La primera, el hundimiento de Al Pacino, desde ahora "Em Pecino", por empeñarse últimamente en realizar bodrios lentísimos carentes de espíritu. ¡Dios mío, en qué ha quedado mi actor favorito!. No salvo nada de la película; lo siento, pero creo que había buenas expectativas y no se han realizado. Tal vez, si en lugar de Al Pacino, el actor hubiese sido el "machote y destructor" Steven Seagal, le hubiera dado un 6...pero hay que pedir algo más a los buenos actores...igual que a lo futbolistas, ¿no? Por 4 millones de dólares más vale emplearse bien, porque la gente te juzga y pasa factura a la obra; en este caso bazofia.

Kevin Spacey, soberbio, borda su papel de tullido dicharachero, no hay que perdérsela. Con su interpretación deja claro que es un tipo muy expresivo que sabe actuar, y a quien no le hace falta rodar grandes escenas de acción para encandilar a la audiencia. Le basta con estar sentado en una silla hablando y gesticulando. El resto del reparto cumple, pero está claro que la película nació para girar en torno a Spacey.

Esta película tiene la habilidad de lograr sacarte unas risas y conmoverte al mismo tiempo. No es sencillo el evitar caer en bromas burdas y cutres teniendo en cuenta la sinopsis de la película (un inadaptado en pleno delirio presenta a los vecinos del pueblo a su novia, una muñeca de goma completamente "equipada"), pero la película no sólo evita caer en el cutrerio fácil que tanto se ve, sino que logra conmover, acercarse al espectador, y transmitir un mensaje de aceptación social del inadaptado, y de que la locura puede ser simpática a veces si no daña a nadie.

Fui a verla pensando en sus buenas críticas. Esperaba algo bueno; pero cada vez que sucedía algo relevante, dabas gracias a Dios. Eso resume todo. Soy un enamorado de las películas ambientadas en Irlanda, pero ésta no me ha dicho nada en absoluto. Una oda a la violencia y a la lentitud. Mediocre, sin más.

Creo jamás haber visto una película más lenta antes. Llega a desesperar. No está bien definida, creo que su director se lió y no supo salir de dónde se había metido.