Haz click aquí para copiar la URL
Estados Unidos Estados Unidos · 544 Camp Street. New Orleans
Críticas de Jinete nocturno
<< 1 7 8 9 10 36 >>
Críticas 177
Críticas ordenadas por fecha (desc.)
5
4 de enero de 2014
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dice el informe PISA que un quinceañero coreano tiene un nivel de comprensión equivalente al de un universitario yanqui o español (que andan, más o menos, y por si a alguien le sirve de consuelo, a la par). Y se nota… Ya te digo si se nota.

Sí, porque resulta que llega el señor Kim Jee-woon y nos regala una pequeña joya de exquisito lirismo, impecablemente rodada y dotada de un guion milimétricamente calibrado en el que cada fotograma resulta casi imprescindible para desencriptar la trama, y como premio por tanta osadía, los genios que pululan por aquí le otorgan un “generosísimo” 5.8; la misma nota que Transformers. Pero, eso sí, un lustro más tarde, los hermanos Guard –conocidos en su casa a la hora de comer-, cogen el mismo núcleo argumental, lo enmierdan con clichés yanquis de la peor calaña, hacen la trama completamente lineal de manera que hasta un chimpancé lobotomizado pueda entenderla, eliminan cualquier licencia poética o forma de metalenguaje que pueda confundir a los homers simpsons de la sala…. Y el resultado es una nota de 5.4. Plas, plas, plas.

Y, claro, la pregunta es obligada: ¿Cómo es posible semejante “paradoja”? ¿Cómo es que en filmaffinity se valora igual a Wagner que a Pit Bull? Coño, pues es obvio: porque la mitad de los que vieron el original no entendieron una mierda e hicieron lo que hace todo patán al enfrentarse a su propia incompetencia: hacer pagar al prójimo los pecados propios; por supuesto, la suspendieron porque… Coño, si yo, con lo listo que soy, no la he entendido es que es mala… ¿no? Pero, ¡ah!, ésta, la canadiense, es otra cosa. Esta si la he pillado…

En fin. Iré al grano, que luego me caliento y…
-----

Esta película, hay dos formas de juzgarla: como obra aislada o como el remake que es.

Si hacemos lo primero, que a lo mejor es lo más sano, no me queda más remedio que aprobarla -por los pelos, eso sí- . La dirección, aunque resulta absolutamente gris e insulsa y transmite la misma emoción, tensión o intriga que una colonoscopia, es razonablemente correcta: no revela ni un atisbo de talento por parte de los Guard, pero, en general, tampoco resulta catastrófica. En cuanto a las interpretaciones… Meh. Nada del otro jueves. No me parece que Emily Browning haga nada que no pueda hacer cualquiera otras 6000 actrices de parecido físico que andan por Hollywood comiéndole la herramienta a los productores. Y del resto del reparto, tres cuartos de los mismo.

Y luego está la trama, que es tan casposa y previsible como pueda uno imaginarse. Y, cuidado, no lo digo porque sea un remake y me sepa de memoria lo que va a pasar: lo digo por las 300 películas de la sobremesa de Antena 3 clavaditas a esta que he visto. Y es que sí; está película tiene el “mérito” de intentar separarse lo más posible del su referente. Pero lo malo es que lo hace a base de abrazar topicazos de telefilm de la peor calaña. Así que para ese viaje no necesitábamos alforjas.

Pero la sangre llega al río cuando uno trata se comparar esto con el original, algo que es ya de por sí insultante.

El film coreano no era una película de terror al uso, sino, más bien, un thriller psicológico: eso es cierto. Pero eso no significaba que no tuviera momentos del más puro terror. De hecho, nos regalaba un par de las más escenas más escalofriantes que este servidor ha visto en su puñetera vida. En cambio, y aunque lo intenta un par de veces, esta se queda en un par de sustos palomiteros de la peor especie y un fantasma que da mucha, mucha penita. Por otro lado, resulta evidente que los Guard no entendieron el original, que tenía una interpretación infinitamente más compleja y abierta que su película. Para empezar, en aquella jamás llega a quedar completamente claro si, independientemente de los problemas mentales de la protagonista, existe un fantasma real o no. De hecho, la escena de la muerte de la madrastra es problemática. Aquí tiran por el camino del medio y no se calientan la cabeza. ¿Para qué?

Pero, por supuesto, la gran diferencia entre las dos películas no es tanto qué se cuenta (que también) sino cómo se cuenta. Lo que en Kim Jee-woon es poesía visual y un subjetivismo lynchniano de ese que tanto tocas los huevos a algunos, obligando al espectador a prestar atención a cada detalle y tratar de encajar él solito las piezas, aquí es “recorta y colorea”: todo muy mascadito y ordenadito, para que no te pierdas. Si el coreano pecaba de sobrestimar la inteligencia del respetable (y así le fue), los canadienses consiguen que Paris Hiltón de sienta menospreciada.

En definitiva: ¿Tienes problemas con el cine oriental? ¿Eres demasiado vago para pensar o sufres TDAH? No te preocupes: aquí llegan los Guard con su cine coreano para dummies.
Jinete nocturno
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
5
6 de noviembre de 2013
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Seré sincero. Lo que me ha movido a ver esta película no ha sido precisamente la sinopsis, que ya adelantaba (aunque quedándose muy cortita) los derroteros lisérgicos de la parida en cuestión, ni las excelentes críticas que le dedicaron, presumiblemente tras introducirse mescalina por via rectal, los críticos citados por FA, sino la presencia de Mary Elizabeth Winstead; una actriz cortita y con sifon que, sin embargo, consigue con sus ojos bovinos y dulzona cara de hogaza de kilo mantenerme babeando en un estado de idiotez asimilable al del protagonista de este bluf.

Y menos mal que soy un espíritu simple perpetuamente guiado por mi flácido pene. Porque si llego a tomarme en serio las críticas del personal y me apoltrono esperando ver el “peliculón” prometido, estaría ahora mismo muuuy cabreado. Y es que esta mierdecilla insulsa y bobalicona dista unos cuantos megaparsecs de merecer los elogios que el personal le ha dedicado y, siendo muy generoso, no pasa del nivel comedieta fallida pero bienintencionada.

Seamos claros. El tal Edgar Wright, que tiene en su haber peliculas tan notables como Zombies Party, esta vez no tiene nada que decir que no se haya contado antes en 300.000 comedias adolescentes (algunas bastante más divertidas que esta): Pagafantas profesional se enamora de la chica nueva del barrio que, por supuesto, es una diosa inalcanzable por la que a partir de ese momento perderá su ultimo capital de dignidad. La diferencia es que el bueno de Wright ha querido ser tan “modernuqui” y tan “megaoriginal que te cagas” que se ha pasado de frenada y ha terminado sumido en un frikismo tan absoluto que acaba por sepultar los pocos hallazgos que dignifican la película: poca chicha y mala leche y demasiados homenajes low cost al Street Fighter.

Soy de risa fácil y os aseguro que estaba con el ánimo adecuado: quería disfrutar de esta “comedia” y reírme casi tanto como tras la última rueda de prensa de Cospedal. Sin embargo, lamento decir que, salvo por un puñado de gilipolleces inspiradas (que, al fin de cuentas, son de lo poco que salva la película de la quema) me he topado con un larga retahíla de chistes malos y repetitivos -¿Cuántas veces se repite que la novia china del prota tiene 17 años?- y de situaciones forzadamente absurdas cuyo nivel de ingenio está sólo un poco por encima nivel de lo visto en Epic Movie. En efecto, SPCEM me ha dejado más bien frio y tengo la impresión de que tendré que releer muchas veces esta critica para acordarme en el futuro de que iba la película.

Por otro lado, y siendo justo, diré que película está muy bien rodada y excelentemente montada –algo siempre a valorar- y que, a pesar de que nunca “mata”, consigue mantener un nivel de diversión y buenrollismo aceptable, que hace que, armándote de paciencia, consigas llegar a los títulos finales: lo justito para que decida no suspenderla. Y luego, supuesto, está la Winstead que no decepciona en su papel de florero (Flowers) y hasta enseña algo de muslamen. Y es que ya lo decía Fernando Esteso:

“Sus piernas son dos columnas, su trasero es un pande-e-e-ro. Ramo-o-o-na, te quie-e-e-ro”.

Lo dicho: un cinco pelado y va que chuta.

** G A M E O V E R**
Jinete nocturno
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
7
17 de septiembre de 2013
9 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
En un alarde de originalidad voy empezar esta crítica como ya lo han hecho otros 254 usuarios: refiriéndome a la “feliz casualidad” que ha llevado a los portentos intelectuales que dirigen Hollywood a estrenar con tres meses de diferencia dos películas con un argumento completamente clónico: “Objetivo: la Casa Blanca” y “Asalto al poder”.

En efecto, las similitudes entre ambos productos no dejan mucho al debate: las dos son copias desvergonzadas de Die Hard (con su correspondiente John McClane de baratillo) que narran una incursión terrorista en la Casa Blanca, ambos títulos se masturban compulsivamente sobre la bandera americana, ambas (como de costumbre) pisotean el más elemental sentido común y compiten por mostrar la fantasmada más pasada de vueltas y ambas tratan de disimular sus boquetes argumentales a base de una pirotecnia digital que, esta vez, no resulta tan satisfactoria como debiera. Y sin embargo, y a mi entender, “Asalto al Poder” es infinitamente más fumable y coherente que su competidora. ¿La razón? Emmerich, al menos, tiene la decencia intelectual de no tomarse en serio a sí mismo y ahorrarse las moralinas.

En efecto, una idiotez puede resultar tolerable y hasta entretenida siempre que el que la realiza sea consciente de lo que tiene entre manos. Lo que resulta completamente ofensivo es que el responsable de la gilipollez en cuestión se crezca y pretenda ponerse en plan trascendente. Pues bien, pocas películas tan vomitivas he visto últimamente a este respecto como “Objetivo: la Casa Blanca”, que entre explosión y ejecución a sangre fría de algún prisionero desarmado, nos colaba con absoluta desvergüenza su dosis de propaganda de regusto fascista sobre la superioridad moral de los yanquis sobre el resto de torpes criaturas que nos arrastramos por “aquí fuera” y defendía la injerencia militar norteamericana en todos los pudrideros del planeta bajo el lema “Nosotros o el caos”.

Lo que Emmerich (que no en vano es alemán) parece querer vendernos es, en cambio, mucho más ligero en la forma y lúcido y coherente con la actual decadencia de EEUU en el fondo. Para empezar, y no es un detalle menor, los terroristas no son esta vez peligrosos norcoreanos ni fanáticos árabes, sino elementos del famoso “complejo militar-industrial”: todo una declaración política sobre quiénes son los verdaderos enemigos del pueblo americano. En efecto, los EEUU que nos pinta Emmerich es un país moralmente agotado y cada vez más consciente de sus limitaciones y arrogancia pasada, que trata de recular y asumir con humor que los tiempos en los imponía su voluntad sobre el mundo se están acabando. Y sí; por supuesto, en la película no faltan escenas de patriotismo desbordado -como la escena final con la repelente niña hija de protagonista ondeando la banderita de los huevos en el jardín de la Casa Blanca-, pero, a diferencia de su competidora, todo tiene un punto deliberadamente irónico y exagerado que rezuma inteligencia y complicidad: algo que, sin duda, dignifica la película.

En efecto, la película de Emmerich, sin ser ninguna maravilla, y a pesar de su acumulación de topicazos de la peor calaña, es un estupendo producto palomitero que resulta satisfactorio a muchos niveles. Como producto de entretenimiento – y no se le puede pedir más- cumple sobradamente gracias a unas actuaciones solventes (en especial del incombustible James Woods) y un guion que, pese a tener la enorme virtud de no tomarse jamás a sí mismo en serio, resulta moderadamente astuto y esconde un par de sorpresas amén de una carga política más profunda de lo que parece a primera vista.

Recomendable. Le pongo un siete voluntarioso.
Jinete nocturno
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
6
22 de julio de 2013
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
A lo mejor, alguno se sorprende y se pregunta si he estado esnifando pegamento, pero lo digo absolutamente en serio y sin coña marinera:

Si nos centramos en lo puramente visual, Paul Anderson es tipo con talento. Decididamente, -tras ver esta película me reafirmo- hay pocos directores actuales que sean capaces de rodar la acción con tanta fluidez, elegancia y espectacularidad e integren tan bien los CGI en las escenas. Y es que ya quisieran ciertos directores de “prestigio” en esto del blockbuster “wanna be” como Snyder, que ha perpetrado en su MoS la que probablemente sea la sucesión de planos de acción peor planificados, rodados y montados de la historia del cine, haber demostrado en el mencionado bodriete la mitad de gracia que el bueno de Anderson aquí. En ese aspecto, por tanto, hay que reconocer la película es notable y francamente disfrutable: si eres capaz de dejar el cerebro en modo ahorro de energía, puede resultar bastante entretenida y hasta “molona”.

Pero, eso sí, que nadie se engañe; esta película que, efectivamente, está bien rodada, tiene uno de los guiones más nefastos e infumables jamás visto. De hecho, por no haber, no hay trama como tal: todo se reduce a una retahila de escenas perfectamente intercambiables, no muy distintas a las “pantallas” de un videojuego ochentero.

En efecto, Anderson está vez no nos castiga con uno de sus guiones de mierda improvisados a base de refritos y copias: enhorabuena. Ha dado un paso más, y tras comprobar que la recaudación de esta saga es inversamente proporcional a la calidad del guion, ha decidido prescindir completamente de la lamentable excusa argumental con la que hasta ahora trataba de vendernos la moto. Todo se reduce a la Jovovich (a la que le van cayendo los años, todo sea dicho) saltando de un escenario a otro e intercambiado hostias con un maloso cada vez más feo y más cabrón.

Tampoco faltan, por supuesto, el inevitable “fanservice” marca de fábrica que tanto nos jode a algunos (si eres, como yo, de los que se preguntó porque Jill Valentine –la tía buena de la segunda parte- aparece aquí haciendo de mala malosa y con un escarabajo incrustado entre las tetas, tendrás que jugarte el quinto juego) o un “bonito” cameo colectivo de todo los secundarios de la saga, incluida una Michelle Rodríguez que se limita a… Morir dos veces.

Para concluir, te resumo lo bueno y lo malo y me despido. Tú decides bajo tu cuenta y riesgo.

Lo bueno:

-Excelente banda sonora de Tomandandy. Sin duda, lo mejor de la película y con diferencia.

-Acción magníficamente rodada y planificada. Para muestra, los cinco primeros minutos.

-Magnífica fotografía, colorista y atractiva. En 3D la peli debe ser un orgasmo retiniano.

-Muy buena utilización de los CGI, que, en general, y salvo, algún “cante” aislado, son más que aceptables para el presupuesto que se maneja (60 millones).

Lo malo:

-Ausencia absoluta de un hilo narrativo coherente o de nada que justifique la acción.

-Flipadas, patadas a la biología e idioteces varias marca de la casa.

-Fanservice y demás chorradas salidas directamente del juego que te sacan de la acción.

-A la Jovovich, que sigue de toma pan y moja, se le notan ya los 38 años.
Jinete nocturno
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
2
19 de junio de 2013
109 de 189 usuarios han encontrado esta crítica útil
O los “supermanes”, debería decir, pues es bien sabido que el 80% del metraje de Superman II es obra suya, como demuestra la FABULOSA director’s cut que salió en 2006.
---

Respecto a esta película, iré al grano: un espanto, absolutamente insufrible. Una de las mayores mierdas que he visto en este lustro. A los "fanboys" sin criterio que se han apresudado a indudar la web con "dieces" les dedico mi dedo corazón solitario y erecto.

Tenía unas expectativas bastante altas, esperaba lo mejor: la presencia en la dirección de Snyder (no tanto del sobrevalorado Nolan), cuyo nombre remite inevitablemente a “300”, prometía épica a capazos, un guión inteligente y adrenalina para dar y regalar. Por desgracia, no ha sido así, y la película, que ya desde el minuto uno amenaza con ser floja, ha ido empeorando según avanzaba el metraje hasta perecer ahogada en sus vomitivos excesos.

¿Que qué le sobra? Efectos digitales mierdosos y exagerados hasta decir basta, cosas explotando por que sí y minutos de relleno. ¿Que qué le falta? Un montaje sensato, una trama con sentido y lo esencial: alma, espíritu, verdadera emoción… Algo (si acaso un 1%) de la magia del clásico de Donner.

En efecto, “El hombre de acero” es un espectáculo descomunal, tan excesivo que primero aturde, después irrita y por último hastía, pero completamente vacío: un festival pirotécnico en manos de un mono borracho que, como ocurre cada vez más a menudo en el cine actual, trata de disimular la patética falta de ingenio y originalidad del guión acumulando tropecientas mil explosiones y burdas chorradas digitales que apenas ocultan el mortal vacío de su trama.

La trama, en efecto, puramente funcional (una simple excusa para meter los CGI) , incoherente, ramplona y nada original (en esencia, han reciclado los guiones de los dos `primeros “supermanes” clásicos pero tratando de darles una pátina "modernuqui" de “seriedad” y “transcendencia” que produce verdaderas arcadas), se aguanta hora y media a duras penas entre los bostezos del respetable. Pasado ese punto la historia deja de ser "mala" o "buena"; simplemente, desaparece y da paso a un larguísimo videoclip de 45 minutos más de en los que no pasa ABSOLUTAMENTE NADA digno de tal nombre: el guión de toda esa parte de la película está en blanco salvo por la palabra “EXPLOSIÓN”.

Jamás en la historia del cine una película ha sido tan aparatosa, estruendosa y absurda. Jamás algo tan pasado de vueltas y excesivo ha resultado tan aburrido.

En efecto, “El hombre de acero” no emociona, no divierte en absoluto y apenas entretiene: de hecho, me he pasado la última media hora mirando el reloj. No hay vida en la historia, no hay inteligencia ni calidez. Ni una gota de humor en 140 minutos de película, señores. Y lo más grave: ni una gota de talento o de algo que haga pensar esto no lo ha escrito un superordenador haciendo refritos de "Avatar", "Matrix", "Independence Day" y las "Crónicas de Ridick" con software pirata chino.

Dicho esto, y para concluir, debería comentar la total falta de carisma del heroe y el villano, cuyos destinos te la traen floja, lo mediocre del reparto (en especial los supuestos protagonistas), lo lejos que esta Henry Cavill de Christopher Reeve o lo igualmente lejos que esta la tediosa y repetitiva partitura que ha realizado Hans Zimmer de la obra maestra que compuso Williams para el Superman clásico, pero sería tan estúpido e innecesario como criticar a Hitler por tirarse pedos: la película es tan profundamente fallida y vacua que ni el más inspirado reparto del mundo o Beethoven en la batuta hubieran podido dignificarla.

Recomendada exclusivamente para niñatos quinceñeros sin criterio o gusto y nula cultura cinematográfica. Otra palada de tierra sobre la tumba del cine.
Jinete nocturno
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 7 8 9 10 36 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow