Finch es como un monólogo de teatro larguísimo llevado al cine. Me imagino a Tom Hanks hablando al vacío para que luego un grupo de programadores le añadan un robot, más primitivo en construcción que los de Blade Runner, pero con una capacidad evolutiva que si dura otras dos horas la película nos descubre el origen del universo y pasa a Shakespeare a segundón de la literatura.
No consigo descifrar ni de qué va ni a dónde quiere llegar. Más simple que el Reader's Digest.
Y para eso el Equipo A multiespecie que la protagoniza dispone de un taller y un camión con más contenido que el bolso de Mary Poppins, aunque terminamos la película sin saber el combustible que usa.
Película para que Tom Hanks engorde su cuenta corriente y espere propuestas serias. Olvidable.

Inicio bastante decepcionante. Desarrollo más o menos interesante. Decepcionante final.
La serie plantea una situación de ausencia de agua en la Tierra y una misión espacial coreana a una base en la Luna para saber qué pasó allí. Durante los siguientes capítulos se van colocando van dando nuevas piezas para completar un puzzle cada vez más complejo. El principal problema es que cuando ya ves el puzzle hecho, terminado, te preguntas si las 7 horas han merecido la pena.
La serie presenta muchos fallos, desde ver la Tierra desde la Luna del mismo tamaño que se ve la Luna desde la Tierra, andar con las mismas botas por el exterior y el interior presurizado, puertas que se pueden abrir o no sin lógica o personas que se pasan toda la misión sin comer, cosa esta que parece que hay muchas series que se han olvidado que es necesario para vivir.
Netflix sigue dando cabida a cualquier cosa y de la cantidad alguna vez saldrá la calidad, pero esta serie no es el caso.

Terminé la serie esperando ver como resolvían esa mezcla de mundo físico y mundo metafísico que se mezcla con el físico. Y la verdad es que o no he entendido el desenlace o quieren una segunda temporada para pensarlo. La serie parece dividida en dos partes de 3 capítulos con distintos personajes siendo menos mala la primera parte.
Me recuerda a esas pretenciosas Westworld o Dave donde se mezcla un poco de metafísica, un poco de física cuántica, un poco de religión, se agita y se tiene una serie para mentes perezosas. En común tienen la forma de representar a los humanos como seres estúpidos, irracionales y crueles. Y es lo que tiene la forma de hacer series ahora, fundamentalmente las distribuidas en Netflix, que tiran del "Libro de recetas para hacer series" y les salen series vacías donde el apartado artístico más importante es el de efectos especiales.
Netflix necesita una fábrica de series en cadena y la ha encontrado en Corea del Sur.

Buena película de juicios alemana llevada con ritmo. No es habitual que los alemanes hurguen en sus heridas simplemente por vergüenza pero alguna vez que otra lo intentan. El genocidio de los nativos americanos por los emigrantes británicos fue convertido por aquellos en buenas películas pero basadas en mentiras. Los franceses entran poco en sus guerras civiles por la religión o el poder. Los japoneses no hablan de su oscuro pasado. Los italianos siempre echan las culpas a otros, etc. Parece que solo los españoles acostumbran a curar sus heridas con vinagre y seguro que tenemos la mayor cantidad de películas de auto-flagelación.

El más inexpresivo de los 007 contratado para aumentar la acción y el músculo de cintura hacia arriba, y así competir con las misiones imposibles, los bournes o los wicks, que les adelantaban por derecha e izquierda, da fin a su olvidable periplo con esta película tan alejada del resto de a saga que, si les cambiaran los nombres y les quitaran la entradilla de la película, pasaría por película de serie B.
Las películas de 007 son muy simples en su planteamiento:
- un actor británico que tiene que mostrase arrogante e irónico
- unas mujeres que caen seducidas por el encanto de 007
- un taller de inventos que algunos años después veíamos hechos realidad
- Moneypenny y M como personajes importantes
- unos malos claramente identificables según la situación política de USA (los rusos, los chinos, los musulmanes, ...
Pues en esta película nada de nada. Bueno, 007 es británico.
Nada de atracciones eróticas ( y que no echen la culpa al MeToo), inventos que en cualquier serie o película actual parecerían fuera de lugar por básicos, nada de interés de las emes, y un malo con un nombre ambiguo y con clientes de nacionalidad desconocida.
Seguiremos viendo otra 007 como antes se veía otra de Tarzán, otra de John Wayne, otra de Indiana Jones u otra de Star Wars. Pero será difícil que encuentren menores de 30 años.