Miley Cyrus saca su lado más teen en esta película sobre Lol (diminutivo de Lola), sus amigos y su estrecha relación con su madre (Demi Moore). Película hecha para jóvenes y que hay que valorar como tal. No vamos a encontrar profundidad en ella, la misma que si viésemos un capítulo de Gossip Girl, pero la película cumple al mostrar a los jóvenes como son y, lo más interesante, como son ahora mismo, esa generación 3.0, adicta a la tecnología tan implantada en su mundo, donde una charla por whatsapp puede ser tan crucial como otra cara a cara. No son adolescentes que hablan como adultos, como ha ocurrido en otras películas, sino bastante cercanos y situaciones habituales en su mundo. Un producto blando, sin giros, ni grandes sorpresas, pero de fácil digestión.

Desconocido slaher de finales de los ochenta con un argumento simple pero que da mucho juego, los trabajadores de un supermercado son asediados por un asesino al cierre de su jornada. La película consigue sin grandes pretensiones ser deliciosa, aún manteniendo el tufo ochentero y usándolo para su propio beneficio, riéndose de sí misma y sacando partido a la casquería sin limites, con muertes sanguinarias y retorcidas.
En el reparto, destacar la aparición del director Sam Raimi, esta vez al otro lado de la cámara y a Bruce Campbell en un muy breve papel.

Michael Myers regresa por la puerta grande, tras el despropósito de una tercera entrega en la que se obviaba la figura de Myers y proponía una historia nueva de terror por entrega, esta secuela retoma la historia del impersonal asesino. Esta vez, mucho más sangriento y ya obviando su calidad de mortal, dotándole de una fuerza invencible. Hay una clara influencia del auge slasher que vivía el cine de terror en aquel momento y, aunque ello plantea cambios, es unido a la lograda atmósfera de claroscuros de la primera entrega.

Secuela de la exitosa Halloween (1978), con la que se pretendió no sólo proseguir exactamente donde termina la anterior, sino explicar algunos cabos sueltos de la historia. Como tal, es una acertada entrega y durante el primer tramo del film consigue lograrlo con acierto, devolviendo a ese clima de sombras, Haddonfield y el hombre de la mascara sin expresión. Pero aquellas cosas que dan identidad propia a esta secuela es donde encontramos las mayores deficiencias, la película parece más un metraje extra sin tener cuerpo suficiente para ser una buena película de terror, Michael Myers pierde esencia en esta segunda parte y se aproxima más al modelo anodino de figura del slasher, siendo más violento y menos enigmático... A favor, la idea de enlazar las dos entregas como si de una única película se tratase, reunir de nuevo al reparto principal y algunas frenéticas persecuciones entre la frágil Laurie y el psicópata Myers.

Enésimo remake estadounidense de otro éxito de horror asiático, en este caso, la coreana "Dos Hermanas". Por suerte, no tengo reciente dicha película, así que la valoraré sin comparaciones. La premisa es interesante, una adolescente con inquietantes visiones tras un suceso traumático, sospechas, fantasmas que intentan comunicarle algo ... aunque es una premisa habitual, la fotografía e interpretación de los protagonistas, resaltando el trabajo de Emily Browning y pasando por alto la anodina actuación de Arielle Kebbel, sabe introducirte en una historia que se desarrolla con buen ritmo, atrayendo y dirigiendo hasta una resolución inesperada y que mejora la nota final del producto. El misterio se consigue, pero el terror que la película pretende dar es torpe y flaquea, ya que se intenta dar con sustos prefabricados, aumentos de sonido e imágenes grotescas que muestran cierto desacorde con el tono del metraje. Irónicamente, la película no lo necesita y seguiría resultando entretenida, habiéndose consolidado mejor en un logrado film de misterio.