final es lo peor: todo se reduce a los cuatro personajes de la película. La protagonista, su madre, Longlegs y la familia del jefe de la protagonista. Aquí no pasa como en Seven, en la que toda la vibrante investigación tenía el brillante colofón implicando a todos los personajes de peso. Aquí parece un pegote facilón e inverosímil. Una salida cutre a todo los jeroglíficos planteados. La madre amenazada que es el brazo ejecutor, una enfermera con esa muñeca diabólica que entra como Pedro por su casa en los hogares de las cumpleañeras a asesinar.
Aciertos:
- Como digo, la película consigue por momentos crear la atmósfera adecuada, sobre todo en las escasas apariciones de Nicolas Cage. El problema es que consigue acabar con esa atmósfera dando paso al aburrimiento al alargar la trama una y otra vez.
- La escena del suicidio de Longlegs es sin duda lo mejor. Los cabezazos y los vivas a Satanás te despiertan del largo bostezo. Funcionan casi como un despertador.
-Resulta que las cartas y las extrañas letras, ese jeroglífico egipcio un tanto desmejorado, el análisis de los triángulos, la geometría detrás de los crímenes, todo ello, es una trama de lo más manida e irrelevante, un MacGuffin por definición. Nos mantiene atentos en lo que parece un continuo coitus interruptus, no produce la satisfacción esperada ni deseada.
-La muñeca se ve mucho mejor en la serie de películas de Expediente Warren. Para ese viaje no hacían falta esas alforjas ni esas críticas tan exageradas y pomposas.
-La protagonisa, Maika Monroe, no tiene ni una pizquita de carisma y tampoco resulta atractiva ni adecuada al papel, no es precisamente Jodie Foster en El silencio de los corderos. ¿Qué vio en ella el hijo de Anthony Perkins?. Preguntadle a Longlegs.
- La única escena que muestra los asesinatos de las familias parece un inserto, como p.ej. esas serpientes en filtro rojo, que no da mal rollo alguno. La ejecución del asesinato múltiple es extraña, parece como ortopédica, como realizada por un asesino torpe. Me sacó del tono general de a película por ese aire ridículo y desmañado.
- La única secuencia que no me gustó del personaje de Longlegs es esa en la que, sentado en su cama y apoyado en la pared, la cámara se va alejando y vemos un póster de T. Rex en la pared. ¿T. Rex era un grupo satánico o de unos tipos a los que llamaban maricones, de eso que se llamó Glam Rock?. ¿No eran muy satánicos, p ej., Black Sabbath?. ¿Get It On es una canción diabólica?. No sé, lo mismo si la escucho del revés..... Ese Get It On final es un Sympathy For The Devil que ni funciona ni encaja.
- El final es lo peor: todo se reduce a los cuatro personajes de la película. La protagonista, su madre, Longlegs y la familia del jefe de la protagonista. Aquí no pasa como en Seven, en la que toda la vibrante investigación tenía el brillante colofón implicando a todos los personajes de peso. Aquí parece un pegote facilón e inverosímil. Una salida cutre a todo los jeroglíficos planteados. La madre amenazada que es el brazo ejecutor, una enfermera con esa muñeca diabólica que entra como Pedro por su casa en los hogares de las cumpleañeras a asesinar.
Aciertos:
- Como digo, la película consigue por momentos crear la atmósfera adecuada, sobre todo en las escasas apariciones de Nicolas Cage. El problema es que consigue acabar con esa atmósfera dando paso al aburrimiento al alargar la trama una y otra vez.
- La escena del suicidio de Longlegs es sin duda lo mejor. Los cabezazos y los vivas a Satanás te despiertan del largo bostezo. Funcionan casi como un despertador.
5
15 de noviembre de 2015
15 de noviembre de 2015
12 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nada nuevo bajo el sol. O bajo las sombras, como diría Guerín. Otra vez se plantea el ya casi sempiterno dilema: ficción y documental...¿Cuáles son los límites? Yo lo tengo claro y lo dice en la cinta Chantal Akerman: no los hay. Una buena película de ficción tiene algo de documental y al revés.
No entiendo las altas puntuaciones y las críticas tan elogiosas. No tiene nada de original ni de valiente porque camina por una senda ya transitada muchas veces y además es plúmbea porque, lo que daría para un mediometraje, Guerín lo alarga innecesaria y gratuitamente. Entra en un bucle de repetición de situaciones de miseria y "denuncias" que no llevan a ningún lado, solo al sopor. Hay momentos afortunados y personas que dicen cosas muy interesantes, por ejemplo el tipo desdentado con una camiseta de Superman en Bogotá.
Lo peor de todo es que se nos intente vender esta película como arriesgada o novedosa. El diario documental es una idea de Jonas Mekas, idolatrado por Guerín que parace haberse convertido en un simple discípulo suyo. En cuanto a la "docuficción" de los marginados, tampoco aporta nada después de conocer la película más importante que se ha hecho en los últimos años: "En el cuarto de Vanda" que además y después de montada (es decir, manipulada y la subjetividad es siempre ficción - Heisenberg-) aportaba unos momentos poéticos en una especie de sinergia de imágenes y diálogos de la que carece ésta totalmente (a excepción del corte de "Portrait of Jennie" que es realmente un momento muy bello, un oasis en el desierto). Hay muchos más ejemplos...la superlativa "Los muertos" de Lisandro Alonso también es una falsa ficción o una ficción con pretensión de documental.
Por lo tanto, creo que el cine de Guerín ha entrado en una especie de callejón sin salida después de la magnífica "Tren de sombras" y las notables "En la ciudad de Sylvia" y "En construcción". Debería dejar de mirarse el ombligo e intentar no repetirse y evolucionar.
No entiendo las altas puntuaciones y las críticas tan elogiosas. No tiene nada de original ni de valiente porque camina por una senda ya transitada muchas veces y además es plúmbea porque, lo que daría para un mediometraje, Guerín lo alarga innecesaria y gratuitamente. Entra en un bucle de repetición de situaciones de miseria y "denuncias" que no llevan a ningún lado, solo al sopor. Hay momentos afortunados y personas que dicen cosas muy interesantes, por ejemplo el tipo desdentado con una camiseta de Superman en Bogotá.
Lo peor de todo es que se nos intente vender esta película como arriesgada o novedosa. El diario documental es una idea de Jonas Mekas, idolatrado por Guerín que parace haberse convertido en un simple discípulo suyo. En cuanto a la "docuficción" de los marginados, tampoco aporta nada después de conocer la película más importante que se ha hecho en los últimos años: "En el cuarto de Vanda" que además y después de montada (es decir, manipulada y la subjetividad es siempre ficción - Heisenberg-) aportaba unos momentos poéticos en una especie de sinergia de imágenes y diálogos de la que carece ésta totalmente (a excepción del corte de "Portrait of Jennie" que es realmente un momento muy bello, un oasis en el desierto). Hay muchos más ejemplos...la superlativa "Los muertos" de Lisandro Alonso también es una falsa ficción o una ficción con pretensión de documental.
Por lo tanto, creo que el cine de Guerín ha entrado en una especie de callejón sin salida después de la magnífica "Tren de sombras" y las notables "En la ciudad de Sylvia" y "En construcción". Debería dejar de mirarse el ombligo e intentar no repetirse y evolucionar.
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