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España España · Alicante
Críticas de Kazafun
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Críticas 52
Críticas ordenadas por fecha (desc.)
6
15 de febrero de 2009
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Benjamin (Brad Pitt) fué un bebé abandonado por su padre desesperado en la puerta de un asilo. Allí es recogido y criado por una de la empleadas. Es un bebé muy feo casi deforme, el doctor le pronostica muy poco tiempo de vida. Pero la realidad es otra, Benjamin ha nacido con más de 80 años y su ciclo vital está invertido por lo que cada segundo que pasa rejuvenece. Su vida quedará marcada por esta "curiosidad".

160 larguísimos minutos que sirven para amargarnos un poquito la vida. Realmente no se que pretendía la historia... si era el recurrente mensaje de "atrapa el momento" o si por contra era algo así como "resígnate", palabra utilizada a menudo en el film.
Técnicamente es insuperable, va más allá de lo que puedas esperar. Solamente por eso ganará multitud de premios y quizá solamente por eso valga la pena verla. El viejo infante Brad Pitt es un portento de la animación por ordenador.

La idea es muy original, genialmente original diría yo, basada en un texto de Scott Fitzgerald. La historia se va enlazando a través de la biografía escrita por el propio Benjamin y que Julia Ormond va relatando a la agonizante Daisy en el hospital, unas escenas éstas tediosas y probablemente innecesarias. Quizá otro error del film. Aunque Benjamin Button conoce a particulares mujeres, a su padre, va a la guerra y por fin cruza su vida con su gran amor, todo esto no llega a ser extraordinario nisiquiera aderezado con la particular circunstancia que lo caracteriza, ya que una vez que asumes esa extrañísima fantasía no queda apenas nada.
Brad Pitt es un gran actor pero he de decir que no merece un Oscar por este trabajo. Quizá se deba a un personaje plano, soso, el caso es que cumple y nada más, algo mejor está Cate Blanchett personificando a Daisy el eterno amor de Benjamin. Aunque ninguno de los dos consigue que ese amor traspase la pantalla. Como se dice, no hay "química" entre ellos. No nos emocionan.

La implacabilidad del paso del tiempo, la resignación... no es de extrañar que la gente salga del cine algo triste y muy melancólica. Eso sí no da para llorar como alguno decía.

Con alguna escena calcada, esta película sugiere por muchas características a Forrest Gump, pero todo hay que decirlo... no llega a su altura ni muchísimo menos.

Una peli alabada en exceso por crítica y público, además me llevo la sorpresa de que Brad Pitt está nominado y de que tienen 13 nominaciones a los Oscars. De los Oscars me puedo esperar cualquier cosa, y siendo justos muchas otras veces se han concedido de manera más arbitraria... arbitrario, eso me hace recordar que Leonaro Di Caprio nisiquiera ha sido nominado, haciendo un papel infinitamente mejor que el de Pitt (asombroso que yo diga esto de Di Caprio).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Kazafun
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9
28 de enero de 2009
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Romántica - Lizzy (Norah Jones) tiene el corazón roto. Pero guarda esperanzas. Pasa las frías noches neoyorkinas esperando el regreso de su amor en una pequeña cafetería. Allí conoce a Jeremy (Jude Law) el simpático dependiente que le ameniza las veladas.
Sus historias son similares, su ánimo ahora es distinto. Esperar... Lizzy emprende un viaje para olvidar o... para renacer. Necesita alejarse para reencontrarse con ella misma, reconocerse. Conocer nuevas historias, interactuar en ellas para mejorar, eso está bien... pero no dejará que la llama de Jeremy se apague. Escribir a un amigo es algo bueno. A veces es más fácil profundizar con una postal que con una llamada.

Dulce, muy dulce. Melancólica, a ratos triste, pero siempre, siempre, siempre bellísima. Wong Kar-Wai desembarca en occidente con una pleyade de actores espléndidos en todos los sentidos. Jude Law, Rachel Weisz, Natalie Portman, David Strathairn... y por supuesto Norah Jones.
Norah Jones, que podemos decir... extraordinaria.

Esta fantástica cantante de Jazz no sólo está a la altura de los actores con los que trabaja en este film, sino que se eleva hasta epicentro total de la historia, sin esfuerzo, suave, su belleza es diáfana, agradable, tranquila. Lejos de la voluptuosidad y exquisitez de Weisz o Portman, pero igualmente hipnótica y atractiva. Si, efectívamente también cumple en cuanto a belleza.

Porque la película es un ejemplo del cine de Kar-Wai. Onírica a la vez que sencilla, y sobretodo de un trabajo de realización e iluminación portentoso, barroco, excesivo, POÉTICO, único. Los encuadres al igual que en 2046 son extraordinarios.

El guión es muy simple, los diálogos también. El eterno punto débil de Kar-Wai. En cualquier caso, aquí mejora y no es un lastre para el film. Tenemos 3 historias, la propia de Norah Jones y Jude Law, que funciona como comienzo, engranaje y final de la película, después tenemos la de Weisz y Strathairn, que es fabulosa, muy dura, y por último la más floja de Natalie Portman, viaje a traves de la mítica ruta 66 que cruza el país y que no llega a incomodar. Los 90 minutos se antojan suficientes. El final es inolvidable.
Cuando digo inolvidable, es tal cual, INOLVIDABLE.

¡Que música!... es una banda sonora muy grande, la sintonía con el tono del film es simplemente perfecta, y atención a la mejor de las canciones, ojo, no se trata de la bella melodía de Norah Jones... hablamos de "The Greatest" cantada por la sugerente Cat Power, canción que domina el film, impone sus notas, traspasa, se hace un hueco en tu alma y perdura junto a las imagenes, los neones de colores, los encuadres, la noche y los labios de Norah Jones...
Kazafun
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9
6 de enero de 2009
19 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
La una y media de la mañana de un lunes, llegó a mi casa con una copa de más, pongo la tele mientras me descalzo. Una película comienza, una imagen me detiene, un plano aéreo de un desierto salpicado de dunas se desliza lenta y majestuosamente por la pantalla. Es hipnótico, y me doy cuenta de que no se trata de algo vulgar. Es la una y media de la madrugada y tengo que ver esta película.

Un mundo futurista, pero cercano, terriblemente familiar, como si se agazapara a la vuelta de la esquina. Una distopía probable, eso asusta.
Tim Robbins investiga en un mundo globalizado hasta el extremo, un lenguaje mestizo. Todo es frío, limpio, pulcro... distante.
La fascinación de un Shanghai ultramoderno..., es terrible percibir que la inmensa mayoría de escenarios y arquitecturas no son atrezzo sino que ya existen. Ya, hoy.
Atravesamos un Shanghai multiétnico y maravilloso y es cuando comprobamos que ese fachada tecno-minimalista tiene un precio.

Debe ser cierto que medrar en mundos futuros siempre es a costa de perder humanidad. Así nos lo muestran en "Blade Runner", bajo ese prisma nos deslumbra Kar-Wai en "2046".
Quizá, faltando en ambos esa humanidad, apreciando su escasez, Tim Robbins se entrega a Samantha Morton y Samantha Morton se entrega a Tim Robbins.

En asépticos pasillos de una fluorescencia blanquecina, entre reflejos azulados, vidrios ultramodernos, se desarrolla un amor extraño, irreal, onírico, nos parece frío, pero sigue siendo bello.
A estas alturas ya nos hemos dado cuenta de que el precio de globalización extrema, de esa pulcritud tecnológica, en fin de esa modernidad, es haber perdido libertades. Controles genéticos para ser uno más, para pertenecer, para no estar "fuera". Amor ilegal.

Un lugar lejano e impoluto. Dos personas hastiadas de un mundo distante. La comparación con "Lost in translation" es inevitable. Pero aquí todo es más frío, porque todo es más terrible.

En la huida apenas atisbamos la calidez de los de "fuera", pero seguimos enamorados de la potencia visual que Winterbottom nos está regalando. Son las tres de la madrugada, y mientras en mi cabeza todavía tronan los besos de esos personajes, bajo el aura de una iluminación portentosa, percibo al fin, y en el último minuto de la película la humanidad en la mirada intensísima de Samantha Morton, el drama hace aflorar lo más humano, en el aire ecos de Coldplay acaban por redondear una película extraordinaria, única, y una lágrima se me salta.

Solo cuento con la certeza de que lo que escriba mañana sobre la película quizá nadie lo entienda, nisiquiera yo mismo. Y el desierto resbala majestuoso desde un plano aéreo.
Kazafun
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8
5 de enero de 2009
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
A Monty (Edward Norton) le queda sólo un día para ingresar en prisión. La policia encontró la droga que ocultaba en casa, está seguro de que alguien muy cercano le traicionó. Monty reflexiona en ese último día, en esa última noche como le ha ido su vida de camello, como la abundancia de antaño ahora no le sirve de nada, como ha afectado eso a su padre (Brian Cox), su novia (Rosario Dawson), sus amigos de toda la vida (Barry Pepper y Philip Seymour Hoffman).

Intenso e intimista drama sobre las consecuencias de tomar una opción de vida equivocada. Las interpretaciones rayan a gran altura, incluyendo un agresivo broker que Barry Pepper borda.
Sorprende el tempo contenido que Spike Lee otorga a todo el film, no así la atmósfera onírica y a la vez real que suelen impregnar todas sus historias. En esta ocasión el humor podríamos decir que es casi inexistente, o al menos abunda mucho menos de lo habitual en su cine.

La última escena en que Norton se aferra a un futuro improbable narrado por su padre es tan cercano a esos momentos en que TODOS hemos estado sufriendo por alguna razón y hemos querido escapar aunque sea con la imaginación que pone los pelos de punta. Escalofriante.

O aquella en que Barry Pepper, el vehemente y vividor broker, reprocha a Rosario Dawson el desinterés de ambos en la espiral en que Norton estaba cayendo y de la que nadie trato de persuadirlo para que lo evitara.

Una película grande e inesperada que agranda la enclenque figura de este realizador. Más que recomendable.
Kazafun
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3
30 de diciembre de 2008
2 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un tipo perdedor (Shia Labeuof) cuando regresa del entierro de su hermano gemelo encuentra su casa repleta de material militar, de repente una extraña llamada le avisa de que escape porque lo van a detener. Una madre separada (Michelle Monaghan) despide a su pequeño hijo en la estación, poco tiempo después otra inquietante llamada le insta a que colabore porque de no ser así el tren que lleva a su hijo descarrilará.

Pura farsa repleta de mala ciencia ficción que aspira a ser realidad. El mensaje es asqueroso, cosa que luego explicaré.

Es una pena que actores tan válidos como Shia Labeuof, Michelle Monaghan (muy perdida), Rosario Dawson y por supuesto Billy Bob Thorton acepten ser partícipes de este tipo de films. O quizá el hecho de que no la salven ni un poquito de una medida real de su valía.

Por destacar algo, (complicado) ¿el ritmo? no se... es difícil salvar algo, el guión es tan absurdo que por momentos parece una comedia, o da para que el grupo de gente que la vea estallé en risas en medio del supuesto drama de acción que contemplamos. Verla en soledad podría inducir al suicidio porque no poder comentar las incoherencias con nadie sería muy frustrante.

¿Por qué el mensaje de esta peli es asqueroso? Porque lo que pretende criticar en el fondo, latente, es justo lo que celebra o a lo que aspira como film patriótico estandar. Es la auto admiración del poder de un país. La película aborda una tecnología maligna, que no existe, pero que, en el fondo a los creadores de la historia les encantaría poseer. Asqueroso.

El resto: ni música, ni actuaciones, ni guión, ni efectos especiales, ni pollas en vinagre.
Kazafun
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