Titanic es sin duda alguna una de las mejores historias cinematográficas románticas y dramáticas de la historia del cine.
Su despliegue de escenario, de efectos visuales, de vestuario, maquillaje y atrezo hacen que el ambiente sea ideal para mostrar la trama de la cinta. Cuenta con un reparto increiblemente acertado y con el aire perfecto para darle ese toque especial a este filme. No se puede destacar ninguna escena por encima de otra pues cada cual mejora a la siguiente y viceversa.
Hay que remarcar la espectacular banda sonora que arropa la película en todo momento y sobretodo la tan conocida balada de Celine Dion.
Pero por otro lado no todo son rosas y halagos para esta película que sin duda ha conseguido exitos históricos y alzarse como una de las mejores películas del mundo, pero aunque muchos la amen otros... la odian. Yo podría incluirme entre esas personas que puede verla varias veces pero sin llegarse a pasar, pero evidentemente no todo el mundo tiene los mismos gustos y cada cual tiene su propio criterio y he de decir que la película a estas alturas de la batalla cansa. Es cierto que es entrañable y bonita pero una sobredosis de esta ricura de filme puede costar serios dolores de cabeza al espectador después de años viéndola y viéndola una y otra vez en las distintas cadenas que adornan nuestra televisión, que para crecer en audiencia intentan meternos esta cinta en las retinas hasta la saciedad, cosa que llega a ser cruel.
Por ello Titanic es una de las mejores películas pero también ha cosechado y sigue haciéndolo odios, pues no se puede repetir la misma historia hasta el empacho. Además, ya todos sabemos como acaba el filme...