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Críticas 58
Críticas ordenadas por utilidad
Críticas ordenadas por utilidad
8
1 de junio de 2022
2 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
EMERGENCY (2022)
Dirección: Carey Williams

“Emergency” es una de las películas galardonadas en el último Festival de Sundance, con el premio al Mejor Guión (KD Dávila). El film va más allá de una simple historia de estudiantes de la Universidad de Buchanan, combinando una aguda observación del entorno social, clima de tensión y pases hilarantes de comedia juvenil.

Kunle (Donald Watkins) y Sean (RJ Cyler) son dos amigos inseparables, aunque muy diferentes entre sí. Kunle es responsable, estudioso y bastante introvertido con las chicas, mientras que Sean es intrépido, verborrágico y festivo. La acción comienza en una clase sobre el discurso del odio, en la que la profesora británica y blanca, abre el debate acerca del poder de las palabras, colocando la expresión “nigger” en pantalla y enfocando a estos dos muchachos, justamente negros, que están sentados atrás. Absurdamente todos se dan vuelta para ver sus reacciones, en una escena tan contradictoria e incómoda, como divertida.
Faltan dos meses para las vacaciones y Sean insiste en hacer un tour legendario de siete fiestas en una noche, récord que los llevaría al “Salón de los Primeros” en la Unión de Estudiantes Negros. Cuando entran en el departamento que comparten cerca del campus para cambiarse, encuentran a una chica inconsciente desmayada en el suelo. El tercer ocupante, Carlos (Sebastián Chacón), un latino adicto a los videojuegos, estaba en otro cuarto, ajeno a todo. Es entonces cuando surge el dilema de llamar a la policía. Dos jóvenes negros y un latino junto a una menor desvanecida, es un cuadro de situación que los compromete, convirtiéndolos automáticamente en culpables de algo que no hicieron. Si tendemos un hilo con la nefasta palabra que la profesora había llevado a la clase al principio, la escena ilustra a la perfección los prejuicios, el racismo y el historial de abuso de poder que los chicos tienen en cuenta a la hora de tomar decisiones. Por lo tanto la suben al auto para llevarla al hospital, sin avisar a nadie.
En lugar de recorrer las siete fiestas, Kunle, Sean y Emma (Maddie Nichols), siempre descompuesta, inician un raid por el campus y alrededores que desencadenan múltiples malentendidos y secuencias desopilantes.

La dirección de fotografía de Michael Dallatorre recuerda bastante al estilo de Spike Lee, y el ritmo se sostiene equilibrando suspenso y humor.
Watkins y Cyler se desempeñan con solvencia dramática durante todo el film, pero en los últimos 20 minutos afloran estados de ánimo con una potencia que te hará sentir que no has perdido el tiempo eligiendo esta película.
Género: Comedia. Duración: 105 minutos. Disponible en Amazon Prime.
13 de abril de 2020 0 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
El cine asiático nos tiene acostumbrados, sobre todo últimamente, a alcanzar gran popularidad con resonantes premios en los foros más glamorosos de la cinematografía internacional. Películas coreanas como “Burning” o “Parasite”, japonesas como “Shoplifters” o chinas como “Farewell”, han llevado a sus directores y actores al podio del reconocimiento y la aceptación masiva.
Quienes disfrutamos esta clase de films hemos aprovechado la interminable cuarentena para volver a ver y deleitarnos con los clásicos de grandes maestros como Kurosawa, Zhang Yimou o Lee Chang-dong, pero también descubrimos últimos estrenos como “Tigertail”.
Alan Yang, más conocido en el medio televisivo como creador de la serie “Master of None” (Netflix/2017) hace su debut en este largometraje como productor, director y guionista, basado en sus experiencias, como hijo de inmigrantes chinos en Estados Unidos.
La cámara abre con un niño corriendo a través de campos de arroz, quien se encuentra al cuidado de su abuela, pues su madre ha ido a buscar trabajo a la ciudad. Pin-Jiu crece, extrañando a sus padres y tratando de ser fuerte, según los consejos de su abuela que insiste en que “llorando, nada se soluciona”. Ya adolescente le gusta bailar con la sensual Yuan, de quien se enamora apasionadamente. Pero la búsqueda de oportunidades lo llevarán al Bronx, como inmigrante en busca de fortuna, en compañía de otra jovencita que no ama.
La película va y vuelve del presente al pasado constantemente, avanzando en los vericuetos de la trama de las familias del protagonista (la materna y la conyugal) tanto en China como en Estados Unidos. La estructura del guión es precisa y profunda y las imágenes son sobrias y elegantes. Yang da testimonio de la resignación del Pin-Jiu adulto, con una dura elección de vida, de la cual no se arrepiente a pesar de todo.
“Tigertail” es una película emotiva, íntima y bellamente filmada.
17 de junio de 2020
3 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
5 SANGRES (“Da 5 Bloods”/2020)
Dirección: Spike Lee

A esta altura ya nadie duda que el director, guionista, productor y activista americano, Spike Lee, es un auténtico creador. Nacido en Atlanta, Georgia, se ha destacado desde su primer largometraje “She’s Gotta Have It”, en 1986, obteniendo la aclamación de la crítica especializada. Los temas políticos y sociales han sido el eje de su obra, particularmente dedicada a la comunidad afroamericana. Si algo le faltaba era un film dedicado a la Guerra de Vietnam, como remate perfecto de sus convicciones, a los 63 años.
“5 Sangres”, recientemente estrenada en streaming, resume su visión del prolongado y devastador conflicto entre Estados Unidos y el Vietcong, en la década del 70.
El film abre con algunos minutos de metraje documental donde podemos ver al boxeador Muhammad Ali, en 1978, afirmando que “Mi conciencia no me deja dispararle a mi hermano”, argumentado su negativa de alistarse en el Ejército. También las palabras de Malcolm X, Kwame Tune o Angela Davis, expresando su desprecio por esa guerra lejana y destructiva. Pacifistas, activistas, jóvenes universitarios y líderes negros se manifestaban abiertamente y frecuentemente eran violentamente reprimidos.
Comienza entonces la historia de los 5 sangres, en realidad cuatro veteranos que regresan a Saigon (Ciudad Ho Chi Ming) para encontrar los restos del quinto camarada muerto, Norman (Chadwick Boseman) para llevarlo a enterrar en el Cementerio de Arlington. Ellos son Paul (Delroy Lindo), Otis (Clarke Peters), Melvin (Isiah Whitlock Jr.) y Eddie (Norm Lewis) quienes conducidos por un guía vietnamita se internan en la jungla en busca del soldado caído y el oro abandonado en la confusión del combate, que la CIA había enviado a los contras.
A lo largo de 154 minutos y en dos líneas temporales en alternancia, se reconstruye el pasado de los cinco camaradas, donde surgen hostilidades, antagonismos y confrontaciones entre ellos y otros personajes, como Desroches, interpretado por Jean Reno, un tahúr francés que les promete sacar el oro de Vietnam, o la prostituta ex amante de Otis, que también pretende una parte del botín. En las palabras de los personajes, el guión justifica el sentimiento de oposición a la guerra, en la cual el 32% de los soldados eran negros y fueron utilizados como “carne de cañón” por la dirigencia política y militar de Estados Unidos. Y también se despega del cliché del héroe blanco, al estilo Rambo, que Hollywood creó para soslayar la indigna derrota norteamericana.
La dirección de fotografía de Newton Thomas Sigel capta maravillosamente todo el arco de la historia desde el colorido encuentro inicial de los cuatro veteranos, divirtiéndose en una discoteca de Saigón, hasta las shockeantes escenas de combate y las macabras secuencias finales, con alusiones a modo de homenaje a “Apocalypse Now”, en contrapunto con la música del genial Marvin Gaye.
Disponible en Netflix.
8 de marzo de 2022
2 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
“EL BUEN PATRÓN” (2021)
Dirección: Fernando León de Aranoa

Afortunadamente, la dupla director-actor de la aclamada película de 2002 “Los Lunes al Sol”, ha regresado en “El Buen Patrón”, galardonada con seis Premios Goya en la última temporada. Me refiero al director y guionista madrileño Fernando León de Aranoa y a Javier Bardem.

“El Buen Patrón” es una fábula sobre la inmoralidad, filmada en tono de comedia negra. Ambas películas tienen en común reflejar las dos caras propias del mundo laboral contemporáneo, desmenuzando sus inequidades, frustraciones y manipulaciones, con observaciones agudas y sutiles.
“El Buen Patrón” abre con una riña entre pandillas en un parque, durante la noche. Uno de los jóvenes agresores trata de huir, pero es arrestado por la policía. El joven es hijo de Fortuna (Celso Bugallo), uno de los tantos empleados del propietario de una fábrica de balanzas industriales de provincia, Julio Blanco (Javier Bardem). Básculas Blanco, tal es el nombre de la empresa, está a punto de recibir a una comisión del gobierno, que decidirá un premio de excelencia para la firma. Blanco ostenta en el living de su casa otras placas de reconocimiento al “esfuerzo, equilibrio y fidelidad”, el lema de su fábrica.

La narración va día a día de esa semana de espera, en la que Blanco va sorteando con todos y cada uno de los problemas u obstáculos que se le van presentando, siempre con actitud paternalista hacia sus empleados, en sendos monólogos captados hábilmente por la dirección de fotografía de Pau Esteve Birba en ángulos o giros completos de cámara alrededor de la figura de Bardem. Nada es auténtico en él. Almidonado, manipulador y oportunista, el personaje define un arco que desnuda su inmoralidad escena a escena.
Blanco aparenta ayudar, pero siempre con segundas intenciones. Así ocurre con el hijo de Fortuna, tomándolo como cadete en la boutique de su esposa, Adela (Sonia Almarcha), con su empleado Miralles (Manolo Solo), obsesionado por la infidelidad de su mujer, Aurora (Mara Guil), y con la bella pasante de marketing, Liliana (Almudena Amor). Pero un empleado despedido, José (Óscar de la Fuente), plantado enfrente de la fábrica con sus dos hijos, reclamando justicia, cerrará el círculo de ignominia de Julio Blanco, en el final del film.
“El Buen Patrón” no es una película visualmente vistosa. Es una película deliberadamente gris, acentuando la mediocridad de sus personajes, en la que se destaca el ingenioso guión, con toques de ácido humor, y la destreza actoral de su reparto, sobre todo de Javier Bardem. Merecida estatuilla como Mejor Actor en los Premios Goya 2022. El film representará a España en la próxima entrega de los Oscar Awards, compitiendo en la categoría de Mejor Película Internacional.
Género: Comedia/Sátira. Duración: 120 minutos.
Hebe Girardo
8/03/2022
25 de octubre de 2022 1 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
El 24 de marzo de 1976 la Junta de Comandantes en Jefe integrada por el general Jorge Rafael Videla, el almirante Emilio Eduardo Massera y el brigadier Orlando Ramón Agosti, se hizo cargo del poder, dictó los instrumentos legales del llamado Proceso de Reorganización Nacional y designó presidente de la Nación al general Videla. Así se inició el sexto golpe de Estado de la historia argentina desde 1930. La misión fue en realidad una operación integral de represión, cuidadosamente planeada por la conducción de las tres armas, ensayada primero en Tucumán, donde el Ejército intervino oficialmente desde 1975, y luego ejecutada de modo sistemático en todo el país.

La película “Argentina, 1985” dirigida por Santiago Mitre (“Paulina”/2015,
“ La Cordillera”/2017) es un drama procesal que se ajusta estrictamente a la Justicia que juzgó a los militares implicados en crímenes de lesa humanidad, luego de la creación de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP) por el presidente Raúl Alfonsín, que asumió el 10 de diciembre de 1983, recuperando así el sistema democrático en el país.
El film abre cuando el fiscal Julio César Strassera (Ricardo Darín) llega a su casa en una noche de lluvia, preocupado por su hija, demostrando esa sensación de inseguridad y temor que se había apoderado de la sociedad hacía mucho tiempo. Él asumiría la acusación a nueve dictadores por la Cámara Nacional en lo Criminal y Correccional Federal, un tribunal civil, ante la negativa a juzgar del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas.
Sin salir de su asombro, Strassera y el fiscal adjunto Luis Moreno Ocampo (Peter Lanzani) forman un equipo de investigación con jóvenes que en pocos meses reúnen las pruebas de los 281 casos expuestos en el juicio que se realizó entre abril y agosto de 1985.
El guion de Santiago Mitre y Mariano Llinás dramatiza los prolegómenos del juicio entre amenazas constantes, las discusiones entre Strassera y Moreno Ocampo, con pasajes de humor, la contundencia de las pruebas obtenidas y algunos sectores de la opinión pública incrédula respecto de la gravedad de las acusaciones. Un claro ejemplo es el personaje de la madre de Moreno Ocampo (Susana Pampin) quien increpa a su propio hijo por estar decidido a condenar a Videla, quien iba a misa con ella.
El clímax dramático llega con el testimonio de Adriana Calvo de Laborde (Laura Paredes) en una escena que transmite el horror más extremo al que pueden llegar algunos sujetos, frente a esta heroína por fuerza de las circunstancias que clamaba clemencia.
Respecto del método utilizado por los genocidas “Disposición Final” fue la frase más utilizada; son dos palabras muy militares y significan sacar de servicio una cosa por inservible. Cuando, por ejemplo, se habla de una ropa que ya no se usa o no sirve porque está gastada, pasa a Disposición Final. Ya no tiene vida útil”. Este concepto fue definido por Videla en una entrevista, poco antes de morir. “Ya lo había anticipado el 23 de octubre de 1975, en Montevideo, durante la Undécima Conferencia de Ejércitos Americanos: “Si es preciso, en la Argentina deberán morir todas las personas necesarias para lograr la paz del país”. ¹

El diseño de producción de Micaela Saiegh realiza una cuidada reconstrucción de época, que ensambla con la fotografía de Javier Juliá, ligeramente descolorida a tono con la antigüedad del relato y el montaje de Andrés Estrada mantiene un ritmo fluido y dinámico de thriller, con algunos segundos de metraje documental.
Todo el reparto funciona efectivamente y afectivamente, logrando empatizar con la audiencia y conmoverla. Ricardo Darín da lo mejor de sí, transpirando calidad profesional y humana durante el alegato final.
A pesar de omisiones o agregados de ficción, “Argentina,1985” es una película valiosa por reelaborar cinematográficamente un acontecimiento fundamental y fundacional de la historia argentina del siglo XX. Hubo un antes y un después de este hecho crucial en la construcción de una ciudadanía democrática.

¹ Ceferino Reato, “Disposición Final”, Ed. Sudamericana, 2012.
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