You must be a loged user to know your affinity with Dali
Críticas ordenadas por utilidad
Movie added to list
Movie removed from list
An error occurred
7
8 de febrero de 2009
8 de febrero de 2009
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
De uno a diez... Entre un seis y un siete. Así que, siendo algo generoso, le doy el siete, porque los actores están casi todos muy bien, las localizaciones también dan el pego, y entretiene, a pesar de lo descabellado de la trama y de durar casi tres horas (algo que yo, sobre todo cuando no hay demasiado que contar, como es el caso, suelo cunsiderar un gravísimo defecto).
La película plantea el paralelismo entre la vejez y la infancia, desarrollándolo, con bastante acierto, a partir de un personaje que tiene mentalidad infantil cuando su aspecto exterior es el de un anciano, y va rejuveneciendo hasta el "viceversa", con historia de amor de por medio y alguna que otra sorpresa.
Lo peor: Es demasiado larga y tiene bastantes fallos, sobre todo errores garrafales de script con las edades de los personajes, particularmente llamativos con la del protagonista, que no evoluciona (o, más bien, tal vez debería decir "involuciona") como debe. Cualquiera que vea la película y se fije un poco supongo que comprenderá lo que digo, porque no quiero "destripar" nada.
Lo mejor: Brad Pitt y los efectos especiales, sobre todo los que fueron utilizados para caracterizar a su personaje. Las escenas en las que sale de jovencito son sencillamente perfectas y no sé cómo las habrán hecho. Supongo que mediante ordenatas al más puro estilo de la reciente versión cinematográfica de "Beowulf".
Aunque no me parece ninguna maravilla, la recomiendo, porque es original y vale la pena. Sabiendo de qué va, quien tenga un mínimo de curiosidad por ella, debería verla y sacar sus propias conclusiones sobre el resultado.
La película plantea el paralelismo entre la vejez y la infancia, desarrollándolo, con bastante acierto, a partir de un personaje que tiene mentalidad infantil cuando su aspecto exterior es el de un anciano, y va rejuveneciendo hasta el "viceversa", con historia de amor de por medio y alguna que otra sorpresa.
Lo peor: Es demasiado larga y tiene bastantes fallos, sobre todo errores garrafales de script con las edades de los personajes, particularmente llamativos con la del protagonista, que no evoluciona (o, más bien, tal vez debería decir "involuciona") como debe. Cualquiera que vea la película y se fije un poco supongo que comprenderá lo que digo, porque no quiero "destripar" nada.
Lo mejor: Brad Pitt y los efectos especiales, sobre todo los que fueron utilizados para caracterizar a su personaje. Las escenas en las que sale de jovencito son sencillamente perfectas y no sé cómo las habrán hecho. Supongo que mediante ordenatas al más puro estilo de la reciente versión cinematográfica de "Beowulf".
Aunque no me parece ninguna maravilla, la recomiendo, porque es original y vale la pena. Sabiendo de qué va, quien tenga un mínimo de curiosidad por ella, debería verla y sacar sus propias conclusiones sobre el resultado.

7,5
9.531
10
1 de octubre de 2008
1 de octubre de 2008
13 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tras haber disfrutado de otras películas de este señor, como "Antes del Amanecer", "Antes del Atardecer", "A Scanner Darkly" y "Fast Food Nation", por fin me he atrevido a ver esta, que llevaba largo tiempo en la recámara.
He de decir, antes de nada, que recientemente estoy reconsiderando mis opiniones y valoraciones, y trato de ser algo más conservador con las mismas, en lugar de tirar por lo alto a la hora de emitirlas. Incluso me he planteado revisar y ajustar todas mis votaciones previas conforme a un criterio nuevo que refleje mejor mis preferencias, aunque la pereza o la creciente falta de tiempo libre acaben siempre por hacer que acabe dejando esta tarea para otro momento.
Sin embargo, por más que intento encontrarle un fallo a esta obra, la verdad es que no soy capaz. Por ello, me veo obligado a darle la máxima puntuación, incluso aunque ello implique situarla al nivel de 2.001 y Solaris, por poner un par de ejemplos de cine bien hecho y que además obliga a prestar atención y hace pensar, que es lo que a mí me gusta.
Tenemos aquí un viaje onírico y filosófico que al principio puede resultar chocante, pero que nos va fascinando y absorbiendo por igual cada vez más conforme avanza la película. Cada frase es un nuevo concepto relevante y transcendente para una historia que se va enriqueciendo con cada conversación o monólogo, hasta llegar a un final de esos que la cierra tan magistralmente que pone los pelos de punta... Aunque tal vez ni siquiera se pueda denominar lo que se nos cuenta como una historia y, por lo tanto, su final tampoco sea tal cosa. Y no digo más, porque es difícil seguir hablando de esta maravilla sin desvelar muchos de los detalles que hacen que sea tan sumamente perfecta y magistral.
Reconozco que esta película no es apta para una gran parte del público que buscará únicamente pasar el rato (actitud, por supuesto, del todo respetable con respecto a un medio cuyo fin último no es otro que ese mismo). Por ello, no la recomiendo en absoluto a los aficionados al cine de acción o, yendo un poco más allá, a los argumentos convencionales, simples y lineales, por muy buenos que sean. Se aburrirán y dirán que esto es una "ida de olla" de mucho cuidado.
Habrá quien no sea capaz de meterse en la película (o no quiera hacerlo, de nuevo en su derecho y gozando por ese motivo del mayor de mis respetos) y asimilar en su contexto la densidad y esencia de su discurso.
Asimismo, no me cabe la menor duda de que muchos críticos la tildarán de mareante (aunque su estética tenga, al igual que sucede con "A Scanner Darkly", plena justificación), pretenciosa y pedante. Pero, en mi opinión, tan subjetiva como cualquier otra, no es ninguna de esas cosas, porque a mí me ha llegado al alma de tal forma que no puedo quitármela de la cabeza. Y todo aficionado a formas nuevas de transmitir ideas y al que le guste darle un poco de ejercicio al melón, que se prepare y abra su mente, porque creo que disfrutará tanto como yo lo he hecho.
He de decir, antes de nada, que recientemente estoy reconsiderando mis opiniones y valoraciones, y trato de ser algo más conservador con las mismas, en lugar de tirar por lo alto a la hora de emitirlas. Incluso me he planteado revisar y ajustar todas mis votaciones previas conforme a un criterio nuevo que refleje mejor mis preferencias, aunque la pereza o la creciente falta de tiempo libre acaben siempre por hacer que acabe dejando esta tarea para otro momento.
Sin embargo, por más que intento encontrarle un fallo a esta obra, la verdad es que no soy capaz. Por ello, me veo obligado a darle la máxima puntuación, incluso aunque ello implique situarla al nivel de 2.001 y Solaris, por poner un par de ejemplos de cine bien hecho y que además obliga a prestar atención y hace pensar, que es lo que a mí me gusta.
Tenemos aquí un viaje onírico y filosófico que al principio puede resultar chocante, pero que nos va fascinando y absorbiendo por igual cada vez más conforme avanza la película. Cada frase es un nuevo concepto relevante y transcendente para una historia que se va enriqueciendo con cada conversación o monólogo, hasta llegar a un final de esos que la cierra tan magistralmente que pone los pelos de punta... Aunque tal vez ni siquiera se pueda denominar lo que se nos cuenta como una historia y, por lo tanto, su final tampoco sea tal cosa. Y no digo más, porque es difícil seguir hablando de esta maravilla sin desvelar muchos de los detalles que hacen que sea tan sumamente perfecta y magistral.
Reconozco que esta película no es apta para una gran parte del público que buscará únicamente pasar el rato (actitud, por supuesto, del todo respetable con respecto a un medio cuyo fin último no es otro que ese mismo). Por ello, no la recomiendo en absoluto a los aficionados al cine de acción o, yendo un poco más allá, a los argumentos convencionales, simples y lineales, por muy buenos que sean. Se aburrirán y dirán que esto es una "ida de olla" de mucho cuidado.
Habrá quien no sea capaz de meterse en la película (o no quiera hacerlo, de nuevo en su derecho y gozando por ese motivo del mayor de mis respetos) y asimilar en su contexto la densidad y esencia de su discurso.
Asimismo, no me cabe la menor duda de que muchos críticos la tildarán de mareante (aunque su estética tenga, al igual que sucede con "A Scanner Darkly", plena justificación), pretenciosa y pedante. Pero, en mi opinión, tan subjetiva como cualquier otra, no es ninguna de esas cosas, porque a mí me ha llegado al alma de tal forma que no puedo quitármela de la cabeza. Y todo aficionado a formas nuevas de transmitir ideas y al que le guste darle un poco de ejercicio al melón, que se prepare y abra su mente, porque creo que disfrutará tanto como yo lo he hecho.

5,0
12.080
4
6 de octubre de 2008
6 de octubre de 2008
12 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Por una vez, y sin que sirva de precedente, voy a escribir una crítica muy breve y directa.
Robert de Niro está bien, y Al Pacino MUY bien. Pero el guión es tramposo, previsible y aburrido, así que esta película no es más que otro ejemplo de talento desperdiciado. Vale que todo el mundo tiene que comer, pero creía que estos dos señores tendrían ya suficiente pasta como para prestarse a participar en un proyecto tan anodino como este.
Se puede ver, igual que se puede pasar perfectamente sin verla. Seguro que hay cosas más interesantes que hacer.
Robert de Niro está bien, y Al Pacino MUY bien. Pero el guión es tramposo, previsible y aburrido, así que esta película no es más que otro ejemplo de talento desperdiciado. Vale que todo el mundo tiene que comer, pero creía que estos dos señores tendrían ya suficiente pasta como para prestarse a participar en un proyecto tan anodino como este.
Se puede ver, igual que se puede pasar perfectamente sin verla. Seguro que hay cosas más interesantes que hacer.
8
4 de enero de 2010
4 de enero de 2010
11 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nada más ver el tráiler de esta película me picó la curiosidad y me entraron muchísimas ganas de que se estrenara para ir a verla, a pesar de anunciar a bombo y platillo el hecho de estar co-producida por el inútil de Timur Bekmambetov, uno de esos personajes odiosos contra los que la Industria del Cine debería solicitar una orden de alejamiento permanente y del que sólo oír hablar hace que me hierva la sangre. (Véase mi generosa crítica a "Wanted" por más señas).
¡Pero resulta que también anda Tim Burton por ahí metido apostando por el producto, y esto de los muñequitos y los mundos imaginados es justo su fuerte! Así que, finalmente, me decidí a verla y, a pesar de tener unas grandes expectativas, ni me decepcionó ni me arrepiento en absoluto de la experiencia.
Visualmente es una gozada y un derroche de originalidad, plagada de miles de detalles en vertiginoso movimiento que recrean un mundo post-apocalíptico, hostil y desesperanzador en el que es fácil sumergirse y captar la agobiante sensación de que no hay dónde esconderse, e ínfimas posibilidades de mantenerse a salvo.
Pese a su tosco diseño, que a priori no parece ofrecer demasiadas posibilidades para transmitir emociones, los personajes tienen una expresividad muy conseguida, y en los pocos instantes en los que se nos presentan ya parece como si les conociésemos de toda la vida, sin necesidad de que se nos explique mucho más, lo cual es algo muy difícil de hacer y que demuestra las innegables cualidades de narrador de Shane Acker.
El argumento está un poco cogido por los pelos, y muchas situaciones son algo repetitivas. Tal vez porque se está "alargando" un cortometraje, algo que no debemos olvidar, le falta cierta sustancia e intensidad. Pero como alegoría o metáfora funciona relativamente bien, y hasta da algo en lo que pensar.
Uno de los mensajes más evidentes que transmite es que las máquinas deshumanizan el mundo y sirven para la guerra, mientras que los muñecos de trapo, esos juguetes tan primitivos, tienen el alma que les falta a las más modernas creaciones mecánicas.
Lo paradójico es que la obra no es un producto precisamente artesanal, y si no estuviésemos en la era de las máquinas y la informática difícilmente habría sido posible realizarla con tanto realismo... Pero, afortunadamente para el espectador, nadie es perfecto.
¡Pero resulta que también anda Tim Burton por ahí metido apostando por el producto, y esto de los muñequitos y los mundos imaginados es justo su fuerte! Así que, finalmente, me decidí a verla y, a pesar de tener unas grandes expectativas, ni me decepcionó ni me arrepiento en absoluto de la experiencia.
Visualmente es una gozada y un derroche de originalidad, plagada de miles de detalles en vertiginoso movimiento que recrean un mundo post-apocalíptico, hostil y desesperanzador en el que es fácil sumergirse y captar la agobiante sensación de que no hay dónde esconderse, e ínfimas posibilidades de mantenerse a salvo.
Pese a su tosco diseño, que a priori no parece ofrecer demasiadas posibilidades para transmitir emociones, los personajes tienen una expresividad muy conseguida, y en los pocos instantes en los que se nos presentan ya parece como si les conociésemos de toda la vida, sin necesidad de que se nos explique mucho más, lo cual es algo muy difícil de hacer y que demuestra las innegables cualidades de narrador de Shane Acker.
El argumento está un poco cogido por los pelos, y muchas situaciones son algo repetitivas. Tal vez porque se está "alargando" un cortometraje, algo que no debemos olvidar, le falta cierta sustancia e intensidad. Pero como alegoría o metáfora funciona relativamente bien, y hasta da algo en lo que pensar.
Uno de los mensajes más evidentes que transmite es que las máquinas deshumanizan el mundo y sirven para la guerra, mientras que los muñecos de trapo, esos juguetes tan primitivos, tienen el alma que les falta a las más modernas creaciones mecánicas.
Lo paradójico es que la obra no es un producto precisamente artesanal, y si no estuviésemos en la era de las máquinas y la informática difícilmente habría sido posible realizarla con tanto realismo... Pero, afortunadamente para el espectador, nadie es perfecto.

6,4
27.282
6
20 de marzo de 2010
20 de marzo de 2010
8 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta pregunta, "¿dónde están las armas de destrucción masiva (ADM, o WMD en el original) de Iraq?", es a la que se pretende responder en esta película.
Mucho más verosímil y ambiciosa que la anterior experiencia del tándem Greengrass-Damon (las dos secuentas hasta la fecha de la saga de Jason Bourne, dado que la primera no es suya), pero, lamentablemente, con la misma firma de la casa: Esa modernez insoportable de mover la cámara como si el operador de la misma estuviera aquejado de un mal de Parkinson terminal que, en mi modesta opinión, no esconde más que una completa ineptitud para coreografiar escenas de acción, presuntamente suplida por el patético y repulsivo recurso de menear mucho la imagen para que parezca que suceden muchas cosas y muy rápido. No sólo no cuela, si no que molesta muchísimo; sobre todo en una cinta que, se supone, es un thriller político con un mínimo de contenido, que queda diluido entre tanto aspaviento enervante y sin sentido.
Afortunadamente, la trama entretiene (aunque, tratando de lo que trata, su desarrollo sea bastante previsible, claro) y, desde una butaca prudentemente alejada, el resultado no marea en exceso, pero este señor, como tantos otros de ahora, tiene todavía mucho que madurar y que aprender.
Mucho más verosímil y ambiciosa que la anterior experiencia del tándem Greengrass-Damon (las dos secuentas hasta la fecha de la saga de Jason Bourne, dado que la primera no es suya), pero, lamentablemente, con la misma firma de la casa: Esa modernez insoportable de mover la cámara como si el operador de la misma estuviera aquejado de un mal de Parkinson terminal que, en mi modesta opinión, no esconde más que una completa ineptitud para coreografiar escenas de acción, presuntamente suplida por el patético y repulsivo recurso de menear mucho la imagen para que parezca que suceden muchas cosas y muy rápido. No sólo no cuela, si no que molesta muchísimo; sobre todo en una cinta que, se supone, es un thriller político con un mínimo de contenido, que queda diluido entre tanto aspaviento enervante y sin sentido.
Afortunadamente, la trama entretiene (aunque, tratando de lo que trata, su desarrollo sea bastante previsible, claro) y, desde una butaca prudentemente alejada, el resultado no marea en exceso, pero este señor, como tantos otros de ahora, tiene todavía mucho que madurar y que aprender.
Más sobre Dali
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here