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Críticas ordenadas por utilidad
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6,5
36.885
8
4 de julio de 2009
4 de julio de 2009
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
He aquí una de las razones por las que el cine es tan grande. Una película por la que no tenía el más mínimo interés cinematográfico, que parecía iba a ser una película del montón, y cuyo objetivo sería la gloria de una estrella cada vez más apagada de Hollywood.
Pues bien, me decidí a verla, buscando mero entretenimiento y sobre todo mejorar mi cultura sobre un acontecimiento bastante olvidado de la IIWW, de la que soy fiel seguidor desde hace años, y de la que he devorado muchos libros y películas.
Es quizás este gusto sobre la historia y los hechos acaecidos en esta guerra lo que me hace no ser precisamente muy parcial con las cintas basadas en situaciones reales, tanto para bien, como para mal.
Es el caso de Valkiria, una fiel y minuciosa reconstrucción del complot perpetrado contra el Führer en 1944, que ha sido para mí una muy grata sorpresa.
Un hecho como este, del cuál ya sabemos su desenlace, es muy difícil plasmarlo en una pantalla, se pierde emoción y capacidad de sorpresa. Los famosos "hechos reales" son un arma de doble filo cuando lo que se trata es de algo de cierto renombre.
Sin embrago Bryan Singer consigue en este caso, que uno se meta en la historia desde el principio, y que el tempo de la cinta nunca decaiga, para, en contra de lo que es habitual, filmar un thriller político y militar de muchos quilates. Concienzudo y fiel, con grandes dosis de suspense y sin aburrir con nombres ni situaciones que hagan perderse al espectador.
No es una americanada al uso, no hay escenas de cara a la galería, ni frases lapidarias ni sitio para heroísmos baratos. Nos pasamos infinidad de críticas pidiendo verosimilitud y rigor histórico en hechos como este. Pues este es un claro ejemplo de que es posible hacerlo, magnífico cine de entretenimiento pero respetando la historia y a aquellos que la forjaron.
Tom Cruise está francamente bien, como Claus von Stauffenberg, el hombre que estuvo apunto de cambiar el curso de la guerra. Contenido y concentrado en su personaje, muy sobrio y creíble y rodeado de un gran elenco de secundarios. Sobre todo Carice van Houten, en un papel corto pero intenso como fiel esposa y Tom Wilkinson, como el general Fromm, pieza clave en los hechos.
La puesta en escena y la recreación de Berlín y los lugares históricos de la cinta son impresionantes. Se han cuidado hasta el límite todos los detalles. Bunkers, aviones, coches, tanques, uniformes e incluso la firma de Hitler parecen reales. Magnífica también la fotografía.
(Sigue en Spoiler por falta de espacio, no desvelo nada).
Pues bien, me decidí a verla, buscando mero entretenimiento y sobre todo mejorar mi cultura sobre un acontecimiento bastante olvidado de la IIWW, de la que soy fiel seguidor desde hace años, y de la que he devorado muchos libros y películas.
Es quizás este gusto sobre la historia y los hechos acaecidos en esta guerra lo que me hace no ser precisamente muy parcial con las cintas basadas en situaciones reales, tanto para bien, como para mal.
Es el caso de Valkiria, una fiel y minuciosa reconstrucción del complot perpetrado contra el Führer en 1944, que ha sido para mí una muy grata sorpresa.
Un hecho como este, del cuál ya sabemos su desenlace, es muy difícil plasmarlo en una pantalla, se pierde emoción y capacidad de sorpresa. Los famosos "hechos reales" son un arma de doble filo cuando lo que se trata es de algo de cierto renombre.
Sin embrago Bryan Singer consigue en este caso, que uno se meta en la historia desde el principio, y que el tempo de la cinta nunca decaiga, para, en contra de lo que es habitual, filmar un thriller político y militar de muchos quilates. Concienzudo y fiel, con grandes dosis de suspense y sin aburrir con nombres ni situaciones que hagan perderse al espectador.
No es una americanada al uso, no hay escenas de cara a la galería, ni frases lapidarias ni sitio para heroísmos baratos. Nos pasamos infinidad de críticas pidiendo verosimilitud y rigor histórico en hechos como este. Pues este es un claro ejemplo de que es posible hacerlo, magnífico cine de entretenimiento pero respetando la historia y a aquellos que la forjaron.
Tom Cruise está francamente bien, como Claus von Stauffenberg, el hombre que estuvo apunto de cambiar el curso de la guerra. Contenido y concentrado en su personaje, muy sobrio y creíble y rodeado de un gran elenco de secundarios. Sobre todo Carice van Houten, en un papel corto pero intenso como fiel esposa y Tom Wilkinson, como el general Fromm, pieza clave en los hechos.
La puesta en escena y la recreación de Berlín y los lugares históricos de la cinta son impresionantes. Se han cuidado hasta el límite todos los detalles. Bunkers, aviones, coches, tanques, uniformes e incluso la firma de Hitler parecen reales. Magnífica también la fotografía.
(Sigue en Spoiler por falta de espacio, no desvelo nada).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Yo no le puedo pedir nada más a una película de estas características. A mi me ha gustado, y mucho. Narra un episodio que pudo cambiar la historia con una fidelidad milimétrica, técnicamente es una gozada y artísticamente muy correcta.
El gran problema que tiene, y tendrá esta película es la legión de detractores que posee Cruise, que injustamente verán en Valkiria un ejercicio de ego del fundador de la "cienciología". No es tal cosa, al contrario, es una de sus mejores interpretaciones.
No defraudará a los amantes de la historia, y de los acontecimientos vividos en la IIWW.
El gran problema que tiene, y tendrá esta película es la legión de detractores que posee Cruise, que injustamente verán en Valkiria un ejercicio de ego del fundador de la "cienciología". No es tal cosa, al contrario, es una de sus mejores interpretaciones.
No defraudará a los amantes de la historia, y de los acontecimientos vividos en la IIWW.

6,9
47.595
6
27 de enero de 2009
27 de enero de 2009
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
La peor película de Sam Mendes, y me explico.
Es una buena película, mucho mejor que gran parte de las estrenadas este año, pero se trata de una película trampa.
Sam Mendes tiene una extraordinaria virtud, es capaz de contar muy bien una historia al mismo tiempo que mete una rajada a todo aquello que lo rodea y en lo que está basada la narración.
Lo demostró en American Beauty y Jarhead, (yo al contrario que muchos, me parece una estupenda película, infravalorada y a la sombra del tremendo éxito de las dos anteriores), retratando su particular visión sobre la sociedad americana y la guerra del golfo respectivamente.
En aquellas, Mendes no trató de engañar a nadie, tubo la osadía de atreverse a criticar aspectos bastante problemáticos, y lo hizo abiertamente y sin miedo.
En esta ocasión sin embrago juega demasiado con los sentimientos del espectador, muestra sin reparos todas las cartas para tomar partido por cada personaje, según van sucediendo los acontecimientos. Yo particularmente prefiero que no me indiquen el camino y así poder sacar mis propias conclusiones. Me refiero, por ejemplo, al personaje de Shannon, fantástico, sí, pero innecesario y a todas luces excesivo. No hacía falta una voz de la conciencia que mostrara implícitamente lo que los protagonistas hacían bien o mal. El espectador es lo suficientemente inteligente para darse cuenta de ello.
Con todo ello, la película aguanta el tirón, no se viene abajo, y es capaz de desembocar en un final muy bueno. El último cuarto es fantástico, y auque previsible, alcanza grades dosis de intensidad y emoción. Es donde realmente los protagonistas ofrecen su mejor repertorio y donde cada uno da lo mejor de si. A mi me ha gustado más DiCaprio, quizás debido a que su personaje tiene más espacio a la improvisación. El papel de Winslet está más limitado, no puede explayarse lo que uno quisiera, ya que su personaje no da para más. Aún así, y dentro de lo que se le exige, cumple de sobra.
En definitiva, más que una crítica a la sociedad americana, que yo no veo por ningún lado ya que estamos hablando de una época pasada, nada que ver con la actual, Mendes se contenta con mostrarnos su particular visión de un tema que si podemos extrapolar a la actualidad: las relaciones de pareja y las consecuencias de una determinada decisión en el futuro de la convivencia matrimonial.
Pasa la reválida, sobre todo en los apartados técnicos, pero yo prefiero al Mendes atrevido e indomable de las películas anteriores.
Es una buena película, mucho mejor que gran parte de las estrenadas este año, pero se trata de una película trampa.
Sam Mendes tiene una extraordinaria virtud, es capaz de contar muy bien una historia al mismo tiempo que mete una rajada a todo aquello que lo rodea y en lo que está basada la narración.
Lo demostró en American Beauty y Jarhead, (yo al contrario que muchos, me parece una estupenda película, infravalorada y a la sombra del tremendo éxito de las dos anteriores), retratando su particular visión sobre la sociedad americana y la guerra del golfo respectivamente.
En aquellas, Mendes no trató de engañar a nadie, tubo la osadía de atreverse a criticar aspectos bastante problemáticos, y lo hizo abiertamente y sin miedo.
En esta ocasión sin embrago juega demasiado con los sentimientos del espectador, muestra sin reparos todas las cartas para tomar partido por cada personaje, según van sucediendo los acontecimientos. Yo particularmente prefiero que no me indiquen el camino y así poder sacar mis propias conclusiones. Me refiero, por ejemplo, al personaje de Shannon, fantástico, sí, pero innecesario y a todas luces excesivo. No hacía falta una voz de la conciencia que mostrara implícitamente lo que los protagonistas hacían bien o mal. El espectador es lo suficientemente inteligente para darse cuenta de ello.
Con todo ello, la película aguanta el tirón, no se viene abajo, y es capaz de desembocar en un final muy bueno. El último cuarto es fantástico, y auque previsible, alcanza grades dosis de intensidad y emoción. Es donde realmente los protagonistas ofrecen su mejor repertorio y donde cada uno da lo mejor de si. A mi me ha gustado más DiCaprio, quizás debido a que su personaje tiene más espacio a la improvisación. El papel de Winslet está más limitado, no puede explayarse lo que uno quisiera, ya que su personaje no da para más. Aún así, y dentro de lo que se le exige, cumple de sobra.
En definitiva, más que una crítica a la sociedad americana, que yo no veo por ningún lado ya que estamos hablando de una época pasada, nada que ver con la actual, Mendes se contenta con mostrarnos su particular visión de un tema que si podemos extrapolar a la actualidad: las relaciones de pareja y las consecuencias de una determinada decisión en el futuro de la convivencia matrimonial.
Pasa la reválida, sobre todo en los apartados técnicos, pero yo prefiero al Mendes atrevido e indomable de las películas anteriores.

7,4
60.242
5
25 de noviembre de 2007
25 de noviembre de 2007
10 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mala hostia.
Esa es la sensación que he tenido al acabar de ver Promesas del Este.
Una película magistralmente planteada, con unas interpretaciones solventes,(muy bien Mortensen) y magníficamente desarrollada en su parte principal, a pesar de alguna imprecisión en el guión.
Pero una película tremendamente mal acabada.
Porque los diez últimos minutos son de coña, un mal chiste y un insulto al espectador. Un cúmulo de despropósitos de inigualable calibre. Una puta mierda.
Otra película más desperdiciada. Otra muestra más de que con unos buenos mimbres, hay directores incapaces de realizar una película decente. Y es que el mal sabor de boca que deja la última película de Cronenberg es muy amargo. Lo que podía haber sido una de las sorpresas del año se queda en una vez más en un film mediocre. Lástima.
Esa es la sensación que he tenido al acabar de ver Promesas del Este.
Una película magistralmente planteada, con unas interpretaciones solventes,(muy bien Mortensen) y magníficamente desarrollada en su parte principal, a pesar de alguna imprecisión en el guión.
Pero una película tremendamente mal acabada.
Porque los diez últimos minutos son de coña, un mal chiste y un insulto al espectador. Un cúmulo de despropósitos de inigualable calibre. Una puta mierda.
Otra película más desperdiciada. Otra muestra más de que con unos buenos mimbres, hay directores incapaces de realizar una película decente. Y es que el mal sabor de boca que deja la última película de Cronenberg es muy amargo. Lo que podía haber sido una de las sorpresas del año se queda en una vez más en un film mediocre. Lástima.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Dice la crítica que es el Padrino del siglo XXI.
Podría haberlo sido, lo tenía todo: Un Luca Brasi de chofer infiltrado, Un Michael Corleone borracho perdido toda la película y un Vito violador pederasta.
Igualito.
Podría haberlo sido, lo tenía todo: Un Luca Brasi de chofer infiltrado, Un Michael Corleone borracho perdido toda la película y un Vito violador pederasta.
Igualito.

6,2
148
8
26 de noviembre de 2008
26 de noviembre de 2008
7 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Por tener las ideas claras. No se necesitan historias enrevesadas para filmar una buena película.
Por sus magníficas interpretaciones. Dos personajes que se convierten en inolvidables desde el momento en que la pantalla se funde en negro.
Por su bellísima fotografía. Me entran ganas de coger el coche y recorrer Bélgica ahora mismo.
Por su maravilloso mensaje universal. Amistad y camaradería al servicio de dos perdedores innatos.
Por transmitir esperanza aun en momentos difíciles. Personajes estancados, sin futuro, pero con un corazón que no les coge en el pecho.
Por su memorable humor absurdo. Faemino y Cansado se descojonarán en sus butacas.
Por su enorme y tremendo mensaje final. Inmensa metáfora de la vida en forma de viaje hacia ninguna parte.
Por ser corta y concentrar en escasos 90 minutos toda la esencia de las road movies.
Por ofrecer al espectador delirantes situaciones, entre ellas la escena más desternillante que haya dado el cine en años.
Por hacerme sentir tan tremendamente feliz en una sala de cine. Me apetece reír, llorar, gritar…
Por todo ello: Gracias infinitas y sinceras señor Bouli Lanners.
Por sus magníficas interpretaciones. Dos personajes que se convierten en inolvidables desde el momento en que la pantalla se funde en negro.
Por su bellísima fotografía. Me entran ganas de coger el coche y recorrer Bélgica ahora mismo.
Por su maravilloso mensaje universal. Amistad y camaradería al servicio de dos perdedores innatos.
Por transmitir esperanza aun en momentos difíciles. Personajes estancados, sin futuro, pero con un corazón que no les coge en el pecho.
Por su memorable humor absurdo. Faemino y Cansado se descojonarán en sus butacas.
Por su enorme y tremendo mensaje final. Inmensa metáfora de la vida en forma de viaje hacia ninguna parte.
Por ser corta y concentrar en escasos 90 minutos toda la esencia de las road movies.
Por ofrecer al espectador delirantes situaciones, entre ellas la escena más desternillante que haya dado el cine en años.
Por hacerme sentir tan tremendamente feliz en una sala de cine. Me apetece reír, llorar, gritar…
Por todo ello: Gracias infinitas y sinceras señor Bouli Lanners.
26 de febrero de 2009
26 de febrero de 2009
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bueno, pues he aquí, otra oveja negra descarriada al que no le ha gustado El curioso caso de Benjamin Button.
Veamos, empezaré diciendo que si, es una película técnicamente impecable, muy cuidada, visualmente espectacular y con un planteamiento muy interesante, (sobre todo la historia inicial), que le hace a uno albergar un montón de expectativas.
Sin embargo creo que pasada media hora la película lo único que hace es caer en picado. Y se podría decir que es una caída en barrena interminable.
Se supone que una producción como esta tiene asegurado el éxito en los apartados técnicos, faltaría más, y más si el que está tras la cámara es un tal David Fincher, pero estos tienen que ir acompañados de sustancia. Y aquí es donde la película hace aguas por todos lados. No es que sea fría, como ya se ha dicho, es que es un témpano de hielo. El guión es una sucesión ininterrumpida de refritos de películas mil veces vistas, con el único fin de buscar emotividad en el espectador. Parece que Eric Roth ha conseguido su propósito, que crítica y público caigan rendidos a sus pies, catalogándola como obra maestra instantánea.
Veamos, empezaré diciendo que si, es una película técnicamente impecable, muy cuidada, visualmente espectacular y con un planteamiento muy interesante, (sobre todo la historia inicial), que le hace a uno albergar un montón de expectativas.
Sin embargo creo que pasada media hora la película lo único que hace es caer en picado. Y se podría decir que es una caída en barrena interminable.
Se supone que una producción como esta tiene asegurado el éxito en los apartados técnicos, faltaría más, y más si el que está tras la cámara es un tal David Fincher, pero estos tienen que ir acompañados de sustancia. Y aquí es donde la película hace aguas por todos lados. No es que sea fría, como ya se ha dicho, es que es un témpano de hielo. El guión es una sucesión ininterrumpida de refritos de películas mil veces vistas, con el único fin de buscar emotividad en el espectador. Parece que Eric Roth ha conseguido su propósito, que crítica y público caigan rendidos a sus pies, catalogándola como obra maestra instantánea.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Pero conmigo que no cuenten. Ya sucedió con Forrest Gump, película en la cual está clamorosamente inspirada,(niño raro criado en extrañas circunstancias, historia de superación repleta de momentos absolutamente innecesarios, un amor que dura toda una vida, y un mensaje que pretende llegar al espectador a base de ser repetido hasta la saciedad, en este caso algo así como la muerte como una forma de liberación) y que curiosamente fue también escrita por el propio Roth.
Para contarlo, Fincher se sirve de la fórmula más empalagosa y repetida en estos casos, el flashback sensiblero más típico de Hollywood. Anciana que cuenta la historia desde su lecho de muerte, eso si, esta vez y para hacerlo más original, a través de los ojos de un diario escrito por el protagonista. ¿A nadie le ha recordado esto a Titanic, El diario de Noa ó Los puentes de Madison?.
El problema es que estas, (salvo Titanic, que aún me parece peor), si tenían fuerza argumental, y no se escondían tras espectaculares efectos especiales y botes de maquillaje. La historia si llegaba al espectador, emocionaba y transmitía sentimientos, porque se profundizaba en los personajes.
En este caso, no se si por esa falta de fuerza en el guión, o por una excesiva obsesión por dejarlo todo tan pulcro, los protagonistas no transmiten absolutamente nada, Fincher decide darnos un punto de vista en mi opinión equivocado, contando en forma de capítulos, historias independientes entre si, de forma que nunca logran captar mi atención. Encima intenta profundizar en los personajes en el momento más intrascendente del film, lanzándonos una empalagosa historia de amor que no se sustenta ni es creíble en ningún momento. Tal vez si ese esfuerzo lo hubiera dedicado a la parte final de la película, por la que pasa de puntillas y cuyo epílogo se nos muestra de forma apelotonada, cuando era realmente el más jugoso y de donde se podría haber sacado petróleo, el resultado hubiera sido distinto.
Me cuesta darle el aprobado, tengo que rascar muchas décimas, y si lo hace no es más que por su interesante premisa y su magnífico envoltorio, y porque Fincher me tiene pillado. Es un director en el que creo y al que le tengo que perdonar un desliz.
Esperemos que sea el único.
Para contarlo, Fincher se sirve de la fórmula más empalagosa y repetida en estos casos, el flashback sensiblero más típico de Hollywood. Anciana que cuenta la historia desde su lecho de muerte, eso si, esta vez y para hacerlo más original, a través de los ojos de un diario escrito por el protagonista. ¿A nadie le ha recordado esto a Titanic, El diario de Noa ó Los puentes de Madison?.
El problema es que estas, (salvo Titanic, que aún me parece peor), si tenían fuerza argumental, y no se escondían tras espectaculares efectos especiales y botes de maquillaje. La historia si llegaba al espectador, emocionaba y transmitía sentimientos, porque se profundizaba en los personajes.
En este caso, no se si por esa falta de fuerza en el guión, o por una excesiva obsesión por dejarlo todo tan pulcro, los protagonistas no transmiten absolutamente nada, Fincher decide darnos un punto de vista en mi opinión equivocado, contando en forma de capítulos, historias independientes entre si, de forma que nunca logran captar mi atención. Encima intenta profundizar en los personajes en el momento más intrascendente del film, lanzándonos una empalagosa historia de amor que no se sustenta ni es creíble en ningún momento. Tal vez si ese esfuerzo lo hubiera dedicado a la parte final de la película, por la que pasa de puntillas y cuyo epílogo se nos muestra de forma apelotonada, cuando era realmente el más jugoso y de donde se podría haber sacado petróleo, el resultado hubiera sido distinto.
Me cuesta darle el aprobado, tengo que rascar muchas décimas, y si lo hace no es más que por su interesante premisa y su magnífico envoltorio, y porque Fincher me tiene pillado. Es un director en el que creo y al que le tengo que perdonar un desliz.
Esperemos que sea el único.
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