Escena a destacar, la montonada de caballos y jinetes que se juntan para defender la modesta parcelita de "Nueva España", ante la llegada del ferrocarril, joer esa parcelita debia de ocupar media Texas, la de gente y caballos que había allí.
A destacar el sorprendente papel de malo cabrón que hace el Gregory Peck, en comparación con su famoso papel de buen abogado en Matar a un Ruiseñor. A destacar también los papeles del terrateniente y senador, un tipejo de lo mas reaccionario y egoísta, y de su mujer, toda dulzura y delicadeza. Para lo último lo dejo para el papel de perfecta mujer voluble y disoluta que interpreta Jennifer Jones, que a pesar de su gran belleza, llega a resultar estridente y antipático, por su carácter caprichoso y masoquista.
En fín, Duelo al Sol es un buen melodrama del Oeste, entretenido que tiene una de las escenas finales más míticas y famosas de la historia del cine.

Entrañable y sencilla película serie B, con personajes estereotipados pero simpáticos y monstruo un tanto cachondo. Lo único negativo es su cargante y molesta banda sonora, muy repetitiva.
Cómo escena destaco el baño que se toma la chica en la laguna negra sin saber que el monstruo la acecha buceando a pocos metros de ella.
Muchos dirán que ésta película ha envejecido, pero el esquema o historia que se plantea es la misma que cualquier película que se haya realizado estos últimos años, sobre monstruos, que aunque tengan mejores efectos especiales, son bastante malas incluso peores que ésta.

De lo peor que he visto en mucho tiempo y mira que hay oportunidades de ver peliculas malas hoy en día, pero es que esta se supera en estupidez e imbecilidad.
Voy a obviar el trabajo de los actores, porque no quiero herir sensibilidades o que me denuncien por injurias y calumnias. Sólo voy a decir que John Cusack está liquidado cómo actor, ya no se le puede sacar más de sí. El único que salvaría de la quema, es Woody Harrelson, que hace de tío ido de la olla que me cae simpático, es el único papel que destaca de resto del patético elenco de actores, que una buena mañana se les ocurrió trabajar en éste esperpento.
Es la típica película, completamente supeditada a los efectos especiales, de los que esperaba algo novedoso, pero para mi asombro son malos con ganas, el peor de ellos es la erupción volcánica de Yelowstone, que cosa más mal hecha.
De historia, jejeje, qué decir, no cuenta nada de nada, sino todo un cúmulo de despropósitos que dan vergüenza ajena y te dan ganas de que otra megacatástrofe mate a todos los supervivientes, porque si son así de egoistas y frívolos, apañado va el planeta. Es alucinante la reacción tan tranquila de los supervivientes, que tras la muerte de miles de millones de personas, están como si nada como si no fuera con ellos, así tan ufanos y contentos sin importarles ni un bledo la montonada de gente que muere.

Buen documental que nos sitúa el primer capítulo en la actual guerra de Ucrania - Rusia, un conflicto que de agravarse y extenderse al resto de Europa, podría desencadenar la peor de las pesadillas, una guerra nuclear o termonuclear.
Desde Ucrania el documental nos lleva a la segunda guerra mundial y el descubrimiento de la bomba atómica, el lanzamiento de dos bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki. De a partir de ahí comienza una carrera nuclear por quien tiene más armas nucleares y más poderosas.
El documental nos avisa que esta locura nuclear no ha terminado y que siempre que haya alguien que la posea, puede desatarse una guerra nuclear, con lo que la única solución es la eliminación y prohibición de todo armamento nuclear.
El punto negativo que tiene el documental es que obvia al resto de países que poseen la bomba, como China, Reino Unido, Francia, Israel, Pakistán, India y Corea del Norte. Si se hubiera dedicado sólo un capítulo a estos protagonistas el documental hubiera mejorado bastante.

El mismo director interpreta aquí a un personaje de primeras ya un tanto extraño que alquila un piso en un edificio con unos vecinos también extraños. Estas circunstancias extrañas, inquilino y vecinos, nos va sumergiendo poco a poco en una espiral de paranoia que da muy mal rollo. Pero es que fuera de ese edificio, tampoco es que la cosa mejore, vemos un París bastante sombrío, lleno de personas extrañas, cómo por ejemplo los compañeros de trabajo o ese compañero que invita al protagonista a su casa y da lecciones de incivismo poniendo la música a todo meter, molestando e insultando a los vecinos.
Historia bastante, interesante, aunque bastante sombría y paranoica, personajes muy bien elaborados y un tanto especiales y una ambientación muy conseguida, bastante desasosegante. No se la recomiendo a nadie que esté algo depresivo y sea el nuevo vecino de un edificio.