Se percibe calidad por todos los rincones de esta serie. Desde el guion, a la ambientación de los años 80, pasando por las interpretaciones (magistral Álex García, sobre todo, y el resto del elenco), y llegando a lo que para mí destaca más: la dirección.
Resulta difícil hacer una serie de un tono ya visto muchas veces (protagonista violento, mundo de las drogas) y no resultar aburrido ni repetitivo, y en El Inmortal lo han conseguido. Deseando ver la segunda temporada.

Tras ver otras series de Russell T. Davies y disfrutar con ellas, me he decidido a ver esta "reliquia" que se me pasó en su momento (no se emitió, que yo sepa en España y en aquella época no había plataformas). No tenía demasiadas expectativas, pero la serie es increíblemente moderna. Aparte de si las tramas son más o menos originales y si los actores funcionan (¡pedazo de casting, por cierto!) mientras en España estábamos haciendo series como "Compañeros" o "Periodistas" (con todo mi respeto a estas series que son historia de la televisión) este tipo estaba tratando temas como el sexo con menores o la promiscuidad gay (cosa que en España solo aparecía en forma de comedia).
En fin, un adelantado a su tiempo Davies y una joya Queer as Folk (que tiene remake en 2022).

Aunque leo en las críticas profesionales que se trata de una gran comedia romántica, a mí me parece que tiene poco que ver con las películas de este género, sobre todo porque aquí el personaje principal, interpretado estupendamente por Renate Reinsve, no es la típica chica ideal y querible. Tiene luces y sombras y en ocasiones te cae mal, lo cual dota a la historia de mucho realismo. Creo que ahí radica el éxito de este interesante retrato generacional feminista.

Me ha encantado esta historia del primer amor adolescente, quizás porque (además de los chavales de esa edad), soy el público objetivo como adolescente que fui en los ochenta en los que no paraba de sonar Hombres G. Aunque no suelo ser fan de los musicales, todos los números lucen con unas coreografías callejeras muy trabajadas y que transmiten muy buen rollo.
Maravilloso guion y maravilloso casting.

Como ocurre muchas veces con los directores y sus óperas primas, después de Distrito 9, Blomkamp no pudo estar a la altura de las expectativas en sus dos siguientes películas. La primera mitad es estupenda, pero a partir del segundo acto, las cosas suceden con demasiada rapidez, dando la sensación de un desenlace precipitado. El final, eso sí, es "redondito".