Bien por quienes la califican de buena o muy buena, porque se ve que les gusta el cine de pantalla grande, ampuloso y con muchos efectos especiales. Un gusto tan respetable como cualquier otro.
Para mí, la película (bien hecha, grandes efectos) es arbitraria. Las historias, seis, lo son. Su pretendida conexión está traída por los pelos. A veces una historia tiene que ser alargada para poder mantener el paralelo con las otras, como ese que se lleva tiempo y tiempo intentando matar a otro para quedarse con el oro cuando se lo podía haber liquidado de una vez.
Los actores, para qué hablar. Las caracterizaciones resultan ridículas a veces. Ver a Hale Berry de vieja, es decir, con la cara llena de adhesivos pero con el tipo de una sílfide no cuela.
Y mucho tópico pseudofilosófico, pero que mucho. Y los tópicos no dejan de serlo porque se digan en otro planeta.
También es verdad que a mí el cine de ciencia ficción no suele gustarme porque con el cuento del futuro te meten cualquier idiotez de guión. (Otra cosa es 2001.Odisea en el espacio y varias más).