Extraordinaria película del director galo Robert Bresson.

Todo gira en torno a los pensamientos de Michel, de ahí que la "voz en off" cobre una especial importancia por encima de los diálogos que se acontecen ágiles, sencillos y directos. La película es ante todo una búsqueda del sentido de la vida que algunos encuentran en el trabajo, otros en el ocio...Michel la llena robando carteras. No hay maldad, ni entretenimiento, ni vicio y ni siquiera afán económico. Simplemente se siente vivo.

Esta es una película dirigida con elegancia por Bresson. Interpretada con elegancia por LaSalle y con una elegante fotografía de Henri Burel. La elegancia en cada fotograma.

Hace poco se estrenó una película española con cierto tufillo a la obra de bresson...que no os roben la cartera, Pickpocket ya se rodó.

Si participáramos en un concurso de televisión y nos preguntaran dónde se encuentra "Minnetonka" probablemente todos responderíamos: "Ciudad dormitorio, junto a Minneapolis, en el estado de Minnesota". Y todos acertaríamos gracias a que hemos visto 135 minutos de "Manchester by the sea".

Si una película dura más de 105 minutos tiene que ser buena, y si supera los 120 tiene que ser muy buena. "Manchester by the sea" en mis manos podría rondar los 100 aproximadamente. Se me ocurren algunos planos e incluso escenas propicias para eliminar. Supongo que el hecho de no saber dónde uno ha aparcado el coche y disculparse por andar por las calles sin rumbo intentando encontrarlo es una manera de explicar que el personaje está traumatizado y desorientado. Bien, se puede recortar metraje sin menoscabo de lo anterior.
Vuela un puñetazo sin venir a cuento (trauma, ira, frustración), bien, bien. Lo hemos entendido. No más secuencias con puñetazos, es suficiente con una pelea.
Un hombre pasa por la calle e increpa al protagonista, tras una breve escaramuza, el hombre se va. Un hombre sin importancia en la película, no volverá a aparecer. Entonces, ¿Por qué un plano sostenido del hombre sin importancia que se va andando por la calle? Está en su derecho de irse al Walmart más cercano, pero carece de interés.

Tanto plano gratuito hace lenta la narración y aunque sea una historia bienintencionada no es fácil desentenderse del aburrimiento.
Lo más interesante de la trama es la animada vida del chico (Hedges), que se lo pasa bastante bien entre las gaviotas y la nieve. Quieren que se vaya a vivir a Minnetonka, junto a Minneapolis, en Minnesota, donde seguramente todo debe ser igual de aburrido, pero sin gaviotas.

El chico bromea con Minnetonka y llega a decir "Yo no quiero ir a Wonkatonka". Pero todos sabemos que Wonkatonka no existe, es sólo un gag, porque Willy Wonka y Roald Dahl tienen su fábrica-museo de chocolate en Minneapolis, junto a Minnetonka o Wonkatonka (como se prefiera), pero en Minnesota. Tal vez el comentario más acertado de la película.

Tres convictos escapan de una prisión cercana, uno hace de bueno(o al menos tiene remordimientos), otro es listo y malo (Bogart) y un tercero es algo torpe. encuentran refugio en casa de una familia acomodada con hijo e hija e incluso noviete de ésta pero que no se verá envuelto en el ajo.

Buena adaptación teatral de Wyler que a pesar de conocer todos el final desde que da comienzo la peli, no ceja en el empeño de hacer un trabajo entretenido y bien hecho.

Horas desesperadas, recomendable.

Sin lugar a dudas una de las mejores obras de Hitchcock y del cine. Hitchcock da un paso más en la exposición del suspense, de su suspense, y abre la puerta a la imaginación del espectador que no debe buscar el "suspense" en si el protagonista será o no víctima del malo, sino en el suspense que rezuma lo cotidiano: Dudas en tomar decisiones importantes, compromisos, relaciones con personas cercanas como la vecindad...Se trata de un suspense, de un miedo mucho más cercano a nosotros, de ahí que Hitchcock nos ofrezca la misma información que posee Stewart, para que nos sintamos próximos a su mirada(con o sin teleobjetivo).

En mi opinión, en ningún momento decae la película. No existe broza(y quién no lo vea así que se ponga una de Ben Affleck o Jennifer López), los diálogos son siempre efectivos y necesarios para hilar la trama. Se ha dicho que es lenta...yo no lo veo así, pero si se tiene como lenta posiblemente ayuda más que dificulta, porque...en verano todo va a un ritmo más lento, hace calor y la situación debe ser agobiante...Hitchcock lo logra con creces.

Excelente.

Con el velamen izado, adujados los cabos y el bauprés encarado hacia Córcega, tres parejas entradas en años sueltan amarras en Marsella. A las primeras millas navegadas el “Scolapasta” (nombre del “bateau” para todos y premeditado “spoiler” para el espectador italiano) encalla en una sucesión de manidos gags huérfanos de gracia. Faltos de un fresco guión a sotavento los grumetes de agua dulce (Auteuil, Jugnot...) se esfuerzan por enderezar un rumbo perdido casi al inicio de las desventuras. No lo lograrán.
A pesar del esfuerzo de Olivier Baroux en el plano técnico (recurrió a visualizar planos de “En solitaire”, “All is lost” y “Master & Commander” para filmar una verosímil tormenta) la travesía del Scolapasta no quedará plasmada en ningún cuaderno de bitácora de la buena comedia francesa.