... y por lo visto, voy a ser el primero. Pues no me ha gustado. Nada. Partiendo de una base que podría ser interesante, como es la busqueda de un tesoro escondido que hace florecer los peores instintos de personas que se podrían considerar "normales", se cae en una caricaturización exagerada de los personajes y situaciones, hasta hacerlos mas que cómicos, ridículos, absurdos e inverosímiles. Diálogos y reacciones grotescas, humor pueril ... prefiero mil veces a los denostados Pajares, Esteso y los Ozores.

Documento histórico de un concierto que aglutinó a los mejores grupos de Rock de la España de la transición. Pese a las evidentes deficiencias técnicas, el valor de la película reside en mostrar el ambiente de los conciertos de Rock de la época, que tanta transcendencia tuvieron en la situacíón socio-política de un pais que empezaba a despertar tras casi 40 años de oscurantismo.

A menudo, cuando a alguien se le pregunta su opinión sobre esta película, demasiadas veces he tenido que escuchar valoraciones del tipo: "Ah, si esa de un negro y una botella de Coca Cola...", y en todas las ocasiones me viene a la mente el popular dicho ... "Cuando el sabio señala a la luna, el necio mira al dedo". Es evidente que no han entendido nada, pero nada de nada, por mas evidente que parezca. El necio mira la dichosa botella, cuando esta señala claramente a un descabellado sistema de "civilización" que nos envilece y nos lleva a realizar de forma cotidiana rituales que no dejan de ser tan absurdos como ridículos, por mas que a fuerza de repetirlos, por pura inercia, nos parezcan algo "normal". De este modo, tratamos de adaptar el mundo al ser humano, para luego pasar la vida readaptándonos a aquello que hemos creado hasta formar un circulo vicioso del que es imposible salir, hasta el punto de que llamamos "salvajes" a aquellas tribus que viven adaptándose a su entorno en perfecta armonia con la naturaleza y el medio ambiente, e incluso les avasallamos y destruimos su habitat natural para mayor gloria de la cuenta de dividiendos de las grandes empresas. ¡Viva la civilización!

La película es una brillantísima y divertida reivindicación del ecologísmo, varias historias perfectamente enlazadas que dan pie a momentos soberbios en los cuales, quien tenga esa capacidad, se reirá muy, pero que muy a gusto. Soberbia.

Película absolutamente necesaria para no olvidar quienes somos ni de donde venimos, y tener en cuenta que las cosas terribles que les ocurren a otros, no siempre es por que ellos se las busquen ... cualquier dìa te puede suceder a ti, sin comerlo ni beberlo, y sin que ni siquera te llegues a dar cuenta.
Drama que cuenta la realidad, con pelos y señales, esa realidad que desde los medios oficiales prefieren ocultar para mantener sus privilegios a costa de la libertad y los derechos mas elementales del pueblo llano.

Cruda, contundente, clara y demoledora, y con una interpretación de Agustín González digna de un Oscar. Impecable.

Bajo la apariencia de una comedia divertida, se encuentra una profunda reflexión sobre la felicidad y la forma de conseguirla, poniendo de manifiesto lo absurdo del sacrificio en pos del éxito y el triunfo de cara a los demás, a costa de renunciar a aquello en lo que realmente encontramos satisfacción. Del mismo modo, se ridiculiza la ambición desmedida por conseguir acaparar la mayor fortuna posible, cuando de poco o incluso nada nos va a servir. La valoración de esta película es la que me resulta más sencilla de hacer.

Es, simplemente, la mejor película que he visto en mi vida.