A mí las películas que los personajes principales hacen constantes alardes de perfección argumental y verbal desde el principio me cansan también desde el principio. Todos parecen tenerlo claro: el marido, el detective y el amante, y a la vez, nosotros, los espectadores, sabemos quién es el malo y sabemos que lo van a pillar.
¿Dónde está la gracia entonces? A quien le guste este tipo de cine lo interesante es cómo se descubrirá el final... Y a mí eso me da igual, a mí lo que me interesa es Grace Kelly, la única que no se entera de nada y por qué no decirlo, la mujer más guapa que podía pasar por la pantalla.
Si no fuera por ella esta película aprobaría más justo aún, me da igual el nombre Hitchcock, la historia es entretenida, sí, pero Grace kelly está por encima de todo.

Hacía bastante que la tenía en mi lista de espera y por fin la he visto. No me ha decepcionado. Los actores que hacen de malos hacen muy bien de malos y la sensación de ver venir un increcendo de violencia es equiparable a la sensación de claustrofobia. Arriesgado film, el concepto de base permite excesos libres que el guión sabe aprovechar.
No es recomendable al sector de público que no aguante malos rollos, porque de eso hay mucho.

Me quedo con la sensación de haber visto una película que podría haber tenido un resultado final mucho mejor. El inicio es prometedor, sin embargo cuando el desarrollo inicia su despegue todo acaba fallando. Quizá tenga algo que ver el personaje de Douglas (no su interpretación), se acaba descubriendo que es un xenófobo, un desequilibrado y realmente un violento en su vida, no sólo ese día.
Hay muchas, demasiadas escenas absolutamente fuera de lugar. No la recomiendo y la suspendo.

Han sido el azar y la televisión en un domingo por la tarde quienes han puesto ante mí de nuevo a Eddie Murphy, el negro más gracioso, muy por encima de todos.
Han pasado años desde la última vez que vi esta película y me he vuelto a reír como un condenado; asumo que no es excelente pero consigue entretener de verdad (debemos olvidar la trama...), y es que además de cumplir gratamente se ha vuelto entrañable con el tiempo. Tiene gags insuperables.
P.D: Buena parte de la gracia de Eddie Murphy se la debemos dar al doblador de castellano, sin ese doblaje no sería lo mismo nunca.

Sólo la aprobaría por la excelente banda sonora. Cada vez que oigo el tema principal se me encoje el alma. Sin embargo, se trata de una película, y aquí el sobrevalorado Wong Kar-Wai hace una exhibición de tedio, aburrimiento y pesadumbre que hace que me sonroje al observar la nota media del film. Alguien debería decirle que la poesía y el amor pueden ser también compatibles con ritmo, desenfreno y pasión: hay a quienes nos gusta vivir así y verlo en una película también es cuestión de gustos.
Suspenso de nuevo al cine oriental.
Si no fuera por la compañía de aquella noche que vi In the mood for love...