Siempre he sido una gran fan del señor Crowe. Chismes de la prensa sobre él, aparte. Fue a ver esta película con muchas expectativas y no me decepcionó, en absoluto. Es más, cuando la vi en DVD, corrí a comprármela con la misma ilusión que un chiquillo corre hacia un caramelo. La verdad es que nunca me cansaré de verla. Política, misterio y periodismo, sacudido con la seriedad que le aporta independientemente el señor Ben Affleck y con toques de humor que Russell Crowe sabe bordar, yo diría que a la perfección.

Tal vez y, solo en mi humilde opinión, sobre un poco de inocencia en la joven Rachel McAdams. O en su personaje, digámoslo así. Una especie de "Chica en los pasillos del congreso". Creo que todos sabemos que de no ser por el personaje de Crowe y la bondad de los guionistas, se habría quedado allí.

Muchos (Realmente muchos) alaban el gran trabajo de Nathan Fillio en la serie de televisión, Castle. Y yo no voy a ser menos. Simplemente, después de encontrar cualquier crítica buena hacia él y su personaje, decir que la señorita, hasta ahora un poco desconocida, Stana Katic, es realmente buena en su trabajo. Entra con las escenas con la convicción de saberse ante el Gran Nathan y aún así es capaz de interpretar un papel al más puro estilo "Sé quién eres y, en el fondo, me da igual". Beckett, también conocida como la Reina de Hielo, se va derritiendo a medida que la serie continúa y Richard Castle o tal vez Nathan Fillion, se van ganando poco a poco un pedacito de su corazón.

A parte del gran elenco de personajes, refrescante, nuevo y gracioso, es una serie de policías como las que todos hemos visto alguna vez. La mayor diferencia, diría yo, es que en esta, Castle representa lo que todos haríamos de estar en una escena así. Molestar, ponernos nervioso y hacer auténticas locuras. Quizá por eso, para nosotros, los fans de la serie, signifique algo tan importante.

Recuerdo que Buffy, por su carácter juvenil, me gustaba. Sin embargo, echaba de menos una parte de profundidad, algo que buscar tras una serie de golpes y brujerías. Esa profunfidad, al fin, la encontré en Ángel. No es sencillamente un capitulo de 40 minutos de ciencia ficción, sobre un vampiro con alma que trata de obrar bien. La profundidad que pocos ven, está en el héroe que, aceptando sus errores, asume las consecuencias y busca la redención de un pasado extremadamente cruel. Condenado a no encontrar su liberación jamás, continua en pie, luchando y tratando de no perder la poca humanidad que la cazavampiros le entregó en su serie.

En Miami (La ciudad donde, teóricamente, se desarrolla la serie) brilla el sol así como en Burn Notice brilla el resplandeciente Jeffrey Donovan en su actuación de Michael Westen, el protagonista. Yo, que crecí con las reposiciones que ponían en antena de El Equipo A, me maravilló esta serie desde un primer momento. Tiene toques de humor que fuerzan sonrisas estúpidas ni te dejan con la misma expresión, dos secundarios que tienen su encanto y su chispa y para que no parezca demasiado tranquila, tienen acción que no desborda, combinada con la voz en off del protagonista, haciendo que no parezca tediosa y pesada.

Tiene una subtrama continua misteriosa pero no demasiado profunda, para evitar que, en caso de perderte algún capitulo, pierdas completamente el hilo. Además, dicha subtrama avanza, algo lentamente, pero no queda estancada y olvidada en la mente de los espectadores hasta que el protagonista la recuerda. Otra cosa fascinante, es la madre de Westen. Es mundialmente sabido que solo hace falta una persona para "ridiculizar" o, en otra mejor palabra "humanizar" a la persona más imponente del mundo. Su madre. Eso ocurre precisamente con Westen quién, puede presumir de ser un ex espía de los más peligrosos, pero cuando aparece mamá, todo el mundo reacciona exactamente igual.