Haz click aquí para copiar la URL
España España · Valencia
You must be a loged user to know your affinity with Zackyto
Críticas 129
Críticas ordenadas por utilidad
Críticas ordenadas por utilidad
6
20 de noviembre de 2024 1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
El sueño americano no es más que una promesa vacía, un ideal que mantiene a los marginados en movimiento mientras el éxito real permanece reservado para unos pocos. La película expone esta crueldad con una honestidad implacable, siguiendo a dos hombres que intentan sobrevivir en los márgenes de una sociedad que no los quiere ni los necesita. No buscan construir un futuro sólido, solo aferrarse a lo que sea para evitar hundirse en el olvido.

El protagonista, un joven que llega a Nueva York creyendo que su carisma bastará para triunfar, descubre rápidamente la hostilidad de un mundo donde la pobreza es invisible hasta que se convierte en espectáculo. Junto a él, su inesperado compañero, un estafador enfermo, personifica el fracaso que espera al final del camino. No hay lugar para la redención aquí: ambos representan estrategias desesperadas en un sistema que premia la imagen del éxito, pero aplasta a quienes no logran sostenerla.

Esta obra rompió con el molde del cine estadounidense al mostrar, sin edulcorar, las grietas de una sociedad que se resquebraja bajo sus propias promesas incumplidas. Fue un punto de inflexión para Hollywood, que empezaba a alejarse de los héroes impolutos y los finales felices, abrazando en cambio historias más duras y personajes vulnerables. Su influencia se extendió como un llamado de atención, señalando que el cine podía y debía hablar sobre quienes vivían en los márgenes del ideal americano.

Aun con su crudeza, esta historia no se regodea en la tragedia. Su verdadero golpe está en lo que deja fuera: cualquier esperanza de que el sueño americano sea alcanzable. Porque al final, el éxito que ambos persiguen nunca fue suyo, solo un espejismo impuesto por un sistema que siempre gana. Lo único real es la camaradería improbable entre ellos, un tenue consuelo en un entorno donde todo lo demás se desmorona.
27 de octubre de 2024 1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película perteneciente a la llamada "nueva ola Checa" que aborda con crudeza el tema de la caza de brujas durante el siglo XVII, un tema que no sólo conecta con la historia oscura de Europa, sino que resuena con la opresión y el abuso de poder. Aunque basada en registros históricos, la película es clara una alegoría de las purgas políticas y el control totalitario, tema particularmente relevante en la Checoslovaquia de la época, dominada por el régimen comunista. Es por eso que la película se esfuerza en capturar la atmósfera de paranoia y control social con un enfoque austero y realista.

Con una fotografía en blanco y negro, escogida para reforzar la frialdad del relato, crea una sensación de claustrofobia que hace tangible el miedo constante de los personajes. Las sombras, los rostros tensos y las miradas aterrorizadas construyen un espacio visual asfixiante, que amplifica la angustia de los juicios y las torturas.

La película no sólo funciona como un comentario político sobre su tiempo, sino que también trasciende el ámbito local para convertirse en una reflexión universal sobre la injusticia y la manipulación del poder.

Durante el rodaje, y gracias a su disfraz de "película histórica", Vávra fue capaz de sortear la vigilancia de las autoridades comunistas, quienes supervisaban de cerca las producciones cinematográficas para asegurarse de que no hubiera críticas al régimen: Sin embargo, la película fue prohibida durante años en su país por ser considerada subversiva, lo que muestra su impacto potencial. Más allá de su valor como documento histórico, este film brilla por su capacidad de mantener la atención del espectador a través de la intensidad de su narrativa y la contundencia de su mensaje.

Sin duda, las escenas más impactantes son las de los interrogatorios, donde las confesiones se obtienen mediante el uso de la tortura, lo que nos hace reflexionar sobre la fragilidad de la verdad y la corrupción de la justicia. El tono sombrío y la frialdad con la que aborda estas situaciones revelan una intención de no suavizar la brutalidad de los hechos, presentando a los inquisidores como figuras despiadadas de hipócritas interesados.

Película fascinante e imprescindible por cómo logra construir una atmósfera opresiva con gran precisión. Vávra equilibra de manera magistral la crítica social con una representación fiel del contexto histórico, al mismo tiempo que explora la dimensión humana de sus personajes, atrapados en un sistema injusto. Este retrato de una época específica se convierte así en una reflexión aplicable a cualquier momento histórico. Además, la cuidada puesta en escena hace que la película sea una experiencia profundamente inmersiva y perturbadora.
25 de enero de 2025 Sé el primero en valorar esta crítica
En el panorama del western clásico de la época, esta obra emerge como un raro espécimen: un filme que destila cinismo, ambigüedad moral y un desbordante sentido del espectáculo mucho antes de que estas fueran características habituales del género. En lugar de idealizar los códigos de honor típicos, se adentra en un territorio de personajes corruptos, alianzas oportunistas y una violencia tan cruda como calculada. Sin renunciar a su condición de western convencional, reinterpreta sus tropos con un tono más amargo y desencantado.

La historia sigue a un exsoldado confederado y a un pistolero oportunista que, entre choques de egos y un interés común por el dinero, se ven envueltos en una misión llena de traiciones y ambiciones desmedidas en el México posrevolucionario. La interacción entre los personajes principales —interpretados por Gary Cooper y Burt Lancaster— es la mayor fortaleza del filme. Cooper, con su habitual carisma sobrio, encarna una brújula moral tambaleante, mientras que Lancaster brilla como un villano carismático cuya sonrisa encantadora oculta un alma despiadada. La química entre ambos añade una interesante capa de complejidad a sus personajes.

El contexto mexicano, con revolucionarios y aristócratas en pugna, es el escenario donde se desatan las contradicciones de los protagonistas. La película no juzga sus actos; más bien, se regodea en un mundo donde la moral es maleable. Todo ello con una narración ágil y una notable grandilocuencia.

Sin embargo, el guion carece de la sutileza necesaria para explotar plenamente sus temas. Las motivaciones resultan forzadas, y los personajes secundarios se reducen a estereotipos funcionales. A pesar de su frescura temática, la película no deja de ser un desfile de clichés y simplificaciones, tanto sobre el género como sobre México y su gente, ofreciendo un retrato exótico que se siente más útil para la trama que auténtico. Esto deja como pilares sólidos el magnetismo de Cooper y Lancaster, sin que el filme trascienda más allá de ser un vehículo para su lucimiento.

Queda, pues, un western que combina espectáculo y desilusión, donde la lucha por el poder y la supervivencia importa más que cualquier ideal romántico del oeste. Algo que, en su estreno, la hacía destacar, pero que, con el paso del tiempo y la modernización del género, la ha relegado al rincón de los clásicos que cuesta recordar.
25 de enero de 2025 Sé el primero en valorar esta crítica
Una de las primeras obras que llevó el impacto de la bomba atómica a la pantalla, esta película ofrece una perspectiva única, nacida en un país que vivió en carne propia el horror nuclear. Mientras en el cine americano surgían monstruos como metáforas de los temores atómicos —hormigas gigantes, lagartos prehistóricos y alienígenas que destruían ciudades—, aquí, el terror tiene raíces más profundas, más personales. Es el eco de Hiroshima y Nagasaki, el trauma colectivo de una nación proyectado en una criatura titánica que emerge del océano como un castigo de la naturaleza hacia una humanidad que ha abusado de su poder destructivo. No es solo un entretenimiento: es un lamento.

El monstruo que protagoniza esta película se convirtió, sin embargo, en mucho más que una advertencia. Su figura, en esta primera aparición, encarna el miedo a ser arrasado, el temor de una sociedad a perderlo todo bajo una fuerza que no puede controlar ni comprender del todo. Pero lo paradójico es que, a medida que se desarrollaron sus secuelas —a menudo de dudosa calidad y enfocadas más en el espectáculo que en el mensaje original—, pasó de ser un símbolo de destrucción a uno de poder y defensa. Lo que aquí es un aviso contra los horrores del militarismo nuclear, en el futuro será el héroe que protege a la humanidad de amenazas aún mayores. Esa evolución refleja, de manera inquietante, la ambivalencia humana hacia el poder: lo tememos, pero también lo veneramos cuando sentimos que nos protege de algo peor.

Desde un punto de vista técnico, el paso del tiempo ha sido poco amable con la película. Los efectos especiales, en su momento innovadores, hoy resultan ingenuos, con maquetas evidentes y un traje de monstruo que apenas disimula a su operador. Las actuaciones no son memorables y la narrativa, aunque eficaz en transmitir su mensaje, carece de matices. Sin embargo, sería un error juzgarla únicamente bajo estos estándares. Lo que ha hecho que esta obra persista no es su perfección formal, sino la fuerza y la universalidad de su idea. Es un recordatorio del precio de la arrogancia humana y de los límites que debemos imponer a nuestro poder destructivo.

Además, es el nacimiento de un icono de la cultura pop que ha trascendido su origen para convertirse en un símbolo global. Su influencia no se limita al cine: abarca cómics, videojuegos, música y prácticamente cualquier medio de expresión. Pero, en su esencia, sigue siendo una advertencia. Y eso, quizá, sea lo que le da su inmortalidad: sigue hablándonos, recordándonos lo que podemos perder si no aprendemos a vivir con responsabilidad en un mundo donde el poder atómico no es una ficción, sino una realidad.
21 de diciembre de 2024 Sé el primero en valorar esta crítica
Una obra que se sumerge de lleno en el universo de Tati, donde la modernidad y la humanidad chocan en un delicado equilibrio entre crítica y melancolía. Su protagonista, con la inocencia característica del cine del autor, es un observador torpe y desconcertado ante un mundo que no parece tener lugar para él. Tati plantea con sutileza su reflexión habitual: ¿es realmente todo avance tecnológico un progreso para el ser humano? Aquí, el contraste entre la frialdad de lo moderno y la calidez desordenada del caos humano es el motor de su relato.

El autor nos muestra también el mundo del que viene su personaje, un barrio tradicional y obrero, lleno de vida y espontaneidad, donde los pequeños gestos alegran el espíritu. Este espacio, con su arquitectura caótica fruto de la pereza y del “lo que surja”, se opone a la planificación minimalista y aséptica del mundo moderno. Es una crítica sutil a las diferencias de clase, revelando qué valores sobreviven en cada entorno.

La película está planteada desde la mirada de un niño, el sobrino del protagonista, que observa y juzga ambos mundos. Por un lado, el de sus padres, que le empujan hacia una vida ordenada y provechosa, y por otro, el de su tío, que lo conduce hacia una existencia afectiva y emocional. Esta dualidad no solo estructura la historia, sino que convierte al espectador en partícipe de esta elección esencial entre lo práctico y lo humano.

El humor, tan inocente como previsible, es una marca inconfundible del autor. No busca sorprender, sino envolver al espectador en un ritmo pausado y un juego visual donde cada gag, por simple que sea, se convierte en una pieza cuidadosamente orquestada. Tati nos invita, una vez más, a reírnos de la modernidad desde la ternura, con una mirada crítica pero jamás cínica. Es un cine que requiere paciencia y empatía, y aunque no necesariamente deslumbre a todos, es una pieza coherente y significativa dentro de su universo, donde lo humano siempre se resiste a ser reemplazado por lo eficiente.
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow
    Bienvenido al nuevo buscador de FA: permite buscar incluso con errores ortográficos
    hacer búsquedas múltiples (Ej: De Niro Pacino) y búsquedas coloquiales (Ej: Spiderman de Tom Holland)
    Se muestran resultados para
    Sin resultados para